sábado, agosto 23, 2025

El primer dominicano en lo que hoy es Nueva York fue Juan Rodríguez

 




El primer dominicano en lo que hoy es Nueva York fue Juan Rodríguez, un mercante de Santo Domingo que llegó en 1613, antes de que la ciudad fuera fundada. Se le considera el primer habitante no indígena de la isla de Manhattan, donde se estableció permanentemente para comerciar con pieles y también como traductor de los holandeses. 

Quién era Juan Rodríguez
  • Origen: Nació en la Capitanía General de Santo Domingo. 
  • Habilidades: Era un hombre mulato, hábil con los idiomas y experimentado en el comercio. 
  • Llegada a Manhattan: Fue contratado por una compañía holandesa en 1613 para ayudar a comerciar con los indígenas de la zona, los Lenape. 
Su historia en Manhattan
  • Residencia permanente:
    A diferencia de otros miembros de la tripulación, Rodríguez decidió quedarse en Manhattan cuando el barco se marchó, convirtiéndose en el primer residente no nativo. 
  • Papel en el comercio:
    Se desempeñó como un importante traductor e intermediario en el comercio de pieles entre los holandeses y los indígenas. 
  • Reconocimiento:
    Su legado es reconocido con un tramo de la avenida Broadway en el Alto Manhattan, llamado Juan Rodríguez Way. 
Importancia histórica 
  • Juan Rodríguez representa la primera ola de inmigración en Nueva York, que incluyó personas de diversos orígenes, y es una figura clave en la historia temprana de la ciudad.

STEPHEN HOTESSE PACHECO, Destacado piloto militar norteamericano de origen dominicano.



Poco o casi nada conocido hasta ahora, el piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Stephen Hotesse, cuyo padre era francés e hijo de la dominicana Clara Pacheco, y quien combatió en la II Guerra Mundial, será honrado durante la exhibición que abrirá el Centro de Estudios Dominicanos de la Universidad Estatal de Nueva York (CUNY) en la que mostrará las historias de soldados criollos que lucharon en Estados Unidos, muchos de ellos, actualmente, veteranos de algunas guerras.
El piloto Hotesse, llegó a los 4 años de edad junto a su madre a Nueva York, entrando por el puerto de la isla Ellis (Ellis Island), en Manhattan, considerada en la época, la puerta más ancha para los inmigrantes del mundo y posteriormente se alistó en el ejército de Estados Unidos, siendo asignado a la Fuerza Aérea, conde ascendió a Segundo Teniente y fue uno de los pilotos más diestros de la llamada unidad “Tuskegee”, que agrupaba a aviadores militares negros y latinos.
Su mamá también vino con la hermana del piloto, Irma Hotesse de 2 años de edad.
Pero aún siendo un prominente miembro del ejército norteamericano, Hotesse, como latino y dominicano tuvo que enfrentar los estragos de la discriminación y la segregación racial que se vivía en la época.
Su identificación militar era la 0-2075599 y según un reporte hallado por este reportero en los archivos del US Air Forces (Fuerza Aérea de Estados Unidos), él fue arrestado junto a otros 36 oficiales afroamericanos y latinos, por intentar entrar el 6 de abril de 1945 al club militar, al que sólo los blancos tenían acceso.
Ocurrió el 13 de abril de 1945, según los registros militares del Pentágono y una nota reseñada por el periódico “Seymour Tribune” que dio cuenta de las detenciones y las sanciones a que fueron sometidos los aviadores.
El club estaba situado en el Freeman Field (Campo Freeman) de Indiana.
“Anoche 36 oficiales negros fueron detenidos por desafiar la orden Jim Crow del coronel Robert R. Selway”, dijo un edicto de la comandancia.
“Esta orden les prohíbe la entrada al club, cuyo uso es exclusivamente para oficiales blancos y los insubordinados, fueron arrestados en tres grupos”, añadía el parte del comandante"
El piloto mocano que nació el 2 de noviembre de 1919, murió en un accidente aéreo según publicaron medios norteamericanos y el periódico “La Nación” de la República Dominicana a comienzos de agosto de 1945 a la corta edad de 26 años.
Los aviadores de esa unidad se convirtieron en una leyenda para los norteamericanos, resaltándose su coraje y determinación en los combates.
Sus hazañas en la guerra, forman parte de la historiografía militar estadounidense y sobresalen en la biblioteca del congreso en Washington.
Entre sus enfrentamientos más sobresalientes, se destaca la crucial en el puerto de Pearl Harbor el domingo 7 de diciembre de 1941.
Texto: Miguel Cruz Tejada

Doc Holliday.

