domingo, septiembre 14, 2025

Equilibrio

 



Camino  entre las sombras y las luces

entre el bien y el mal

camino perdido y sin destino

entre bosques y desiertos

camino sin un rumbo definido

entre la redención y el pecado

camino de espalda al horizonte

sin brújula y sin norte

camino despacio pero sin pausa

entre las rosas y las espinas

camino por este mundo

haciendo equilibrio

entre el abismo que separa

la vida de la muerte

Oct. /2021

Domingo Acevedo.

Despídeme de la luna el sol

 




Despídeme de  la luna

el sol

 y las estrellas

de las montañas y el bosque

de los pájaros y el viento

no dejes que mis huellas

en el camino desaparezcan

y no dejes que en mi voz

la poesía muera


Domingo Acevedo.

Marzo/2021

El túmulo de Hingston Hill

 



El túmulo de Hingston Hill y la hilera de piedras: Testigos silenciosos de la Edad de Bronce en Dartmoor


En medio del agreste paisaje de Dartmoor, en Devon, Inglaterra, se encuentra uno de los yacimientos prehistóricos más enigmáticos de Gran Bretaña: el túmulo de Hingston Hill, con su impresionante hilera de piedras que se extiende casi 200 metros a lo largo de las colinas. El yacimiento data de la Edad de Bronce y tiene aproximadamente 4000 años de antigüedad.

En su centro se encuentra un túmulo, un túmulo de piedra, presumiblemente utilizado como lugar de enterramiento. La larga hilera de piedras que se extiende desde él sigue desconcertando a los arqueólogos. ¿Se construyó para ceremonias rituales, como ruta procesional o incluso para coincidir con eventos celestiales? Lo único seguro es que su diseño fue deliberado y cuidadosamente planificado.

En medio del viento, la niebla y el páramo, este lugar yace congelado en el tiempo: un recordatorio silencioso de que incluso en un pasado distante, mirar al cielo y recordar a los muertos era de importancia central.

sábado, septiembre 13, 2025

Los Ticuna son uno de los pueblos indígenas más numerosos de la Amazonía





 CONOCÍAS A LOS TICUNA? EL PUEBLO AMAZÓNICO QUE VIVE ENTRE FRONTERAS Y GUARDA SECRETOS ANCESTRALES

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Los Ticuna son uno de los pueblos indígenas más numerosos de la Amazonía, repartidos entre Colombia, Brasil y Perú, justo en la región donde los tres países se encuentran en la confluencia del río Amazonas. Su territorio se caracteriza por selvas espesas, aguas caudalosas y un ecosistema que durante siglos les ha dado alimento, protección y un fuerte vínculo espiritual.
Lo que los hace especialmente interesantes es que, a diferencia de otros pueblos amazónicos, los Ticuna han desarrollado un sistema cultural propio, con una lengua aislada que no se relaciona directamente con ninguna otra de la región. Esta singularidad lingüística ha intrigado a antropólogos durante décadas, pues muestra la profundidad de su historia y la resistencia de su identidad.
Entre sus tradiciones más llamativas está la fiesta de la pelazón, un complejo ritual de iniciación femenina que marca la transición de la niñez a la adultez. Durante días, la comunidad entera se involucra en danzas, cantos y símbolos que evocan a los animales sagrados de la selva, especialmente al pez y al jaguar. Es un evento cargado de simbolismo donde la naturaleza se integra con la vida humana de manera inseparable.
A pesar de los procesos de modernización, los Ticuna han logrado mantener gran parte de su cosmovisión. Ellos creen en un ser creador llamado Yoi, acompañado de su hermano gemelo Ipi, quienes, según la tradición, dieron origen al mundo y a los distintos pueblos. Estas narraciones aún se transmiten de generación en generación, no solo como mitos, sino como una forma de entender el equilibrio entre humanidad, selva y espíritu.
En la actualidad, enfrentan desafíos importantes. La presión de la tala ilegal, el narcotráfico en las fronteras y la pérdida de territorios amenazan su modo de vida. Sin embargo, también han mostrado resiliencia: muchas comunidades Ticuna participan en proyectos de turismo comunitario, artesanías y programas educativos bilingües para mantener viva su lengua y compartir su cultura con visitantes respetuosos.
Conocer a los Ticuna es acercarse a un pueblo que, pese a la globalización y los peligros de la selva, sigue defendiendo su herencia con dignidad. Viajar a sus territorios no es solo un recorrido geográfico, sino también un viaje hacia la memoria viva de la Amazonía, donde cada historia y cada rito nos recuerdan que la identidad se fortalece en la raíz de lo ancestral.

Así fue como los PARTISANOS se convirtieron en la PEOR PESADILLA de los ...

