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viernes, diciembre 20, 2024
Mercenarios rusos piden vengar la muerte del general Kirillov!
Dos poemas a Manolo.
Diciembre del 1963
En las montañas lejanas
grises
y frías
de un diciembre remoto
a pesar del tiempo transcurrido
el viento del invierno
aún florecen amapolas
en un bosque
bordado de rizos tiernos
de lluvia y rocío
donde el alba es una cascada
luminosa de colores
horizontalmente líquidos
sobre el claro amanecer del sacrificio
que hizo posible la esperanza
de un nuevo amanecer
en este siglo salpicado de sangre
conmovido por un horario de lágrimas
que se alargan hasta alcanzar
el lívido reflejo de las orquídeas rotas
cuyo dolor conmueve el vuelo
transparente de las mariposas
que brotan eternas de los ojos
de los guerrilleros asesinados
en las frías montañas
de un diciembre amargo
petrificado en el tiempo
repetido pertinazmente
para que el odio no convierta
el dolor en una máscara
donde se esconda el amor necesario
para liberar la patria
Manolo
Manolo vive justo
Junto a las montañas
de las manaclas
allí caído
permanece tendido
como una flor herida
que se resiste a morir
olvidada
A Manolo Tavarez Justo y a los que junto
a él se inmolaron en las escarpadas montañas de nuestro país
Fotos tomadas de la red.
Muerte de Manolo Tavarez y sus compañeros en Las Manaclas.
jueves, diciembre 19, 2024
La tía Tatín
Aún la tía Tatín barre el patio de su utopía
con su escoba arrincona contra las tardes
los recuerdos mas lejanos de nuestra memoria
enciende junto al camino real las hoguera de
nuestra ira ancestral
la tía Tatín menuda
frágil
leve
sus pasos cansados por los años se pierden en
el tiempo
entre los limoncillos y los mamones florecidos
sus pasos no volverán del olvido
por que una tarde se murió de pana
cuando sintió la aguda ausencia de los pájaros
y el trueno
y pregunto por la lluvia
y le dieron que Mamá Tita
se había ido envuelta en un manto de lagrimas
a otras tierras lejanas y extrañas
y las flores
preguntó
la primavera agoniza
le contestaron
con razón la tarde huele a sangre
dijo
y se vistió de tristeza y por la ventana
abierta del crepúsculo
miro con ternura por última vez las anacahuitas
gemelas
que junto al camino real arañaban el cielo
y que ella amaba tanto
porque en su oquedad junto a sus hijos
ella sobrevivió al ciclón San Zenón
fue aquella tarde cuando por primera vez
sintió el ruido macabro de los tractores
destruyendo el bosque
y sintió sobre sus hombros el peso de la
primavera que moría
Domingo Acevedo.
Foto tomada de la red.
Haiku.
La AES (Alianza de Estados del Sahel),
Les presentamos a AES (Alianza de Estados del Sahel), quienes no solo acabaron con el neocolonialismo francés en sus países; si no que este movimiento de izquierda terminó con los Grupos Terroristas y el Caudillismo en sus países tras sacar a las tropas francesas de sus territorios.
miércoles, diciembre 18, 2024
Residente - René (Official Video)
martes, diciembre 17, 2024
En el ataque al matún muere el coronel Juan María Lora Fernández
- Por: Redacción
- En: Efemérides Nacionales
- 19 diciembre 1965 8:57 am
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SANTIAGO, el 19 de diciembre de 1965, tropas de las Fuerzas Armadas atacaron en el Hotel Matun de Santiago, a fuerzas constitucionalistas lideradas por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Entre los muertos en el ataque se cuenta el coronel constitucionalista Juan María Lora Fernández y varios soldados, incluido su ayudante sargento Domingo Antonio Peña. Entre los constitucionalistas se sostiene la idea de que el objetivo al atacar el hotel era matar al líder de los constitucionalistas, el coronel Caamaño Deño.
La del 19 de diciembre de 1965, era una mañana lluviosa y la ciudad de Santiago vivía su rutina, cuando un grupo de militares activos y civiles constitucionalistas fueron emboscados en el hotel Matum en el instante en que se disponían a desayunar a las nueve de la mañana.
El coronel Francisco Alberto Caamaño y los constitucionalistas: civiles y militares que le acompañaban se habían trasladados a la ciudad de Santiago para asistir a una misa y ofrenda floral conmemorativa de los seis meses de la muerte del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, quien cayó en combate en las cercanías del Palacio Nacional el 19 de mayo de 1965.
Fernández Domínguez era primo de Lora Fernández, quien cayó abatido junto a su ayudante el sargento Peña.
El ataque al hotel Matum, fue el primer intento de matar al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder militar constitucionalista, por parte de las fuerzas golpistas de 1963 y las interventoras estadounidenses enviadas por el presidente Lindon B. Johnson con el pretexto de salvar vidas.
