La muerte súbita de Ramón Almánzar
enlútese mi corazón y deja un hondo vacío en el, ya que con él compartí los sueños
y las ilusiones de cambiar esta sociedad por una sociedad más justa y solidaria. Estuve por muchos años a su lado,
recorrimos el país muchas veces organizando este pueblo en aras de su liberación, él era el líder y yo su simple guarda
espalda, él era el Quijote y yo Sancho Panza que junto a Raynelda, Palacios, Fernando
Peña y doña Mercedes Alfonseca Caamaño peleábamos con molinos de viento
imaginarios.
Ramón fue el camarada, el
compañero, el amigo el hermano, que juntos corrimos todos los peligros del
mundo y salimos airosos, de la represión del gobierno de Balaguer y luego de Leonel
Fernández Reina.
Hoy Ramón se nos muere repentinamente
y no estuve a su lado como en aquellos días épicos para protegerlo de la muerte
inhumana y cruel que se lo ha llevado para siempre.
Su muerte irreparable nos dolerá por siempre
porque hemos perdido un ser humano extraordinario, un amigo fiel, un esposo ideal,
un padre ejemplar y un gran líder, que predicaba con el ejemplo.
Ramón siempre te recordaremos y
con tu ejemplo avanzaremos en la construcción de una gran unidad para construir
una sociedad más justa y solidaria.
Domingo Acevedo.
Mayo/15
Fotos tomadas de la red.