domingo, julio 06, 2008

Pedazo de luna derritiéndose entre los espejos oscuros
de las madrugadas
espada vencida por la gloria
relámpago anfibio
torbellino de sombras
tres naves carnívoras navegando entre las brumas de agosto
hacia las luces y las sombras de octubre
boca llena de una luz vegetal
trampa ancestral
junto al camino del ocaso un lirio solitario resplandece y muere
sonido de tamboras en la voz destemplada del tiempo
trapiche desolado
cañaveral herido por un sonido de cadenas rotas
danza victoriosa
litoral de cenizas
mil cadáveres mutilados chorrean sangre
sobre los pergaminos de la historia
lágrimas de cera en el rostro de la quimera
y más allá del resplandor amarillo de las olas que iluminan el amanecer
el alba tiende sus sábanas rosadas sobre un cielo tapizado de mariposas
ESPECTADORES DEL ALBA

Me abruma la terca agonía de los indigentes de la zona colonial
residentes permanentes de las sombras
efímeros inquilinos de las frías madrugadas de enero
invisibles espectadores del alba
que marcan su espacio con el aroma inconfundible del hambre
todas las noches sobre las aceras dejan jirones de sus vidas
pasajeros de un tren sin destino
son victimas de una sociedad que en grandes vasijas de plata
lava en sangre sus manos
ignorados transeúntes de calles heridas por siglos de ausencia
cómplices de las prostitutas del Conde peatonal
bohemios del rocío y el salitre
aventureros insomnes de la miseria
lunáticos mutantes de la desdicha
que en la mella frente al parque de las palomas
en noches de luna llena se desnudan y danzan hasta morir

lunes, junio 23, 2008

TORBELLINO DE SOMBRAS



Piedra resplandeciente

girasol solitario

eco de lágrimas roto por la ausencia

espada vencida por la gloria

torbellino de sombras

relámpago mineral

barco de hielo

derretido horizonte de fuego

boca llena de una luz vegetal

lágrima de cera

sonido de tamboras en la voz

trapiche desolado

cañaveral herido por un sonido de cadenas rotas

danza victoriosa

océano púrpura

litoral de cenizas

y detrás de los espejos de humo

sonámbulos cadáveres se desnudan

en la media noche y hacen el amor

a las estatuas del parque mirador

y más allá

del resplandor amarillo de las olas

que iluminan el amanecer

el alba tiende sus sábanas rosadas

sobre un cielo tapizado de mariposas



DOMINGO ACEVEDO

sábado, junio 21, 2008

Piel de Sándalo


Piel de Sándalo
cabellos de Lianas dormidas
sobre los árboles de la selva
ojos de mar insondable y sereno
pezones erectos y tibios
entre mis manos
labios que saben mi nombre
labios que ríen y besan
lengua apasionada y sedienta
manos fraternas
cintura de anillo nupcial
ombligo de caramelo en mi boca
largas piernas
sexo de fuego
pies descalzos sobre la arena húmeda
de los sueños
ven mujer
traspasa el tiempo y la distancia
desnudate
y danza para mí bajo la luna
Perros alados

Una jauría de perros alados
protegen el templo
donde mi voz
desnuda como una virgen
habita

jueves, mayo 29, 2008


En mi memoria guardo
como un recuerdo memorable
el fuego de tu piel
que en las noches abismales
del último invierno del siglo
derritió la nieve de cien años
acumulada sobre los tejados
de las casas invisibles
que los gnomos
habitantes de los espacios
inverosímiles del tiempo
construyeron
para esconderse de la ira
de los dioses antiguos
y como evidencia del amor
guardo entre mis labios
que te nombran con ternura
el olor líquido de los residuos
de tu sexo floreciente
y para alimentar mi fantasía
busco en mis recuerdos
como tocar con mis manos
la amarilla desnudez
de tu cuerpo
que contra la luz de la luna
palidece de pasión
entre mis brazos
como una hoja trémula
que un viento lumínico
arrastra sin rumbo
por las calles de una ciudad
imaginaria

miércoles, mayo 28, 2008

lunes, mayo 26, 2008

domingo, mayo 25, 2008

jueves, mayo 15, 2008


Murallas de papel

Santo Domingo
avenidas desoladas
autos veloces
transeúntes atrapados en burbujas de neón
luces derritiéndose en las paredes
de los altos edificios
suburbios que se los traga la noche
ríos contaminados
malecón de sombras
obelisco de cera
murallas de papel
y tres puertas siempre abiertas

miércoles, mayo 14, 2008


Mi origen

La tarde recrea ante mis ojos la nostalgia de mi origen perdido en África.

