Foto tomada de la red.
Fue con el ascenso de Balaguer al poder en el año
del 1966 cuando empezó el pueblo dominicano a perder su identidad, su memoria
histórica, los valores que lo caracterizaban como nación y con ello su
heroísmo, su amor por la patria, por la
libertad. Fue un plan muy bien orquestado por los servicios de inteligencia
norteamericanos, que empezó con asesinar a todos los jóvenes que tuvieron una
participación destacada en la guerra de abril del 1965 y después matar
silenciosamente la conciencia de la sociedad dominicana, borrando y
tergiversando de los textos escolares su verdadera historia, la moral y cívica
fue abolida como materia de las escuelas y sacaron de la radio y la televisión
los programas educativos y los que
enaltecían los valores éticos y morales que caracterizaron por siempre a
nuestra nación.
Balaguer cumplió al pie de la letra la
encomienda. Y en las calles y campo del país, fueron asesinados sin tregua lo
mejor de nuestra juventud. Durante doce
años la sociedad dominicana se vistió de luto y la sangre corrió incontenible
por sus calles, no hubo tregua para los muchachos que fueron perseguidos
tenazmente incluso, más allá de nuestras fronteras. Algunos fueron
desaparecidos y otros asesinados ante los ojos azorados de la sociedad, de sus
amigos, de sus esposas, de sus madres y sus
hijos.
Hoy a muchos años de distancia ya nuestra
juventud ha olvidado su heroísmo, ha olvidado que es ella la transformadora, la
dueña del futuro, la que hace la historia, la que tiene la encomienda histórica
de cambiar la sociedad en que vive.
Hoy nuestra juventud vive unos de sus momentos
más difíciles. Atrapada en las redes de una sociedad alienante, que la
prostituye y le niega el derecho a
superarse, a salir del fango de los vicios, la prostitución, la delincuencia y el narcotráfico, reprimida
en los barrios por los organismos de seguridad, usada por los políticos como
bandera de campaña, sino despierta a tiempo está condenada a sucumbir y con ella la sociedad.
Juventud despierta, estudia, trabaja,
diviértete, lucha, rebélate, forja con tu heroísmo cada día el futuro
Domingo Acevedo.