sábado, julio 29, 2023

La tarde



La casa de tabla de palma  y yagua 

y el piso de tierra

el camino

la lluvia

el charco 

el bosque

la tarde 

la leve melancolía de la soledad

el bosque

ese verde  olor a clorofila petrificado

en la brisa fresca de mayo

el vuelo horizontalmente fugaz de los pájaros

el estridente canto de las guineas despidiéndose 

como todas las tardes 

desde lo alto de la mata de mango

el fogón encendido en la cocina 

el olor atardecido del café

la noche

la doña en la cocina quitandole  

las cáscaras a los plátanos 

para la cena

son las siete de la noche 

es hora de cerrar la puerta de enfrente

ya nadie pasará por el camino hacia ninguna parte

y nosotros como todas las noches 

nos juntaremos en la cocina a escuchar 

de labios de nuestro padre

historias inventadas sobre difuntos y fantasmas

que hará que nos acurruquemos uno junto al otro 

buscando en el calor de la piel 

el valor necesario para vencer el miedo 


Domingo Acevedo.

Oct/2020



Foto tomada de la red.

domingo, julio 23, 2023

Wadō-ryū

 

Wadō-ryū ( 和 道 流 ) es uno de los cuatro estilos principales de karate-Do tradicional del Japón, fue fundado por el maestro Hironori Otsuka (1892-1982).

Filosofía[editar]

Si pudiéramos elegir el estilo de Karate-Do con una marcada influencia Japonesa, más que China, o de Okinawa, diríamos que es el karate Wado Ryu. Un estilo moderno, pero no contemporáneo. El nombre Wadō-ryū se compone de 3 partes: Wa, dō, y ryū. Wa significa "armonía", dō (escrito igual que el carácter chino tao) significa "camino", y ryū significa "escuela" o "estilo". Sin embargo la "armonía" no es sinónimo de un pacifismo pasivo, simplemente consta de reconocer que el ceder es algunas veces más efectivo que dominar por la fuerza.

Orígenes históricos[editar]

Su fundador, el maestro Hironori Otsuka nació el 1 de junio de 1892 en Shimodate, Prefectura de Ibaraki, Japón. En 1898, comenzó a practicar el jiu-jitsu clásico bajo el maestro Chojiro Ebashi. Luego a partir de 1905-1921, estudió Shindō Yōshin-ryū Jujitsu (新道楊心流) bajo Tatsusaburo Nakayama. En 1922, conoció al maestro de karate-Do Gichin Funakoshi y comenzó a entrenar con él, en lo que hoy se podría interpretar como el Karate Shorin Ryu (variante kobayashi) de Okinawa. Antes de que Funakoshi, su hijo Yoshitaka, y sus alumnos desarrollaran lo que hoy se conoce como el estilo de karate-Do Shotokan tradicional. En 1924, Ōtsuka se convirtió en uno de los primeros estudiantes promovidos al grado de cinturón negro 1 Dan por Gichin Funakoshi. Aunque para entonces ya era considerado como maestro del estilo Shindō Yōshin-ryū de jiu-jitsu. Asimismo el maestro Otsuka estudio con los maestros Kenwa Mabuni (creador del estilo de karate Shitō-ryū) y con el legendario maestro Chōki Motobu (fundador del estilo Motobu-ryu). Así se dio origen al karate Wadō-ryū. En 1938, el maestro Otsuka registró su estilo con el Dai Nippon Butoku Kai; inicialmente el nombre de "Shinshu Wadoryu Karate-Jujutsu". Sin embargo se acortó a "karate Wadō-ryū" (和道流).

Características técnico-tácticas[editar]

El maestro Hironori Ōtsuka opinó que la defensa personal basada fundamentalmente en el intercambio de golpes del karate de Okinawa era algo limitada. Pensó que el jujitsu japonés podría enriquecer este arte marcial y asegurarle un mejor futuro. Ōtsuka criticó al Karate-Do Shotokan por estandarizar y romper su desarrollo táctico en dos tiempos; en primer lugar, una defensa (por lo general un bloqueo duro), para luego contraatacar. Ya que en las artes marciales japonesas clásicas como el jiu-jitsu, o el kenjutsu (esgrima con sable), la defensa y el ataque nunca se separan, sino que se armonizan, incluso la defensa a veces puede ser un ataque.

