A esta hora el camino
real.
El camino real a esta
hora esta desierto, una brisa caliente levanta nubes de polvo que se pierden
entre los matorrales resecos.
Es medio día, en julio
el verano achicharra todo el monte y la primavera es un vestigio lejano de
flores y mariposas derretido en el recuerdo de los abuelos que debajo de una
mata de mango dormitan en el efímero esplendor de los sueños.
A ninguna parte he ido
todo este tiempo de vivir
A ninguna parte he ido
todo este tiempo de vivir. He caminado sin rumbo por los caminos de la vida, he
vivido una vida que no es mía, que es ajena, que le pertenece a otros, he
cargado sobre mis hombros sueños y dolores ajenos.
Hoy me he quitado la
mascara que he llevado puesta por tanto tiempo y he ido al espejo a mirarme
cual tal soy y no me conozco, no soy yo, mi rostro es el rostro de todos, soy
el pueblo, soy la vida, la esperanza.
Soy ese niño que muere
cada tres segundos de hambre, soy esa mujer crucificada en la mas absoluta pobreza, soy ese hombre que
después de un día de andar por la ciudad buscando una esperanza, vuelve a su
casa con las manos vacías, soy ese anciano abandonado a su suerte, soy el
mendigo de la calle, soy la muchedumbre acorralada por las guerras y el hambre,
yo soy el dolor, soy la vida, soy la esperanza última.
Sinfonía de guerra.
Río de sal en el rostro de un horizonte de
azufre
sangre de unicornios sobre la primavera que
enero marchita
voz quebrada por el hacha homicida del verdugo
tarde de cenizas que el viento diluye a lo
lejos
pergaminos rotos de una historia inconclusa
Sinfonía de guerra
canto de amor y entrega
donde la eternidad es una flor que brota de
cuatro pechos
ensangrentados en su heroísmo
y allí
solos
en medio de la nada
y sin ninguna posibilidad de romper el cerco
no les quedó más que morir
aferrados a sus sueños
Enero 2012
Amaury.
Alas de aves fantásticas llevan en la voz del
viento
el nombre de Amaury
más allá de un ocaso de sangre
donde las sombras sucumben a la luz
de una estrella
que en su frente eterniza sus sueños
en el crepúsculo más puro de su breve vida.
Enero 2012
Domingo Acevedo.
Cargo sobre los
hombros de mi voz, todo el peso de una humanidad herida por las ambiciones y el
egoísmo de los hombres.
Domingo Acevedo.
Oct/13
No me gustan los
traidores, los vende patria, ni los oportunistas, me dan nausea y este país nuestro está lleno de esa clase
de individuos que hacen lo que sea para estar a la sombra del poder.
Como pesa la soledad
cuando no se tiene a donde ir y las lagrimas atan tu destino al olvido.
Domingo Acevedo.
Dic/13
La educación es uno de los ejes
fundamentales para el desarrollo de todas las naciones
La educación es uno de los ejes fundamentales para el desarrollo de
todas las naciones, los gobiernos que no invierten en ella, condenan a sus
pueblos a vivir en el atraso social, económico y político.
Tener una educación laica con, docentes y técnicos calificados es la
clave para la creación de una sociedad crítica, capaz de forjar su propio
destino al margen de la manipulación de sectores oscuros.
Domingo Acevedo.
Oct/13
Los amigos verdaderos.
Los amigos verdaderos son aquellos que saben salir airosos de las
adversidades y las contradicciones que a veces ponen en peligro la amistad, ya
que la comprensión, el perdón y el amor engrandecen a los seres humanos,
mientras que la prepotencia y el odio los envilecen.
Amen de que una amistad no puede estar sujeta al egocentrismo de una
persona que cree que el universo gira alrededor de ella y que los demás deben
estar sujetos a sus caprichos.
Domingo Acevedo.
Dic/13
Muchas veces los que
escribimos agonizamos frente a las páginas en blanco sin saber que escribir en
ellas.
Domingo Acevedo.
Dic/13
Bienaventurados
los que esta noche son felices.
Bienaventurados los que esta noche tienen un techo, pan en la mesa y una familia con quien compartirlo y son felices, por que en verdad os digo, que esta noche, muchas personas, no tiene un techo, ni pan en la mesa, ni una familia con quien compartir y no son felices, ya que por la inequidad de los que tiene el poder económico, político y militar son más los que sufren que los que son felices.
Domingo Acevedo.
