Mis huellas vienen de ninguna parte
Mis huellas vienen de ninguna parte y se pierden en
una ciudad donde la soledad y el olvido se adueñan de todas las cosas.
Todos estos tiempo en caminado en circulo alrededor
de la nada sin darme cuenta lo rápido que se han ido todos estos años,
llevándose con ellos parte de mi vida.
Esta mañana me he mirado al espejo y me he visto tan
desamparado que lloré imperturbable mi desdicha de ser humano.
No había nubes enjauladas en el cielo.
No había nubes enjauladas en el cielo
ni pájaros prisioneros en el viento
ni árboles enclavados en la tierra
ni mares encerrados en el horizonte
sólo estaban mis
ojos agonizando eternamente
en el camino real
y se hace
poesía
A veces tu
nombre rueda por los bordes de una lagrima
y se hace
poesía
una canción
Junio/13
Domingo
Acevedo.
El barrio.
El barrio
la casa
la ventana
siempre abierta
la puerta
siempre cerrada
el cuadro
en la pared
el gato
una
cucaracha en la cocina
la estufa
apagada
los platos
sucios
la T.V.
la P.C.
el calor
insoportable
los
apagones
los niños
que juegan en la calle
el coro de
la esquina
el pleito
de la vecina contra su marido borrachón
la banca de
Claudio
el colmado
de Manuel
la barbería
de José
la iglesia
de la esquina
la vieja
pendenciera
el
narcotraficante de poca monta que en el callejón de los cuernos
espera
comprador
los jóvenes
con el cerebro fundido por los pericos
la niña
coqueta que sueña en brazos de la quimera
Pirito el maricón
María la más puta
el olor
pestilente de las aguas cloacales
los
disparos
el corre
corre
qué pasó
nada
un pleito
entre tigueres
mataron a
Martín la navaja
y de nuevo
el barrio
la pobreza
el
hacinamiento
la
desesperanza
los
policías corruptos en su moto DT
el
microtrafico
el peaje
el pillaje
el
desasociego
la
inquietud
el estrés
la paz que
no llega
la maldita
paz
en fin
el barrio
es la suma de ilusiones
que mueren
en el día a día
Junio /13
Domingo Acevedo
En tus ojos la
luna es una flor
En tus ojos la
luna es una flor
que el viento en la noche deshoja
su perfume
relámpago de pétalos
que ilumina la desnudez de tu cuerpo
que entre mis brazos amanece
Domingo Acevedo.
Junio/13
Es la desnudez.
Es la desnudez la más intima convicción de nuestra humanidad.
Domingo Acevedo.
Junio/13
Los laberintos de la imaginación.
Una madrugada
propicia para perderse en los laberintos de la imaginación.
Domingo Acevedo.
Junio/13
Después de las lluvias
Después de las lluvias de esta esplendorosa noche de junio
una luna llena
nos deslumbra con su hermosura
y se que ella
en donde este la mirará
Junio/13
Por favor denme tiempo.
Por favor denme tiempo para saber sí de verdad he vivido
y para poder
arrepentirme de esta muerte que espero y
llega
Junio/13
Domingo Acevedo.
Esta noche en un bar.
Esta noche en un bar
sentado
frente a una ventana que da al río Ozama
veo como la luna y las estrellas
naufragan en el horizonte de una lagrima
y como tu ausencia en una canción
me aplasta
contra los recuerdos
Junio/13
Domingo Acevedo.
Y se hace
poesía.
A veces tu nombre rueda por los bordes de una
lagrima
y se hace
poesía
una canción
Junio/13
Domingo Acevedo
Vencedor de la muerte.
Es aquí en mi voz
Martí
donde la
aurora se viste con tu nombre
desde
donde te levantas todos los días
vencedor de
la muerte
y recorres
victorioso
nuestra América
y escribes
con tu sangre
en los
pergaminos de nuestra historia
la palabra
a libertad
Domingo Acevedo.
Marzo/13
Poema dedicado a José Martí
En la oquedad del tiempo.
En la oquedad del tiempo
mi voz es
el eco envejecido del silencio
Dic/12
Domingo Acevedo.
En la lejanía de mi voz.
En la lejanía de mi voz
el mar se
ahueca en un suspiro
Dic/12
Domingo Acevedo.
Espiga de luz
Espiga de luz
llamarada
de sombras
racimo de
estrellas
la noche
Dic/12
Domingo Acevedo.
Un monumento a la pobreza
Es prima noche, por el camino las sombras
cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del tiempo perdido tratando
de alcanzar un horizonte de luz.
en el cielo, el destello de las estrellas se
agolpa en nuestras miradas prisioneras por la grandeza de un universo en
expansión, mientras que en el monte los grillos elevan una sinfonía al
infinito y junto al camino real una
casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con el piso de tierra,
apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un monumento a la
pobreza, en ella una familia malvive todos los días su cotidianidad de hambre y
miseria.