Uno de los aspectos que más llama la atención del karate Wadō-ryū es la conservación de los bloqueos altos junto al uso de posiciones y desplazamientos naturales. Siendo el trabajo de esquiva o "Tai sabaki" más predominante que los bloqueos; así como sus aplicaciones de defensa personal, donde además de golpes, se encuentra un mayor repertorio de luxaciones articulares y lanzamientos.

El uso de posiciones altas y bajas, contrasta con la práctica de una alineación corporal precisa, la cual puede ser aplicada en un tipo característico de golpe de puño angular o "Tsuki" (Yun Tsuki No Tsukomi), así como en el empleo del Yako Tsuki lateral (brazo perpendicular al plano corporal). La posición Neko ashi Dachi es abierta con el peso centrado en la vertical, pudiéndose confundir con la posición moderna Kokutsu Dachi usada en el karate Shotokan, mientras que en Wado Ryu se conserva el Zenkutsu invertido, propio de los estilos clásicos de karate de Okinawa como el goju ryu (donde se conoce como kokutsu dachi).

Respecto al uso del ritmo en el combate, el maestro Ōtsuka defendió los tres fundamentos tácticos del Budo japonés; donde el uso de la distancia o Ma-ai, se interpreta según los 3 momentos, siendo estos: sen o anticipación, sen no sen o encuentro, y go no sen o contraataque.

Los tres principios del Wadō-ryū[editar]

El maestro Ōtsuka desarrolló un método original de Karate & Jiu-jitsu donde se usa la evasión en lugar del bloqueo duro. Enunció tres principios que guían toda la práctica y proporcionan la base táctica del Wado-Ryu: diez i ("desplazamientos"), diez tai ("rotación del cuerpo"), diez gi ("la aplicación de la táctica de forma simultánea con la técnica de bloqueo y el contraataque"). Sobre esta base, el practicante desarrollará las sensaciones de: Nagasu (movimiento corporal, absorción del ataque), inasu (desviación del ataque por medio del movimiento corporal) y noru (acompañamiento del ataque con un movimiento conjunto de defensa y ataque).

En conclusión, al esquivar, y/o chequear se realiza un "atemi" sea de puño, mano abierta, o con el pie, y con frecuencia se termina con una proyección, o inmovilización y golpe.

Kata o formas[editar]

El karate Wadō-ryū posee solo 9 formas oficiales según lo planteo el maestro Otsuka en su libro "karate Wadō-ryū" del año 1977, siendo estas: Pinan Nidan, Pinan Shodan, Pinan Sandan, Pinan Yodan, Pinan Godan, Kūshankū, Naihanchi, Seishan, y Chintō. Sin embargo tras su fallecimiento otras organizaciones del estilo han añadido otras formas, como unsu y kumpu. Sin embargo se puede afirmar que todos los kata individuales provienen de la ciudad de Shuri en Okinawa.

Además de los kata individuales enumerados anteriormente, en el karate Wadō-Ryu también se practican varias katas en parejas (como ocurre en el Judo y en el Aikido, artes marciales también derivadas del jiu-jitsu); lo que refleja su herencia del jujutsu. Estos katas se llevan a cabo por dos personas (uno como el atacante y uno como el defensor), lo que permite practicar una amplia gama de técnicas de defensa personal. Los kata en parejas a menudo varían de una organización del estilo a otra, porque el maestro Ōtsuka no buscaba estandarizarlos técnicamente sino usarlos para ilustrar diversos principios. Estos kata son:

-Yakusoku Kihon Kumite: consta de 10 técnicas fundamentales de ataque contra los ataques en combinación (combinaciones de patadas y golpes), influenciados por los movimientos del cuerpo típicos del jujutsu.

-Kumite Gata: consiste en 10 - 24 técnicas (dependiendo de la organización) de ataque que enfatizan Katamae (fijar) y Kuzushi (rotura del equilibrio) y múltiples golpes.

-Ohyo kumite: consiste en diversas técnicas de ataque, incorporando los bloqueos, patadas y golpes del karate con lanzamientos del jujutsu y los movimientos del cuerpo.

