viernes, julio 27, 2018

El Manifiesto postumista: Un impulso a las letras dominicanas en la primera mitad del siglo XX (2)

Por Simeón Arredondo
Poeta, ensayista y gestor cultural
Mail:simeonarredondo@gmail.com
Domingo 05 de Julio de 2015

Análisis del manifiesto postumista

Cuatrocientos y más años han sido suficientes para un período de gestación en esta media parte del mundo. "Juventud divino tesoro, tenéis la palabra; ahí está el porvenir. La América debe superar a la Europa".

A) Porque no podemos seguir siendo súbditos de una aristocracia intelectual que no nos pertenece. La verdadera aristocracia la lleva el pensador en el cerebro. Debemos tan sólo ser aristócratas de nuestra democracia.

Tanto en el introito del manifiesto, como en este primer enunciado se nota un grito de emancipación de los postumistas. Quieren romper con un protectorado literario donde palabra a palabra y coma a coma, los escritores criollos seguían los viejos parámetros europeos. Con ello entregan al lector una poesía auténtica, con voz propia, y netamente nacional.

B) Los mármoles de Paros y de Corinto no se han hecho para nuestras estatuas. No tendremos en nuestros calderos surrapa de Verlaine ni Mallarmé, de Tristán ni de Laforgue. Homero y Virgilio, Goete (sic) y Schakespeare (sic) no serán más que divinidades que respetaremos, soles apagados que no nos iluminarán. Hemos levantado la estatua con el barro grotesco de nuestra América. Si acaso caen chaparrones que nos la deformen nos queda mucho barro, mucho barro que es nuestro ideal universalizado. Continuaremos modelando la estatua aunque tenga más espejos donde mirarse que en el del cristal de las charcas.

No dejan de reconocer la grandeza y los aportes de las grandes figuras de las letras del viejo mundo. Pero establecen clara y definitivamente que aspiran a una literatura genuina que sea igual o superior a la de esos símbolos del oficio. En este segundo enunciado del Manifiesto Postumista se interpreta una fuerte voluntad de una poesía totalmente emancipada de todo mandato tradicional respecto al discurso literario.

C) Vida sincera e íntima, arte autónomo, para abrir las talanqueras que nos ha separado del infinito.

Se manifiesta una intención de explorar nuevos horizontes a través de la expresión auténtica más que estética. Piensan en lo perenne, en lo eterno. Se disponen a romper las barreras que obstaculicen su viaje al infinito, a la perpetuidad. Propósitos que han sido alcanzados, lo que se evidencia por el lugar que ocupa hoy en la literatura dominicana la poesía postumista, el reconocimiento a la labor intelectual de Domingo Moreno Jimenes, y el indiscutible impulso que dio este manifiesto a las letras dominicanas en el siglo XX, especialmente durante la primera mitad de la centuria.

D) De todo lo inutilizable haremos un símbolo, un solo símbolo, y de todos los simbolistas un fósil. La luna con los simbolistas será también un símbolo fosilizado.

Están hablando de la perennación de los conceptos hechos palabras, incluyendo aquellos que pudieran ser baladíes, o que algunas personas así lo califiquen. Recordemos que el Postumismo introduce a la poesía una serie de palabras y términos que hasta ese momento era imposible verlas en un verso. A partir de ahí aparecen palabras coloquiales en la poética dominicana utilizadas de manera artística que garantiza la calidad escritural, y aún prevalecen en nuestros días.

E) Seremos humanamente eternistas. Con un solo Dios, nuevo, sub-panteísta, que a cada quien permita buscar su religión por sí mismo. Por nuestra ruta no olvidaremos el Corán y la Divina Comedia, la Biblia y el Quijote.

Al comparar libros considerados como sagrados por diferentes conglomerados humanos con obras clásicas de la literatura universal indican que a través de las letras podemos acercarnos a lo sublime sin renunciar a nuestra condición de personas; sin dejar de pensar y actuar como humanos. Se aferran a lo excelso sin abandonar y sin renunciar lo sencillo.

F) Todos tendrán el mismo derecho a vivir su momento artístico, lo mismo la dama de la quinta florida, que el galán con chamarra, el labrador, el jornalero.

Dejan claro que la poesía no es exclusivamente para eruditos o para doctos, que basta con tener capacidad creativa para invitar las musas y de ellas obtener un producto literario que pueda trascender en tiempo y espacio siendo reconocido como tal por la humanidad.

G) Los poetas no seguirán siendo seres privilegiados y desconocidos de la multitud, camino del ensueño, sino seres videntes, camino de la verdad, pensadores y filósofos.

O sea que los bardos han de ser entes pensadores, pero su forma de comunicar a través de la poesía recurrirá a un lenguaje terrestre compatible siempre con todos los mortales. El hombre de “a pie” puede ser poeta y plasmar sus inspiraciones de una forma objetiva y directa al igual que el más encumbrado intelectual. Y de igual manera, la poesía empieza a ser digerida por personas de extractos humildes que antes la veían como algo inalcanzable o reservado para grupos sociales muy selectos.

