martes, diciembre 03, 2024

Pedro Páramo de Juan Rulfo: resumen, personajes y análisis.

 

Pedro Páramo de Juan Rulfo: resumen, personajes y análisis

Andrea Imaginario
Andrea Imaginario
Especialista en artes, literatura e historia cultural
Tiempo de lectura:16 min.

Pedro Páramo es una novela escrita por el mexicano Juan Rulfo en el año 1955, que se ha convertido en un clásico de la literatura. Se enmarca en un tópico literario universal: el hijo que busca a su padre para reclamar su lugar. Encarna también una realidad propia del mundo latinoamericano del siglo XX: el papel del caciquismo y la violencia en la conformación social.

Ambos aspectos no se excluyen sino que se implican, resumen la construcción de un imaginario patriarcal. Pero ¿qué interpretación podemos darle a esta obra? ¿En dónde radica su importancia? ¿Qué la hace una obra de valor universal?

Resumen de Pedro Páramo

juan rulfo
Portada del libro Pedro Páramo de Juan Rulfo.

El relato comienza cuando Juan Preciado decide ir en busca de su padre, Pedro Páramo, al pueblo de Comala. Este viaje representaba el cumplimiento de la promesa hecha a su madre, Dolores Preciado, en su lecho de muerte.

Juan Preciado en Comala

Cuando Juan Preciado llega a Comala, descubre que su padre está muerto y, junto a él, ha muerto prácticamente todo el pueblo, evidencia de que ya no queda nada de la Comala vivaz que su madre tanto añoraba.

Es recibido primero por el espíritu de Abundio, quien lo conduce a los espíritus de Eduviges Dyada y Damiana Cisneros. Por medio de las narraciones de los difuntos, Juan reconstruye la historia de su padre.

Pedro Páramo se enamora de Susana

Pedro Páramo era hijo de Lucas Páramo. Desde niño se había enamorado de Susana, hija de Bartolomé San Juan. Sin embargo, Susana se casó con Florencio y, cuando este murió, comenzó a perder la lucidez. Nada de esto le importaba a Pedro, sino tener a Susana, a lo cual se oponía firmemente don Bartolomé.

Tras la conquista del poder y de Susana

A la muerte de su padre de Pedro, el joven heredó la hacienda Media Luna. Desde entonces, empeñó toda su vida en conquistar el poder en Comala, valiéndose de fraudes, asesinatos, violaciones y chantajes. Su motivación oculta era recuperar a Susana.

A fin de hacerse fortuna, Pedro se casó en comunión de bienes con Dolores Preciado, de cuyas propiedades se apoderó. Tan pronto Dolores vio que Pedro Páramo se convertía en un tirano, lo abandonó para siempre junto a su hijo, Juan Preciado.

Consolidación del poder de Pedro Páramo

Pedro Páramo reconoció y se ocupó de su hijo ilegítimo Miguel Páramo, un joven corrupto, asesino y violador, que murió a caballo tras saltar unos linderos que su padre había levantado. Pedro Páramo sobornó al padre Rentería para que le diera la absolución, a sabiendas de que la familia del sacerdote había sido blanco de los crímenes de Miguel.

Asesinato de Bartolomé San Juan

En vista de que el poder atesorado no intimidaba a Bartolomé San Juan, Pedro Páramo decidió mandarlo a matar, sin advertir que con ello precipitaba la locura definitiva de Susana. Pedro se la llevó a Media Luna y se ocupó devotamente de ella desde entonces, pero nunca pudo cristalizar su amor.

La revolución en Comala

Al llegar los revolucionarios al pueblo, el cacique determina que la mejor forma de sobrevivir es colaborar con ellos. Les ofrece más dinero que el que piden y pone trescientos hombres a su disposición.

La muerte de Susana

Entre tanto, la salud de Susana empeoraba. El día de su muerte, el pueblo llevaba a cabo una gran fiesta, en lugar de guardar luto por la pérdida que afligía al proveedor de todos sus bienes. Indignado, Pedro Páramo decidió vengarse del pueblo, “cruzando los brazos” hasta que Comala muriera de abandono y hambre junto a su patriarca.

La muerte de Pedro Páramo

Aunque pareciera que Pedro Páramo muere apuñaleado por Abundio Martínez, una lectura más atenta permite entender que Pedro Páramo muere viejo, solo y deshecho, como piedras que se desploman.

La muerte de Juan Preciado

Tras esta experiencia misteriosa, Juan es hospedado por los aún vivos Donis y Dorotea, sometida por este a una relación incestuosa. Los murmullos de las almas penitentes de Comala agobian a Juan Preciado de tal manera, que muere de pavor en el medio de la calle. Al morir Dorotea, ambos son enterrados en la misma fosa, desde donde Juan cuenta su historia.