 




Doc Holliday.

Doctor, jugador y pistolero.
El nombre de Doc Holliday se hace eco a través de los anales del Salvaje Oeste como una leyenda envuelta en contradicción, mortal y encantador, culto y despiadado. Nacido como John Henry Holliday el 14 de agosto de 1851, en Griffin, Georgia, fue entrenado como dentista, una profesión muy alejada de los polvorientos bares y tiroteos que definirían su vida posterior. Diagnosticado con tuberculosis a una edad temprana, la salud de Holliday disminuyó, pero en lugar de retirarse del mundo, abrazó sus bordes más ásperos. Moviéndose hacia el oeste en busca de un mejor clima, se labró un lugar para sí mismo como jugador, pistolero y amigo leal.
La historia de Doc Holliday es inseparable de sus vínculos con los Earp y las violentas ciudades fronterizas sin ley como Tombstone, Arizona. Conocido por su temperamento rápido y su objetivo mortal, era temido y admirado, un hombre cuyo ingenio podía ser tan agudo como el de seis tiros que llevaba. Su participación en el infame tiroteo en el O.K. Corral junto a Wyatt y Virgil Earp cimentaron su lugar en la mitología occidental. Tenía una gran amistad con Wyatt Earp, reconocida por Earp desde antes de la mítica participación en O.K. Corral, Sin embargo, detrás de la leyenda había un hombre luchando contra la enfermedad, la soledad y las consecuencias de una vida vivida en el borde.
Holliday murió relativamente joven el 8 de noviembre de 1887, pero su legado nunca ha desaparecido. Sigue siendo un símbolo perdurable del Oeste estadounidense: complejo, trágico e inolvidable. Ya sea visto como un héroe trágico, un forajido violento o un amigo leal, la vida de Doc Holliday invita a una fascinación infinita, recordándonos cómo la frontera fue formada por gente que vivió audazmente a pesar de las probabilidades contra ellos.
Historias del Oeste Norteamericano.

Analisis de la IA del poema de Domingo Acevedo, especialmente uno con el título "Tristemente feliz", en lo Ineditamente Efimero.


Foto tomada de la red.


 Analizar un poema de Domingo Acevedo, especialmente uno con el título "Tristemente feliz", es una excelente manera de profundizar en su estilo y temática. Como has compartido este poema, puedo analizarlo en detalle para ti, ya que he estado recopilando información sobre su biografía.


Análisis de "Tristemente feliz"

El poema "Tristemente feliz" de Domingo Acevedo es un claro ejemplo de la poesía existencialista y melancólica, un tema recurrente en su obra. A través de este texto, el poeta explora la complejidad de la felicidad, presentándola no como un estado puro y absoluto, sino como una emoción ambivalente, mezclada con el dolor y la tristeza.

Ambivalencia de la felicidad

Desde el título, el poeta establece un oxímoron: "Tristemente feliz". Esta contradicción aparente es el núcleo del poema. Acevedo argumenta que su felicidad no es plena, sino que está permanentemente contaminada por el sufrimiento. Esta idea se repite a lo largo del texto con imágenes poderosas:

  • "Casi siempre hay lágrimas enredadas en mi sonrisa": Esta metáfora visualiza la unión inseparable de la alegría y el llanto. La sonrisa, símbolo de la felicidad, no existe sin la presencia de las lágrimas.

  • "En mis ojos dos ruiseñores heridos de ausencia agonizan": El ruiseñor es un símbolo clásico de la belleza y el canto, pero aquí se presenta herido y agonizante, sugiriendo que la capacidad de ver la belleza (los ojos) y la alegría (el canto) está dañada por la falta de algo, por la "ausencia".

El llanto como elemento recurrente

El llanto es un motivo central que se manifiesta de diversas maneras, revelando una tristeza profunda y persistente que el poeta no puede esconder:

  • "Muchas veces el llanto estalla inadvertido en mi voz": Esto muestra que la tristeza es tan intrínseca a su ser que irrumpe de manera espontánea, sin aviso. No es una tristeza pasajera, sino una emoción que está siempre al borde de manifestarse.