La tristeza de estos largos años de exilio en que hemos perdido nuestra identidad, hace florecer entre mis ojos lirios de agua.

La pena acumulada durante estos siglos de huir a ningún lado golpea mi memoria como un látigo de sal que abre viejas heridas que vuelven a sangrar bajo el sol púrpura de nuestro ocaso. Tantos años de olvido han dejando en mi boca el agrio sabor de la ausencia

África es en mi corazón una hoguera que se enciende entre mis ojos cuando miro hacia atrás, se que ya no volveré al acrisolado mundo de mis sueños; me he resignado a morir en esta tierra tan ajena y tan mía, pero mi vida sigue allá, en la aldea de donde una noche mi ADN sin querer, empezó a viajar en un cuerpo desconocido hacia una isla perdida en el mar Caribe.

Quinientos años después, la mirada triste de la abuela Mamá Tita, me despierta en medio del estruendo de los arcabuces y los gritos de los hombres que defendían a los suyos, hasta terminar atados a la codicia de unos hombres que contra el reflejo de la aldea incendiada los conducían por un sendero de horror hasta una embarcación anclada en un océano de cadáveres, emprendiendo un viaje sin retorno hacia el dolor.

Yo apenas era menos que un sentimiento perdido en la memoria de alguien que aún no había nacido, pero ya llevaba sobre mis hombros el peso de una historia de látigo y sudor, donde la vida nunca dejó de ser un canto que en las noches, se multiplicaba en la voz alegre de las tamboras.

Hijos póstumos del rocío

Mis padres
hijos póstumos del rocío
crecieron bajo el sombrío reflejo
del relámpago y la lluvia
cuando el trueno iluminaba de misterios
los ignotos rincones de los recuerdos
que se perdieron entre la sangre y las flores
de una primavera truncada por el peso
de las cadenas y los arcabuces
allá
muy lejos en la memoria
una embarcación encalla entre los arrecifes
de los sueños
y bajo el resplandor de una luna de cal
nostálgicas tamboras atan mi vida
a la nostalgia
es aquí donde mis padres
un hombre
y una mujer
ignorados leñadores
perdidos en el confín del monte
diseñaron este traje de carne y hueso
que he llevado puesto por tanto tiempo

A mis padres Sergio Bautista
y Cosuelo Acevedo

jueves, mayo 08, 2008

Otra vez Santo Domingo




Ya es de noche
por la avenida Duarte
una oleada humana se consume entre la fantasía del neón
y la indiferencia
en el parque Enriquillo agónicos bebedores de triculí
comparten su morada con los palomitos del malecón
que huelen cemento
atracadores y policías se confunden entre las sombras
y las luces embriagadoras de la zona colonial
esperan a que sus victimas
atraviesen los límites de la inocencia
para atraparlos entre las redes de la locura y el miedo
en Villa Juana y la Ciénaga
vendedores de crac y marihuana
ofertan sus productos al mejor postor
son las 3:00 A.M.
los jevitos de la Lincon ebrios de cocaína y velocidad
se masturban a nombre de la madre
de la sociedad que los parió
y en la París con José Martí
viejas prostitutas de algodón
hacen el amor a la soledad
a esa misma hora en la calle el Conde
frente a la catedral primada de América
un mendigo defeca en la conciencia de todos nosotros
desde la calle Isabel la Católica
un fantasma lo observa
y se aleja llorando
es la ciudad
en el semáforo de la Sarasota con Jiménez Moya
mendigos Haitianos se suicidan con sus cuchillos de miseria
y en la zona norte
precisamente en Capotillo
último reducto de la esperanza
la policía reprime a la población
que protesta contra el FMI
y Joselito muere asesinado
mientras que en Boca Chica
una turista Alemana se da un baño de sol y playa
el sueño de Hitler es ya historia
a su lado
un negro criollo duerme tranquilo