Personajes principales

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Fotograma de la película Pedro Páramo dirigida por Carlos Velo, 1967. En la imagen, John Gavin como Pedro Páramo.

Juan Preciado: protagonista. Se dirige a Comala en busca de su padre.

Dolores Preciado: primera esposa de Pedro Páramo y madre de Juan Preciado. Espera que su hijo le cobre a su padre los bienes que le robó.

Pedro Páramo: cacique de Comala, propietario de la hacienda Media Luna y de casi todo el pueblo. Su propósito es conquistar el amor de Susana San Juan.

Lucas Páramo: padre de Pedro Páramo. Piensa en su hijo como un holgazán.

Miguel Páramo: hijo ilegítimo pero reconocido de Pedro Páramo. Tiene conductas criminales.

Susana San Juan: amiga de infancia y segunda esposa de Pedro Páramo. Comienza a perder la razón con la muerte de su primer marido y luego de su padre.

Bartolomé San Juan: padre de Susana San Juan.

Justina Diez: cuidadora de Susana San Juan durante su estancia en la hacienda Media Luna.

Fulgor Sedano: capataz de la hacienda Media Luna. Aliado de Pedro Páramo. Muere asesinado por los revolucionarios.

Gerardo Trujillo: abogado de Pedro Páramo. Espera obtener de él una compensación económica por todos los encubrimientos del pasado.

Abundio Martínez: arriero, hijo ilegítimo y no reconocido de Pedro Páramo.

Refugio: mujer de Abundio Martínez.

Eduviges Dyada: hospedera de Comala, antigua amiga de Dolores Preciado. Recibe a Juan Preciado.

Damiana Cisneros: cocinera de la hacienda Media Luna.

Padre Rentería: párroco de Comala que se deja manipular y usar por los ricos y poderosos, especialmente por Pedro Páramo.

Ana Rentería: sobrina del padre Rentería. Víctima de una violación perpetrada por Miguel Páramo.

Donis: habitante de Comala que vive con Dorotea, y la mantiene cautiva en su propia casa.

Dorotea: mujer de Donis. Responsable de conseguirle mujeres al criminal Miguel Páramo.

Tartamudo: mensajero que informa a Pedro Páramo sobre el asesinato de Fulgor Sedano.

Revolucionarios: campesinos sublevados contra el orden político y económico. Destacan Perseverancio y Casildo.

Damasio, el Tilcuate: ayudante de Pedro Páramo, infiltrado entre los revolucionarios para controlarlos.

Otros personajes: Matilde Preciado, Florencio, Inés Villapandio, Gamaliel Villalpandio, Micaela, Rogelio, el caballo Colorado, Inocente Osorio, Toribio Aldrete, Terencio Lubianes, Ubillado, Isaías, Jesús, Margarita, María Dyada, Sixtina Cisneros, Filoteo Aréchiga, Galileo, Chona, Filomeno, Melquíades, Juliana, Sóstenes, Prudencio, doña Ángeles, doña Fausta y los indios.

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Análisis de Pedro Páramo

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Forograma de la película Pedro Páramo de Carlos Velo, 1967.

El relato de Pedro Páramo no es simple. Múltiples voces se entrelazan en un universo donde pareciera que las acciones se sobreponen unas a otras en un tiempo circular y mítico.

De acuerdo con Alberto Vital en un texto titulado Pedro Páramo, esta novela logra sintetizar dos corrientes que buscaban un lugar en la literatura mexicana de principios del siglo XX. Por un lado, la corriente nacionalista, anclada en el imaginario del campo y/o la revolución. Por el otro, la universalista, ansiosa por la experimentación literaria.

Por ende, Rulfo capta dos procesos de transformación: uno estético en lo que a literatura se refiere; y otro sociocultural en cuanto a la historia narrada, el cual trasciende cualquier sesgo ideológico.

Estructura narrativa y estilo de la novela Pedro Páramo

Vital advierte también que la obra presenta dos grandes líneas de acción: una volcada sobre el destino de Juan Preciado y otra sobre el destino de Pedro Páramo. Pero ¿cómo se exponen en el texto?

Pedro Páramo se estructura en sesenta y nueve pasajes que se intercalan sin seguir un orden cronológico. Cada fragmento es un hilo narrativo distinto en la voz de diversos personajes. Las superposiciones temporales, saltos y elipsis son imagen de los ecos fantasmagóricos que, como el flujo del pensamiento, se atraviesan unos a otros sin un orden aparente.

