Un encuentro cercano con Encelado
27 de octubre de 2015: A aproximadamente 1.600 millones de kilómetros, o más de 980 millones de millas de la Tierra, la nave espacial Cassini, de la NASA, se desplaza a toda velocidad a través de la estrellada expansión del espacio. Desde su punto de observación, orbitando Saturno, la Tierra es nada más que un minúsculo punto de luz para nada diferente de las estrellas que enmarcan al maravilloso planeta de los anillos.
La nave espacial Cassini ha estado orbitando Saturno desde el año 2004 y ha llevado a cabo docenas de sobrevuelos de las fascinantes lunas de Saturno. Su próximo encuentro cercano con Encelado, que se llevará a cabo el 28 de octubre de 2015, promete arrojar resultados emocionantes.
Encelado ostenta un paisaje cubierto de hielo, aparentemente estéril, repleto de profundos cañones, apodados “rayas de tigre”. Debajo de su exterior cubierto de hielo se agita un océano global, el cual recibe parte del calor de las mareas de Saturno y de otra luna, Dione, con fumarolas en el lecho marino que despiden agua a al menos 90 °C (194 °F). Los penachos de vapor de agua y las partículas de hielo emanan de su superficie como si fueran los chorros de un géiser, lo cual proporciona pistas de que hay mucho más de lo que parece en este paisaje lunar cubierto de hielo.
La nave Cassini planeará a través de los chorros ubicados en el polo sur de la luna, a tan solo algo más de 48 kilómetros (30 millas) por encima de la superficie.
“A pesar de que el sobrevuelo del 28 de octubre no será el más cercano que hemos hecho a Encelado, es el sobrevuelo más cercano que se ha realizado sobre el polo sur y a través del penacho”, dice Linda Spilker, la científica del Proyecto Cassini, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, o JPL, por su sigla en idioma inglés). “Estaremos explorando in situ una región del penacho de la cual Cassini nunca ha tomado muestras. ¡Esto es muy emocionante para mí!”
Entonces, ¿qué es lo que causa estos penachos y por qué son tan importantes? Los vastos océanos subterráneos de Encelado pueden ser efervescentes y pueden estar repletos de gas. Cuando el gas y las partículas de hielo se elevan a la superficie son expulsados en forma de penachos que emanan desde las “rayas de tigre”. En palabras de Linda Spilker, el proceso es similar a “agitar una botella de bebida gaseosa; el gas no tiene adónde ir, excepto hacia arriba y hacia afuera”.
Sin embargo, los penachos son más que simplemente gas y agua; las muestras indican que también contienen muchos de los bloques fundamentales que son esenciales para la vida parecida a como es en la Tierra. Esto lleva a pensar en la emocionante posibilidad de que en Encelado podrían existir organismos similares a aquellos que prosperan en nuestros propios océanos profundos, cerca de las fumarolas volcánicas que emanan dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno. A pesar de que todavía es muy pronto para saber exactamente cuán complejas podrían ser las potenciales formas de vida en Encelado, los científicos especulan que al menos la vida microbiana es una posibilidad real.
En el futuro, otra nave espacial diferente podría viajar a través del sistema solar para visitar al gélido Encelado. Esta nave espacial, a diferencia de Cassini, podría estar diseñada para aterrizar sobre la superficie de Encelado, cerca de una de sus “rayas de tigre”. Esta sonda podría tomar muestras de manera más directa, bordeando todo el penacho.
“Lo ideal sería que pudiera tomar muestras desde el borde de una de las rayas de tigre”, especula Spilker. Esto garantizaría que los microbios expulsados desde el interior de Encelado fueran más abundantes y fáciles de recolectar.
Hasta entonces, los sobrevuelos son lo mejor que tenemos. Y el próximo debería ser también muy bueno. ¡Sintonícenos el 28 de octubre!