Yo me uno a los que piensan y sueñan que el karate, las artes marciales en sentido general, con sus principios éticos de honor y lealtad, deben servir para unir a los seres humanos en un abrazo solidario y fraterno que propicie la construcción de una humanidad ética, moral, equitativa, justa y solidaria, donde el amor al prójimo y la vida nos aleje por siempre de los conflictos y las guerras entre los seres humanos.
Domingo Acevedo
Julio/2024
