martes, febrero 05, 2013

Danilo Medina nuestro presidente

Danilo Medina nuestro presidente, es la continuación del despotismo, la simulación y el engaño.

 Danilo Medina es la continuación de la pobreza programada, de la marginalidad creada como estrategia de gobierno.

 Danilo Medina es la continuación de los aumentos desmesurados de los productos de la canasta básica, de los apagones y la escasez prolongada de agua.

 Danilo medina es la continuación de la delincuencia y el narcotráfico alimentados desde el estado, es la continuidad de la inseguridad ciudadana, los abusos policiales y la represión contra los ciudadanos que en las calles reclaman sus derechos de manera pacifica y ordenada.

 Danilo Medina es la continuación de los que han entregado parte de nuestro territorio a empresas mineras con contratos onerosos que lesionan el interés nacional y pone en peligro la soberanía nacional, y que además se llevaran nuestras riquezas y sólo nos dejaran contaminación, pobreza y muerte.
 En definitiva.

Danilo Medina, nuestro presidente, es la continuación de los gobiernos del PLD, que multiplicaron los juegos de azar y profundizan la degradación moral de nuestra sociedad.


 Domingo Acevedo.

domingo, febrero 03, 2013

No sólo es inteligente aquel que sabe leer y escribir y/o tiene una profesión.


No sólo es inteligente aquel que sabe leer y escribir y/o tiene una profesión.


Muchas personas están equivocadas respecto a que creen que sólo son inteligentes aquellos que saben leer y escribir y/o tiene alguna profesión y no es así, yo que he tenido la oportunidad de convivir con personas de las montañas, las llanuras y los bosques, se que esas personas sin saber leer, ni escribir tienen una inteligencia natural del medio en que viven que les permiten sobrevivir en las condiciones más extremos.

Por ejemplo hay muchas personas que sin saber leer ni escribir saben nadar,  conducir vehículos de motor, por ejemplo mis padres no saben leer ni escribir pero saben contar, sumar, restar y  multiplicar. Yo he visto en los bosques en los que he estado que sus habitantes tienen un completo dominio del medio en el cual viven, conocen cada árbol, cada insecto, cada ave, cada animal y hasta por las posiciones de las nubes, el viento, el sol y la luna,  saben si lloverá o hará frío.

Saben para que sirve cada hoja, incluso saben orientarse por los árboles, el sol, la luna y las estrellas, entre otras cosas y es esa sabiduría natural transmitida de generación en generación es lo que les permite llevar una vida mas o menos llevadadera en el difícil medio que les ha tocado vivir  y yo apuesto, a que una persona culta, inteligente, capaz,  por no decir civilizada no sobreviviría una semana sin esos conocimientos naturales en una selva.

Domingo Acevedo.



No hay etapa más bella que la niñez.


No hay etapa más bella que la niñez.


No hay etapa más bella que la niñez, nada puede borrar la felicidad del rostro de los niños, ni siquiera la pobreza, ni el hambre y ni el horror de las guerras y las calamidades de quienes viven en la pobreza extrema pueden borrar del rostros de los niños el milagro de una sonrisa.

Domingo Acevedo

Nuestra posición anti imperialista.


Nuestra posición anti imperialista

Nuestra posición anti imperialista no es contra el pueblo Norteamericano, es contra la política guerrerista y genocida que desde el pentágono implementan sus gobiernos contra otros países, muchas veces indefensos y bajo argumentos falsos  que utilizan para cometer crímenes masivos de lesa humanidad

Domingo Acevedo

Nosotros viejos militantes revolucionarios.

Nosotros viejos militantes revolucionarios, resistiremos hasta que nuestra juventud despierte y se levante y se haga dueña de su destino y haga los cambios necesarios para que el pueblo dominicano alcance la felicidad que se merece.

Domingo Acevedo

sábado, febrero 02, 2013

HOY QUE GUANCHO NO ESTA.


HOY QUE GUANCHO NO ESTA.

Guancho fue una de los pocos seres humanos con las que compartí retazos de mí vida, no fuimos niños de escuela. Nuestra infancia estaba diseminada por todo el monte, entre los conucos y los potreros, entre la maleza y los árboles perdidos bajo el sol ondulante de la primavera, entre los maizales dorados de mayo y los pastos de la tierra encantada donde, el tío Juan y el tío Alberto, nómadas peregrinos del alba, apacentaban  sus vacas.

Nuestra infancia todos los días se perdía por los infinitos senderos que recorríamos descalzos  detrás de la quimera, ensimismados en las historias que nos contaban  los abuelos que prisioneros de una gloria ya perdida en el ocaso de sus vidas todavía viven prisioneros de sus sueños.