-Idori no Kata: consiste en 5-10 técnicas de autodefensa sentado, influenciados por lanzamientos y luxaciones articulares del jujutsu.

-Tanto dori no Kata: consiste en 7-10 técnicas de las defensas contra ataques de cuchillo, influenciados por los movimientos del cuerpo tipo jujutsu, lanzamientos, y técnicas de bloqueo de las articulaciones.

-Shinken Shirahadori (真 剣 白刃 取 り): consta de 5-10 técnicas de defensas contra ataques desde la espalda, influenciados por los movimientos del cuerpo derivados del jujutsu.

Además de los kata en parejas ya mencionados, también hay otros como: Gyakunage Kata (kata de lanzamientos) y, Joshi Goshinjutsu (kata para la autodefensa de las mujeres), pero no se les enseña comúnmente.

Grados[editar]

El karate Wadō Ryu, usa el sistema de grados (kyu - Dan), común a todos los estilos de karate, es decir por medio de los cinturones de colores desde el 10 kyu hasta el grado de cinturón negro 8 Dan. Respecto a los colores estos son: blanco, amarillo, naranja, verde, azul o rojo (según organización), violeta, marrón y negro. Sin embargo en el karate Wadō Ryu, no se otorgan grados intermedios o cinturones con dos colores, sea por medio de franjas o puntas como ocurre en otros estilos de artes marciales.

El karate Wadō Ryu en España[editar]

Gran parte de los Dojos en España comenzaron en Madrid con el maestro Tatsuo Suzuki. Algunos de sus alumnos se desplazaron a Andalucía (Cádiz y Málaga) donde el estilo predominante es el Shotokan.

El karate Wadō Ryu en Europa[editar]

En Europa, el estilo es practicado por gran número de Karatekas en Francia, Alemania y en el Reino Unido. En Alemania se encontraba Teruo Kono Sensei que en alguna ocasión se desplazó a España a realizar clases magistrales.

Véase también[editar]

  • Japón
  • Karate
  • Shōrin-ryū (kobayashi) Escuela de karate de Okinawa, fundada por el maestro Choshin Chibana, antecesora del estilo Shotokan desarrollado posteriormente por el maestro Gichin Funakoshi.
  • Jiu-jitsu o jujutsu Arte marcial japonés clásico, o koryū budō que abarca luxaciones articulares, golpes, patadas, esquivas, empujones, proyecciones, derribos, y estrangulamientos. Desarrollado por la clase guerrera o samurái.
  • Judo deporte olímpico también derivado del jiu-jitsu
  • Aikido arte marcial de filosofía defensiva también derivado del jiu-jitsu

Tomado de WikipediA

El maestro William Millerson


Muere uno de los grandes del karate mundial.



Maestro William Millerson, el estilo WADO de la Rep.Dominicana tiene un agradecimiento eterno, por la solidaridad y apoyo que usted nos brindó desinteresadamente a través de las valiosas clínicas impartidas a los miembros del estilo en nuestro país. Recuerdo en el año 1985, visité al gran maestro Felton Messina y le solicité que me recomendara un maestro de Karate – Do, poniéndome en contacto con el maestro Millerson y dando sus recomendaciones favorables sobre mi persona, aceptando con la condición de ir a Curazao y tomar los entrenamientos para adquirir los conocimientos del estilo Wado. Preparamos el viaje con Félix Moronta, profesor de Karate de la provincia de la vega. En el año 1986, llegamos a la vecina isla a la casa de mi tía, Amanda Gómez (fallecida), quien en ese momento radicaba en Curazao con su familia. Practicamos durante 20 días consecutivos e intensos en los que aprendimos la base del estilo y algunas katas como las pinan. Luego, en dos meses regresamos y se completó el conocimiento hasta cinturón negro, Primer Dan. 

A partir de entonces obtuvimos la certificación para representar el país. Integramos varias escuelas, en provincias como: La Vega, San Francisco de Macorís, Cotuí, Samaná, Sánchez, Bonao, Barahona y Romana. Organizamos una directiva, y el maestro Millerson nos visitaba dos veces al año para supervisar el desarrollo del estilo. Nos apoyó incondicionalmente, al extremo que nos asignó y colaboró para organizar el 2do. Campeonato Mundial de Wado en República Dominicana. 

