EE.UU. alerta a Corea del Norte de que las tropas norteamericanas están preparadas para entrar en combate contra sus fuerzas desde la noche de ayer jueves.
En declaraciones hechas desde Seúl (capital surcoreana), el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, indicó a Corea del Norte que los militares estadounidenses están listos para “luchar esta noche”, luego de que Pyongyang reprochara los ejercicios militares que se realizan de manera conjunta entre Estados Unidos y Corea del Sur, según recogen medios locales.
Pyongyang considera este tipo de simulacros como una amenaza directa a su integridad territorial y ha reiterado que no piensa sentarse a la mesa de diálogo con Washington para abordar su programa nuclear hasta que la Administración de Joe Biden no abandone su política hostil hacia el país asiático.
Al respecto, Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano, Kim Jong-un, advirtió que la Administración de Biden “está intentando difundir el olor a pólvora” en Corea del Norte.
Las ramas militares de EE.UU. y Corea del Sur reanudaron las maniobras después de suspenderlas durante más de un año por preocupaciones sobre posibles contagios del nuevo coronavirus, causante de la COVID.19, entre sus respectivos efectivos.
“Nuestra fuerza permanece lista para ‘luchar esta noche’ y continuamos avanzando hacia la eventual transición del Control Operacional en tiempos de guerra a un futuro Comando de Fuerzas Combinadas [dirigido por la República de Corea]”, señaló Austin.
“Estamos comprometidos con la desnuclearización de Corea del Norte, reduciendo la amenaza más amplia que representa Pyongyang para Estados Unidos y nuestros aliados”, alegó el máximo mando militar del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) durante una rueda de prensa.
Los esfuerzos diplomáticos dirigidos por Washington para la desnuclearización de Corea del Norte han permanecido estancados por su negativa a levantar una serie de sanciones impuestas sobre la nación asiática.
En repetidas ocasiones, las autoridades de Corea del Norte han instado a sus pares surcoreanos a poner fin a los ejercicios militares conjuntos que vienen realizando a menudo con las fuerzas estadounidenses, por considerar estos juegos de guerra como un preludio a una invasión terrestre, por lo que Pyongyang ha insistido en que se reserva el derecho a fortalecer su poderío militar.
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