Este poema, "A pesar de los pesares", es una obra conmovedora y sombría que explora el tema del amor en medio de un paisaje de desesperación, sufrimiento y decadencia. El poeta logra transmitir una profunda tristeza y una crítica social a través de imágenes potentes y un lenguaje cargado de simbolismo.
Análisis por Estrofa
Estrofa I: La Soledad y el Olvido
La primera estrofa introduce el tema del amor desde la soledad. La imagen de los "barcos invisibles" que naufragan en la soledad del yo lírico sugiere experiencias pasadas o sueños perdidos que persisten en la memoria. Los "tripulantes remotos" que se resisten a morir y chapotean en la "nada" evocan la persistencia del recuerdo y la lucha por sobrevivir al olvido. La mención del "canto sublime de las sirenas que en silencio los seduce" añade un matiz de atracción hacia la aniquilación o la desesperanza, una seducción silenciosa hacia el fin. La soledad no es un mero estado físico, sino un espacio donde las heridas del pasado se debaten por no ser completamente engullidas por el tiempo.
Estrofa II: La Decadencia del Siglo y el Sufrimiento Infantil
Aquí el poema da un giro hacia la crítica social y la deshumanización. El "siglo que palidece al borde del abismo" es una metáfora de la decadencia y el fin de una era, arrastrando al yo lírico hacia un "ocaso de mariposas muertas". Las mariposas, símbolo de belleza y transformación, aquí están muertas, indicando la pérdida de la inocencia y la esperanza. La imagen central y más impactante de esta estrofa es la del "hielo de la noche" que guarda el "rostro azorado de los niños muertos por el furor milenario de un hambre atroz". Esta es una denuncia directa de la pobreza extrema y la muerte de la infancia, un grito desgarrador ante la injusticia. El hambre no solo mata, sino que "tritura los sueños de las breves prostitutas", conectando el sufrimiento infantil con la explotación y la pérdida de la juventud.
Estrofa III: La Cruda Realidad de la Prostitución Infantil
Esta estrofa es la más cruda y explícita, anclando el poema en una realidad social desgarradora en un lugar específico: una ciudad junto al mar Caribe, un "frío malecón". La contradicción entre el "mar Caribe" (que evoca sol y alegría) y el "frío malecón" (que sugiere desolación y miseria) es impactante. Las "niñas pálidas" que "por unas monedas venden ternura" y luego "se deshacen de placer en el sexo muerto" con "hombres solitarios y tristes" es una descripción brutal de la prostitución infantil. La "muerte de sed ahogadas en las sombras" y la vida que se les escapa "a gotas de sangre y semen" son metáforas viscerales del despojo, el abuso y el lento aniquilamiento de estas vidas. Los "túneles infinitos y estrechos" simbolizan la falta de salida y el encierro en un ciclo de desesperación.
Estrofa IV: Amor Resiliente y Resistencia al Olvido
La última estrofa retoma el "Te amo", pero esta vez lo contrasta con la hostilidad y el olvido. El amor del yo lírico persiste "a pesar del odio de los hombres que me apartan de ti y me atan al olvido". Esta estrofa se conecta con la primera en la idea de la soledad forzada, pero aquí se le añade la figura de los opresores, aquellos que buscan anular al yo lírico y su amor. El "siglo casi muerto" se repite, enfatizando la sensación de un fin de ciclo. La imagen de las "flores marchitas por el peso de una primavera de sangre" es una poderosa antítesis que sugiere que incluso en un tiempo de renovación, la violencia y el sufrimiento prevalecen, marchitando toda esperanza. A pesar de todo este horror, el amor persiste, emergiendo como un acto de resistencia.
Temas Centrales
El Amor como Resistencia: A pesar de la soledad, el odio, el sufrimiento y la decadencia, el amor se mantiene como una constante, una afirmación de vida frente a la desesperación.
La Decadencia Social y Existencial: El poema pinta un cuadro sombrío de un siglo que muere, marcado por el hambre, la explotación y la pérdida de la inocencia.
La Soledad y el Olvido: Son elementos recurrentes que el yo lírico experimenta tanto a nivel personal como en su observación del mundo.
La Crítica Social: La explotación infantil, la prostitución y la indiferencia ante el sufrimiento son denunciadas con una franqueza impactante.
Recursos Estilísticos
Imágenes Potentes: El poema está plagado de imágenes vívidas y a menudo perturbadoras ("barcos invisibles", "mariposas muertas", "rostro azorado de los niños muertos", "primavera de sangre").
Metáforas y Símiles: Contribuyen a la densidad del significado y la carga emocional ("siglo que palidece al borde del abismo", "hielo de la noche guarda el rostro", "vida a gotas de sangre y semen").
Antítesis: El contraste entre el amor y el odio, la vida y la muerte, la belleza (mariposas/flores) y la decadencia (muertas/marchitas), el Caribe y el frío, crea una tensión dramática.
Lenguaje Directo y Crudo: Especialmente en la tercera estrofa, el poeta no teme usar un lenguaje explícito para describir la brutalidad de la realidad.
Repetición: La repetición de "Te amo" al inicio de varias estrofas refuerza la centralidad de este sentimiento a pesar de las adversidades.
Conclusión
"A pesar de los pesares" es un poema profundamente pesimista en su descripción del mundo, pero al mismo tiempo, el persistente "Te amo" sugiere una luz, una resistencia o una esperanza, por mínima que sea. Es un grito de dolor ante la injusticia social y la decadencia humana, pero también una afirmación de la capacidad del espíritu humano para amar y resistir incluso en las circunstancias más desoladoras. La fuerza del poema radica en su honestidad brutal y en su capacidad para evocar empatía y reflexión sobre los aspectos más oscuros de la existencia humana.
A pesar de los pesares
I
Te amo
desde la plenitud
de mi soledad
en ella naufragaron barcos invisibles
sus tripulantes remotos
se resisten a morir
ahogados en el tiempo
y chapalean desesperados
en la nada
tratando de sobrevivir
al canto sublime de las sirenas
que en silencio los seduce
II
Te amo
y este siglo que palidece
al borde del abismo
me arrastra hacia un ocaso
de mariposas muertas
donde el hielo de la noche
guarda el rostro azorado
de los niños muertos
por el furor milenario
de un hambre atroz
que tritura los sueños
de las breves prostitutas
III
Que en una ciudad junto al mar Caribe
en un frío malecón
por unas monedas venden ternura
a hombres solitarios y tristes
que se deshacen de placer
en el sexo muerto de las niñas pálidas
que en las noches lívidas
del último otoño
hacen turno para morirse de sed
ahogadas en las sombras
de una ciudad diluida
entre caricias fingidas
y túneles infinitos y estrechos
por donde se les escapa la vida
a gotas de sangre y semen
IV
Te amo
a pesar del odio
de los hombres que me apartan de ti
y me atan al olvido
y me empujan al vacío
de un siglo casi muerto
donde soy testigo de mi propia soledad
y donde se mueren las flores
marchitas por el peso
de una primavera de sangre
Domingo Acevedo.