Por cierto, muy exitoso. Nos elevó al umbral de la dirigencia mundial de Wado – Karate, de la corriente de nuestro gran maestro Tatsuo Suzuki. 

No puedo terminar esta breve historia sin mencionar a los protagonistas que hicieron posible este proyecto Wado. Ellos son: Félix Morona, Dani Alvarado, Confesor Lapaix, Juan Arias, Frank Tejada, Bolívar Gómez, Frank Abreu, Arístides Feliz, José Castillo, Julio Nolasco, María Antonia Rodríguez, Domingo Lantígua, Moisés Ramírez, Riuichi Kameda, Elca Rodríguez, Domingo Acevedo, César Pichardo, Rúbel Salomón, Heidi Rodríguez, Osiris Monción, Pablo Jiménez y Luis Chanlate (asesor). Todos estos miembros te despedimos con profundo pesar y un alto grado de gratitud que perdurarán eternamente. 

Tu amigo y alumno de siempre… Julio Gómez Soto 


 William Walter Millerson , nacido el10 de enero de 1953en Aruba y murió el20 de junio de 2020 en Curacao , es un político curacien en 2017 Presidente de los Estados de Curacao , y el karate holandesa , 8 º Dan en Karate Wado-ryu . 

William Millerson ha ganado múltiples medallas en el Campeonato Europeo de Karate. Entre 1998 y 2014, fue vicepresidente de la Federación Mundial de Karate . Es miembro del Partido Antiá Restrukturá, un partido político de Curazao. Miembro electo de los Estados de Curazao en Mayo de 2017, también fue elegido presidente en Mayo de 2017. En 2011, William Millerson fue nombrado Caballero de la Orden de Orange-Nassau Tomado de frwiki.wiki

sábado, julio 01, 2023

Aquí estamos.

 Después de un tiempo de ausencia aquí estamos de nuevo


.



miércoles, febrero 02, 2022

En el 49 aniversario del desembarco por playa Caracoles de Caamaño.

 En el 49 aniversario del desembarco por playa Caracoles de Caamaño y sus compañeros, el homenaje más hermoso que podríamos hacer al sacrificio de ellos, es avanzar hacia la unidad más amplia de todos los sectores democráticos y revolucionarios de nuestro país, para avanzar hacia la construcción de la patria que Duarte, Luperón, Manolo Caamaño y tantos otros hombres y mujeres caídos han soñado, una Patria democrática, justa, solidaria, libre, soberana e independiente.

Domingo Acevedo
Febrero/22


Foto tomada de lared.

martes, febrero 01, 2022

Entre amigos y poetas.















 

 

jueves, enero 27, 2022

miércoles, enero 26, 2022

Hoy día 26 de enero, día de nuestro Patricio.

A los que claudicaron en sus principios.

Poesía negra, caribeña.

 

Poesía negra Antillana, Domingo Acevedo, Rep. Dominicana.

 

Barcos negreros

 

En su itinerario de horror

barcos negreros vomitan cadáveres en una mar de topacio

anidan  en un trapiche oxidado por el dolor

voces quebradas por el látigo

areito fúnebre

batey desolado

sudor que al tocar la tierra se convierte en sangre

pechos devorados  por un rayo carnívoro

grito que rompe las cadenas que atan la quimera

al canto de las luciérnagas

luna que todas las noches llora sobre las ceibas

su eternidad

caminos de luto y gloria

que en pierde en la memoria anónima

de los esclavos

que hace siglos mueren en el cañaveral

cruces clavadas en el útero de la inocencia

por los guerreros de plata

que  enseñoreados en su maldad

levantan entre sus manos un estandarte de sangre

isla perdida en la ruta del sol

antigua y ambigua

ubicada en un cateto de azúcar y sangre

puerta de jade

por donde penetraron los caballos apocalípticos

a perforar con sus arcabuces

la tierna inocencia de los taínos

 

 

Trampa ancestral.