lunes, diciembre 24, 2007


Pájaros de Marfil

Tiene la mirada larga y hueca
sumergida en una gota
amarga de rocío
en su pecho una tambora
anuncia la vida
y entre sus labios
prisioneros pájaros de marfil
sonoros y fugaces
muerden el horizonte
en su cabellera llena de alambres
una corona hecha de retazos
de melancolía y sueños
y por el camino no se sabe
si viene o se va
siempre alegre en el batey
después de la zafra
bajo las estrellas
en una danza milenaria y sensual
rompe sus cadenas

Una flor en el pecho

Hijo
ven a los brazos de tu padre
que hoy está solo
no huyas
ven abrígalo
pon una flor en su pecho
y haz florecer en su mejilla
el candor de la aurora
cobíjalo bajo la sombra
del árbol del amor
y protégelo del frío
y la soledad
hoy que viejo y cansado
tendido sobre un lecho
de hojas amarillas agoniza



A Randor Ezequiel mi hijo

sábado, diciembre 22, 2007


NIÑOS

III

He visto con pena
como los niños tristes
escriben con sangre
su historia de hambre
sobre el papel amarillo
de sus tardes amargas
como dibujan con ternura
corazones púrpura en la pizarra
invisible del tiempo
como esconden en una sonrisa
su llanto de siglos
he visto con pena
como los niños tristes
mueren soñando
mientras construyen
con sus huesos inútiles
un canto
he visto con pena
como los niños tristes
buscan amor
en un mundo
donde el odio
es un estandarte
que la sociedad airada
levanta contra ellos


INOCENCIA

Solitarios los niños corren
a través del cristal roto
de la noche
hacia un horizonte de flores azules
pincelado más allá
de las constelaciones del sur
sus huellas se pierden
entre las nubes que flotan
sobre un archipiélago de sueños
a donde van a esconder
en las aguas mansas de un océano
sus sueños

NIÑOS

I

Niños hechos de arcilla y ternura
hechos de sonrisas y sueños
hechos de semen y rocío
niños que llenos de ilusiones
vagan perdidos
a través de las horas ensangrentadas
por las luces de un mañana
que no existe
de mis manos
una mancha púrpura
resbala hacia la noche
en que el silencio
amordaza las bocas hambrientas
de los pequeños fugitivos
que se escapan de esta vida
sin entender que la muerte
es un oscuro laberinto
de donde nadie nunca ha regresado
niños que vienen y van
hambrientos
desnudos
descalzos
andrajosos
con la mirada triste
y el corazón resentido
si sobreviven
serán el producto de una sociedad
que trituró su inocencia
y los condenó
a ser esclavos de sus sueños
niños que habitan
los profundos recintos
de los arrecifes del Mar Caribe
palomitos pequeños
prostitutas tiernas
ladronzuelos furtivos
qué será de ustedes
qué será de nosotros
limpia botas breves
pregoneros matinales
de un mundo que retrocede
dando tumbos
vendedores pequeños
que ofertan como mercancía
en los semáforos su dolor
a una sociedad
que en vez de ser receptiva
o por lo menos indiferente
les escupe sus caritas infantiles
y golpean sus caderas
y los maldicen
con su odio feroz
niños que habitan
el inmenso espacio de la miseria
donde el hambre es un demonio
que llena de rencores
sus corazones
y donde el llanto
es un largo camino de asfalto
y la alegría una utopía
de la gran ciudad
donde la violencia desgarra
el breve encanto de las mariposas
umbral marfilino
que revolotean en el umbral marfilino
de sus labios
niños
en una esquina en penumbra
de la gran ciudad
tropecé con ellos
olían cemento
en su inocencia
pretendían volar al cielo
para alcanzar las estrellas
y entre mis brazos
se durmieron trémulos
acurrucados en mi pecho
hambrientos de ternura y amor
balbuceando palabras
que no pude entender
y nunca más despertaron