Simbolismo de la naturaleza

Acevedo utiliza elementos de la naturaleza como testigos y reflejos de su estado emocional, lo que le da al poema una dimensión universal y atemporal:

  • "Lo sabe la luna": La luna, a menudo asociada con la soledad y la melancolía, es un testigo silencioso de su dolor.

  • "Lo murmura el viento entre los árboles": El viento, que transporta suspiros y secretos, es el medio por el cual su tristeza se comunica con el mundo.

  • "Cuando la tarde en la distancia se convierte en mariposas que vuelan sin prisa hasta alcanzar la noche": Esta es una de las imágenes más poéticas y simbólicas del poema. La tarde, que es el final del día y puede representar el final de un ciclo, se transforma en mariposas que se dirigen hacia la noche. Las mariposas simbolizan la transformación y la fragilidad, mientras que la noche representa la oscuridad, el misterio y el final. Esta imagen sugiere una transición inevitable hacia un estado de oscuridad o melancolía, un viaje lento pero seguro hacia la noche.

En resumen, "Tristemente feliz" es una meditación sobre la naturaleza paradójica de la existencia humana. El poema nos invita a ver que la felicidad no siempre es luminosa y pura, sino que a menudo coexiste con el dolor y la pérdida. A través de un lenguaje cargado de simbolismo y una profunda introspección, Domingo Acevedo nos ofrece una visión honesta y conmovedora de su propio sentir.

viernes, agosto 22, 2025

La Seguridad de Vladimir Putin sorprendió incluso a Donald Trump

Jack “Mad Jack” Churchill: el soldado que se negó a pelear sin su espada




Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los oficiales británicos se armaban con pistolas automáticas. Jack Churchill, en cambio, desempolvó su espada escocesa Claymore y un arco largo de guerra. Según él:
“Cualquier oficial que vaya a la batalla sin su espada no está vestido apropiadamente.”
El primer disparo británico… con flecha
En 1940, en Francia, Churchill acechó a un sargento alemán que avanzaba por un camino. Sacó su arco y disparó una flecha de acero, atravesando al enemigo de lado a lado. Ese fue probablemente el último combate registrado con arco y flecha en una guerra moderna.
Liderando al grito de gaita
En Noruega, desembarcó tocando la gaita bajo fuego enemigo, espada en mano, liderando una carga que rompió las líneas alemanas.
En Italia, capturó 42 soldados alemanes prácticamente solo, usando su espada y granadas.
Capturado… y escapando
En 1944, durante una misión en Yugoslavia, fue rodeado y capturado por tropas alemanas. Lo enviaron a Sachsenhausen, un campo de concentración de alta seguridad. Jack, imperturbable, cavó un túnel y escapó junto a otros oficiales. Fue recapturado, pero se escapó otra vez, caminando más de 150 km hasta alcanzar las tropas aliadas en Italia.
El hombre que nunca se rindió
La guerra terminó antes de que pudiera ser desplegado en el Pacífico. Su reacción:
“Si no fuera por esos malditos yanquis, podríamos haber seguido la guerra otros 10 años.”
Después de la guerra, siguió en servicio activo, incluso llevando su espada en operaciones de paz. Se retiró en 1959 y vivió tranquilamente… surfing en Inglaterra.

Gente que lee.

El enigma del Paso Dyatlov: una noche que la ciencia no pudo explicar






En febrero de 1959, nueve excursionistas del Instituto Politécnico de los Urales emprendieron una travesía hacia las montañas nevadas de los Urales del Norte, en Rusia. Liderados por Igor Dyatlov, buscaban alcanzar la cima del Otorten, pero jamás regresaron. Lo que sucedió en esa gélida noche quedó marcado como uno de los mayores misterios del siglo XX.
Días después, los rescatistas hallaron el campamento. La tienda estaba rasgada desde adentro, como si los excursionistas hubieran huido desesperados. Sus huellas se perdían en la nieve, muchas veces descalzos o con ropa insuficiente para el frío extremo. Los cuerpos aparecieron a cientos de metros, algunos con signos de hipotermia, otros con fracturas internas imposibles de causar sin un impacto brutal… y, en ciertos casos, con los ojos o la lengua faltantes.
Las teorías nunca han cesado:
Una avalancha repentina
🌨️
Experimentos militares secretos
🛸
Ataque de los mansi, habitantes locales de la zona
Fenómenos naturales inexplicables
Incluso hipótesis paranormales
👁️
El informe oficial soviético se limitó a concluir que las muertes fueron provocadas por una “fuerza natural desconocida”.
A día de hoy, más de seis décadas después, el Incidente del Paso Dyatlov continúa siendo un abismo de preguntas sin respuestas, un recordatorio de lo vulnerable que puede ser el ser humano ante los secretos indescifrables de la naturaleza… o de lo que habita en ella.