 

Pedazos de luna derritiendo entre los espejos de las madrugadas

espada vencida por la gloria

relámpago anfibio

torbellino de luz

tres naves carnívoras navegando entre la bruma de agosto

hacia las luces y las sombras de octubre

boca llena de una luz mineral

sonidos de tamboras en la voz destemplada del viento

trapiche desolado

cañaveral ensangrentado por un sonido de cadenas rotas

danza victoriosa

litoral de cenizas

trampa ancestral

lágrimas de cera en los ojos de la quimera

y más allá del resplandor amarillo de las olas que iluminan el amanecer

cadáveres mutilados chorrean sangre sobre los pergaminos de la historia

y junto al camino del ocaso

un lirio resplandece

 

 

 



Negra Antillana

 

            I

 

Negra Antillana

en tu sangre llevas el ritmo tropical

del Caribe imperial

reina del mar y los caracoles

reina del amor y la ternura

reina de la melaza y del guarapo

 

            II

 

Negra majestuosa

alegre y sensual

amo tu piel color aceituna

de la que te sientes orgullosa

porque sabes que es hermosa

de África una flor en la distancia

 

            III

 

Negra dulce y encantadora

deidad que aún suspira

en el dolor de la historia

que los esclavos escribieron

con su sangre en América

 

            IV

 

Deidad que habita en las noches

alegres de los bateyes

y vive en los cañaverales

y en los cafetales en flor




            V

 

Y permanece en los días

Interminables de las zafras

donde tu presencia dulcifica

la vida de los hombres

que hacen del duro trabajo

una canción de amor

 

            VI

 

Negra antillana

simple

inmensa

esencia de siglos

sueños de atabales

ritmo de tambores

es amargo nuestro azúcar

pero dulces tus labios que anhelo





África

 

África

te llevamos dentro de nosotros

donde corres impetuosa

como un río que infla

nuestras venas de orgullo

 

            II

Lates en nuestros corazones

como un tambor

que enciende nuestra sangre

de ritmo y pasión

 

            III

África

tan lejos y tan cerca

como el horizonte

de una primavera tropical

 

            IV

Oscura y dulce como el azúcar crema

 

            V

Liviana y simple como una mariposa

 

            VI

Alegre y tierna como una doncella

enamorada por primera vez

 

            VII

África

aquí en nosotros

tú vives en América



Trópico de fuego

 

Trópico de fuego

cañaveral de sangre

ingenios oxidados por el dolor

senderos perdidos en la memoria

hombres tendidos al sol

con el alma encadenada

a los sueños

y más allá de la angustia púrpura

del látigo en la espalda

la libertad es un canto




Un sendero de sangre

 

Ay negro

cuando quisiste ser libre

nadie pudo detenerte

por un sendero de sangre

tus huellas van tras

la alborada




Pergamino de lágrimas

 

Mi voz dibuja en un pergamino de lágrimas

un lejano horizonte de caña y sangre

en donde el tiempo acumula

en un rincón de mi alma

voces quebradas por el látigo



Hogueras de sangre

 

Largos caminos de viento y de sal

naos repletas de voces

que se ahogan en la noche

rastro infinito de cadáveres en el mar

raíces sembradas en el viento

miradas aplastadas

bajo los escombros rojizos de la tarde

huellas congeladas en la memoria

hogueras de sangre iluminan en el cielo

pasos que se pierden en un siglo

de luces y sombras

trapiches olvidados junto al sendero

de un trópico lejano

tamboras

maracas

danza

sudor

rotas las cadenas

no puede el látigo

huérfano de toda humanidad

acallar el canto

que brota del cañaveral

 

 



Tu historia

 

Es la tambora

la única que sabe tu historia

no es el látigo

que en tu espalda

levanta surtidores de sangre

en tu piel

no es el sol que derrite

tus sueños

ni es el amo

ay negro

es la tambora

la que en cada sonido

cuenta tu historia




El látigo

 

Del látigo al salario

tu historia

siempre ha sido la misma

negro

la vida por nada

 en el trabajo dejas



Negro

 

Negro

no olvides que vienes de África

que con tu sangre en América

también se escribe la historia

 

Negra

 

            I

Negra

ven a los brazos del negro

que la noche es breve

 