Hoy que guancho no está, lo recuerdo, porque él siempre quiso estar a mi lado, compartir mi soledad  y mi tristeza, esa tristeza que él nunca entendió y que me acompañaría por el resto de mi vida. Recuerdo que recorrer el monte era nuestra única obsesión, trepar por  los árboles hasta alcanzar las nubes, hacernos invisibles entre las hojas y el viento y perseguir a los viajeros  hasta más allá de los límites de nuestras tierras, jugar con las mariposas y los pájaros y después de perseguir inútilmente a los fantasmas de nuestros abuelos, por los infinitos senderos de la fantasía, tendernos boca arriba sobre el pasto a soñar con la felicidad, que la abuela Mamá tita nos decía que estaba más allá del horizonte y que nunca, por más que la buscamos no  pudimos encontrar esa señora para regresarla a la aldea.
.

Domingo Acevedo.

El derecho a vivir con dignidad.

Un día, los pobres, los hijos de nadie, los parias, tendrán necesariamente que tomar las calles, para conquistar por las buenas o por las malas su derecho a vivir con dignidad.

Domingo Acevedo.

tu cuerpo desnudo.




En las noches
petrificado tras el cristal de mis recuerdos
tu cuerpo desnudo danza en la penumbra del tiempo

Al embajador de Canadá en la Rep. Dominicana.

AL EMBAJADOR DE CANADA EN EL PAÍS. 

hay que decirle al embajador de Canadá, que somos una nación libre, que la Barrick Gold es una estafa a nuestro país, que aquí hay personas con mucha dignidad, que lucharemos hasta las ultimas consecuencias contra ese emporio minero, caracterizado por el saqueo de las riquezas ajenas y por llegar hasta el crimen contra los que se oponen a ella.

Domingo Acevedo.

Dos poemas, una historia.


LA MUERTE DEL CHIVO

Después de la muerte del chivo volvimos a vivir  a las Esperilla
construimos sobre las cenizas de la tierra arrasada nuestros sueños
atrás dejamos toda la nostalgia del mar
el fuego de los atardeceres consumiéndose en sus aguas azules
olvidamos el martirio de la soledad y el hambre 
con nuestras manos hicimos posible que la primavera
floreciera nuevamente
volviendo  a ser felices en nuestra vieja sociedad conuquera
donde el trueque era una cotidiana actividad comercial
y la abuela mamá tita y el tío Juan regían el destino
de todas las cosas
éramos una  familia y dos apellidos
Acevedos y Paniaguas
y nuestra historia  estaba íntimamente ligada a la Esperilla
la tierra que tanto amaron nuestros abuelos 
porqué según la abuela Mamá tita en ella había nacido
la abuela de la abuela de su abuela
así resumía ella el tiempo
y tal vez por eso en las tardes legendarias por el camino real
veíamos pasar en grandes caballos blancos
los espíritus de de nuestros antepasados diciéndonos adiós
con sus manos pálidas de muertos
ellos siempre lucharon contra el tiempo
pero ignoraban que su peor enemigo no era el tiempo
sino el olvido


Domingo Acevedo.





