La voz de la sangre.
La voz de la sangre aúlla en la conciencia
de un mundo acorralado por las guerras y el
hambre
Dos garzas.
Suspendidas en la mirada
Dos garzas atraviesan los límites de la tarde
Y se pierden en la oscuridad de la noche
En el cielo
De pronto
En el cielo
Anochecen
Golondrinas y nubes
Puñal de jade.
Puñal de jade clavado
en la voz quebrada del viento
luna de sal derritiéndose en un horizonte de
sangre
pergaminos de lágrimas
caminos de ausencia
por donde el olvido galopa sin rumbo
en el caballo de la eternidad.
Entre las sombras y la
sangre.
Es la tristeza mi
alegría
la soledad mi vida
la noche mi hogar
sin poder escapar
entre las sombras y la sangre
vivo atrapado.
La luna se viste de horizonte
Allá
en la mirada del viento
la luna se viste de horizonte
y suspira
INCERTIDUMBRE
Que haremos con la
vida que no vivimos
que haremos con los
sueños que no alcanzamos
que haremos con la
vida que nos queda
y que nos pesa tanto
que haremos con el
futuro
sí el presente es tan
incierto
LIRIOS Y ESPEJOS
Relámpagos sombríos
nubarrones oscuros y
fugaces
truenos lejanos
mayo está cerca
las lluvias llenarán
de sombras la tierra
los caminos se
llenarán de lirios y espejos
el sol deja en mi
piel un rastro de eternidad
Esta noche tiene el peso de toda la soledad, de
esos seres que detrás del cristal, miran hambrientos como unos pocos comen con
gula en el gran banquete de la cena de noche buena, indiferentes al dolor de
los demás.
El canto inefable de los grillos.
Pesada es
la oscuridad de esta noche
en que el canto
inefable de los grillos
enciende todas las estrellas de un cielo
que se apaga en mi rostro
Una gota de sangre
Todas las tardes entre mis ojos
el camino real es una gota de sangre
que en la distancia
tinta de luz y colores las alas de un ángel
La tarde es una flor
La tarde es una flor que se eterniza en los
brazos
de un horizonte herido por el sol
Se hace hombre
Es en mi voz
donde una ángel esconde sus alas
se hace hombre
y pierde el último tren hacia la eternidad
Manuel, mi hijo más pequeño
Sé que Manuel
mi hijo más pequeño
un día irá tras las huellas del viento
que se pierden en el tiempo
más allá del horizonte encontrará
una estrella dormida entre mis manos
La soledad
Los días se van prolongando
más allá de la soledad
que me aprisiona entre sus manos
heridas de ausencia
Hilo de sangre
Hilo de sangre con que el tiempo teje la vida
que agoniza en los recuerdos
Hoy mi voz
Hoy mi voz quedó atrapada en una lágrima
Densa humareda
Densa humareda de sal es la noche
Un fantasma herido
Un fantasma herido huye de la eternidad
Y se esconde detrás de los espejos del tiempo
Sangre y lágrimas
Mi poesía está hecha de dolor
cada palabra en el papel
es una mezcla de sangre y lágrimas
Tu voz distante y dulce
A veces imagino tu voz extraviada en las claras
habitaciones del agua
tu voz distante y dulce
tu voz estremecida en el viento
tu voz
tu voz que regresa del olvido
y trepa por las paredes de la noche
y se desgrana en el trino de los pájaros al
amanecer
y salpica de mariposas la distancia
abril/12
Canta el agua del río
Por un camino de mariposas y flores
La tarde danza y se aleja
Abril/12
Cantan los gallos
El sol abre las puertas del horizonte
y bosteza
Abril/12
EL SONIDO LAPIDARIO DE LA SANGRE
I
Voy danzando en la voz del viento
más allá de la transparencia de los días por venir
hasta la unánime presencia del ocaso
donde el sol curva el agua en lumínicos destellos
donde un oleaje de sombras lo cubre todo
donde los árboles azules de la fantasía
echan raíces en los escombros perfumados de la noche
y donde el olor de las azucenas recorre los caminos sin fin
del olvido
II
Voy cantando en la voz del viento
más allá de los corredores interminables de la sangre
donde los espejos repiten la imagen mutilada de mi estirpe
donde hay lirios de agua destrozados en los balcones del
alba
donde cuelga del viento un ramillete de pájaros fantásticos
por donde unicornios de jade recorren los valles submarinos
de la memoria
hasta alcanzar la luna que amanece en los ojos de la quimera
III
hay una profunda herida en mi voz
escuchen
en la conciencia de la humanidad
retumba el sonido lapidario de la sangre
Agosto 2011
Dedicado al periodista José Silvestre, asesinado
recientemente en la Rep.
Dom.
TU VOZ, CANTO QUE NO CESA.
Tu voz regresa de la pena en una
lágrima
tu voz
que resplandece como un rayo en su
breve eternidad
que de la sangre brota como un
unicornio de cristal
cabalgando en la noche de tu agonía
hacia los bosques fabulosos de la
esperanza
en donde tu vida herida por la
ausencia
se escapa sin remedio al hastío
campanario de agua que ilumina de
mariposas tu sonrisa
enredadera de luna llena en las
noches mas frías del olvido
allá en las lejanas praderas de la
soledad
detrás del espejo
tu cuerpo yerto
tus ojos que miran asombrado al
mundo perdido
tu voz
canto que no cesa
bandera victoriosa del olvido
por siempre en el viento ondea
Poema dedicado al inmenso Miguel
Hernández.