La primera de esas voces es la de Juan Preciado, quien cuenta la motivación y la historia de su viaje a Comala, aunque desconocemos el tiempo de su enunciación. El relato de Juan Preciado cede espacio a otras voces narradoras.

No sabemos si estas voces solo podrían ser silenciadas con la muerte del último de los descendientes de Pedro Páramo. Lo que sí sabemos es que Juan Rulfo hace que estas voces espectrales, pertenecientes al mundo de los muertos, convivan con el mundo de los vivos con la mayor naturalidad, lo que nos introduce en el estilo del realismo mágico.

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El lenguaje y las expresiones populares

El escritor se ancla en los giros del lenguaje popular y el horizonte cultural mexicano y, por qué no, latinoamericano. Pero su estilo narrativo le confiere tal fuerza significante que logra darle a este mundo universalidad.

La investigadora María Luisa Bastos plantea que el centro de cada episodio se desarrolla a partir de frases tomadas de la tradición literaria o propias del idioma.

Así, Juan Rulfo acude al lenguaje popular y desarrolla núcleos narrativos sobre la base de diversos recorridos figurativos. Bastos expone algunos tópicos construidos a partir de giros populares del lenguaje: «"ir muy lejos" y sus variantes; "el hilo de la vida" y sus variantes; "la edad de oro"; "el Edén primordial"».

A propósito de la frase “ir muy lejos” y sus versiones, Bastos señala las acciones de Pedro Páramo y sus hijos. Por ejemplo, Miguel es un criminal de apetitos desbordados, que muere al sobrepasar literalmente los límites impuestos por su padre; mientras que Juan Preciado muere en su pretensión de “llegar lejos” para reclamar el lugar del padre.

Para María Luisa Bastos, la frase y el principio “el hilo de la vida” se expresa también en otras variantes como “la luz” o “la llama”, y encarna diversas significaciones fundamentales en el texto. A veces, es la débil luz que guía a los personajes; otras, presagios funestos.

La edad de oro y ese edén primordial están representados en el mundo de las ilusiones y ensimismamientos de los personajes, especialmente de Dolores y Susana, aunque podemos decir que también de Pedro. La primera, anhelante de una Comala primaveral y vivaz, incapaz de advertir o concebir sus nuevos derroteros.

La segunda, Susana, vive en los delirios de su pasado. Pero además, ella es en sí misma la ilusión de Pedro Páramo, que recuerda su infancia con ella como un tiempo primordial y mítico al que anhela volver. En palabras de Bastos, “Susana ha sido eje secreto de la vida del hombre Pedro Páramo”, y es, de hecho, el móvil principal de sus acciones.

Caciquismo y tiranía

La historia de Pedro Páramo resulta para nosotros la imagen metafórica del dilema universal del ordenamiento patriarcal. Al mismo tiempo, es la imagen historizada de un pueblo transido por el caciquismo, el autoritarismo, la violencia, la arbitrariedad, la complicidad con el poder y la superstición, y que está condenado a su destrucción.

El personaje de Pedro Páramo es el arquetipo del tirano que concentra el poder y los medios para controlar el destino colectivo a su servicio. Incluso, pretende controlar el orden del más allá, es decir, del trasmundo, por medio de sus relaciones intimidantes con la Iglesia.

Pero el cacique es también un hombre y no más que un hombre desamado, cuyo poder resulta inútil para alcanzar la trascendencia. No la logra por medio del amor de Susana ni tampoco de la memoria colectiva. Su violencia descarnada borra a Comala y, con Comala, Pedro Páramo es borrado.

Trascendencia y olvido

La autarquía de Pedro es, de alguna manera, un orden autofágico, destinado a comerse a sí mismo. Pedro Páramo consume todo a su paso incluso después de morir.

Pedro es un progenitor y un proveedor, pero no es un padre en el sentido entrañable del término. Sus hijos no pueden, por lo tanto, ni ser hijos ni ser hermanos. Son espectros, sombras de su padre, que compiten con él (Miguel), que resienten de él (Abundio), que le cobran a él (Juan).

Como un Saturno que devora a sus hijos, Juan Preciado es devorado por el universo de su padre, que es la negación de toda humanidad, de toda libertad, de toda trascendencia. Como la arquetípica Sara del Antiguo Testamento, Juan se pierde a sí mismo cuando voltea a ver un pasado yermo sin nada que ofrecer.

La revolución como precipitación del fin

Quizá la novela Pedro Páramo represente la muerte simbólica del orden filicida que sacrifica a los hijos para que el autoritarismo domine.

