viernes, septiembre 06, 2024

Después de más de quinientos años de exterminio.

 


 

Los taínos, los caribes, los arawacos, los mayas, los incas, los mapuches, los apaches, los sioux, los charrúas, los mohawks, los yanomamis, los aztecas, los Incas, los Lencas, los Pemones, los Kunas, etc., que equivocadamente fueron llamados indios, son los pueblos originarios de este continente, cuyo nombre era Abya Yala y que los conquistadores europeos llamaron América,

Ellos que fueron subyugados, esclavizados, asesinados y prácticamente exterminados por el hombre blanco que usurpó sus tierras, violó sus mujeres, asesinó a sus hombres, niños y ancianos, que saqueó sus riquezas, riquezas que impulsó el desarrollo de sus naciones a costa de empobrecerlos

Hoy después de más de quinientos años de exterminio pedimos a ustedes, hombres civilizados que no los miren con odio, ni con desprecio, ni con lástima, que los miren con el respeto y el reconocimiento que se merecen como pueblos que han resistido durante tantos años con dignidad, el peso sistemático de la violencia y la discriminación.

Los pueblos originarios de Abya Yala, invisibilizados por la civilización, son sus verdaderos habitantes, son los seres humanos a los que ustedes han condenado a vivir bajo la violencia de la marginalidad y el exterminio permanente y creemos, estamos seguro de que llegó la hora, el momento .de que sus derechos a vivir en paz, libres y felices en sus territorios sean reconocidos.

No más discriminación, no más agresiones, no más represión, ya basta de tantos crímenes contra los pueblos originarios, apostemos a que puedan vivir en paz respetando sus vidas, sus territorios y su autonomía.

Domingo Acevedo.

Agosto/18

















Fotos tomadas de la red.

Sigue pendiente aún, la lucha por la identidad, el territorio y la autonomía.

 


 

Hay que destacar que, aunque los indígenas, mestizos, negros y mulatos, jugaron un importante papel en las luchas independentistas de nuestro continente, después de logradas dichas independencias estos fueron relegados a un segundo plano, discriminados y marginados por la naciente casta política y social que nacía en las nuevas repúblicas, llegando muchas de esta a plantear que estos eran un estigma y una traba para el desarrollo de dichas sociedades.

Nunca terminaron de aceptarlos, ni tampoco reconocer sus aportes en las luchas independentistas y mucho menos sus derechos como seres humanos, ni como los verdaderos habitantes de este continente, por lo que sigue pendiente aún la lucha por la identidad, el territorio y la autonomía.

 

Hoy eso aún no ha cambiado, todo sigue igual o peor.

Domingo Acevedo.

Foto tomada de  la red.



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