Desde donde vivo
Desde donde vivo puedo ver el mar distante levantarse más allá del muelle,
lamiendo con su lengua azul el horizonte. A veces el viento del sur nos trae
residuos de olas resecas por el sol, plumas de pelícanos gigantes, huesos de
peces invisibles y restos de barcos hundidos por los años.
El río Haina parte el muelle en dos partes iguales, el muelle que permanece
iluminado más allá de la oscuridad de los barrios haineros. De vez en cuando
una bengala ilumina la noche o un disparo largo de fusil estremece el viento y
ahuyenta a los polizones y a los ladrones de furtivos de mercancías barata.
Cuando desde mi ventana veo a los barcos anclados tan lejos de los sueños,
siento pena de los marineros prisioneros del salitre y la distancia, que sueñan
con hermosas sirenas que les roban el corazón para esclavizarlos en su mundo
submarino de calamares fantásticos, caballitos tiernos de mar y peces de
colores.
EL RASTRO DE UN LÁGRIMA.
He seguido el camino
de una lágrima dibujada en el rostro del atardecer, ya oscurece, esperamos a
Felipe y a Ñoñó que fueron a pescar tilapias a la laguna de Manganagua, ha sido
duro el día en el largo trajinar del hambre, la sequía destruyó toda la cosecha, el monte achicharrado
por el sol de julio, resplandece con las primeras estrellas y nuestras miradas
se pierden entre las sombras del anochecer, a ver si vemos aparecer a nuestros
hermanos por el camino real.
Nos preocupa su
tardanza, además el hambre ya hace estragos en nuestros estómagos, en la cocina
mamá mantiene el fuego encendido, papá aun no regresa del monte, anda cortando
la leña para mañana preparar el horno, han sido largos todos estos días de
hambre, no hay maquey, ni yambí, el
monte está desolado, con esta prolongada
sequía, hasta las aves se han ido a otros lugares.
Desde aquí puedo ver
el fuego de la cocina de Popó Candela, Negra su esposa debe estar haciendo la
cena. Imagino a Miguela jugando con las sombras de la noche, más allá de las
anacahuitas gemelas, bajo los limoncillos
florecidos de eternidad de la tía Tatín. El orgullo nos impide ir a pedir un poco de comida a las casas ajenas,
preferimos morirnos de hambre, inmerso en nuestra soledad. Desde aquí
escuchamos las canciones tristes de la vellonera del negocio de Andrés Longo, cierro
los ojos y se me humedecen los ojos de estrellas.
No sabemos que horas
es, pero presentimos la presencia cercana de nuestros hermanos, oteamos el
horizonte, el viento nos trae su olor mezclado con el olor de los pescados,
suspiramos tranquilos, ya podemos sentir sus pasos certeros en la oscuridad,
silban, para decirnos que ya llegaron, viene felices, cargados de tilipias y
jicoteas. En medio del patio nos abrazamos bajo el cielo infinito de estrellas,
mamá sale y también los abraza, nos preparamos debajo de la mata de javey, para
quitarles las escamas a los pescados, ellos apartan un poco para llevarlos a
sus casas, son muchos no nos lo comeremos todos esta noche. Papá llega,
sudoroso, con toda la oscuridad de la noche pegada en la piel, deja a Julia, libre,
que se acerca hasta donde nosotros estamos, rebuzna y sacude la cabeza, es su
manera de decirnos, yo también estoy aquí, León ladra alegre, juguetea,
salta, nos lame las piernas y luego se
acomoda en el suelo junto a nosotros.
Después de limpiar los
pescados, buscamos un lugar en el patio donde encender una fogata y nos
sentamos alrededor de ella, ya mamá hierve los pescados, hace un cardo con sal,
ajo y orégano, no hay nada más, pero será suficiente por el día de hoy. Reímos,
contamos historias, entonamos canciones ancestrales, León nos mira con asombro
y Julia descansa hasta que mi padre la lleve al lugar donde pasa la noche,
cerca de la casa debajo de la mata de café cimarrón, ella y León son parte de
la familia, después de comer, Felipe, se irá
dormir con la tía Aurora y Ñonó, se irá a donde la tía Amantina,
ella lo crió desde muy pequeño. Más allá
de la alambrada los grillos cantan incesante a las estrella.
Entre mis ojos cabe
todo el universo, la noche huele a bosque seco, a luna llena y caldo de
pescado, busco el calor de mis dos hermanos mayores, me siento entre los dos y los miro con orgullo, ellos
son buenos pescadores y mejores
cazadores, un día seré como ellos y
podré ir por el monte y llegar más allá
de los limites ancestrales y cazar la quimera, para entregarle a mis padres la
felicidad eterna.
Mamá nos llama, es
hora de comer, entramos a la casa, en la sala la llama de la lamparita
jumeadora danza al compás del viento, por momentos parece que se apagará, para
luego renacer de sus cenizas como un ave fénix, está sabroso el caldo, sólo que la tilapias tienen muchas espinas hay
que comerlas con sumo cuidado para que no se quede una en la garganta, es una
pena que no apareció un coco para cocinarla, nos quedan algunas tilapias para
mañana y tres sabrosas jicoteas, para
los días siguientes, así que podremos invitar a otros vecinos a compartir
nuestra comida.