Después de todo, la revolución que avanza sobre Comala tampoco tiene la fuerza para transformar las cosas, apenas para acelerar su destrucción. No la tiene porque adolece de sustancia.

—Como usté ve, nos hemos levantado en armas.—¿ Y?—Y pos eso es todo. ¿Le parece poco?—¿ Pero por qué lo han hecho?—Pos porque otros lo han hecho también. ¿No lo sabe usté? Aguárdenos tantito a que nos lleguen instrucciones y entonces le averiguaremos la causa. Por lo pronto ya estamos aquí.

Pedro Páramo, de Juan Rulfo

En la representación de Rulfo, la revolución no está unificada ni tiene un sentido claro, sino que responde a intereses diversos. La revolución es una nueva expresión, colectiva expresión de un orden violento y arbitrario. En la mirada del personaje de Pedro la revolución carece de toda trascendencia histórica y apenas es reconocida como una oportunidad para el saqueo y el poder.

El significado de Pedro Páramo

Blas Matamoro, en un ensayo titulado El nombre del padre, hace alusión al significado del nombre de Pedro Páramo. Por un lado, Pedro significa piedra; por el otro, el páramo es un lugar de temperaturas extremas y, por lo tanto, desierto. El nombre es ya el presagio de lo que el lector encontrará.

A esta ecuación, Matamoro añade a tres elementos fundamentales, a saber:

  1. El héroe inicia un viaje en busca del padre ansiando ocupar su lugar, un tópico de la literatura universal;
  2. Sin embargo, al contrario del paradigma clásico, el héroe lo hace por mandato materno;
  3. La madre impone como condición que espere a su muerte.

Estos tres elementos se conjugan con toda naturalidad en el marco de la cultura como la latinoamericana, donde conviven en tensión el orden patriarcal y la matricentralidad.

Pedro Páramo, esta piedra del desierto, es el padre ausente, incorpóreo, espectral. Por eso, el destino procurado por Juan Preciado no puede ser la reivindicación. El viaje de Juan es, para Blas Matamoro, un descenso a los infiernos. El autor dice «...el héroe va a los infiernos a buscar a su padre, pues allí está el padre, muerto. Llegar al lugar del padre es llegar al reino de la muerte. Encontrarse con el padre es morir, quedarse a vivir con los muertos».

De allí la importancia de la imaginación simbólica, expresada en el lenguaje mítico. Por ejemplo, para Matamoro este lenguaje se ve reflejado incluso en los lugares, tales como Comala, Contla, la Media Luna y Los Confines.

Dice el autor que Comala está en el borde externo de la vida. Contla, como si de una Atlántida se tratase, es una tierra que todos buscan pero nadie encuentra. La Media Luna es testigo de los andares del caballo del difunto y, por último, Los Confines es donde se encontraría el padre.

Otra cosa, aun más trascendente, señala Blas Matamoro que Pedro Páramo: «Es el páramo de la muerte, pero la firme roca donde se asienta el edificio del orden, construido conforme a la ley».

Entonces, Pedro Páramo actúa como dador de vida, como proveedor, como destinador de la muerte, como legislador, como juez, como vengador, como castigador, como un ser incorpóreo, como jefe de ejércitos, en fin, como un dios. Se afirma así el orden mítico del personaje y del relato.

Rulfo recoge el universo de las creencias, la imaginación simbólica y las tradiciones propias de la cultura latinoamericana, a las cuales ni siquiera la muerte puede silenciar. Ellas viven, son concomitantes, y son las que dan sentido y trascendencia a la red de vidas deshechas de Pedro Páramo.

Referencias

Bastos, María Luisa: Tópicos y núcleos narrativos en Pedro Páramo. Cuadernos Hispanoamericanos. Núm. 421-423, julio-septiembre 1985.
Matamoro, Blas: El nombre del padre. Cuadernos Hispanoamericanos. Núm. 421-423, julio-septiembre 1985.
Rulfo, Juan: Pedro Páramo treinta años después, Cuadernos Hispanoamericanos. Núm. 421-423, julio-septiembre 1985.
Vital, Alberto: Pedro Páramo, Enciclopedia de la literatura de México, 08 de noviembre de 2017, disponible en elem.mx.

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Tomado de la red.

lunes, diciembre 02, 2024

Cecilia - Un Ramito De Violetas (Video Playback TVE 1975 )

Gabriel García Márquez.