H) No reconoceremos vocablos poéticos. Toda palabra es bella cuando está bien escrita; todos los actos de la vida bastan que sean reales para ser artísticos; gran artista es aquel que más fiel interpretación nos brinda de esos actos. La bella mentira de Oscar Wilde desapareció con su muerte: un tronco carcomido jamás retoñará porque le injerten ramas de hojas verdes. La materia poética es creación. Nuestra belleza de sombra y luz será la belleza del futuro.

Cualquier palabra es buena para hacer buena poesía. No es necesario encasillar algunos vocablos como poéticos y descartar a otros como si se tratara de una depuración de piezas útiles de entre un grupo de partes no funcionales. Para los postumistas basta con usar la palabra artísticamente, o poéticamente, cual que esta fuere. Este concepto expande el menú de términos para los poetas y ha sido heredado por todas las generaciones y los movimientos literarios que han sucedido al postumismo.

I) Sofrenaremos la imaginación con las bridas de los sentidos.

Esta afirmación nos indica el nivel de certeza en el uso correcto de los símbolos. Para el poeta cada sentido posee rutinas múltiples a diferencia de una persona común. Los postumistas supieron interpretar muy bien esta realidad y pusieron en práctica conceptos que parten de ella y que a la vez demuestran que la imaginación es infinita, y que esa condición resulta de gran utilidad para el constructor de versos.

J) Reaccionaremos a la vez contra el romanticismo de Hugo y contra el realismo de Balzac. Pero nada de malabarismos estéticos ni musicales. Rubén Darío ha muerto. Cada acto debe ser una palabra escrita y la belleza emocional de ese acto: ritmo y ese ritmo música. Reaccionaremos también contra los ultraitas, futuristas y creacionistas que pretenden en "acrobacia azul" y sobre grupa de aeroplanos ir a conquistar un más allá escondido tras las nubes.

Aquí se hace referencia a movimientos que antecedieron al Postumismo para referirse a la necesidad de romper los viejos paradigmas y de enrumbarse por una poesía con pasos independientes, auténticos, y locales pero trascendentes. Se refleja el alto nivel de conciencia literaria de los integrantes del movimiento y su disposición a asumir la responsabilidad histórica de la transformación por ellos planteada.

K) Descartaremos las extravagancias del decir y tan sólo daremos cabida a las sutiles.

Es decir que se descartan las palabras y términos rebuscados y la obligatoriedad de ajustarse a ciertas normas obsoletas y descontinuadas. Con ello ponían un paso al frente y se colocaban por encima de todos los pensamientos de la época ampliando al mismo tiempo los horizontes tanto de creadores como de lectores.

L) Forma y fondo y fondo y forma serán una misma cosa ya que nuestro acento emocional permite una mezcla igual de idea y de emoción.

Se busca una mejor armonía y un acercamiento más puro entre el fondo y la forma en lo expresado por un vate. También se rompe con muchos mitos y tabúes que limitaban y ataban al poeta. El artista debe ser un ente libre. La obra de un intelectual debe ser el resultado de un pensamiento profundo pero a la vez diáfano, transparente y autónomo.

M) Amar lo mismo los hombres que a las cosas. Una piedra blanca podrá rivalizar con una mujer rubia. Una muñeca de trapo podrá ser la dulce compañera de nuestras noches de insomnio.

Una vez más, y de manera muy acertada se pone de manifiesto la necesidad de liberar la inspiración, y dejar que el verso brote libremente usando cualquier elemento morfológico para apoyarse, para construirse, para forjarse. Se demuestra que las musas no tienen fronteras y que el poeta construye su propio mundo apoyado en el vuelo de su imaginación que puede llegar a las más altas laderas del pensamiento.

N) Mucha elevación psíquica sin llegar al misticismo. Serenidad mucha serenidad sin trascender la serenidad estoica. Niño y anciano, apóstol y asceta a la vez.

Se resalta el alto nivel de conciencia del poeta. El poder de su equilibrio mental y emocional para expresar lo que el numen invita a que se manifieste. El poeta tiene la capacidad de invocar todo tipo de pensamiento desde lo más recóndito de su interior o desde cualquier punto o extremo del cuerpo, de la cosa, de la situación o del sentimiento que ha generado o que interviene en la inspiración.

Ñ) Representación natural de los sonidos como ley (sic) motiv. Parquedad en los semitonos, melodías cortas individuales no mayores de dos tiempos. Supresión de calderones kilométricos. Armonías generales obtenida con la inarmonía de las melodías cortas.

No se renuncia a la musicalidad del verso, a la armonía de las palabras. Sin embargo la fonética no es moldeada ni modelada, sino que se asume con la misma naturalidad que el lenguaje la pone de manifiesto. Cada vocablo tiene sus características intrínsecas que lo hacen único y útil para diferentes construcciones literarias. El poeta se convierte en dueño absoluto del uso elegante de cada locución según se lo demande o se lo ordene la inspiración.

O) Menos ritual en el arte pictórico, ni la majestad de la Gioconda ni la mofa del impresionismo. Triunfo de la luz sobre el color de los paisajes. Magnitud esencial del motivo en el fondo de los cuadros, objeción y representación de las cosas.