Manuel, mí pequeño y
solitario amigo hace rato se fue, tal vez con hambre, imagino que vive allá,
muy lejos, donde se ve aquella lucecita distante, él nunca ha querido llevarme
a su casa.
Ya comimos, es hora de
dormir, Felipe y Ñonó se despiden entre abrazos y sueños y me dicen que mañana
temprano me llevarán con ellos a las distantes regiones del norte, a cazar, que
me prepare, que pasarán a las seis de la mañana por mí, me voy a la cama feliz,
el corazón no me cabe en el pecho, mañana por fin podré ir cazar.
Nosotros conocemos y
amamos cada palmo de nuestra tierra, amamos al viento, las nubes, las aves, los
árboles, los animales, las mariposas, la lluvia, la primavera que hace florecer
al bosque, cada camino tiene un horizonte
que termina en nuestros sueños y en definitiva, nuestro amor por la
madre tierra, es el amor por la vida, es el amor a Dios que lo ha creado todo
tan perfecto.
Para mí lo más
importante es que se acerca el día en que podré atravesar los límites
ancestrales del monte y atrapar a la quimera, para entregarles a mis padres la
felicidad eterna.
Mientras cierro los
ojos, escucho los tambores lejanos que invitan para mañana en la noche, a
bailar en el patio de la abuela Mamá Tita, la danza de la lluvia para conjurar
la sequía.
A esta hora el camino
real.
El camino real a esta
hora esta desierto, una brisa caliente levanta nubes de polvo que se pierden
entre los matorrales resecos.
Es medio día, en julio
el verano achicharra todo el monte y la primavera es un vestigio lejano de
flores y mariposas derretido en el recuerdo de los abuelos que debajo de una
mata de mango dormitan en el efímero esplendor de los sueños.
A ninguna parte he ido
todo este tiempo de vivir
A ninguna parte he ido
todo este tiempo de vivir. He caminado sin rumbo por los caminos de la vida, he
vivido una vida que no es mía, que es ajena, que le pertenece a otros, he
cargado sobre mis hombros sueños y dolores ajenos.
Hoy me he quitado la
mascara que he llevado puesta por tanto tiempo y he ido al espejo a mirarme
cual tal soy y no me conozco, no soy yo, mi rostro es el rostro de todos, soy
el pueblo, soy la vida, la esperanza.
Soy ese niño que muere
cada tres segundos de hambre, soy esa mujer crucificada en la mas absoluta pobreza, soy ese hombre que
después de un día de andar por la ciudad buscando una esperanza, vuelve a su
casa con las manos vacías, soy ese anciano abandonado a su suerte, soy el
mendigo de la calle, soy la muchedumbre acorralada por las guerras y el hambre,
yo soy el dolor, soy la vida, soy la esperanza última.
Sinfonía de guerra.
Río de sal en el rostro de un horizonte de
azufre
sangre de unicornios sobre la primavera que
enero marchita
voz quebrada por el hacha homicida del verdugo
tarde de cenizas que el viento diluye a lo
lejos
pergaminos rotos de una historia inconclusa
Sinfonía de guerra
canto de amor y entrega
donde la eternidad es una flor que brota de
cuatro pechos
ensangrentados en su heroísmo
y allí
solos
en medio de la nada
y sin ninguna posibilidad de romper el cerco
no les quedó más que morir
aferrados a sus sueños
Enero 2012
Amaury.
Alas de aves fantásticas llevan en la voz del
viento
el nombre de Amaury
más allá de un ocaso de sangre
donde las sombras sucumben a la luz
de una estrella
que en su frente eterniza sus sueños
en el crepúsculo más puro de su breve vida.
Enero 2012
Domingo Acevedo.
Cargo sobre los
hombros de mi voz, todo el peso de una humanidad herida por las ambiciones y el
egoísmo de los hombres.
Domingo Acevedo.
Oct/13
Como pesa la soledad
cuando no se tiene a donde ir y las lagrimas atan tu destino al olvido.
Domingo Acevedo.
Dic/13
Las huellas de un
centauro.
Esta noche de luna
llena
he salido a buscar
por toda la ciudad
las huellas de un
centauro
que herido agoniza en
los escombros de la ausencia.
Domingo Acevedo
Dic/13
Se nubla el horizonte
de fugaces pájaros que esconden sus nidos detrás de los cristales de la tarde.
Planean en un cielo
crispado de nubes y sombras, heridos por los rayos de un sol que agoniza en los
brazos de la noche.
Por el camino real
Ninito, con todo el peso de la noche sobre su espalda, cabalga despacio hacia
donde la abuela Mamá, Tita lo espera con los brazos abiertos.
Feb. 2012
Domingo Acevedo.
Esta noche tiene el peso de toda la soledad, de
esos seres que detrás del cristal, miran hambrientos como unos pocos comen con
gula en el gran banquete de la cena de noche buena, indiferentes al dolor de
los demás.