 

Gabriel García Márquez

(Aracataca, Colombia, 1927 - México D.F., 2014) Novelista colombiano, premio Nobel de Literatura en 1982 y uno de los grandes maestros de la literatura universal. Gabriel García Márquez fue la figura fundamental del llamado Boom de la literatura hispanoamericana, fenómeno editorial que, en la década de 1960, dio proyección mundial a las últimas hornadas de narradores del continente.


Gabriel García Márquez

En todos ellos era palpable la superación del realismo y una renovación de las técnicas narrativas que entroncaba con la novela europea y estadounidense de entreguerras (KafkaJoyceProustFaulkner); García Márquez sumó a ello su portentosa fantasía y sus insuperables dotes de narrador, patentes en la obra que representa la culminación del realismo mágico: Cien años de soledad (1967).

Biografía

Los años de su primera infancia en Aracataca marcarían decisivamente su labor como escritor; la fabulosa riqueza de las tradiciones orales transmitidas por sus abuelos nutrió buena parte de su obra. Afincado desde muy joven en la capital de Colombia, Gabriel García Márquez estudió derecho y periodismo en la Universidad Nacional e inició sus primeras colaboraciones periodísticas en el diario El Espectador.

A los veintiocho años publicó su primera novela, La hojarasca (1955), en la que ya apuntaba algunos de los rasgos más característicos de su obra de ficción. En este primer libro y algunas de las novelas y cuentos que le siguieron empezaron a vislumbrarse la aldea de Macondo y algunos personajes que configurarían Cien años de soledad, al tiempo que el autor hallaba en algunos creadores estadounidenses, sobre todo en William Faulkner, nuevas fórmulas expresivas.

Comprometido con los movimientos de izquierda, Gabriel García Márquez siguió de cerca la insurrección guerrillera cubana de Fidel Castro y el Che Guevara hasta su triunfo en 1959. Amigo de Fidel Castro, participó por entonces en la fundación de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba. Al cabo de no pocas vicisitudes con diversos editores, García Márquez logró que una editorial argentina le publicase la que constituye su obra maestra y una de las novelas más importantes de la literatura universal del siglo XX, Cien años de soledad (1967).


Gabo en la época de Cien años (Barcelona, 1969)

Incubada durante casi veinte años y redactada en dieciocho meses, Cien años de soledad recrea a través de la saga familiar de los Buendía la peripecia histórica de Macondo, aldea imaginaria fundada por los primeros Buendía que es el trasunto de su localidad natal y, al mismo tiempo, de su país y del continente. De perfecta estructura circular, la novela alza un mundo propio, recreación mítica del mundo real de Latinoamérica, de un modo que ha venido a llamarse «realismo mágico» por el encuentro constante de lo real con motivos y elementos fantásticos. Así, en el relato de la fundación del pueblo, de su crecimiento, de su participación en las guerras civiles que asolan el país, de su explotación por parte de una compañía bananera estadounidense, de las revoluciones y contrarrevoluciones subsiguientes y de la destrucción final de la aldea (que confluye con la extinción de la estirpe de sus fundadores, condenada desde el principio a "cien años de soledad"), se entrelazan con toda naturalidad sueños premonitorios, apariciones sobrenaturales, pestes de insomnio, diluvios bíblicos y toda clase de sucesos mágicos, todo ello narrado en una prosa riquísima, fluida y cautivadora que hacen de la lectura un asombro y un placer inacabables.

Tras una temporada en París, Gabriel García Márquez se instaló en Barcelona en 1969, donde entabló amistad con intelectuales españoles, como Carlos Barral, y sudamericanos, como Mario Vargas Llosa. Su estancia allí fue decisiva para la concreción de lo que se conoció como el Boom de la literatura hispanoamericana, que supuso el descubrimiento internacional de los jóvenes y no tan jóvenes narradores del continente: el peruano Mario Vargas Llosa, los argentinos Jorge Luis BorgesErnesto Sábato y Julio Cortázarlos cubanos José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante, los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes y los uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti, entre otros. En 1972 obtuvo el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, y pocos años más tarde regresó a América Latina para residir alternativamente en Cartagena de Indias y en Ciudad de México, debido sobre todo a la inestabilidad política de su país.

Con anterioridad a Cien años de soledad, García Márquez había esbozado el mundo de Macondo en novelas como La hojarasca (1955) y El coronel no tiene quien le escriba (1961), y también en colecciones de relatos como Los funerales de la Mamá Grande (1962). Después de Cien años su narrativa, despojada en mayor o menor media de elementos fantásticos, mantuvo un altísimo nivel; es el caso de novelas como El otoño del patriarca (1975), que somete a alucinante tratamiento el tema del dictador hispanoamericano; Crónica de una muerte anunciada (1981), relato de un crimen de honor basado en sucesos reales que sobresale por su perfección constructiva y ha sido considerado su segunda obra maestra; y El amor en los tiempos del cólera (1985), extraordinaria historia de un amor que, nacido en la adolescencia, no llega a consumarse hasta 53 años después, ya en la vejez de los personajes.

