El 26 de noviembre de 1883, la mujer anteriormente esclavizada y pionera feminista, emancipadora negra y poeta, Sojourner Truth, murió en Michigan a la edad de 86 años. Nació como mujer esclavizada en una comunidad de habla holandesa en Nueva York y más tarde dio a luz a cinco hijos. Escapó en 1827 y, con el apoyo de una familia abolicionista, demandó con éxito el regreso de uno de sus hijos que había sido vendido ilegalmente en Alabama. Después de mudarse a la ciudad de Nueva York se convirtió en una predicadora carismática y ayudó a escapar a la gente esclavizada y abogó por el abolicionismo y por los derechos de la mujer, incluido el sufragio femenino. Durante la guerra civil, Truth ayudó al bando de la Unión, y después de la guerra ayudó a las personas que habían sido esclavizadas en el sur a construir nuevas vidas, a menudo como trabajadores asalariados. Truth permaneció activa hasta el final de su larga vida, pasando tiempo en sus últimos años en la campaña para la redistribución de la tierra a las personas anteriormente esclavizadas, a quienes se les hizo la famosa promesa de "40 acres y una mula", que nunca se cumplió.
Espejismo de Luna Llena
Un espacio para compartir ideas, imágenes, propuestas, versos y la esperanza de un mundo mejor... Tel. 849 637 3922.
jueves, noviembre 27, 2025
Sojourner Truth, pionera feminista, emancipadora negra y poeta
FACUNDO: EL TIGRE QUE RUGIÓ ANTES DE QUE EXISTIERA LA PATRIA
No fue general de escritorio ni político de peluquería. Facundo Quiroga nació entre el polvo y la lanza, y jamás se sacó el barro de las botas. No leía latín ni francés, pero conocía cada palmo del interior con los ojos cerrados. Su ley era sencilla: proteger al pobre, castigar al traidor y morir de pie si era necesario.
Lo apodaron El Tigre de los Llanos, y no fue por poesía. Tenía una furia que asustaba hasta a sus aliados, una vozarrón que retumbaba como trueno y un caballo moro al que hablaba como si fuera un oráculo. Participó en más de veinte combates, recibió heridas, enterró amigos, y nunca pidió permiso. Gobernaba con justicia rústica y Biblia en mano. Era bárbaro, sí, pero de los que sabían que la civilización sin alma no vale un carajo.
Desconfiaba de los doctores de levita, de los porteños de escritorio que querían mandar sin haber pisado una zanja. Creía en una Argentina desde el interior, con los pies en la tierra y el cielo en los ojos. Y por eso lo odiaron tanto. Porque representaba algo más profundo: un país que no se dejaba domesticar.
Y cuando lo mataron, no lo vencieron. Lo volvieron leyenda. Lo velaron, lo trasladaron, lo ocultaron… pero no lograron borrarlo. Dicen que lo enterraron de pie. Y uno quiere creerlo. Porque hay hombres que no saben morir de otra forma.
Del muro de Roberto Arnaiz
RUFINO DE LA CRUZ DISLA, el valiente compañero de lucha de las Hermanas Mirabal
RUFINO DE LA CRUZ DISLA, el valiente compañero de lucha de las Hermanas Mirabal, que les acompañó aquel fatídico 25 de noviembre de 1960.
Rufino Antonio de la Cruz Disla (16 de noviembre de 1923 – 25 de noviembre de 1960) fue un agricultor y transportista de carga y pasajeros dominicano. Fue asesinado junto a las hermanas Mirabal supuestamente por órdenes de Rafael Leónidas Trujillo mientras conducía el vehículo en el que viajaban.
Nació en el paraje El Corozal, Villa Tenares, hoy municipio de la provincia Hermanas Mirabal. Asistió a la Escuela Primaria Rural de Conuco completando el tercer grado, destacándose en matemáticas, lectura y gramática; puede notarse su buena ortografía en las fotos que dedicaba a parientes y amigos. Realizó estudios básicos de trompeta y clarinete en la escuela de Bellas Artes que operaba en Villa Tenarez.
Joven trabajador y de personalidad agradable: simpático, cortés, juguetón y muy expresivo con su extensa familia, al igual que con sus amigos. Voz de locutor, llena de matices; aficionado al buen vestir y a los perfumes. Se destacó durante el Servicio Militar Obligatorio, se le ofertó incorporarlo al Ejército Nacional, pero él evadió esta oferta escudándose en las responsabilidades que tenía con diversas actividades laborales.
Según testimonios recogidos por su biógrafo Luis Fausto Disla, Rufino manifestaba fuertes ideales democráticos y tenía de referente en su comportamiento patriótico al combatiente (gavillero) Perún De la Cruz Camilo, distinguido luchador en contra de la primera Intervención Militar de Estados Unidos en la República Dominicana.