Horizonte de lunas derritiéndose en un mar de
jade
Tumulto de flores azules en la mirada ambigua
del viento
Unicornio solitario perdido en la pradera de
los sueños
INCERTIDUMBRE
Que haremos con la
vida que no vivimos
que haremos con los
sueños que no alcanzamos
que haremos con la
vida que nos queda
y que nos pesa tanto
que haremos con el
futuro
sí el presente es tan
incierto
Estas noches frías me
acercan tanto al pasado
que dos palomas de agua
se posan en mi corazón
Feb 2012
En una esquina de mi
alma
Los duendes de la
noche
Toca las tamboras del
olvido
Feb 2012
LIRIOS Y ESPEJOS
Relámpagos sombríos
nubarrones oscuros y
fugaces
truenos lejanos
mayo está cerca
las lluvias llenarán
de sombras la tierra
los caminos se
llenarán de lirios y espejos
el sol deja en mi
piel un rastro de eternidad
En donde están mis amigos.
En donde están mis amigos
esta noche que he vuelto del olvido
lo he buscado por todo el
y no los encuentro
a donde se habrán ido todos
dejándome la soledad como recuerdo
ABRIL/12
La luna se viste de horizonte
en la mirada del viento
la luna se viste de horizonte
y suspira
marzo/12
Relámpago de sombras
Un relámpago de sombras anuncia la noche
más allá de un horizonte marino
la luna como una gota de sangre
resbala por las paredes del insomnio
hasta el amanecer
La ciudad que lo ignora.
Hundido en el abismo de la noche
un mendigo agoniza
en la ciudad que lo ignora
Como el día solloza.
Veras como la noche borra sus huellas en el día
y como le día solloza todas las tardes
en los brazos del horizonte
Relámpago de sombras
Un relámpago de sombras anuncia la noche
más allá de un horizonte marino
la luna como una gota de sangre
resbala por las paredes del insomnio
hasta el amanecer
La ciudad que lo ignora.
Hundido en el abismo de la noche
un mendigo agoniza
en la ciudad que lo ignora
Como el día solloza.
Veras como la noche borra sus huellas en el día
y como le día solloza todas las tardes
en los brazos del horizonte
La voz de la sangre.
La voz de la sangre aúlla en la conciencia
de un mundo acorralado por las guerras y el hambre
Dos garzas.
Suspendidas en la mirada
Dos garzas atraviesan los limites de la tarde
Y se pierden en la oscuridad de la noche
En el cielo
De pronto
En el cielo
Anochecen
Golondrinas y nubes
Puñal de jade.
Puñal de jade clavado en la voz quebrada del viento
luna de sal derritiéndose en un horizonte de sangre
pergaminos de lágrimas
caminos de ausencia
por donde el olvido galopa sin rumbo
en el caballo de la eternidad.
Entre las sombras y la sangre.
Es la tristeza mi alegría
la soledad mi vida
la noche mi hogar
sin poder escapar
entre las sombras y la sangre
vivo atrapado.
La luna se viste de horizonte
Allá
en la mirada del viento
la luna se viste de horizonte
y suspira
Domingo Acevedo.
Tu voz distante y dulce
A veces imagino tu voz extraviada en las claras habitaciones del agua
tu voz distante y dulce
tu voz estremecida en el viento
tu voz tu voz que regresa del olvido
y trepa por las paredes de la noche
y se desgrana en el trino de los pájaros al amanecer
y salpica de mariposas la distancia
abril/12
El mito de la Ciguapa.
Dulce y triste
casi invisible
en el bosque habita una ciguaya
ultimo reflejo de una raza
que muere en ella
para que nazca el mito de la ciguapa
Oct/13
Ciguapa
Temerosa
no con los pies volteados
semidesnuda y bella
se pierde en el bosque
caminando de espalda
una ciguapa
Oct/13
Más de lo mismo.
El pld
Leonel Fernández
Margarita Cedeño
Danilo Medina
el nuevo gobierno
los corporativos del comité político
los viejos y nuevos funcionarios corruptos
los 205 mil millones de pesos desaparecidos de las arcas del estado
distribuidos entre la campaña y los bolsillos de los funcionarios ladrones
el silencio y la complicidad de Danilo
el paquetazo
las visitas sorpresas
el chapulin colorado
la berborrea
el boche
más de lo mismo
el nuevo estilo de gobernar
perdón de engañar al pueblo
de mentir
porque en definitiva Danilo
tú eres igual que Leonel
por eso es que hoy igual que ayer
en los barrios pobres
vivimos la misma inseguridad
la misma alza en los precios de los alimentos
los mismos apagones
la misma escasez de agua
mientras tú Danilo y tus funcionarios
se siguen enriqueciendo a costa de nuestra pobreza
obviando
que no hay mal que dure cien años
ni cuerpo que lo resista
por lo que yo se
estoy seguro
que un día
más temprano que tarde el pueblo romperá sus cadenas
y tomará por asalto la aurora
Domingo Acevedo
Oct/13
Se me escapó en la mirada.
Con la inocencia de un niño
traté de atrapar el tiempo en mis palabras
y se me escapó en la mirada
Domingo Acevedo.
Agosto/13
Tristemente feliz.
Si me preguntan si he sido feliz
les contestaré
que he sido
tristemente feliz
que casi siempre hay lagrimas enredadas en mi
sonrisa
que en mis ojos dos ruiseñores heridos de ausencia agonizan
y que muchas veces el llanto estalla
inadvertido en mi voz
lo sabe la luna
y lo murmura el viento entre los árboles
cuando la tarde en la distancia se convierte en
mariposas
que vuelan sin prisa hasta alcanzar la noche
Domingo Acevedo
Julio/13
Mañana a las cinco en el parque Independencia
para la conclusión del taller del cambio climático
El ministerio público en nuestros país es un
funcionario del partido en el gobierno (Domínguez Brito) el PLD en estos
momentos y sólo se encarga de perseguir el crimen, la corrupción y el delito en
los estratos más bajos de la sociedad dominicana, convirtiéndose un en garante
de la corrupción y la impunidad a gran escala.