            II

 

Ven

que el amo duerme

 

            III

 

Ven

que el amor te libera



La reina

 

Negra

que habitas en el ritmo

de los atabales

que gritan tu procedencia

cuando en las noches

bajo las ceibas florecidas

de estrellas

las manos sudorosas de los hombres

despedazan a ritmo

los cueros de las tamboras

para que tú

coronada de ilusiones

seas la reina del batey



Piedra de sacrificio

 

Esta herida que tengo en el costado izquierdo

de la memoria

no deja de sangrar mariposas amarillas

en mi voz

mi voz que llegó de África a este continente

desnuda y con grilletes

en una carabela que iba vomitando cadáveres

por los mares sin retornos del tiempo perdido

dejando en los salones memorables de la noche

un cementerio de muertos innombrables

que permanecen intactos en las urnas funerarias

del viento

esta herida que tengo  en el costado izquierdo

de la memoria

no deja de  sangrar mariposas amarillas

en mi voz

en mi voz de tambor ancestral

que ilumina con su canto

los azules rincones del agua

eco luminoso

manantial de luz que brota

de las heridas del tiempo

piedra de sacrificio

raíz de árbol sagrado

hoja petrificada tras el ambarino cristal

del otoño

cuchillo de sal que hiere la eternidad

canto de guerra

alarido de muerte

mi voz

llanto de sirena en un océano envenenado

de cadáveres fosforescentes

lluvia de caracoles dormidos en el alma

ala de guaraguao

nido de aves fantásticas

sonido de selva tropical

mi voz de cañaveral y trapiche

de guarapo y melaza

de algodón ensangrentado de sudor

y espanto

mi voz

por el sendero  que une a los dos continentes

un sonido de cadenas rotas ilumina la historia

 

El amor te libera

 

            I

 

Negra

ven a los brazos del negro

que la noche es breve

 

            II

 

Ven

que el amo duerme

 

            III

 

Ven

que el amor te libera

 

Sebastián Lemba

 

Ven aquí negra mía

y deja que la luna

de seda y ternura

te vista la piel

vamos

que en los manieles

repican las tamboras

anuncian que Sebastián Lemba

las cadenas rompió

y los negros en América

libres ya son

 

De África

 

De África a los trapiches

de los trapiches a los manieles

de los manieles a la aurora

venturoso es el camino

que lleva negro a la gloria



Naos repletas de voces

 

Largos caminos de viento y de sal

naos repletas de voces

que se ahogan en la noche

rastro infinito de cadáveres en el mar

raíces sembradas en el viento

miradas aplastadas

bajo los escombros rojizos de la tarde

huellas congeladas en la memoria

hogueras de sangre iluminan en el cielo

pasos que se pierden en un siglo

de luces y sombras

trapiches olvidados junto al sendero

de un trópico lejano

tamboras

maracas

danza

sudor

rotas las caderas

no puede el látigo

huérfano de toda humanidad

acallar el canto

que brota del cañaveral.



Estruendo de arcabuces

 

Estruendo de arcabuces

perforan las paredes del tiempo

Anochece

el mar salpica de cadáveres

los azules rincones de  la distancia

arde  la noche

en la memoria

pasos desnudos huyen

y un  galope desenfrenado  de caballos

acorrala en la oscuridad

los gritos y las voces de los guerreros

que con su sangre iluminan el camino

de la esperanza

piedra de dolor

inerte la carne

mudas las tamboras

una hilera de hombres y mujeres vencidos

miran azorados a sus verdugos

y al compás de la muerte

el látigo y las cadenas danzan

amanece

por un océano de sangre

una embarcación se aleja

 

 Un lirio roto

 

Un lirio roto

un enjambre de pájaros agonizantes

en  los balcones del horizonte

una embarcación anclada en la memoria del olvido

repleta de gritos que salpican la historia de sangre

un cañaveral

en donde en un trapiche

de sombras

se cuece el dolor

una tambora que repica en las noches claras del verano

bajo una  luna de jade

que en un cielo cuajado de sangre solloza

un unicornio moribundo

junto al sendero de la alborada

donde un relámpago de cadenas rotas

deja en el viento

un murmullo de huellas

que se alejan por el camino de la gloria

y el sacrificio

hacia la eternidad

 