Este poema está dedicado a todos los niños del mundo, que deambulan sin rumbo por las calles

viernes, diciembre 21, 2007

CIUDAD DE PAPEL

Ciudad que todos los días mira atónita al mar Caribe
que la fecunda de salitre
embrujo de luna llena bajo estatuas de bronce y cal
acantilado anfibio que muerde el horizonte
ciudad de papel roída por la lluvia
ciudad enclavada en cateto de azúcar y sal
ciudad antigua y ambigua
ombligo de la noche
equidistante del sol y las estrellas
ciudad recién nacida en su heroísmo
en un golfo de flechas y sangre
cuidad de asombros y mendigos
de niños podridos por la tuberculosis
y la modernidad
ciudad de prostitutas que a las 11:30 p.m.
en la Duarte con París se desvanecen en su hastío
y a esa misma hora en la bolita del mundo
un travestí hace el amor a la soledad
ciudad con sus náufragos de las 6:00 a.m.
frente al parque independencia
atrapados en su destino de transeúntes
ciudad
horizonte de luna llena más allá de la alborada
ladrido de perros azules
refugio de los niños que huelen cemento
y de los ancianos que beben triculí
todas las noches
entre la Caracas y la Ravelo
el parque Enriquillo los acoge en su agonía
la ciudad
temblor y congoja
vida y muerte en la zona norte
mientras que en Capotillo
en la calle 6
los jóvenes se sublevan
y en la Albert Thomas con Ovando
un manifestante muere acribillado
y en la memoria el cadáver dormido
del combatiente asesinado
no deja de sangrar en la voz del viento
y a esa misma hora en el parque Colón
un fantasma desnudo baila ga ga
con la reina Isabel la Católica de España
la ciudad
por sus calles de lágrimas
un niño limpiabotas no vuelve a su casa
se quedó dormido en un rincón de la vida
su cuerpecito de azabache tierno
reposa tranquilo en las manos de la eternidad
ciudad
heroína de todas sus guerras
que amamantó en su pecho a todos sus héroes
y enterró en la primavera a todos sus muertos
ciudad de espanto y fantasmas
en la calle el Conde
Nicolás de Ovando se jacta de su sadismo
a esa misma hora en Cuba
Hatuey es quemado en la hoguera
pero en Santo Domingo
Enriquillo y Sebastián Lemba
reivindican sus razas
pero por dios no digan a nadie
que Francis Drake defecó en la catedral
y uso como papel desechable
la partida de nacimiento de Cristóbal Colón
por eso es que nadie sabe con certeza
el origen perverso de tan intrépido navegante
y no olviden que la ciudad no es más
que un espejismo de neón líquido en la oscuridad

Perros invisibles

II
Detrás de los espejos
perfumados de mis ojos
habita un fantasma
que ama a los perros
invisibles de mi voz
todas las tardes
los lleva a pasear
más allá del horizonte
donde el sol y las aves
juegan a la escondida
con la noche

ALBORADA DE HUMO

Escupitajo de silencio
alborada de humo esfumándose
detrás de los espejos distantes de la nada
luna devorada por los cocodrilos amarillos
del pantano nocturno
luz herida por la luz
anacahuita perenne
tamboras congeladas
en los sonidos azules del agua
lluvia de sal
volcán que eructa polvo
azufre
fuego
sobre la ciudadela de cristal de mis fantasmas
y desnuda una virgen permanece sentada
en el trono de ámbar de mi soledad