Domingo Acevedo.
Julio/13
Hay un niño herido en mi voz
La madrugada se viste de rocío
Nos dice adiós
Y se desvanece en las habitaciones azules del viento
El
centauro
Recuerdo con pena, como hace ya más de
quinientos años de la llegada del hombre blanco a estas tierras, que las
compartíamos diversas criaturas del bosque en paz.
Ellos después de construir rústicos
poblados que después se fueron convirtiendo en hermosas ciudades, en su inmenso
egoísmo, no se conformaron con la tierra que tenían y se fueron adueñando
poco a poco y a la fuerza de todos los territorios de más allá del horizonte,
donde habitábamos nosotros en, no valió que resistiéramos, los caminos se
fueron tiñendo con la sangre de las creaturas de bosque, todo el que se
opuso fue aniquilado.
Yo el último sobreviviente de aquellas
batallas, el heroico y solitario guerrero de las sombras, el que no pudo ser
vencido por la crueldad del hombre blanco, el que no cayó en sus engaños y
trampas, el más temido y odiado, derrotado por el cansancio y la modernidad, no
me quedó más que disfrazarme de humano para poder sobrevivir a la crueldad del
hombre. Cuanto me costó adaptarme a sus defectos, y miserias, a su injusticia,
a su inhumanidad.
Hoy que el tiempo ha pasado, envejecido
en mi soledad casi eterna, arrastrando el dolor del extermino ya no puedo, no
tengo fuerzas para seguir escondiendo por más tiempo lo que soy, es por eso que
he decidido tirarme de este precipicio hacia la libertad.
Por el camino sin edad del olvido
Por el camino sin edad del olvido
un fantasma se aleja llorando
sus lagrimas dejan un rastro de lirios en la
noche
y en los pergaminos del tiempo
una luna de ausencia gravita en tus ojos
Domingo Acevedo.
Abril/13
Allá
más allá de la noche que flota sobre las tibias
aguas del mar Caribe
hay un horizonte de barcos anclados en la nada
Domingo Acevedo.
Abril/13
Con la inocencia de un niño
traté de atrapar el tiempo en mis palabras
y se me escapó en la mirada
Domingo Acevedo.
Agosto/13
Los alfileres de la ausencia.
Clavados en mi voz
los alfileres de la ausencia
hacen sagrar de olvido mis ojos
Domingo Acevedo
Abril/13
Guerreros
invencibles del Aconcagua.
Esta
noche
solitarios
guerreros danzan en los pergaminos del tiempo
alrededor
de una luna de plata
parecen
mariposas danzando en el viento
tratando
de alcanzar un sueño
una luz
perdida en los lejanos suburbios de la alborada
fantasmas
que recorren los Andes
atravesando
senderos amazónicos
buscando
entre los residuos de la historia
los
restos incinerados de la utopia
encendiendo
hogueras apagadas por el llanto
para
que nuevamente iluminen de esperanza
las
aldeas remotas de los Mapuches
hechos
de amor y ternura
de un
sentimiento tan profundo
que los
ata por siempre a la tierra
por la
viven y mueren
guerreros
invencibles del Aconcagua
hechos
de barro y agua
habitantes
de más allá del río Maule
araucanos
bravíos
eternizándose
en el tiempo
raza
que emigra desde el dolor y el sacrificio a la gloria
hoy por
un sendero de sangre que viene del pasado
un
centauro herido se aleja a morir en mi voz
Abro
las puertas del tiempo.
Abro
las puertas del tiempo
y me
alejo por un camino de lirios y azucenas
a
encontrarme contigo en los umbrales de la alborada
en
donde tú
con el
corazón repleto de ternura
sobre
un unicornio del cristal
bajo el
embrujo de una luna llena
cabalgas
hacia mis brazos
en
busca de un sueño
Y se hace poesía
A veces tu nombre rueda por los bordes de una lagrima
y se hace poesía
una canción
Con la inocencia.
Con la inocencia de un niño
traté de atrapar el tiempo en mis palabras
y se me escapó en la mirada
Los alfileres de la ausencia.
Clavados en mi voz
los alfileres de la ausencia
hacen sagrar de olvido mis ojos
Por el camino.
Por el camino sin edad del olvido
un fantasma se aleja llorando
sus lagrimas dejan un rastro de lirios en la noche
y en los pergaminos del tiempo
una luna de ausencia gravita en tus ojos
allá, más allá.