Su prestigio literario, que en 1982 le valió el Premio Nobel de Literatura, le confirió autoridad para hacer oír su voz sobre la vida política y social colombiana. Su actividad como periodista quedó recogida en Textos costeños (1981) y Entre cachacos (1983), compendios de artículos publicados en la prensa escrita, y en Noticia de un secuestro, amplio reportaje novelado editado en 1996 que trata de la dramática peripecia de nueve periodistas secuestrados por orden del narcotraficante Pablo EscobarRelato de un náufrago, reportaje sobre un caso real publicado en forma de novela en 1968, constituye un brillante ejemplo de «nuevo realismo» y puso de manifiesto su capacidad para cambiar de registro.

En el cine intervino en la redacción de numerosos guiones, a veces adaptaciones de sus propias obras, y desde 1985 compartió, con el cineasta argentino Fernando Birri, la dirección de la Escuela Internacional de Cine de La Habana. Entre su producción posterior cabe destacar una novela histórica en torno a Simón BolívarEl general en su laberinto (1989); la colección de relatos Doce cuentos peregrinos (1992); el volumen de memorias Vivir para contarla (2002), que cubre los primeros treinta años de su vida, y su última novela, Memorias de mis putas tristes (2004), sobre el amor de un nonagenario periodista por una joven prostituta. Falleció en la ciudad de México en 2014, tras una recaída en el cáncer linfático que le había sido diagnosticado en 1999.

Más info en el reportaje sobre  Gabriel García Márquez.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «Biografia de Gabriel García Márquez» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/garcia_marquez.htm [página consultada el 2 de diciembre de 2024].

Cien años de soledad de García Márquez: resumen y análisis

 

Cien años de soledad de García Márquez: resumen y análisis

Catalina Arancibia Durán
Revisado por Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura:12 min.

Cien años de soledad se ha convertido en la novela más emblemática de la literatura latinoamericana. Escrita por Gabriel García Márquez, esta obra se inscribió en lo que para unos es realismo mágico y para Alejo Carpentier es "lo real maravilloso".

En un exhaustivo trabajo de imaginación, narra la historia de siete generaciones de la familia Buendía, condenados a la soledad.

Resumen de Cien años de soledad

La novela está estructurada en capítulos sin nombrar. Sin embargo, para facilitar la comprensión del argumento, hemos ordenado y separado el relato en cuatro etapas que identifican, a grandes rasgos, los pasajes más emblemáticos.

I etapa: fundación y primeros años de Macondo

Desde que Úrsula Iguarán se casó con su primo José Arcadio Buendía, teme engendrar un niño con cola de cerdo como consecuencia del parentesco. Por ello, se niega temporalmente a consumar el matrimonio. Esto hace que Prudencio Aguilar se burle de José Arcadio, quien lo mata en un duelo para salvar su honor. Desde entonces, el fantasma de Aguilar lo persigue y el hombre decide irse del pueblo.

Inspirado por un sueño durante su travesía en la selva, José Arcadio Buendía opta por quedarse en ese punto del camino y fundar Macondo, pueblo que crece poco a poco.

El pueblo recibe con frecuencia las visitas de los gitanos. Su líder, Melquíades, trae siempre artefactos y objetos que obsesionan a José Arcadio Buendía.

Para entonces, el joven matrimonio ya ha concebido tres hijos: José Arcadio, Aureliano y Amaranta. Además, adoptan a Rebeca, la hija de unos parientes. El incesto es una preocupación constante en Úrsula, quien con los años observa cómo Rebeca y su hijo José Arcadio se enamoran y se casan.

A Macondo llega la peste del insomnio que trae consigo la del olvido. Un brebaje de Melquíades pone fin a la peste. El éxito es tal que el gitano se queda a vivir en Macondo y se dedica a redactar unos pergaminos que serán descifrados muchos años después.

El patriarca, José Arcadio Buendía, vuelve a encontrarse con el fantasma de Aguilar y enloquece. Entonces, la familia lo amarra a un árbol del patio trasero, donde morirá de un infarto.

II etapa: la guerra civil y el coronel Aureliano Buendía

Al estallar la guerra civil, Aureliano Buendía lucha contra los conservadores, comandando un grupo de soldados de Macondo. Al irse, nombra a su sobrino Arcadio como jefe civil y militar del pueblo.

