El poema
"Recuerdos memorables" de Domingo Acevedo es un viaje lírico y
nostálgico hacia el pasado del autor, un canto a la memoria y a las raíces que
lo han formado. A través de una serie de imágenes sensoriales y metáforas, el
poeta explora la influencia fundamental de su infancia y de las personas que la
marcaron, especialmente su abuela.
El origen y la forja de la identidad
El poema
comienza estableciendo el valor de los "recuerdos memorables"
y las "personas que forman parte del imaginario" del poeta.
Estas figuras no son solo recuerdos, sino que son la materia prima de su ser,
forjada en la "fragua del hambre". Esta poderosa imagen
sugiere que la vida del poeta se moldeó en la adversidad, y que el crecimiento,
lejos de ser impedido por la carencia, fue impulsado por ella. La figura de la
abuela, Mamá Tita, emerge como la fuerza central y primordial de esta
formación.
La abuela como creadora
La abuela
es descrita con una profunda ternura y reverencia, a pesar de ser "analfabeta".
Esta descripción es clave, ya que, al igual que en el poema anterior, la
sabiduría no reside en el conocimiento formal, sino en una conexión más
profunda y elemental. Es ella quien lo esculpe, no en piedra, sino en "clorofila
y barro", materiales que lo conectan directamente con la naturaleza y
la vida. Es una figura de amor y ternura que lo "cobijó a todos"
bajo su sombra, una especie de diosa de la tierra que da vida.
Un legado de vida y fantasía
La abuela
no solo lo formó, sino que también le dio un legado: "la
fecundidad". Esta palabra, cargada de significado, se desglosa en una
serie de dones que le permiten al poeta interactuar y crear belleza en el
mundo:
- "Para que la lluvia con
sus hilos de plata teja de mariposas y flores la tierra": El poeta se convierte en
un agente de la vida, capaz de transformar y embellecer su entorno, como
la lluvia que nutre.
- "para que en mi voz
resplandezca por siempre el canto alegre de los pájaros del bosque": Su voz no es solo suya,
sino que es el eco de la naturaleza, un medio para la expresión de la
alegría pura.
- "para que el cielo
entre mis ojos todas las noches se llena de lunas y estrellas": Su visión del mundo está
llena de asombro y de la inmensidad del cosmos, una herencia de la abuela.
- "para que iluminen de
colores y fantasía los sueños en los que habito": El último y más profundo
de los dones es la capacidad de soñar, de habitar un mundo interior rico y
vibrante, lleno de "colores y fantasía".
El origen místico del poeta
El poema
culmina con una reflexión sobre su propia existencia, yendo más allá de su
nacimiento físico para llegar a un origen casi místico. Se describe como un ser
que existe desde "mucho antes de haber sido una gota de semen en el tiempo",
un "óvulo cristalino fecundado en la noche cósmica del olvido".
Esta imagen final eleva su existencia a un plano universal y atemporal,
sugiriendo que su esencia, su capacidad de soñar y crear, es tan antigua como
el propio cosmos. Es el resultado de un acto de creación que trasciende el
tiempo y el olvido, un acto que fue posible gracias a la herencia de su abuela,
Mamá Tita.
En
definitiva, "Recuerdos memorables" es un poema de gratitud y
reconocimiento. El poeta agradece a su abuela no solo por el amor y el
sustento, sino por haberle dado las herramientas para ser un creador, un
soñador y un ser humano en comunión con la naturaleza y el universo.