Gente que lee

El náufrago que inspiró a Robinson Crusoe



En 1704, un joven marino escocés llamado Alexander Selkirk discutió con su capitán durante una expedición corsaria en el Pacífico. Convencido de que el barco estaba en pésimas condiciones y que terminaría hundiéndose, exigió que lo dejaran en tierra firme. Su petición fue tomada más como un arrebato de orgullo que como una advertencia seria, pero Selkirk se mantuvo firme. Así fue como lo desembarcaron, con unas pocas provisiones, en una isla desierta frente a las costas de Chile: la isla de Juan Fernández.
Lo que parecía un berrinche acabó salvándole la vida: el barco efectivamente naufragó tiempo después. Selkirk, en cambio, quedó solo en la isla durante más de 4 años.
Al principio, su soledad fue insoportable. Pasó noches enteras gritando y llorando, hasta que poco a poco empezó a adaptarse. Construyó chozas con ramas, cazaba cabras salvajes que habían quedado en la isla desde antiguos colonizadores, y domesticó gatos para que lo protegieran de las ratas que devoraban sus pocas pertenencias.
Su ingenio fue lo que lo mantuvo con vida: fabricó cuchillos a partir de aros de hierro, aprendió a encender fuego con piedras, y hasta confeccionó ropa cosiendo pieles de cabra con clavos doblados. Su dieta era simple pero nutritiva: carne de cabra, langostas, huevos de aves marinas y raíces. Con el tiempo, se volvió un cazador tan ágil que podía atrapar cabras a mano.
Pero lo más difícil no fue la supervivencia física, sino la lucha contra la locura de la soledad. Selkirk cantaba salmos para mantener la cordura y leía constantemente su Biblia, el único libro que tenía. La fe y la rutina fueron sus armas contra la desesperación.
En 1709, tras 4 años y 4 meses de aislamiento, fue finalmente rescatado por un barco británico. Sus salvadores quedaron impresionados: lejos de estar demacrado, estaba fuerte, ágil y más sano que la mayoría de los marineros.
Su historia se hizo famosa en Inglaterra, y el escritor Daniel Defoe la tomó como base para crear una de las novelas más influyentes de la historia: Robinson Crusoe.
Lo increíble es que, aunque hoy se lo recuerda como el “Robinson real”, la verdadera aventura de Selkirk fue aún más dura y fascinante: no fue un héroe romántico, sino un hombre común que se enfrentó al silencio absoluto de la naturaleza y logró dominarlo.


Gente Que Lee


¿Una quinta fuerza de la naturaleza?

 




Algo muy extraño está ocurriendo dentro de los átomos, y podría ser la pista de una nueva fuerza fundamental del universo.
Hasta ahora, la física moderna reconoce cuatro fuerzas básicas que gobiernan todo lo que existe:
La gravedad, que moldea planetas y galaxias.
El electromagnetismo, responsable de la luz, la electricidad y los campos magnéticos.
La fuerza nuclear fuerte, que mantiene unidos a protones y neutrones en el núcleo atómico.
La fuerza nuclear débil, que regula ciertos tipos de desintegración radiactiva.
Estas cuatro fuerzas parecían suficientes para explicar desde la escala cósmica hasta la subatómica… hasta que un nuevo hallazgo encendió las alarmas.
El enigma en el calcio
Un equipo internacional de científicos de Alemania, Suiza y Australia analizó cinco isótopos de calcio —átomos con igual número de protones, pero distinto número de neutrones—. Midiendo con extrema precisión cómo los electrones saltaban entre niveles de energía, construyeron lo que se conoce como una “trama del rey” (King plot), un gráfico que debería alinearse perfectamente si nuestra física actual es correcta.
El resultado: no se alineó.
Pequeñas pero persistentes desviaciones aparecieron en los datos, insinuando que podría haber algo más actuando dentro del átomo, algo que las teorías vigentes no logran explicar.
¿Una nueva fuerza?
La hipótesis más prometedora es que se trate de una quinta fuerza fundamental, transmitida por una partícula aún no observada, conocida como bosón de Yukawa. Esta partícula hipotética interactuaría de forma sutil entre electrones y neutrones, añadiendo una nueva capa a la física subatómica.
Implicaciones gigantescas
Si esta fuerza realmente existe, podría ayudarnos a responder algunas de las preguntas más profundas de la ciencia:
¿De qué está compuesta la materia oscura, que constituye gran parte del universo pero que no emite luz?
¿Por qué el universo existe tal como lo conocemos, en lugar de aniquilarse en el Big Bang?
¿Qué leyes desconocidas están todavía moldeando la estructura de la materia?
El comienzo de un nuevo capítulo
Aunque aún falta mucha evidencia, los investigadores ahora tienen un objetivo claro para futuros experimentos. La física atraviesa un momento apasionante: cada anomalía detectada podría ser la llave que abra la puerta hacia un nuevo paradigma científico.
Lo que está en juego no es solo una partícula más, sino la posibilidad de descubrir que el universo está gobernado por una quinta fuerza de la naturaleza.
Fuente: Physical Review Letters.