Dic/13
Bienaventurados los que esta noche tienen un techo, pan en la mesa y una familia con quien compartirlo y son felices, por que en verdad os digo, que esta noche, muchas personas, no tiene un techo, ni pan en la mesa, ni una familia con quien compartir y no son felices, ya que por la inequidad de los que tiene el poder económico, político y militar son más los que sufren que los que son felices.
Domingo Acevedo.
Dic/13
Desde
que viene a este mundo por accidente, mi corazón no ha dejado de llorar.
Domingo
Acevedo.
Ic/13
Tristemente feliz.
Si me preguntan si he sido feliz
les contestaré
que he sido
tristemente feliz
que casi siempre hay lagrimas enredadas en mi
sonrisa
que en mis ojos dos ruiseñores heridos de ausencia agonizan
y que muchas veces el llanto estalla
inadvertido en mi voz
lo sabe la luna
y lo murmura el viento entre los árboles
cuando la tarde en la distancia se convierte en
mariposas
que vuelan sin prisa hasta alcanzar la noche
Domingo Acevedo
Julio/13
Mañana a las cinco en el parque Independencia
para la conclusión del taller del cambio climático
El ministerio público en nuestros país es un
funcionario del partido en el gobierno (Domínguez Brito) el PLD en estos
momentos y sólo se encarga de perseguir el crimen, la corrupción y el delito en
los estratos más bajos de la sociedad dominicana, convirtiéndose un en garante
de la corrupción y la impunidad a gran escala.
Domingo Acevedo.
Julio/13
Hay
un niño herido en mi voz
La madrugada.
La madrugada se viste de rocío
Nos dice adiós
Y se desvanece en las habitaciones azules del viento
La paz.
Quienes hablan y promuevan la paz, no
dicen que en esencia quienes hacen la guerra son las naciones poderosas para
imponer su voluntad sobre las naciones pequeñas e indefensas. Deben decir que
la paz, no puede estar sustentada sobre la injusticia, la pobreza y el hambre
creada y patrocinada ya que mientras en los países pobres la gente muere de
hambre, en los países ricos, la comida sobre y se tira al zafacón, que la paz
debe ser el producto de una equitativa distribución de las riquezas y del
respeto a la autodeterminación de los pueblos y sus soberanías.
Domingo Acevedo.
Junio/13
Relámpago
de sombras
Un relámpago de sombras anuncia la noche
más allá de un horizonte marino
la luna como una gota de sangre
resbala por las paredes del insomnio
hasta el amanecer
La ciudad que lo ignora.
Hundido en el abismo de la noche
un mendigo agoniza
en la ciudad que lo ignora
Como el día solloza.
Veras como la noche borra sus huellas en el día
y como le día solloza todas las tardes
en los brazos del horizonte
La voz de la sangre.
La voz de la sangre aúlla en la conciencia
de un mundo acorralado por las guerras y el hambre
Dos garzas.
Suspendidas en la mirada
Dos garzas atraviesan los limites de la tarde
Y se pierden en la oscuridad de la noche
En el cielo
De pronto
En el cielo
Anochecen
Golondrinas y nubes
Puñal de jade.
Puñal de jade clavado en la voz quebrada del viento
luna de sal derritiéndose en un horizonte de sangre
pergaminos de lágrimas
caminos de ausencia
por donde el olvido galopa sin rumbo
en el caballo de la eternidad.
Entre las sombras y la sangre.
Es la tristeza mi alegría
la soledad mi vida
la noche mi hogar
sin poder escapar
entre las sombras y la sangre
vivo atrapado.
La luna se viste de horizonte
Allá
en la mirada del viento
la luna se viste de horizonte
y suspira
Domingo Acevedo.
Un relámpago de sombras anuncia la noche
más allá de un horizonte marino
la luna como una gota de sangre
resbala por las paredes del insomnio
hasta el amanecer
La ciudad que lo ignora.
Hundido en el abismo de la noche
un mendigo agoniza
en la ciudad que lo ignora
Como el día solloza.
Veras como la noche borra sus huellas en el día
y como le día solloza todas las tardes
en los brazos del horizonte
La voz de la sangre.
La voz de la sangre aúlla en la conciencia
de un mundo acorralado por las guerras y el hambre
Dos garzas.
Suspendidas en la mirada
Dos garzas atraviesan los limites de la tarde
Y se pierden en la oscuridad de la noche
En el cielo
De pronto
En el cielo
Anochecen
Golondrinas y nubes
Puñal de jade.
Puñal de jade clavado en la voz quebrada del viento
luna de sal derritiéndose en un horizonte de sangre
pergaminos de lágrimas
caminos de ausencia
por donde el olvido galopa sin rumbo
en el caballo de la eternidad.