También su biógrafo halló evidencias testimoniales de la relación o membresía de Rufino de la Cruz con una célula del movimiento político 14 de Junio. Esta célula encargó a Rufino la misión secreta de acompañar a Minerva Mirabal en varios viajes a Puerto Plata, porque Rufino reunía las condiciones para esa encomienda al ser «un prototipo de hombre decidido, atrevido y valiente» ; excelente conductor que servía de compañía y a la vez de custodia y protector. Por tanto, su biógrafo demuestra que Rufino no fue un simple chofer; sino un hombre de diversas actividades económicas, comprometido, solidario, valeroso, de excepcionales condiciones morales; capaz de cumplir aquella misión en la cual perder la vida era lo más probable.
Algunos historiadores han tratado la figura de este hombre como un actor de reparto, casi tirando a extra en el drama de las hermanas Mirabal. Pero su biógrafo establece nuevos datos testimoniales que evidencian lo profundo de su compromiso político: Rufino de la Cruz pasó de opositor silente a opositor activo y visible a la tiranía; estaba en el 14 de Junio; su histórico SÍ a Minerva del cuál no se apartó a pesar de las presiones de allegados; acompañó a Minerva y a sus hermanas en varios viajes a Puerto Plata, entre otras acciones y actitudes notables.
Rufino no fue velado, ni sepultado, junto a las hermanas Mirabal. Por el estado en que llegó el cadáver de Rufino a su casa, con las manos atadas a la espalda, con los huesos de la cara crujientes al tocarlos «como cascarones de huevos» , se afirma lo grosero del asesinato y se desprenden varias hipótesis de cómo fue la muerte de Rufino y su posible resistencia y lucha antes de que lo mataran el 25 de noviembre de 1960, junto a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.
Rufino de la Cruz Disla dejó en la orfandad a su única hija Miledys de la Cruz González, y viuda a doña Delisa González con quien contrajo matrimonio el 19 de diciembre de 1948.
Los JARAWA viven en un territorio donde NADIE puede entrar desde hace décadas?
Los Jarawa, uno de los últimos pueblos cazadores-recolectores del océano Índico, habitan las espesas selvas de las Islas Andamán con una historia que desafía a la modernidad. Su presencia en esta región se remonta, según estudios genéticos recientes, a más de 50.000 años, lo que los convierte en una de las comunidades humanas más antiguas que continúa viviendo según sus propias reglas. Lo sorprendente para cualquier viajero es que, a pesar del turismo globalizado, ellos han logrado mantenerse casi totalmente aislados por decisión propia y por protección del gobierno indio.
Durante siglos evitaron el contacto exterior. De hecho, hasta finales del siglo XX, cualquier intento de acercamiento terminaba con flechas volando desde la espesura. Los Jarawa no buscaban conflicto: defendían su territorio y su forma de vida nómada, basada en la caza de cerdos salvajes, la pesca con arpones hechos a mano y la recolección de miel, su alimento más preciado. Hoy se sabe que su idioma es completamente aislado, sin relación con ninguna otra lengua del mundo, un misterio lingüístico que todavía no ha podido ser descifrado.
Un dato muy poco conocido es que los Jarawa nunca construyen aldeas permanentes. Levantan refugios pequeños y portátiles que abandonan en cuanto la zona se agota de recursos. Este ritmo de movimiento constante mantiene la selva en equilibrio y evita la sobreexplotación del entorno, una práctica sostenible que sorprende a los antropólogos del 2025 por su precisión ecológica. Para ellos, el territorio no es un lugar: es un ciclo vivo que se respeta y se comparte.
Otro aspecto fascinante es su habilidad para fabricar arcos y flechas capaces de atravesar troncos de árboles del tamaño de un brazo. Los elaboran con técnicas ancestrales transmitidas oralmente, sin herramientas de metal, y cada flecha tiene un propósito: caza menor, pesca, defensa o advertencia. El diseño del arco jarawa es tan resistente que investigadores del Museo Antropológico de Port Blair lo han catalogado como uno de los más efectivos entre las tribus oceánicas.
Viajar a su territorio, sin embargo, está completamente prohibido. Desde 2013, la India endureció las leyes para evitar que el turismo dañara su cultura o los expusiera a enfermedades para las que no tienen defensas. Las rutas que cruzan la jungla solo pueden utilizarse con permisos estrictos, y fotografiarlos está totalmente vetado. El viajero que realmente respeta su existencia entiende que su aislamiento no es un atractivo turístico, sino un derecho. Y que la mejor forma de conocerlos es informarse, no acercarse físicamente.