Se busca siempre la objetividad en el texto frente a lo que define o refiere, sin perder de vista la esencia del poema. Se impone lo simple y lo natural respecto a lo superficial y lo extravagante. La poesía es belleza, dulzura, estética siempre con la palabra como principal materia prima y vehículo de expresión de los sentimientos que encierran esas condiciones.

P) Dominio de las líneas escultóricas. Vibración conjunta de músculo y cerebro. Dinámica subjetiva de los actos.

Se exige una conexión entre los diferentes estados del individuo y un involucramiento de todo el cuerpo en el acto de creación poética. Lo mismo puede ocurrir en la interpretación y en la transmisión del poema haciendo más exquisito todo el transcurrir de la expresión literaria.

Q) En esta era de sectas literarias, se hará una sola momia de todos los críticos. Los certámenes y las exposiciones serán temporalmente anulados. Cada obra se perpetuará por sí misma.

Mediante este enunciado los postumistas apelan al mejor crítico literario, el mejor corrector, el mejor consejero, que es el tiempo. Se oponen a la valoración de la obra a partir de una premiación o de un reconocimiento porque la obra que perdura en el tiempo es la que merece la eterna valoración de los lectores. Se oponen al inmediatismo y a la apreciación apresurada del texto poético.

R) Un clamoreo de clarines y tambores modifica la belleza del momento. Son los iconoclastas de los viejos moldes que vociferan su último salmo en el templo de la vida.

Aquí también se apela a la evaluación del tiempo, pero además al sometimiento de la obra a apreciaciones críticas en vez de la autopromoción. El reconocimiento a la labor literaria de los postumistas y a su obra a lo largo del tiempo transcurrido desde la publicación de su manifiesto explican y justifican este enunciado.

S) Juventud de América, préstanos tu brazo para extender el índice hacia el horizonte de los siglos.

Se pretende universalizar y eternizar los conceptos y los conocimientos en aras de que se bifurque por todo el planeta el sentir y el espíritu postumista. Para ello se acude en este enunciado, que es el último, a un símbolo de la fortaleza y de la innovación, que es la juventud. Los postumistas evidencian en su manifiesto que no le ponen límites a sus aspiraciones de romper los paradigmas escriturales e interpretativos de la época. Sus pretensiones literarias no tienen fronteras en tiempo ni en espacio, lo que se ha evidenciado con los aportes a las letras de ese singular movimiento.

Con lo que se ha podido apreciar a lo largo de este recorrido por el manifiesto postumista, y usando como referencia las diversas opiniones que durante casi un siglo han circulado en torno al tema, se deduce que El Postumismo es el movimiento literario de mayor incidencia y que más impulsó las letras durante la primera mitad del siglo XX en la República Dominicana. No sólo porque rompe de forma mágica con todos los patrones existentes hasta la fecha; y no sólo porque divide la poesía dominicana entre tradicional y moderna, sino también porque los movimientos literarios que surgieron después del Postumismo y antes de 1950, que son los más notables de la historia literaria moderna del país, incluyendo por su puesto al propio Postumismo, todos han sido influenciado notablemente por éste.

La Poesía sorprendida, Los Independientes del 40 y La Generación del 48 constituyen vivos ejemplos de lo que estamos afirmando. De ahí que Mariano Lebrón Saviñón, Manuel del Cabral, Tomás Hernández Franco, Héctor Inchaustegui Cabral, Freddy Gatón Arce, Víctor Villegas y Pedro Mir bebieron de la fuente del Postumismo. Por lo que aunque en su génesis y durante varios años se hayan levantado mil voces para detractarlo, y hayan tirado toneladas de lodo sobre la obra Domingo Moreno Jimenes, de Andrés Avelino y de Rafael Augusto Zorrilla, los fundadores del movimiento y sus tres máximos exponentes, y aunque la mezquindad y la mediocridad de la clase intelectual de la época hayan impedido que este formidable movimiento prosperara internacionalmente, lo cierto es que el tiempo y los hechos sucesivos se han encargado de colocar en su justo lugar al Postumismo, pues si analizamos toda la poesía que se ha hecho en la República Dominicana y gran parte de América en los últimos noventa años, encontramos que ésta obedece en gran medida a varios de los postulados y a los conceptos postumistas.

Manuel Mora Serrano, el intelectual que más ha estudiado y más ha escrito sobre el Postumismo dice que “al día de hoy, nadie, absolutamente nadie, ni siquiera los propios miembros fundadores, han podido explicar de una manera convincente, qué realmente es, o fue el Postumismo”. “Esa es su grandeza”, sigue diciendo Mora Serrano, “porque donde hay misterio, donde nada está claro y transparente, es el lugar donde todavía da gusto ir a buscar”. Y luego insiste: “Falta todo por investigar sobre este movimiento y sus proyecciones nacionales. Muchos le debemos las cosas mejores que poseemos: Un amor desaforado a lo nuestro. Por eso, donde quiera que estén los espíritus de Moreno, Zorrilla y Avelino, echamos un ¡Viva el Postumismo! por haberse conservado siempre joven y lleno de misterios”

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