Era considerada la mujer más
bella del mundo, lo que la convirtió en una figura central en el conflicto entre griegos y troyanos.
Su Nacimiento y Juventud
Helena era hija de Zeus y Leda, la reina de Esparta. Según el mito, Zeus se transformó en un cisne para seducir a Leda, y de esa unión, Leda puso dos huevos: de uno nacieron Helena y Cástor, y del otro, Clitemnestra y Pólux.
Debido a su inigualable belleza, muchos príncipes y reyes de toda Grecia querían casarse con ella. Su padre terrenal, el rey Tíndaro de Esparta, temiendo que la elección de un pretendiente llevara a una guerra civil entre los rechazados, hizo que todos los aspirantes juraran un pacto. El juramento, conocido como el "Juramento de Tíndaro", obligaba a todos a defender al esposo elegido si alguien intentaba robar a Helena. Finalmente, se casó con Menelao, el hermano del poderoso rey Agamenón de Micenas, y juntos reinaron en Esparta.
El Juicio de Paris y el Rapto de Helena
El evento que cambió el destino de Helena y del mundo griego fue el Juicio de Paris. Durante la boda de Peleo y Tetis, Eris, la diosa de la discordia, arrojó una manzana de oro con la inscripción "para la más bella". Tres diosas reclamaron la manzana: Hera, Atenea y Afrodita. Para resolver la disputa, Zeus le pidió al príncipe troyano Paris que actuara como juez.
Las tres diosas le ofrecieron sobornos a Paris:
* Hera le ofreció poder y ser rey de Europa y Asia.
* Atenea le prometió sabiduría y victoria en la guerra.
* Afrodita le ofreció la mujer más bella del mundo: Helena.
Paris eligió a Afrodita, quien le ayudó a llevar a cabo el rapto de Helena. Mientras Menelao estaba fuera de Esparta, Paris llegó como huésped y, con la ayuda de la diosa, sedujo a Helena. Ella, ya sea voluntariamente o por la influencia de Afrodita, huyó con él a Troya, llevándose consigo tesoros de Menelao.
La Guerra de Troya
El rapto de Helena fue una grave afrenta para Menelao y para todo el honor griego. Menelao, con la ayuda de su hermano Agamenón, invocó el Juramento de Tíndaro. Todos los antiguos pretendientes de Helena, ahora reyes y héroes, se unieron a la causa, y se formó una enorme coalición griega para ir a Troya a recuperar a Helena.
La guerra duró diez largos años. A lo largo de la historia de la guerra, la figura de Helena es compleja. Algunos relatos la presentan como una víctima, cautiva por la voluntad de los dioses, mientras que otros la muestran como una mujer vanidosa y traidora.
El Regreso a Esparta
Al final de la guerra, cuando los griegos conquistaron Troya gracias al Caballo de Troya, Menelao buscó a Helena. Aunque muchos pensaban que la mataría por la vergüenza que había causado, Menelao la perdonó, impresionado por su belleza y la encontró arrepentida. Juntos regresaron a Esparta, donde Menelao la restauró como su reina.
La historia de Helena de Troya es un relato fascinante que explora temas como la belleza, el destino, el honor, la traición y las consecuencias devastadoras del deseo humano. Su figura sigue siendo un símbolo de la belleza fatal que puede desencadenar grandes conflictos.