Arcadio había sido el fruto de una relación extramarital entre José Arcado hijo y Pilar Ternera, regente de un prostíbulo. Fue criado en casa de sus abuelos a condición de que se le ocultara su origen. Cuando es nombrado jefe de Macondo, se convierte en un dictador y tiraniza el pueblo. Muere fusilado por los conservadores.

Durante su actividad como líder de los liberales, el coronel Aureliano Buendía enfrenta un total de 32 batallas, de las cuales sale siempre perdedor. Cansado, comprende que la lucha armada no tiene sentido.

Con el tiempo, Aureliano firma un tratado de paz, tras el cual intenta suicidarse. Regresa a Macondo, donde pasará el resto de su vida haciendo y rehaciendo pescaditos de oro.

Coronel Aureliano
Marco Cabras: Ilustración del coronel Aureliano Buendía en su retiro militar, haciendo y rehaciendo pescaditos de oro.

III etapa: la fiebre bananera

Aureliano concibe 17 hijos de madres diferentes. Uno de ellos, llamado Aureliano Triste, promueve el tren a Macondo, lo que activa el comercio y permite la llegada de inventos como el telégrafo y el cine. Esto atrae la inversión de un grupo extranjero en una plantación de bananos.

La plantación genera la ilusión de prosperidad del pueblo, pero una huelga de trabajadores hará que todo acabe en una auténtica masacre. Los inversionistas, luego de haber explotado el pueblo, se retiran con su dinero y Macondo vuelve a la pobreza.

A partir de ese momento, el pueblo sufre lluvias constantes por casi cinco años. Úrsula, la matriarca centenaria que ha cuidado de toda la familia, espera el fin de las lluvias para morir y descansar en paz.

Durante los últimos tiempos de Úrsula, nace Aureliano (Babilonia), el último descendiente de los Buendía. Aureliano es hijo natural de Meme y Mauricio Babilonia, un aprendiz de mecánico que siempre es perseguido por un enjambre de mariposas amarillas.

La religiosa y tiránica madre de Meme, Fernanda del Carpio, se opone a la relación. Por ello, saca a Mauricio del camino, manda a Meme a un convento, le quita al niño y lo cría haciéndole creer que ha sido encontrado en una canastilla.

IV etapa: el fin de Macondo

Pasan los años y poco a poco el pueblo se va vaciando. Aureliano Babilonia, que se caracterizaba por ser sabio, pasa la vida descifrando los pergaminos que había escrito Melquíades.

Entre tanto, su tía Amaranta Úrsula regresa de Europa, casada con Gastón. Sin saber de su parentesco, ambos se enamoran y ella queda embarazada.

Durante el parto, en el que ella muere, da a luz a un niño con cola de cerdo. Aureliano intenta buscar ayuda, pero al no encontrar más que a un cantinero, se emborracha y se queda dormido. Cuando despierta y regresa, el niño ha sido devorado por las hormigas.

Finalmente, Aureliano logrará descifrar los pergaminos de Melquíades: «porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra». Entonces, todo Macondo será arrasado y sepultado por un huracán.

Árbol genealógico de la familia Buendía

árbol genealógico de cien años de soledad

Análisis de Cien años de soledad

Lo real maravilloso

La novela Cien años de soledad es una de las obras más representativas del boom latinoamericano. Lo más llamativo de esta generación fue la propuesta del "realismo mágico", definido por Alejo Carpentier como "lo real maravilloso" en los siguientes términos:

(...) al estado bruto, latente, omnipresente en todo lo latinoamericano. Aquí lo insólito es cotidiano, siempre fue cotidiano.

La historia de esta novela relata una serie de sucesos insólitos, insospechados, pero ni el narrador ni los personajes se asombran ante estos sucesos. En el universo de la narración, lo maravilloso se comporta como parte de la realidad cotidiana, como algo que no requiere explicación.

Historia y mito, memoria y olvido

Cada uno de los hechos narrados en la novela se relaciona con una lectura sobre el tiempo histórico, sobre la construcción de la memoria y la inevitabilidad del olvido. El autor dialoga con la historia e identidad de su Colombia natal que es también una imagen donde América Latina puede reconocerse.

Macondo no es solo un pueblo, es la imagen de una familia que encierra toda suerte de mitos, prejuicios, anécdotas, valores, sueños y voluntades destinadas al olvido, a la transformación del tiempo. La intrahistoria de la familia Buendía es a la vez un reflejo de la infancia de García Márquez y a la Historia con mayúsculas.