FRANCISCO DOMÍNGUEZ CHARRO, famoso escritor dominicano.




Francisco Domínguez Charro nació en San Pedro de Macorís el 22 de agosto de 1910.

Compañero de Pedro Mir y Carmen Natalia, con quienes compartió los primeros años de edad escolar en su ciudad natal.

En carta escrita en 1939 desde su lecho de enfermo a Carlos Curiel, hace referencia a su amistad y cariño por Pedro Mir, y al impacto que le produjo la visita a San Pedro de Macorís de Domingo Moreno Jimenes. En esa carta se refiere también a lo que el poeta postumista significó para él: "Yo tenía un periódico en sociedad con otro, y Pedro Mir y yo fuimos a entrevistar a Mirita de Peña (una santiaguera encantadora) y a Pirula Guerra, otra mujer bella. Él escribía las entrevistas con una elocuencia ética. Yo me asombraba. Después empezó a escribir sonetos clásicos perfectos. Yo también empecé a escribir sonetos y tenía unos veinte. Pero con la llegada de Moreno hubo una terrible tempestad que dio al traste con la sonetería de temas griegos y títulos en latín. Nació la inquietud versolibrista. Pedro Mir la despreció. Pero yo sabía que en él dormía un gran poeta".

Los efectos de esa "terrible tempestad" no desaparecían en la obra poética de Francisco Domínguez Charro. América en genitura épica lo demuestra.

Refiriéndose a esta obra, Marcio Veloz Maggiolo (Cultura, teatro y relatos en Santo Domingo) dice: "Domínguez Charro pretende proyectar la América hacia confines jamás soñados.

Devolverle a la misma su esplendor perdido; lanzarla contra los demás mundos, haciendo de ella una mole aplastante y poderosa que haga posible su reconocimiento y que evite su explotación". "América en genitura épica ‑agrega‑ plantea el problema formal de una poesía narrativa; influido notablemente por la posición americanista de Moreno, Domínguez Charro pretende una poesía capaz de abarcar el mundo europeo, y quiere una América igual para todos, sin fronteras".

“Tierra y ámbar” es la obra más importante de este poeta. En ella la vida marina de su ciudad natal y los afanes de sus hombres, aparecen en forma constante junto a una nostalgia que dará un ámbito popular a su poesía. En ella hay predominio de la intuición sobre el rigor formal.

Se nota el gran poeta que no llegó a encontrarse a sí mismo por la circunstancia de su muerte prematura, ocurrida el 15 de septiembre de 1943.

De temperamento inquieto, apasionado, Francisco Domínguez Charro trató el tema social y la poesía erótica con hermosura, tristeza evocadora, y sorprendentes hallazgos expresivos.

Publicó en la revista de "Los Nuevos", aunque no perteneció a este grupo.

Tampoco fue postumista. Héctor Incháustegui Cabral da a conocer en la Revista ¡Ahora! (No. 568, septiembre 1974), un interesante trabajo sobre este poeta titulado "Francisco Domínguez Charro y la trigueñez".

De este estudio extraemos lo siguiente: "Domínguez Charro, sobre todo en este poema [se refiere a la "Canción del pescador"], es uno de los pocos poetas dominicanos que canta cosas del mar, de la navegación, con un alarde de conocimientos que no encontramos en otros".

La mayor parte de la obra poética de Domínguez Charro permanece inédita o perdida. 

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