Entre las sombras y la sangre.
Es la tristeza mi alegría
la soledad mi vida
la noche mi hogar
sin poder escapar
entre las sombras y la sangre
vivo atrapado.
La luna se viste de horizonte
Allá
en la mirada del viento
la luna se viste de horizonte
y suspira
Domingo Acevedo.
Tu
voz distante y dulce
A veces imagino tu voz extraviada en las claras habitaciones del agua
tu voz distante y dulce
tu voz estremecida en el viento
tu voz tu voz que regresa del olvido
y trepa por las paredes de la noche
y se desgrana en el trino de los pájaros al amanecer
y salpica de mariposas la distancia
abril/12
A veces imagino tu voz extraviada en las claras habitaciones del agua
tu voz distante y dulce
tu voz estremecida en el viento
tu voz tu voz que regresa del olvido
y trepa por las paredes de la noche
y se desgrana en el trino de los pájaros al amanecer
y salpica de mariposas la distancia
abril/12
El mito de la Ciguapa.
Dulce y triste
casi invisible
en el bosque habita una ciguaya
ultimo reflejo de una raza
que muere en ella
para que nazca el mito de la ciguapa
Oct/13
Ciguapa
Temerosa
no con los pies volteados
semidesnuda y bella
se pierde en el bosque
caminando de espalda
una ciguapa
Oct/13
Más de lo mismo.
El pld
Leonel Fernández
Margarita Cedeño
Danilo Medina
el nuevo gobierno
los corporativos del comité político
los viejos y nuevos funcionarios corruptos
los 205 mil millones de pesos desaparecidos de las arcas
del estado
distribuidos entre la campaña y los bolsillos de los
funcionarios ladrones
el silencio y la complicidad de Danilo
el paquetazo
las visitas sorpresas
el chapulin colorado
la berborrea
el boche
más de lo mismo
el nuevo estilo de gobernar
perdón de engañar al pueblo
de mentir
porque en definitiva Danilo
tú eres igual que Leonel
por eso es que hoy igual que ayer
en los barrios pobres
vivimos la misma inseguridad
la misma alza en los precios de los alimentos
los mismos apagones
la misma escasez de agua
mientras tú Danilo y tus funcionarios
se siguen enriqueciendo a costa de nuestra pobreza
obviando
que no hay mal que dure cien años
ni cuerpo que lo resista
por lo que yo se
estoy seguro
que un día
más temprano que tarde el pueblo romperá sus cadenas
y tomará por asalto la aurora
Domingo Acevedo
Oct/13
Se me escapó en la mirada.
Con la inocencia de un niño
traté de atrapar el tiempo en mis palabras
y se me escapó en la mirada
Domingo Acevedo.
Agosto/13
El centauro
Recuerdo con pena, como hace ya más de
quinientos años de la llegada del hombre blanco a estas tierras, que las
compartíamos diversas criaturas del bosque en paz.
Ellos después de construir rústicos
poblados que después se fueron convirtiendo en hermosas ciudades, en su inmenso
egoísmo, no se conformaron con la tierra que tenían y se fueron adueñando
poco a poco y a la fuerza de todos los territorios de más allá del horizonte,
donde habitábamos nosotros en, no valió que resistiéramos, los caminos se
fueron tiñendo con la sangre de las creaturas de bosque, todo el que se
opuso fue aniquilado.
Yo el último sobreviviente de aquellas
batallas, el heroico y solitario guerrero de las sombras, el que no pudo ser
vencido por la crueldad del hombre blanco, el que no cayó en sus engaños y
trampas, el más temido y odiado, derrotado por el cansancio y la modernidad, no
me quedó más que disfrazarme de humano para poder sobrevivir a la crueldad del
hombre. Cuanto me costó adaptarme a sus defectos, y miserias, a su injusticia,
a su inhumanidad.
Hoy que el tiempo ha pasado, envejecido
en mi soledad casi eterna, arrastrando el dolor del extermino ya no puedo, no
tengo fuerzas para seguir escondiendo por más tiempo lo que soy, es por eso que
he decidido tirarme de este precipicio hacia la libertad.
Por el camino sin edad del olvido
Por el camino sin edad del olvido
un fantasma se aleja llorando
sus lagrimas dejan un rastro de lirios en la
noche
y en los pergaminos del tiempo
una luna de ausencia gravita en tus ojos
Domingo Acevedo.
Abril/13
Allá
más allá de la noche que flota sobre las tibias
aguas del mar Caribe
hay un horizonte de barcos anclados en la nada
Domingo Acevedo.