Domingo Acevedo.
Enero/13
Detrás de
las sombras.
He vuelto a
esconderme detrás de las sombras de mi soledad, huyo de las traiciones de los
hombres.
25/12/12
Domingo Acevedo.
El paquetazo.
El paquetazo
La corrupción
el PLD
los apagones
el funcionario
el congresista
la corrupción
el alto costo
de la vida
el salario
miserable
la pobreza
el hambre
el desempleo
el metro
la segunda
línea del metro
el pueblo
la pobreza
el hambre
los apagones
la protesta
el gobierno
el narcotrafico
la delincuencia
la complicidad
la policía
nacional
Danilo Medina
La corrupción
La mega minería
el uso del
cianuro
la Barrick Gold
el contrato
la estafa
Leonel Fernández
los
congresistas
la estafa
el oro
Loma Miranda
el desastre
ecológico
el futuro
incierto
la
contaminación
la muerte
la muerte que
es igual
a megaminería
más el uso del
cianuro
Domingo Acevedo.
Abril/13
Disfruto
pensarte.
Disfruto pensarte en la distancia
Desnudarte en mis sueños
y hacerte el
amor en la imaginación
Domingo Acevedo
Abril/13
Tu voz tiene dos alas.
Tu voz tiene dos alas
mariposa
que susurra al viento mi nombre
tierno
destello del pasado
dulce
sonido de flautas en el viento
que a veces
en la tarde
llena mi
silencio de tu recuerdo
Febrero/13
Domingo Acevedo.
Un orgasmo eterniza la vida.
En la brevedad del sueño un orgasmo eterniza la
vida.
Enero/13
Domingo Acevedo.
Los
alfileres de la ausencia.
Clavados en mi voz
los
alfileres de la ausencia
hacen sangrar
de olvido mis ojos
Domingo Acevedo
Abril/13
Cuelga del
viento mi voz
Cuelga del
viento mi voz
detrás de
los cristales de la imaginación
un lirio se
estremece
Domingo
Acevedo.
Julio/13
Un mar
distante suspira pájaros fugaces
Atardece
un mar
distante suspira pájaros fugaces
que se
diluyen haciendo piruetas en el horizonte
Domingo
Acevedo.
Julio/13.
Un
flamboyan herido
En la inmensa pradera del tiempo
un
flamboyan herido
se
desangra en los brazos trémulos del
viento
Domingo
Acevedo.
Julio/13
Ondea el
viento un estandarte de luz
Amanece
ondea el
viento un estandarte de luz
vendaval de
mariposas que deslumbra el alba
Domingo
Acevedo.
Julio/13
Trapiche de
humo
Canto de
cadenas rotas
huellas de
sangre que en las noches vuelven al mar
luna llena
que derrama su luz líquida y mineral
sobre altas
palmeras
seibas
sagradas
anacahuitas
de cristal
hogueras de
sangre
danza
milenaria
trapiche de
humo
caña con
sabor a látigo
sudor y
sangre en la mirada azorada del viento
días
atrapados en un horizonte atardecido por
el luto
y de los
pechos destrozados por el arcabuz
un vendaval
de mariposas anuncian el alba
Domingo
Acevedo.
Julio/13
Dedicado a
Sebastian Lemba.
Hoy que Guancho no esta.
Guancho fue una de los pocos seres humanos con
las que compartí retazos de mí vida, no fuimos niños de escuela. Nuestra infancia
estaba diseminada por todo el monte, entre los conucos y los potreros, entre la
maleza y los árboles perdidos bajo el sol ondulante de la primavera, entre los
maizales dorados de mayo y los pastos de la tierra encantada donde, el tío Juan
y el tío Alberto, peregrinos del alba, apacentaban sus vacas.
Nuestra infancia todos los días se perdía por
los infinitos senderos que recorríamos descalzos detrás de la quimera, ensimismados en las
historias que nos contaban los abuelos que
prisioneros de una gloria ya perdida en el ocaso de sus vidas todavía viven
prisioneros de sus sueños.
Hoy que guancho no está, lo recuerdo porque él
siempre quiso estar a mi lado, compartir mi soledad y mi tristeza, esa tristeza que él nunca
entendió y que me acompañaría por el resto de mi vida. Recuerdo que recorrer el
monte era nuestra única obsesión, trepar por
los árboles hasta alcanzar las nubes, hacernos invisibles entre las
hojas y el viento y perseguir a los viajeros
hasta más allá de los límites de nuestras tierras, jugar con las
mariposas y los pájaros y después de perseguir inútilmente a los fantasmas de
nuestros abuelos por los infinitos senderos de la fantasía, tendernos boca
arriba sobre el pasto a soñar con la felicidad, que la abuela Mamá tita nos
decía que estaba más allá del horizonte y que nunca, por más buscamos entre la fantasía y los sueños la pudimos encontrar para regresarla a la aldea.
.
Domingo Acevedo.