Ucrania Oriental, que incluye las regiones de Donetsk, Dnepropetrovsk, Járkov, Lugansk y Zaporizhie, es la zona más industrializada y desarrollada económicamente, así como la parte más urbanizada del país. Aquí se encuentran los principales centros industriales de carbón, así como empresas de la industria aeronáutica, automotriz, militar y energética. Aquí vive la parte más significativa de la población ruso-parlante de Ucrania, cuyo porcentaje en algunas provincias supera el 80%.
La región de Ucrania occidental abarca las provincias predominantemente de habla ucraniana de Lvov, Ivano-Frankovsk, Ternópol, Volyn y Rovnensk, no dispone de grandes entidades industriales y una parte significativa de los presupuestos locales se nutre de subsidios federales.
Kiev, la capital del país, pertenece geográficamente a la zona central de Ucrania, que también está compuesta de las provincias de Poltava, Cherkasi, Chernigov, Sumi, Vinnitsa.
Las diferencias entre el Este y el Oeste se hicieron más palpable tras la desintegración de la URSS y la independencia de Ucrania en 1991. Las elecciones presidenciales y parlamentarias que dividen por intención de voto al país en casi dos partes iguales, reflejan esta tendencia. Así, en las últimas elecciones presidenciales, celebradas en 2010, la candidatura de Víktor Yanukóvich fue votada mayoritariamente en las regiones orientales, mientras que su contrincante principal, la ex primera ministra Yulia Timoshenko, consiguió su máximo apoyo en la parte occidental.
División étnica y lingüística
Históricamente Ucrania siempre fue un país con nacionalidades muy diversas. Según el censo de 2001, la población ucraniana constituye el 77,8% de más de los 45 millones de los ciudadanos de Ucrania. Los rusos son la minoría étnica más numerosa del país, con un porcentaje del 17,3%. La mayor parte de la población étnicamente rusa reside en la ciudad de Sebastopol (71,7%), la República Autónoma de Crimea con capital en Simferópol (58%), así como en los centros industriales de Donetsk (38,2%), Járkov (25,6%) y Dnepropetrovsk (23,5%).
Además de los ucranianos y los rusos, en el país residen bielorrusos (0,6%), moldavos (0,5%) y
tártaros de Crimea (0,5%), entre otros.
Dada la estructura étnica, cultural e histórica de Ucrania, el ruso es el idioma minoritario más importante y el segundo más común en Ucrania. El ruso y el ucraniano, dos idiomas de origen eslavo estrechamente vinculados, son hablados en proporciones casi iguales, aunque el ucraniano prevalece en las regiones occidentales del país, como las de Lvov, Iváno-Frankovsk y Cherkasy, entre otras. El amplio uso del idioma ruso suscitó una polémica sobre su estatus como segunda lengua oficial. En mayo de 2012 el Parlamento ucraniano, la Rada Suprema, tras una aparatosa pelea en el hemiciclo, aprobó una ley que otorgaba al ruso y a otros idiomas minoritarios la condición de idiomas regionales en zonas donde el 10% o más de la población habla esos idiomas. Dicha ley fue derogada el pasado 23 de febrero tras el
cambio del poder.