Abril/13
Con la inocencia de un niño
traté de atrapar el tiempo en mis palabras
y se me escapó en la mirada
Domingo Acevedo.
Agosto/13
Los alfileres de la ausencia.
Clavados en mi voz
los alfileres de la ausencia
hacen sagrar de olvido mis ojos
Domingo Acevedo
Abril/13
Guerreros invencibles
del Aconcagua.
Esta noche
solitarios guerreros
danzan en los pergaminos del tiempo
alrededor de una luna
de plata
parecen mariposas
danzando en el viento
tratando de alcanzar
un sueño
una luz perdida en los
lejanos suburbios de la alborada
fantasmas que recorren
los Andes
atravesando senderos
amazónicos
buscando entre los
residuos de la historia
los restos incinerados
de la utopia
encendiendo hogueras
apagadas por el llanto
para que nuevamente
iluminen de esperanza
las aldeas remotas de
los Mapuches
hechos de amor y
ternura
de un sentimiento tan
profundo
que los ata por
siempre a la tierra
por la viven y mueren
guerreros invencibles
del Aconcagua
hechos de barro y agua
habitantes de más allá
del río Maule
araucanos bravíos
eternizándose en el
tiempo
raza que emigra desde
el dolor y el sacrificio a la gloria
hoy por un sendero de
sangre que viene del pasado
un centauro herido se
aleja a morir en mi voz
Abro las puertas del
tiempo.
Abro las puertas del
tiempo
y me alejo por un
camino de lirios y azucenas
a encontrarme contigo
en los umbrales de la alborada
en donde tú
con el corazón repleto
de ternura
sobre un unicornio del
cristal
bajo el embrujo de
una luna llena
cabalgas hacia mis
brazos
en busca de un sueño
Y se hace poesía
A veces tu nombre rueda por los bordes de una lagrima
y se hace poesía
una canción
Con la inocencia.
Con la inocencia de un niño
traté de atrapar el tiempo en mis palabras
y se me escapó en la mirada
Los alfileres de la ausencia.
Clavados en mi voz
los alfileres de la ausencia
hacen sagrar de olvido mis ojos
Por el camino.
Por el camino sin edad del olvido
un fantasma se aleja llorando
sus lagrimas dejan un rastro de lirios en la noche
y en los pergaminos del tiempo
una luna de ausencia gravita en tus ojos
allá, más allá.
Allá
más allá de la noche que flota sobre las tibias aguas del mar Caribe
hay un horizonte de barcos anclados en la nada
El PLD
la corrupción
Felix Bautista
el déficit fiscal
el metro
las obras sobre valuadas
Víctor Díaz Rúa
el hoyo
la reforma fiscal
el paquetazo
la mentira
doscientos cinco mil millones de pesos
el FMI
el robo de los fondos públicos
el senado
Reinaldo Pared Pérez
la cámara de diputados
Abel Rodríguez
el barrilito
el hombre del maletín
la subasta
los onerosos contratos mineros
loma Miranda
el presidente nuevo
con sus funcionarios viejos y corruptos
Leonel Fernández Reina
artífice de la falacia
Protagonista de la mentira
maestro en el arte de robar
las protestas
el juicio público
la condena
la vice
el teatro
telemicro
canal cinco
la voz oficial de la desinformación
las poses
el circo
Gómez Díaz
la clase media
los pobres
el dengue
el colera
los apagones
la falta de agua
la delincuencia
la inseguridad
el narcotráfico
el microtrafico
la policía
los swat
los linces
los toppos
especializados en la represión y el crimen
contra la población civil pobre e indefensa
y nuevamente los pobres
navegando a la deriva entre los sueños
y la realidad amarga de la marginalidad
sin tener a donde ir
no nos queda más que resistir
Sueños perdidos en los conucos.
Son las seis de la tarde, detrás de la
casa papá prepara su montura. Julia es una burra que nos ha acompañado en un
gran trecho de nuestras vidas, ha estado ahí, en las buenas y en las malas,
sobre su lomo nos ha llevado por todos los confines de esta tierra y más allá,
a la ciudad en donde no hay espacio para los humildes labradores que llenos de
harapos por sus calles inhóspitas venden sus sueños perdidos en los conucos
y por las que pregonan a viva voz: verduuuras, yuuuca,
aguaaaaacates, maaaaangos marchanta llevo carbooon, venga marchanta que llevo
huevos criollos, para después de vender nuestros productos por miserables
monedas, perdernos nuevamente en el monte con todos nuestros sueños a cuesta.
