Foto tomada de la red.
La tambora
La tambora
vocea en medio del
monte
su alegre
procedencia
su ancestral
historia
de cuero y madera
curtida por siglos
de ausencia
papiro de sonidos
en donde las manos
analfabetas
de los abuelos
escribieron su historia
de cadenas
sudor y sangre
hilo de sonidos
con el que
el tiempo teje
la memoria perdida
de los negros
en el Caribe
nocturno de la ira
en donde Sebastián
Lemba
tiene la inédita
estatura
de los guerreros
que murieron
para que la
libertad
brote de la sangre
como un grito
interminable de luz
que en las noches
nos convoca al
amor y la guerra
su voz tropical de
mar y salitre
se desliza entre las hojas y la niebla
del un bosque amanecido
en la ternura del
ave que canta
en la rama más
alta de la ceiba
y florece
luciérnagas
en la piel
invisible del viento
que susurra
inquietud a los oídos del amo
apretados los
puños
ligeros los pies
el camino en las
tardes se alarga
como una anaconda que se traga el horizonte
para que el amo no
llegue a destruir el quilombo
donde en las
noches
la luna llena
como un enjambre
de cocuyos
se eterniza en las
miradas
de los que huyen
de las plantaciones
y las minas
hacia la libertad
Domingo Acevedo.
El poema "La Tambora" de Domingo Acevedo es una profunda y emotiva exploración de la identidad, la historia y la resistencia del pueblo afrocaribeño, utilizando la tambora como símbolo central. A través de un lenguaje poético rico en imágenes y metáforas, Acevedo teje una narrativa que va desde el origen del instrumento hasta su papel en la lucha por la libertad.
La Tambora como Símbolo Ancestral y Vivo
Desde el inicio, la tambora es personificada: "vocea en medio del monte / su alegre / procedencia / su ancestral / historia". No es solo un objeto, sino un ente que narra, que lleva consigo el peso y la alegría de generaciones. Sus materiales, "cuero y madera / curtida por siglos / de ausencia", evocan la durabilidad y la conexión profunda con la naturaleza, pero también la ausencia, sugiriendo la pérdida y el desarraigo de la historia robada.
Memoria y Resistencia a Través del Sonido
El poema destaca el papel de la tambora como "papiro de sonidos" y "hilo de sonidos". En un mundo donde la escritura les fue negada ("manos / analfabetas / de los abuelos"), la tambora se convierte en el medio a través del cual se inscribe y transmite la historia de "cadenas / sudor y sangre". Es el vehículo para tejer "la memoria perdida / de los negros / en el Caribe". Aquí, el sonido trasciende lo audible para convertirse en un registro histórico y cultural.
La Lucha por la Libertad y Sebastián Lemba
La figura de Sebastián Lemba emerge como un pilar de resistencia. En el "Caribe / nocturno de la ira", Lemba representa la "inédita / estatura / de los guerreros / que murieron / para que la / libertad / brote de la sangre". El poema asocia directamente el grito de libertad con la sangre derramada, un "grito / interminable de luz" que llama a la vez al "amor y la guerra", mostrando la dualidad de la lucha por la existencia y la dignidad.
Conexión con la Naturaleza y la Subversión
La voz de la tambora, "tropical de / mar y salitre", se integra con el paisaje caribeño. Se "desliza entre las hojas y la niebla", conectándose con la "ternura del / ave que canta" y las "luciérnagas" que florecen. Esta fusión con la naturaleza no solo embellece la imagen, sino que también sugiere una presencia sigilosa y subversiva. La tambora "susurra / inquietud a los oídos del amo", indicando que su sonido es una amenaza para el opresor, un mensaje codificado de resistencia.
La Huida hacia el Quilombo
El poema culmina con la imagen de la huida hacia la libertad: "apretados los / puños / ligeros los pies". El camino se transforma en una "anaconda que se traga el horizonte", una poderosa metáfora de la distancia y el tiempo que se devoran para proteger el quilombo, el refugio de los cimarrones. La luna llena, convertida en "enjambre / de cocuyos", ilumina las miradas de aquellos que buscan la libertad "de las plantaciones / y las minas". Esta imagen final resalta la esperanza y la determinación en medio de la adversidad.
Conclusión
"La Tambora" es un poema cargado de significado histórico y social. Acevedo logra honrar la memoria de los ancestros, celebrar la fuerza de la cultura afrocaribeña y denunciar la opresión, todo ello a través del poderoso y evocador símbolo de la tambora. Es un canto a la libertad, a la persistencia de la memoria y a la lucha incansable por la dignidad.