“Fue una batalla dura, fiera, de momentos muy intensos, desde la mañana hasta entrada la noche, en la que murieron sólo tres de nuestros combatientes, pero les infringimos más de 70 bajas entre muertos y heridos a los agresores”, afirmó Claudio Caamaño Grullón, en una entrevista que dio a Listín Diario en 2012. Fue el último combate de la guerra civil que se inició en abril de 1965 para restablecer el gobierno constitucional del presidente Juan Bosch, que había sido derrocado el 25 de septiembre de 1963.
Ellos odiaban a Caamaño y querían matarlo; no soportaban que se hubiera convertido en el líder nacional que encarnaba las ansias del pueblo y su decisión de tener una Constitución, que garantizara sus derechos y consolidara un auténtico sistema democrático, sostuvo Claudio Caamaño.
A su juicio, no soportaban que el coronel Caamaño, que era miembro del mismo Ejército y que estudió con ellos en las mismas academias, los hubiera vencido en los combates del puente Duarte, la misma tarde del 24 de abril, en decenas de combates en Ciudad Nueva y que les ganara la guerra a ellos y a un ejército de ocupación de más 60 mil soldados”.
El capitán constitucionalista Lorenzo Sención Silverio, testigo excepcional, cuenta que luego de los disparos en el Cementerio Municipal de la avenida 30 de Marzo, descubrieron que “el panteón de Fernández Domínguez había sido minado con poderosos explosivos con la finalidad de cometer un acto terrorista, de consecuencias incalculables, los que fueron desactivados y levantados por nuestros expertos en explosivos”.
Precisa que fue hallada una granada antitanque dejada allí, especularon, para detonarla mediante un disparo y hacer volar el automóvil en que viajaba Caamaño.
Sención Silverio dice: “Las tropas constitucionalistas habíamos viajado con pocas armas largas, ya que en ningún momento se tuvo una actitud de lucha o combate, como lo demuestra el hecho de que gran parte de ellas estaban en el interior de los vehículos cuando se inicia el ataque… En consecuencia contábamos con un número muy reducido de armas para el combate, básicamente pistolas y revólveres, que constituían todo nuestro arsenal”.
Refiere que en un reporte al presidente García Godoy, es Caamaño quien narra: Ya en el hotel Matum, donde había una gran cantidad de personas (de 800 a 1000), una media hora luego de llegar, a eso de las 9:30 a.m. recibimos la sorpresa de un ametrallamiento… desde diferentes ángulos… El pánico Cunde y mientras me ocupo de seleccionar lugares adecuados para la seguridad de los niños, mujeres y hombres, ordeno a los oficiales investigar de inmediato quiénes nos agreden y de dónde proviene la agresión. Comprobamos al cabo de unos minutos, que contingentes armados de militares disparan con armas pesadas, ametralladoras calibre 50 y 30 y fusilería automática, desde el monumento a los Héroes de la Restauración…”
Agrega que a las armas usadas por los atacantes en un principio se fueron sumando cañones de más alto calibre, tanques, tanquetas y aviones P-51 de la Fuerza Aérea que aunque nunca disparan, realizan vuelos en picada y rasantes sobre el hotel con evidentes fines intimidatorios. Y como quedó en la Historia, con el reducido armamento que tenían y el lamentable pago de las valiosas vidas de Lora Fernández y del sargento Domingo Antonio Peña, los constitucionalistas, atacados por tierra y aire, contienen y derrotan a sus atacantes, y no al revés, porque, como apunta el capitán Sención Silverio… para que haya una derrota tiene que haber una toma de las posiciones contrarias, lo que no aconteció. Lo que sí hubo fue una gran humillación para los agresores quienes, a las 5:00 de la tarde hablan con el negociador de la FIP, enviado desde Santo Domingo, para desactivar el ataque, coronel John J. Costa, de la 82da. Compañía Aerotransportada USA, y le piden una hora más para seguir su plan y acabar con los constitucionalistas, recibiendo del militar extranjero la siguiente respuesta: “Si ustedes tienen el día entero y no han podido, ¿creen poder lograrlo en una hora?” De acuerdo al testimonio dado por el oficial constitucionalista Rafael Hubiera Padua en el documental El Titán de Abril, el disparo del tanque que lo impactó medio a medio del cuerpo fue tan contundentemente que… el coronel Juan María Lora Fernández murió sin darse cuenta. Aquella desigual batalla, librada con heroísmo por los atacados y con traición y cobardía por los atacantes, constituye el último capítulo de la Revolución Constitucionalista y Guerra Patria de 1965. Con su propia muerte, Juan María Lora Fernández completa así el círculo histórico de su heroica participación en la gesta.
Tomado de Vanguardia del Pueblo.
Fotos tomadas de la red.