Allá
más allá de la noche que flota sobre las tibias aguas
del mar Caribe
hay un horizonte de barcos anclados en la nada
La
Reforma Fiscal
El PLD
la corrupción
Felix Bautista
el déficit fiscal
el metro
las obras sobre valuadas
Víctor Díaz Rúa
el hoyo
la reforma fiscal
el paquetazo
la mentira
doscientos cinco mil millones de pesos
el FMI
el robo de los fondos públicos
el senado
Reinaldo Pared Pérez
la cámara de diputados
Abel Rodríguez
el barrilito
el hombre del maletín
la subasta
los onerosos contratos mineros
loma Miranda
el presidente nuevo
con sus funcionarios viejos y corruptos
Leonel Fernández Reina
artífice de la falacia
Protagonista de la mentira
maestro en el arte de robar
las protestas
el juicio público
la condena
la vice
el teatro
telemicro
canal cinco
la voz oficial de la desinformación
las poses
el circo
Gómez Díaz
la clase media
los pobres
el dengue
el colera
los apagones
la falta de agua
la delincuencia
la inseguridad
el narcotráfico
el microtrafico
la
DNCD
la policía
los swat
los linces
los toppos
especializados en la represión y el crimen
contra la población civil pobre e indefensa
y nuevamente los pobres
navegando a la deriva entre los sueños
y la realidad amarga de la marginalidad
sin tener a donde ir
no nos queda más que resistir
Sueños perdidos en los conucos.
Son las seis de la tarde, detrás de la
casa papá prepara su montura. Julia es una burra que nos ha acompañado en un
gran trecho de nuestras vidas, ha estado ahí, en las buenas y en las malas,
sobre su lomo nos ha llevado por todos los confines de esta tierra y más allá,
a la ciudad en donde no hay espacio para los humildes labradores que llenos de
harapos por sus calles inhóspitas venden sus sueños perdidos en los conucos
y por las que pregonan a viva voz: verduuuras, yuuuca,
aguaaaaacates, maaaaangos marchanta llevo carbooon, venga marchanta que llevo huevos
criollos, para después de vender nuestros productos por miserables monedas,
perdernos nuevamente en el monte con todos nuestros sueños a cuesta.
Ya la montura está lista, León juguetea
entre nuestras piernas alegre, salta, ladra, mientras Julia nos mira con toda
su ternura resumida en sus ojos tristes. No me acuerdo cuando llegó a casa pero
la recuerdo de toda la vida, desde siempre, desde que tengo uso de razón.
Estamos detrás de la casa, bajo la mata
de capá, mi madre, mi hermano Juancito, y yo, Felipe y Ñonó no se por donde
andan. Ya mí padre está preparado al lado de Julia, se despide con un gesto de
la mano y se monta, yo corro y me aferro con ternura a una de sus piernas y
luego me alejo para ver como él, mí padre, se aleja por el camino en sombras a
un lugar perdido en el monte, León va tras él ladrando y saltando alegre,
nosotros nos quedamos parados en medio de la noche hasta que ellos se pierden
en la oscuridad.
Allá en un claro del monte mi padre
tiene un horno hecho de troncos secos para hacer carbón vegetal, para luego
venderlo en la ciudad. Tiene que cuidarlo, por eso es que amanece todas las
noches vigilándolo para que no se incendie porque sino en vez de carbón
sólo encontrará cenizas.
En la carbonera, a la intemperie dormirá
sobre algunos sacos de cabuya que lo cubrirán del frío de la noche y los
mosquitos, acompañado de los grillos y las estrellas, las lechuzas y los
murciélagos. A su lado León gruñirá a los fantasmas que rondan la soledad de la
noche en el monte, él y Julia no desampararán a mi padre por nada del mundo,
estarán siempre a su lado protegiéndolo de toda maldad escondida entre el
silencio nocturno y la oscuridad.
Mañana tempranito, antes que salga el
sol, mi madre, Juancito y yo iremos a encontrarnos con mi padre, les llevaremos
un poco de café y algo de comer ya a esa hora el carbón estará listo para
llenar cuatro o cincos sacos para acomodarlos en el lomo de Julia y regresar a
la casa, para de inmediato mi padre tomar el camino hacia la ciudad y venderlo
a algún comerciante para traernos de comer para unos cuantos días.
Un lirio roto
una mariposa herida
un horizonte de pájaros agonizantes
un sol atrapado tras los cristales del tiempo
una anacahuita recostada contra la última tarde del otoño
un camino herido por el llanto
un mar de topacio
una embarcación repleta de gritos que salpican la historia de
lágrimas
una hoguera congelada en la mirada del invierno
un cañaveral de sombras donde se cuece el dolor
un trapiche de látigo y sudor
una tambora que llora en las noches claras del verano
una luna de jade en un cielo cuajado de sangre
un unicornio moribundo junto al sendero de la alborada
donde un relámpago de cadenas rotas dejan en el viento
un murmullo de huellas que se alejan por el camino de la gloria
y el sacrificio
hacia la eternidad
Con una
herida en el corazón
postrado ante el olvido
agoniza un centauro
en sus ojos anegados de eternidad
una luz se apaga
Un enjambre de perros azules
Hay pasos ahondándose en la espesura de la
incertidumbre
y más allá de la inexactitud del tiempo
un enjambre de perros azules arañan la noche
La luna lo sabe
Este camino que se pierde entre mis ojos
no lleva a ninguna parte
la luna lo sabe
por eso todas las tardes se entretiene a jugar en el
horizonte
con las golondrinas
Heridas de ausencia
Estas dos palomas que huyen de mis ojos
heridas por la ausencia
sin ninguna oportunidad de regresar del olvido
se diluyen en la inmensidad del tiempo
En este viaje hacia el olvido
atrapado en propia soledad
he llorado tantas veces mi vida
que no se si de verdad vivo o muero
He acumulado tanto dolor en mis recuerdos
que en mis ojos hay una herida que no cierra
Hay un niño herido en mi voz
Ya no se a donde voy
me he perdido en los laberintos
de la incertidumbre
buscando una salida para escapar
a tantos recuerdos
Estas dos lágrimas que ruedan por mi rostro
Arrastran consigo todo espeso amargo de mi edad
Aquí
arrinconado contra los últimos vestigios del tiempo
la vida se desvanece en la nada
La tarde llegó silenciosa
enterró sus cuchillos de sal en mi memoria
y se alejo cantando
Mis huellas vienen de ninguna parte
Mis huellas vienen de ninguna parte y se pierden en
una ciudad donde la soledad y el olvido se adueñan de todas las cosas.
