Ante
nosotros tenemos una realidad repetida a lo largo de estos quinientos años de
historia, hoy con nuevos actores que han heredado de los conquistadores el
desprecio por nuestros indígenas.
A
lo largo y ancho de todo el continente se repite la misma historia de opresión
y persecución contra los pueblos originarios de América, más acentuadas contra
sus líderes que hacen vida pública reclamando respeto y
justicia por sus pueblos, estos son reprimidos, encarcelados, desaparecidos y
asesinados por parte del gobierno y grupos armados.
Hoy igual que ayer sus tierras son saqueadas por
particulares y de igual manera por los gobiernos de turnos que las negocian con
las corporaciones mineras, madereras, ganaderas y de la agricultura extensiva
ocasionando desplazamientos masivos de pueblos que son condenados a morir
marginados lejos de sus territorios o en su defecto condenados a ser absorbidos
por la mal llamada civilización en donde deben renunciar a su cultura y
costumbres ancestrales y adaptarse a nuevos modos de vida en donde pierden su
identidad como pueblos convirtiéndose en un número más para las estadísticas.
Esta realidad no ha cambiado, con el paso de los años
se acentúa, la represión es más cruel, el despojo es más descarado, las
violaciones a sus derechos son más cotidianos, las matanzas de pueblos enteros
son más frecuentes, los gobiernos son más desprendidos a la hora de negociar
las tierras de los indígenas con las multinacionales.
Es tiempo ya de generar un gran movimiento alrededor
de todo el continente para que se delimiten los territorios indígenas y se
respeten sus límites y el derecho que estos tienen a su autonomía a vivir en
sus territorios en total libertad alejado del hombre civilizado, apegados a sus
costumbres y culturas ancestrales, a sus leyes milenarias.
Rechazar además la modalidad de las reservas manejadas
desde el gobierno, en donde pierden su autonomía, eso es exclusión y es una
forma de tenerlos prisioneros en terrenos muchas veces donde no se produce y en
donde son condenados a vivir dependiendo de ayudas estatales que terminan
convirtiéndolos en parásitos.
Delimitación ya y respeto a la autonomía de los
territorios indígenas.
Fotos tomadas de la red.