jueves, diciembre 20, 2007


ESTRUENDO DE ARCABUCES

Estruendo de arcabuces
perforan las paredes del tiempo
Anochece
el mar salpica de cadáveres
los azules rincones de la distancia
arde la noche
en la memoria
pasos desnudos huyen
y un galope desenfrenado de caballos
acorrala en la oscuridad
los gritos y las voces de los guerreros
que con su sangre iluminan el camino
de la esperanza
piedra de dolor
inerte la carne
mudas las tamboras
una hilera de hombres y mujeres vencidos
miran azorados a sus verdugos
y al compás de la muerte
el látigo y las cadenas danzan
amanece
por un océano de sangre
una embarcación se aleja

martes, noviembre 27, 2007

VENDAVAL DE SANGRE


Por el camino hueco que todas las tardes
deja la brisa en el horizonte
un vendaval de sangre sepultó
en el útero de la noche la luz

PERROS ALADOS

Una jauría de perros invisibles
protegen el templo donde mi voz
desnuda como una virgen
habita

DETRÁS DE LA NOCHE


Detrás de la noche
un ojo ancestral
llora el dolor del mundo

EXCEPTO MI VOZ

Las llamas en el fuego envejecen
son cenizas disecadas en el viento
blanco perfil del humo
esqueleto dormido al filo del silencio
todo lo consume el fuego
todo
excepto mi voz

ESPEJO DE LA MUERTE

La luz cristalizada en una lágrima
Apuñaló la carne
bronca la sangre al tocar la tierra
se levanta es sí misma
parpada frente al espejo de la muerte
se ruboriza
y luego regocijada y sin prisa
se aleja

LUNA DE OCTUBRE

Luna de octubre en las noches de febrero
con sus cuchillos de sal
apuñalan los fantasmas la noche
sangre en las manos del viento
pájaros de sombra
picotean los ojos vidriosos del tiempo
sí el tiempo llora
en sus lágrimas se ahoga la eternidad

CASI

En el horizonte
casi ave
casi luna
el viento

lunes, julio 30, 2007

UN SOL OSCURO

Soy
no soy nada
regreso cansado del olvido
nadie me recuerda
como un serafín herido
tengo el horizonte
pegado en la piel
y en los ojos un sol oscuro
ilumina el sendero
ensangrentado de flores
regreso cansado
tengo las manos repletas
de eternidad
llamaradas de mariposas
vuelan hacia el ocaso
donde solitarias estatuas
abandonadas al azar
me miran con lástima
soy
no soy nada
detrás de las puertas del tiempo
siempre abiertas
un cementerio de estrellas
un lirio roto
soy
no soy nada
Frente al espejo



FRENTE AL ESPEJO

Volveré a ser yo
cuando mañana me mire al espejo
y vea a las bailarinas muertas
orinándose de asco
en medio de la noche
bajo una luna de plata
que alumbra la ciudad de mis sueños
donde me enfrento en sus calles
a los duendes invisibles del tiempo
en un duelo rutinario e inútil
sabiendo que mañana
frente al espejo
volveré a ser yo
cuando me quite la máscara
y ya no me conozca
Apología de tiempo
Soy el eco unicelular
del viento
mi voz húmeda
antes prehistoria de la vida
cabalga sobre el potro
indomable del tiempo
espada en ristre
decapitando siluetas
cuyas cabezas líquidas
estallan al tocar la tierra
salpicando las noches
de lirios y azucenas

LLUVIA HORINZONTAL

El verano empezó a vestir las tardes de otoño
En la distancia los colores danzan con las sombras
y huyen
impetuoso el viento galopa sobre la nada
paraíso invisible de alegres prostitutas
que danzan desnudas por las calles de asombro
de un mundo pervertido
bajo el amarillo resplandor del ocaso
mariposas mordidas por las sombras
lluvia horizontal de peces congelados en el tiempo
la ciudad duerme
aúllan los perros
el otoño está cerca

DESPEDIDA

De los ojos del viento
caen lágrimas sobre el horizonte
por el camino azul infinito de la tarde
un ángel con las alas rotas se aleja


QUETZAL DE CRISTAL

Roto por el tiempo
bajo el sol de la tarde
un quetzal

ES LA MUERTE

Un caballo alado que en mis pupilas
huye de la lluvia es la muerte

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