Todos estos tiempo en caminado en circulo alrededor de
la nada sin darme cuenta lo rápido que se han ido todos estos años, llevándose
con ellos parte de mi vida.
Esta mañana me he mirado al espejo y me he visto tan
desamparado que lloré imperturbable mi desdicha se ser humano.
No había nubes enjauladas en el cielo.
No había nubes enjauladas en el cielo
ni pájaros prisioneros en el viento
ni árboles enclavados en la tierra
ni mares encerrados en el horizonte
sólo estaban mis ojos agonizando eternamente
en el camino real
Domingo Acevedo
y se hace poesía
A veces tu nombre rueda por los bordes de una
lagrima
y se hace poesía
una canción
Junio/13
Domingo Acevedo.
Cuando el arte y la cultura se convierten en un negocio
alejan la posibilitad de la participación colectiva del pueblo.
Domingo Acevedo.
El barrio.
El barrio
la casa
la ventana siempre abierta
la puerta siempre cerrada
el cuadro en la pared
el gato
una cucaracha en la cocina
la estufa apagada
los platos sucios
la T.V.
la P.C.
el calor insoportable
los apagones
los niños que juegan en la calle
el coro de la esquina
el pleito de la vecina contra su marido
borrachón
la banca de Claudio
el colmado de Manuel
la barbería de José
la iglesia de la esquina
la vieja pendenciera
el narcotraficante de poca monta que en el
callejón de los cuernos
espera comprador
los jóvenes con el cerebro fundidos por los
pericos
la niña coqueta que sueña en brazos de la
quimera
Pirito el maricón
María la más puta
el olor pestilente de las aguas cloacales
los disparos
el corre corre
qué pasó
nada
un pleito entre tigueres
mataron a Martín la navaja
y de nuevo el barrio
la pobreza
el hacinamiento
la desesperanza
los policías corruptos en su moto DT
el microtrafico
el peaje
el pillaje
el desasociego
la inquietud
el estrés
la paz que no llega
la maldita paz
en fin
el barrio es la suma de ilusiones
que mueren en el día a día
Junio /13
Domingo Acevedo
En tus ojos la luna es una flor
En tus ojos la luna es una flor
que el viento en la noche deshoja
su perfume
relámpago de pétalos
que ilumina la desnudez de tu cuerpo
que entre mis brazos amanece
Domingo Acevedo.
Junio/13
Es la desnudez.
Es la desnudez nuestra más intima
convicción de nuestra humanidad.
Domingo Acevedo.
Junio/13
Los laberintos de la
imaginación.
Una madrugada propicia para perderse en
los laberintos de la imaginación.
Domingo Acevedo.
Junio/13
Después de las lluvias
Después de las lluvias de
esta esplendorosa noche de junio
una luna llena nos deslumbra con su
hermosura
y se que ella en donde este la mirará
Junio/13
Por favor denme tiempo.
Por favor denme tiempo
para saber sí de verdad he vivido
y para poder arrepentirme de esta muerte
que espero y llega
Junio/13
Domingo Acevedo.
Esta noche en un bar.
Esta noche en un bar
sentado frente a una ventana que da al río
Ozama
veo como
la luna y las estrellas
naufragan en el horizonte de una lagrima
y como
tu ausencia en una canción
me aplasta contra los recuerdos
Junio/13
Domingo Acevedo.
Y se hace poesía.
A veces tu nombre
rueda por los bordes de una lagrima
y se hace poesía
una canción
Junio/13
Domingo Acevedo
Vencedor de la muerte.
Es aquí en mi voz
Martí
donde la aurora se viste con tu nombre
desde donde
te levantas todos los días
vencedor de la muerte
y recorres victorioso
nuestra
América
y escribes con tu sangre
en los pergaminos de nuestra historia
la palabra a libertad
Domingo Acevedo.
Marzo/13
Poema dedicado a José
Martí
En la oquedad del
tiempo.
En la oquedad del
tiempo
mi voz es el eco envejecido del silencio
Dic/12
Domingo Acevedo.
En la lejanía de mi
voz.
En la lejanía de mi
voz
el mar se ahueca en un suspiro
Dic/12
Domingo Acevedo.
Espiga de luz
Espiga de luz
llamarada de sombras
racimo de estrellas
la noche
Dic/12
Domingo Acevedo.
Un monumento a la pobreza
Es prima noche, por el
camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del
tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.
en el cielo, el
destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la
grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos
elevan una sinfonía al infinito y junto
al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con
el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un
monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su
cotidianidad de hambre y miseria.
Domingo Acevedo.