 

 

 

Evidencia

 

Yo que transito en el tiempo recolectando estrellas

tengo la maleta repleta de recuerdos

de nombres viejos y olvidados

de muertos ignorados de mi infancia

que solo yo recuerdo

cuando rebusco entre las cenizas del olvido

y mis manos tocan con ternura

los huesos de mi viejo linaje

y en mi memoria se encienden

milenarias hogueras

y en mi pecho un tambor late

y África como una evidencia

es una lágrima entre mis ojos

cuando miro el camino real

que se pierde más allá del horizonte

 

 

 

Un negro llamado Lemba

 

Hombres que emergen del mar

con las miradas enfermas de codicia y sangre

levantando entre sus manos un estandarte de luto

tainos petrificados en el ámbar de la tarde

dos razas heridas en su inocencia

por la espada y la cruz

rastros de sal y sangre que se bifurca en el tiempo

que se pierde en el follaje de la tarde

pergaminos de lágrimas que humedecen los sentidos

tamboras que repican en las noches claras del adviento

y por el camino ensombrecido del medio día

jinetes acorazados van tras las huellas

de un negro llamado Lemba

 

 

Ouidah

 

Hay un rastro reciente de cadáveres en el mar

atlántica ruta de dolor

que deja en la playa huellas de sal y sangre

muchedumbre acorralada por el látigo

empujada por el amo al cañaveral

donde bajo un sol de fuego

día a día

se derriten sus sueños

en un canto

que evoca la gloria perdida

del esclavo

que muere lejos de la tierra que lo vio nacer

encadenada la voz

en las noches lejanas

las palabras retumban en los tambores

grito de libertad que el amo no puede acallar

que en los trapiches rompe cadenas

tropel de sombras que en el amanecer

aletea hacia la libertad del quilombo

donde se recomponen los sueños

en un maniel esperanza

mientras en el palenque

los cimarrones se preparan

para tomar por asalto la aurora


Alegre está el amo


Alegre está el amo
floreció el cañaveral
duro trabaja el negro

Dice la tambora


Las manos del negro
en las noches liberan
la voz de la tambora
que repica libertad
no sabe el amo
que el negro conspira
que en el peinado de Mangula
Trazado está el camino
que llegando esta la hora
dice la tambora
de huir al quilombo


Mi origen

 

La tarde recrea  ante mis ojos la nostalgia de mi origen perdido en África.

 

La   tristeza de estos largos años de exilio en que hemos perdido nuestra identidad, hace florecer entre mis ojos lirios  de agua.

 

La pena acumulada durante estos siglos de huir a ningún lado golpea mi  memoria como un látigo de sal que abre viejas heridas que vuelven a sangrar bajo el sol púrpura de nuestro ocaso. Tantos años de olvido han  dejando en mi boca el  agrio sabor de la ausencia

 

África es en mi corazón la ilusión más dulce,  sé  que ya no volveré al acrisolado mundo de mis sueños,  me he resignado a morir en esta tierra tan ajena y tan mía, pero mi vida sigue allá,  en la aldea de donde una noche  mi ADN sin querer, empezó a viajar en un cuerpo desconocido hacia una isla perdida en el mar Caribe.

 

Quinientos años  después, la mirada triste de la abuela Mamá Tita, me despierta en medio del estruendo de los arcabuces y  los gritos de los  hombres  que defendían  a los suyos, hasta terminar atados a la codicia de unos hombres  que contra el reflejo de la aldea incendiada los conducían  por un sendero de horror hasta una embarcación anclada en un océano de cadáveres, emprendiendo un viaje sin retorno hacia el dolor.

 

Yo apenas era menos que un sentimiento perdido en la memoria de alguien que aún no había nacido, pero  ya llevaba sobre mis hombros el peso de una historia de látigo y sudor, donde la vida nunca dejó de ser un canto que en las noches, se multiplicaba en la voz alegre de las tamboras.

 

Domingo Acevedo.


Poemas tomados del libro América,  del  poeta Dominicano Domingo Acevedo.





Fotos tomadas de la red.

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