Murallas
de papel
Santo Domingo
avenidas
desoladas
autos veloces
transeúntes atrapados en burbujas de neón
luces derritiéndose en las paredes de los altos
edificios
suburbios que se los traga la noche
ríos contaminados
malecón de sombras
obelisco de cera
murallas de papel
y tres puertas siempre abiertas
CIUDAD
DE PAPEL
Ciudad que todos los días mira atónita al mar Caribe
que la fecunda de salitre
embrujo de luna llena bajo estatuas de bronce y cal
acantilado anfibio que muerde el horizonte
ciudad de papel roída por la lluvia
ciudad enclavada en un cateto de azúcar y sal
ciudad antigua y ambigua
ombligo de la noche
equidistante del sol y las estrellas
ciudad recién nacida en su
heroísmo
en un golfo de flechas y sangre
cuidad de asombros y mendigos
de niños podridos por la tuberculosis
y la modernidad
ciudad de prostitutas que a las 11:30 p.m.
en la Duarte
con París se desvanecen en su hastío
y a esa misma hora en la bolita del mundo
un travestí hace el amor a la soledad
ciudad con sus náufragos de las 6:00 a.m.
frente al parque independencia
atrapados en su destino de transeúntes
ciudad
horizonte de luna llena más allá de la alborada
ladrido de perros azules
refugio de los niños que huelen cemento
y de los ancianos que beben triculí
todas las noches
entre la Caracas
y la Ravelo
el parque Enriquillo los acoge en su agonía
la ciudad
temblor y congoja
vida y muerte en la zona norte
mientras que en Capotillo
en la calle 6
los jóvenes se sublevan
y en la Albert
Thomas con Ovando
un manifestante es asesinado
de sus heridas emerge la primavera
banderas azules ondea el viento
mientras que la multitud atrincherada detrás de sus voces
retrocede
se dispersa en las claras habitaciones del medio día
en el asfalto una flor tiñe de rojo la esperanza
y a esa misma hora en el parque Colón
un fantasma desnudo baila ga ga
con la reina Isabel la
Católica de España
la ciudad
por sus calles de lágrimas
un niño limpiabotas no vuelve a
su casa
se quedó dormido en un rincón de la vida
su cuerpecito de azabache tierno
reposa tranquilo en manos de la
eternidad
ciudad
heroína de todas sus guerras
que amamantó en su pecho a todos sus héroes
y enterró en la primavera a todos sus muertos
ciudad de espanto y fantasmas
en la calle el Conde
Nicolás de Ovando se jacta de su sadismo
a esa misma hora en Cuba
Hatuey es quemado en la hoguera
pero en Santo Domingo
Enriquillo y Sebastián Lemba
reivindican sus razas
pero por Dios no digan a nadie
que Francis Drake defecó en la catedral
y uso como papel desechable
la partida de nacimiento de Cristóbal Colón
por eso es que nadie sabe con certeza
el origen perverso de tan
intrépido navegante
y no olviden que la ciudad no es más
que un espejismo de neón líquido en la oscuridad
Otra vez Santo Domingo
Ya es de noche
por la avenida
Duarte
una oleada humana se
escurre
entre los cristales
de las tiendas y la fantasía del neón
en el parque
Enriquillo agónicos bebedores de triculí
comparten su morada
con los palomitos del malecón
que huelen cemento
atracadores y
policías se confunden entre las sombras
y las luces de la zona colonial
esperan a que sus
victimas
atraviesen los
límites de la inocencia
para atraparlos entre
las redes de la locura y el miedo
en Villa Juana y la Ciénaga
vendedores de crac y
marihuana
ofertan sus productos
al mejor postor
son las 3:00 A.M.
los jevitos de la Lincoln ebrios de cocaína
y velocidad
se masturban a nombre
de la madre
de la sociedad que
los parió
y en la París
con José Martí
viejas prostitutas de
algodón
hacen el amor a la
soledad
a esa misma hora en
la calle el Conde
frente a la catedral
primada de América
un mendigo defeca en
la conciencia de todos nosotros
desde la calle Isabel
la Católica
un fantasma lo
observa
y se aleja llorando
es la ciudad
en el semáforo de la Sarasota con Jiménez Moya
mendigos Haitianos se
suicidan con sus cuchillos de miseria
y en la zona norte
precisamente en
Capotillo
último reducto de la
esperanza
la policía reprime a
la población
que protesta contra
el FMI
y Joselito muere
asesinado
mientras que en Boca
Chica
una turista Alemana
se da un baño de sol y playa
el sueño de Hitler es
ya historia
a su lado
un negro criollo
duerme tranquilo
Domingo Acevedo.
Fotos tomadas de la red y de Domingo Acevedo.