Enero/13
Detrás de las sombras.
He vuelto a esconderme detrás de las sombras de
mi soledad, huyo de las traiciones de los hombres.
25/12/12
Domingo Acevedo.
El paquetazo.
El paquetazo
La corrupción
el PLD
los apagones
el funcionario
el congresista
la corrupción
el alto costo de la vida
el salario miserable
la pobreza
el hambre
el desempleo
el metro
la segunda línea del metro
el pueblo
la pobreza
el hambre
los apagones
la protesta
el gobierno
el narcotrafico
la delincuencia
la complicidad
la policía nacional
Danilo Medina
La corrupción
La mega minería
el uso del cianuro
la Barrick Gold
el contrato
la estafa
Leonel Fernández
los congresistas
la estafa
el oro
Loma Miranda
el desastre ecológico
el futuro incierto
la contaminación
la muerte
la muerte que es igual
a megaminería
más el uso del cianuro
Domingo Acevedo.
Abril/13
Disfruto pensarte.
Disfruto pensarte en la
distancia
Desnudarte en mis sueños
y hacerte el amor en la imaginación
Domingo Acevedo
Abril/13
Tu voz tiene dos alas.
Tu voz tiene dos alas
mariposa que susurra al viento mi nombre
tierno destello del pasado
dulce sonido de flautas en el viento
que a veces en la tarde
llena mi silencio de tu recuerdo
Febrero/13
Domingo Acevedo.
HOY QUE GUANCHO NO
ESTA.
Guancho fue una de los
pocos seres humanos con las que compartí retazos de mí vida, no fuimos niños de
escuela. Nuestra infancia estaba diseminada por todo el monte, entre los
conucos y los potreros, entre la maleza y los árboles perdidos bajo el sol
ondulante de la primavera, entre los maizales dorados de mayo y los pastos de
la tierra encantada donde, el tío Juan y el tío Alberto, peregrinos del alba,
apacentaban sus vacas.
Nuestra infancia todos
los días se perdía por los infinitos senderos que recorríamos descalzos detrás de la quimera, ensimismados en las
historias que nos contaban los abuelos que
prisioneros de una gloria ya perdida en el ocaso de sus vidas todavía viven
prisioneros de sus sueños.
Hoy que guancho no
está, lo recuerdo porque él siempre quiso estar a mi lado, compartir mi
soledad y mi tristeza, esa tristeza que
él nunca entendió y que me acompañaría por el resto de mi vida. Recuerdo que
recorrer el monte era nuestra única obsesión, trepar por los árboles hasta alcanzar las nubes,
hacernos invisibles entre las hojas y el viento y perseguir a los viajeros hasta más allá de los límites de nuestras
tierras, jugar con las mariposas y los pájaros y después de perseguir
inútilmente a los fantasmas de nuestros abuelos por los infinitos senderos de
la fantasía, tendernos boca arriba sobre el pasto a soñar con la felicidad, que
la abuela Mamá tita nos decía que estaba más allá del horizonte y que nunca,
por más buscamos entre la fantasía y los
sueños la pudimos encontrar para
regresarla a la aldea.
.
Domingo Acevedo.
Un orgasmo eterniza la
vida.
En la brevedad del
sueño un orgasmo eterniza la vida.
Enero/13
Domingo Acevedo.
Los alfileres de la ausencia.
Clavados en mi voz
los alfileres de la ausencia
hacen sangrar de olvido mis ojos
Domingo Acevedo
Abril/13
Reclama la justeza de tu derecho a vivir
dignamente
Reclama la justeza de tu derecho a vivir
dignamente, ya que pequeños actos
individuales, pueden generar grandes acciones colectivas victoriosas.
Junio/13
Domingo Acevedo.
Danilo y Leonel, dos formas distintas de mentir
al pueblo.
Danilo y Leonel, dos formas distintas de mentir
al pueblo. Una misma forma de gobernar a favor del capital criollo y
extranjero que genera riquezas a unos
pocos, pobreza a la mayoría y desastre ambiental en el planeta.
Junio/13
Domingo Acevedo.
Cuelga del viento mi voz
Cuelga del viento mi voz
detrás de los cristales de la imaginación
un lirio se estremece
Domingo Acevedo.
Julio/13
Un mar distante suspira pájaros fugaces
Atardece
un mar distante suspira pájaros fugaces
que se diluyen haciendo piruetas en el
horizonte
Domingo Acevedo.
Julio/13.
Un flamboyan herido
En la
inmensa pradera del tiempo
un flamboyan herido
se desangra
en los brazos trémulos del viento
Domingo Acevedo.
Julio/13
Ondea el viento un estandarte de luz
Amanece
ondea el viento un estandarte de luz
vendaval de mariposas que deslumbra el alba
Domingo Acevedo.
Julio/13
Trapiche de humo
Canto de cadenas rotas
huellas de sangre que en las noches vuelven al
mar
luna llena que derrama su luz líquida y mineral
sobre altas palmeras
seibas sagradas
anacahuitas de cristal
hogueras de sangre
danza milenaria
trapiche de humo
caña con sabor a látigo
sudor y sangre en la mirada azorada del viento
días atrapados en un horizonte atardecido por el luto
y de los pechos destrozados por el arcabuz
un vendaval de mariposas anuncian el alba
Domingo Acevedo.
Julio/13
Dedicado a Sebastian Lemba.