Ya la montura está lista, León juguetea
entre nuestras piernas alegre, salta, ladra, mientras Julia nos mira con toda
su ternura resumida en sus ojos tristes. No me acuerdo cuando llegó a casa pero
la recuerdo de toda la vida, desde siempre, desde que tengo uso de razón.
Estamos detrás de la casa, bajo la mata
de capá, mi madre, mi hermano Juancito, y yo, Felipe y Ñonó no se por donde
andan. Ya mí padre está preparado al lado de Julia, se despide con un gesto de
la mano y se monta, yo corro y me aferro con ternura a una de sus piernas y
luego me alejo para ver como él, mí padre, se aleja por el camino en sombras a
un lugar perdido en el monte, León va tras él ladrando y saltando alegre,
nosotros nos quedamos parados en medio de la noche hasta que ellos se pierden
en la oscuridad.
Allá en un claro del monte mi padre
tiene un horno hecho de troncos secos para hacer carbón vegetal, para luego
venderlo en la ciudad. Tiene que cuidarlo, por eso es que amanece todas las
noches vigilándolo para que no se incendie porque sino en vez de carbón
sólo encontrará cenizas.
En la carbonera, a la intemperie dormirá
sobre algunos sacos de cabuya que lo cubrirán del frío de la noche y los
mosquitos, acompañado de los grillos y las estrellas, las lechuzas y los
murciélagos. A su lado León gruñirá a los fantasmas que rondan la soledad de la
noche en el monte, él y Julia no desampararán a mi padre por nada del mundo,
estarán siempre a su lado protegiéndolo de toda maldad escondida entre el
silencio nocturno y la oscuridad.
Mañana tempranito, antes que salga el
sol, mi madre, Juancito y yo iremos a encontrarnos con mi padre, les llevaremos
un poco de café y algo de comer ya a esa hora el carbón estará listo para
llenar cuatro o cincos sacos para acomodarlos en el lomo de Julia y regresar a
la casa, para de inmediato mi padre tomar el camino hacia la ciudad y venderlo
a algún comerciante para traernos de comer para unos cuantos días.
Una
luna de jade en un cielo cuajado de sangre.
Un
lirio roto
una
mariposa herida
un
horizonte de pájaros agonizantes
un sol
atrapado tras los cristales del tiempo
una
anacahuita recostada contra la última tarde del otoño
un
camino herido por el llanto
un mar
de topacio
una
embarcación repleta de gritos que salpican la historia de lágrimas
una
hoguera congelada en la mirada del invierno
un
cañaveral de sombras donde se cuece el dolor
un
trapiche de látigo y sudor
una
tambora que llora en las noches claras del verano
una
luna de jade en un cielo cuajado de sangre
un
unicornio moribundo junto al sendero de la alborada
donde
un relámpago de cadenas rotas dejan en el viento
un
murmullo de huellas que se alejan por el camino de la gloria y el sacrificio
hacia
la eternidad
Un centauro.
Con una herida en
el corazón
postrado ante el olvido
agoniza un centauro
en sus ojos anegados de eternidad
una luz se apaga
postrado ante el olvido
agoniza un centauro
en sus ojos anegados de eternidad
una luz se apaga
Un enjambre de perros azules
Hay pasos ahondándose en la espesura de la incertidumbre
y más allá de la inexactitud del tiempo
un enjambre de perros azules arañan la noche
La luna lo sabe
Este camino que se pierde entre mis ojos
no lleva a ninguna parte
la luna lo sabe
por eso todas las tardes se entretiene a jugar en el horizonte
con las golondrinas
Heridas de ausencia
Estas dos palomas que huyen de mis ojos
heridas por la ausencia
sin ninguna oportunidad de regresar del olvido
se diluyen en la inmensidad del tiempo
En este viaje hacia el olvido
atrapado en propia soledad
he llorado tantas veces mi vida
que no se si de verdad vivo o muero
He acumulado tanto dolor en mis recuerdos
que en mis ojos hay una herida que no cierra
Hay un niño herido en mi voz
Ya no se a donde voy
me he perdido en los laberintos
de la incertidumbre
buscando una salida para escapar
a tantos recuerdos
Estas dos lágrimas que ruedan por mi rostro
Arrastran consigo todo espeso amargo de mi edad
Aquí
arrinconado contra los últimos vestigios del tiempo
la vida se desvanece en la nada
La tarde llegó silenciosa
enterró sus cuchillos de sal en mi memoria
y se alejo cantando
Domingo Acevedo.