500 AÑOS ANTES DE LO ESTIMADO: LOS OLMECAS





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Por Diego Ávila.
A partir de 1938, Matthew Stirling regresaría continuamente a Tres Zapotes durante dieciséis años. Y aunque a su llegada ya había una cabeza colosal descubierta, a lo largo de los años lograría desenterrar otras once. Una de sus expediciones recibió financiamiento de la National Geographic y en un lapso de únicamente tres días, encontró cinco de las famosas cabezas. Sin embargo, el hallazgo más crucial no sería una de estas enormes esculturas, sino una fecha. Al año siguiente de su llegada, en 1939, Matthew y su esposa Marion dieron con una estela, y al traducir las inscripciones talladas en ella, pudieron descifrar un año: 291 a.C.
Para este momento, las culturas mesoamericanas más tempranas solían fecharse en el período clásico temprano (entre el año 200 y 600 d.C), por lo que una fecha como 291 a.C, que era prácticamente medio milenio anterior, resultaba no sólo desconcertante, sino incluso improbable, pues en toda América nunca se había encontrado nada que datase de de una época tan temprana.
En ese mismo año, Stirling publicaría Discovering the New World’s Oldest Dated Work of Man. A Maya Monument Inscribed 291 B. C. is Unearthed Near a Huge Stone Head by a Geographic-Smithsonian Expedition in México en la revista de la National Geographic. Y aunque en él, el arqueólogo defendía su teoría de que el año 291 a.C era correcto, aún clasificaba el monumento como maya.
No sería sino hasta 1942 cuando, en un congreso de la Sociedad Mexicana de Antropología, Alfonso Caso y Miguel Covarrubias propusieron un nuevo término: ‘cultura madre’; que permitiera no sólo diferenciar a los Olmecas de todas las otras culturas del territorio mesoamericano, sino también designarla como el origen del resto de las manifestaciones culturales precolombinas en México. Stirling, que también se encontraba formando parte de la conferencia, concordó. A lo largo de sus excavaciones, y más allá de las cabezas colosales, el estadounidense había estado concluyendo que, por sus rasgos y materiales, las figurillas, máscaras, relieves y demás objetos que desenterraba en Tres Zapotes (pero también en los sitios de La Venta, San Lorenzo Tenochtitlán, Cerro de las Mesas e Izapa) poseían características propias que denotaban una cultura no sólo original, sino incluso anterior a los mayas.
LA GENTE DEL PAÍS DEL HULE
Sin embargo, algo que no había podido hallarse era el nombre con el que los miembros de esta cultura se habían denominado a sí mismos. El término ‘olmeca’, que significa ciudadano de Olman (tierra de hule) o habitante de la región del hule, es un nahuatlismo que era empleado por los mexicas entre los siglos XIV y XVI para designar a las personas que habitaban en los territorios de los actuales estados de Veracruz y Tabasco, y hace referencia a que eran ellos quienes producían el hule que llegaba y se usaba en Mexico-Tenochtitlan.
De este modo, el término olmeca había sido adoptado en general para indicar una procedencia geográfica, pero el nombre original con el que los habitantes de esas tierras se habían identificado más mil quinientos años antes de que los mexicas acuñaron el olmeca, sigue siendo un misterio. Para evitar confusiones, se propuso incluso denominar a los creadores de las cabezas colosales como cultura de La Venta, pero el intento no prosperó y hasta la fecha siguen siendo conocidos como Olmecas.
Años después, con la invención de la técnica del carbono-14, se pudo comprobar científicamente que los hallazgos olmecas precedían en antigüedad a los mayas, y así se abrió lo que actualmente es conocido como período pre-clásico mesoamericano (5000 – 200 a.C). Matthew Stirling fallecería en el 23 de enero de 1975. Si bien su trabajo marcó el desarrollo de la antropología moderna estadounidense, en particular en lo que se refiere a sus relaciones con América Latina, y publicó prolíficamente sobre los olmecas, es especialmente recordado por haber descubierto once de las 17 cabezas colosales que hoy se conocen, y que con su mirada fija y clara personalidad, siguen fascinando e intrigando a todos los que se paran frente a ellas.
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travesiasdigital. com
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... INAH.
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"Nuestro pasado prehispánico más vivo que nunca"
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Valores acumulados en las artes marciales.





‌Hoy está de moda entrenar atletas en las artes marciales para hacer campeones y llenar egos.
‌Pienso que es preferible. entrenar atletas en las artes marciales para hacer mejores seres humanos, que no se jacten de la cantidad de torneos y medallas que han ganado, sino que puedan exhibir la humildad, la bondad y el amor al prójimo, como valores acumulados tras años de entrenamiento en las diferentes formas y estilos de las artes marciales.

Domingo Acevedo.
‌Sept/2025.

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