Aracataca
Estación del tren de Aracataca, pueblo donde nació Gabriel García Márquez y que inspiró la novela.

En su Aracataca natal el escritor fue testigo del paso de la tradición a la modernidad. Pudo ver el enfrentamiento decimonónico entre liberales y conservadores, la llegada del tren, el auge de la fiebre del banano, la expansión del capitalismo y sus prácticas de dominación.

García Márquez también dialoga con los valores de una cultura atravesada por toda suerte de relatos míticos y religiosos que tienen un gran poder. Así, le da voz a las supersticiones y a las imágenes bíblicas del catolicismo, naturalizadas en el imaginario popular latinoamericano. De este modo, en la novela se pueden encontrar referencias al pecado original que espera su castigo, una asunción y un diluvio.

Con ello, el autor articula un discurso mítico, un relato lleno de símbolos que explica el origen y el fin de un microcosmos en el que se construye una imagen del mundo.

Los personajes y los arquetipos

Los nombres de los personajes en esta novela se repiten de generación a generación, prácticamente idénticos. Así, parecen actuar como seres que representan conceptos y estructuras de pensamiento que explican la condición humana, como suele suceder en los mitos griegos.

Además, García Márquez da un paso más allá cuando otorga nombres similares a cada personaje. Con este hecho, recalca el peso de la herencia, de la memoria, del mandato de los ancestros y de la cultura. De esta manera, están presentes la búsqueda del conocimiento, la fuerza militar, la religión, los prejuicios y el avance del capitalismo.

Los impulsivos y soñadores Arcadios, los retraídos y curiosos Aurelianos, las enérgicas pero supersticiosas Úrsulas o una Fernanda en extremo religiosa y tiránica, representan las fuerzas de la historia debatiéndose por predominar.

El amor y la historia

En cada relato de Cien años de soledad, en la historia de cada personaje y en la forma en que cada una se hila existe una fuerza que las anula a todas las demás: el amor. Aunque está presente a lo largo de toda la novela,sucumbe ante el peso de una cultura que condena a los Buendía a vivir cien años de soledad.

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Biografía de Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez nació el 6 de marzo de 1927 en Colombia, específicamente en el pueblo Aracataca. Debido a que sus padres se fueron en busca de mejores oportunidades económicas a Sucre, fue criado por sus abuelos y sus tías, de quienes escuchó muchas historias que inspiraron gran parte de su literatura, especialmente la novela Cien años de soledad.

Asistió a la Universidad Nacional en Bogotá, pero debido a su cierre tras el Bogotazo de 1948, García Márquez se trasladó a Cartagena para continuar sus estudios. Aunque nunca se graduó, se unió al Grupo de Barranquilla, en el que participaban importantes figuras de la escena cultural colombiana como José Félix Fuenmayor y Ramón Vinyes.

Ese mismo año el escritor inició su carrera como columnista, y a lo largo del tiempo trabajó para los diarios El Universal, El Heraldo de BarranquillaEl Espectador y para la revista Mito.

Vivió en el extranjero por algunos años, con breves estancias en diversos países como Francia, Polonia, Hungría, la República Democrática Alemana, Checoslovaquia, la Unión Soviética, Venezuela, Cuba y Estados Unidos. Finalmente, se estableció en México por muchos años y trabajó como guionista de cine y director de las publicaciones La familia Sucesos.

Publicó su obra maestra Cien años de soledad en 1967, en pleno auge del boom latinoamericano. Esta novela se convirtió rápidamente en un éxito editorial insospechado. Ganó el premio Nobel de Literatura en el año 1982 y dio un discurso llamado "La soledad de América Latina".

Falleció en Ciudad de México el 7 de abril de 2014.

Obras más importantes de Gabriel García Márquez

Entre algunos de sus títulos más importantes, podemos mencionar los siguientes:

  • 1955.- La hojarasca
  • 1961.- El coronel no tiene quien le escriba
  • 1962.- La mala hora
  • 1967.- Cien años de soledad
  • 1970.- Relato de un náufrago
  • 1972.- La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada
  • 1975.- El otoño del patriarca
  • 1981.- Crónica de una muerte anunciada
  • 1985.- El amor en los tiempos del cólera
  • 1989.- El general en su laberinto
  • 1992.- Doce cuentos peregrinos
  • 1994.- Del amor y otros demonios
  • 2004.- Memoria de mis putas tristes
  • 2010.- Yo no vengo a decir un discurso

Primer capítulo de Cien años de soledad leído por Gabriel García Márquez

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