Los Jarawa continúan viviendo a su propio ritmo, observando desde la distancia el mundo moderno sin intervenir en él. Son un recordatorio vivo de que no todas las historias humanas necesitan ser tocadas para ser admiradas. Protegerlos es proteger uno de los últimos hilos directos con nuestro pasado más antiguo.
EL HÉROE DOMINICANO JOSÉ HORACIO RODRÍGUEZ VÁZQUEZ
Nació en Barranca, La Vega, el 27 de Noviembre del 1909. Era Hijo del general Juan "Juancito" Rodríguez y de María Vásquez.
Fue un destacado abogado, economista y Luchador antitrujillista.
Sus primeros estudios lo realizó en la ciudad de Moca, en casa de su tío paterno Doroteo Vásquez.
En el 1932 se graduó de Licenciado en Derecho en la Universidad de Santo Domingo. Viajó al exterior para ampliar sus estudios, y se graduó de Economista en la Universidad de Harvard; además estudió en la Universidad de la Sorbona, en París.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, interrumpió sus
estudios y regresó al país, en dónde se desempeño como profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad de Santo Domingo.
Se casó en el 1945 con Luisa Guillermina Iriarte con quien procrearon dos hijos, Doroteo y Porfirio Rodríguez Iriarte.
En principio, no formó parte de ningún grupo antitrujillista en particular, pero desde muy joven se mostró contrario al régimen, y en Octubre del 1946 viajó a Cuba y se enroló en el movimiento que luchaba por ponerle fín a la dictadura.
Tomó parte en las invasiones de Cayo Confites en Septiembre del 1947 y en la de Luperón en el 1949, sucesivamente.
En el 1951 se trasladó con su esposa a Venezuela. Se organizó en los movimientos que luchaban contra Trujillo.
En Enero del 1959, se trasladó a Cuba, y fue comandante del Campamento Mil Cumbres en Cuba, donde se entrenaban los revolucionarios y desde dónde salió comandando a un grupo de expedicionarios que desembarcaron en el norte de la República Dominicana llamado Maimón, en la provincia de Puerto Plata, después de serias averías de la lancha en que viajaba el grupo, presuntamente saboteada por un marino de origen griego, y que motivó que tocaran la costa norte un 20 de Junio del 1959, o sea, seis días después que el otro grupo aterrizara en Constanza.
Muerto en combate ese mismo 20 de junio de 1959, a los pocos días de la llegada de la expedición ,en un lugar cercano a la playa de Estero Hondo.
Sus restos fueron recuperados y llevados a Puerto Plata, a raíz de la muerte del tirano Trujillo.
La calle José Horacio Rodríguez en La Vega, es la vía más hermosa de esta ciudad. Se le dio este nombre por el Cabildo mediante Resolución 24-62, del 8 de marzo de 1962, en honor a nuestro protagonista.
Una calle y un Barrio en Moca lo honran con su nombre.
Tierra del Fuego renueva su reclamo de justicia histórica para el pueblo Selk’nam con la conmemoración del «Día de la Memoria por el Genocidio Selk’nam», cada 25 de noviembre. La fecha, que es feriado provincial, busca recordar el proceso de exterminio que comenzó en 1886 y reafirmar la continuidad de este pueblo originario en su territorio ancestral.
El origen de la jornada remite a la expedición de Ramón Lista, que marcó uno de los episodios más violentos de la colonización en la isla. Desde entonces, la expansión ganadera y la instalación de grandes estancias profundizaron un esquema de persecución sistemática contra los Selk’nam, cazadores nómadas cuya presencia chocaba con los intereses económicos del momento.
La llegada masiva de ovejas llevó a que estancieros y administradores promovieran verdaderas cacerías humanas, con recompensas por capturas o asesinatos. A ello se sumaron secuestros de mujeres y niños, traslados forzados a misiones, expulsiones violentas y enfermedades introducidas, lo que provocó un colapso demográfico en pocas décadas. Investigadores y organismos de derechos humanos coinciden en que existió un plan orientado a eliminar al pueblo Selk’nam por su identidad étnica, lo que permite caracterizar estos hechos como un genocidio.
El feriado, establecido en 2021, busca reconocer de forma oficial esta verdad histórica y promover un espacio anual de reflexión. Instituciones educativas, organizaciones sociales y comunidades originarias impulsan cada año actividades culturales y actos conmemorativos para mantener viva la memoria, combatir el negacionismo y fortalecer la identidad Selk’nam contemporánea. A 139 años del inicio del proceso de exterminio, Tierra del Fuego reafirma que la memoria sigue siendo una herramienta esencial para la reparación histórica.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)