EL REGRESO

El regreso fue feliz
desenterramos nuestros sueños petrificados debajo de la tierra 
con nuestra alegría poblamos  los espacios de la ausencia
y volvimos a correr por los caminos interminables del botao
a buscar mangos y aguacates en el fundo de la abuela
a levantarnos tempranito a  buscar la leche donde el tío Juan de la Rosa
a buscar agua al hotel el embajador
volvimos a caminar por los senderos de los sueños
con el alma salpicada lunas  y  estrellas
recuerdo las mañanitas frías
las horas memorables del rocío
nuestros viajes interminables hacia los amaneceres rosas de abril
las mariposas amarillas
el olor de las guayabas
mayo que tejía con hilos de plata los colores de la primavera
con diciembre llegaba la época del amor y la nostalgia
yo siempre me dejaba vencer por la melancolía
de esos  días efímeros
las flores de pascua
el viento del norte que nos endulzándonos el alma
con la tristeza de un siglo enlutado por las guerras y el odio
mientras que en el cielo placido del invierno
 la luna llena
compañera de mis noches alegres
el día de reyes
el ritual
la hierba de guinea
el baso de agua
la meta verde
el cigarrillo crema
el papelito
el desvelo
al otro día la decepción
los reyes no pudieron entrar
León asustó a los camellos con sus ladridos y siguieron de largo 
nos quedaba la tristeza de no entender por que no teníamos
un juguete como los demás niños
tampoco comprendíamos la muda tristeza de nuestros padres
que desesperados nos decían
no se apuren que la vieja Belén pasará
con algún juguete de lástima para ustedes
todo parece tan absurdo después de tanto tiempo
la carretera de caliche
el hotel Embajador
Borronoso
el campo de golf
los transformadores
la escuela
el viejo maestros
que cuando Andrés Longo se emborrachaba lo hacia huir
y tenía que dormir en el monte
doña Erica la esposa del embajador de Alemania en el país
las monjitas de siempre
sor Refugio
sor Milagros
sor Inés 
siempre tiernas y cariñosas
Minó
Pepe el loco
Cohete
los Dendenes dueños de las madrugadas y el rocío
el play a donde íbamos a tirar piedras a la luna
Popó Candela
Damiana la Patana
Mandinga
la vieja Tiesa
Caquín el zapatero plebe  remendón y borrachón
Juan caco de yuca
Guaroita
Juan Barriga
Zira la mamá de Fafa Taveras 
Ulises que alguna vez nos paseó a todos en su vieja motoneta
por las calles de fantasía de la ciudad alegre de más allá de la alborada
mi padrino Higueyano
Chenchita
el tío Gugú
María de los Angeles
Josefita escondida siempre tras un disfraz varonil
el tío Vallejo solitario y tierno
vagando por la tierra que lo olvida
con su saco llenos de sueños tocando puertas
que hace siglos la vida le cerró para siempre
la tía Eufemia
Isidro el caballo
Enrique
Julio 
Guancho
Silvio el hijo de Minta
el tío Rafael
Pichao
todos se dejaron vencer por el tiempo
ahora nosotros luchamos contra el olvido
para que no nos venza la nostalgia 

Domingo Acevedo.

Viva el Che, viva la libertad.






miércoles, enero 30, 2013

Poeta




Nadie entiende tu soledad
poeta
esa soledad que pregona tu silencio
cuando caminas despacio por las calles
dejando huellas inconclusas y fatigadas en tu alma
esa soledad que destila tu mirada
cuando el viento en tu interior abre puertas
por donde se escapan los hombres
proscritos del tiempo
viejos violinistas encantados
que con su sonido de flautas
llenan tu sangre de prostitutas
y mendigos
de molinos de vientos
y quijotes
de alondras
y luciérnagas remotas
que viajan en tu mente
hacia un secreto universo de bitácoras
donde es un espejismo
tu soledad
un espacio vacío
un abismo cósmico
de fosforescentes  longitudes verticales
que ahondan la angustia de las estatuas colosales
que miran impávidas al cielo


con un silencio de salitre y olvido en sus labios petrificados por el tiempo
ellas lloran
poeta
inadvertidas suplican y sus lágrimas de rocío
sobre la hierba reseca
cada mañana guardan prisioneras las estrellas australes
nadie sabe de dónde vinieron
pero están ahí
mudo testimonio de una civilización de cíclopes
que se marcharon dejándolas como evidencias
y aunque posiblemente no volverán
ellas  aún esperan la llegada de los secretos visitantes del cielo
es en esa rígida actitud de melancolía
que ellas se parecen  a ti
poeta
a ti que tienes una herida abierta
por donde cada tarde se cuelan pájaros
y mariposas
a llenar de alas y flores tu mirada
que vuela tranquila hasta alcanzar la frontera más lejana del universo
ellas
poeta
se parecen a ti que tienes una edad prehistórica
que guarda relojes minerales
que esconden sueños de arena
que hablan de una historia diluida en un tiempo
que tiene dedos amargos que se aferran con dolor
al delirio de los arácnidos que tejen pausadamente
sus telarañas lumínicas   donde atrapan los insectos
que pueblan el pensamiento putrefacto
del hombre moderno
que no vive
que agoniza
enloquecido por el espanto cotidiano de la muerte
intoxicado por el humo
abrumado por la prisa
y en su delirio solo vive para el odio y la guerra
vociferando que la paz es sólo un sueño de guitarras y palomas
una canción  que los niños olvidaron antes de nacer
un discurso hueco
una palabra fría
nada
y olvida que él como tal es simplemente excremento
de un desarrollo que apesta a muerte
un esclavo de las máquinas
una cifra estadística
un número
que se maneja sin ningún valor humano
con desprecio
sin ninguna identidad
ese es el hombre moderno
viciado
prostituido
deshumanizado
el que agoniza acorralado por la prisa
en que el tiempo desvanece los sueños
y diluye la esperanza entre espejos rotos
el que no admite que al final del siglo XX
tu puedas soñar con la paz
y vestirte de ternura y solidaridad
para construir con las palabras el amor
para que la alegría perdure más allá de la profecía
para que la primavera estremecida por un vuelo horizontal de golondrinas
sea eterna bajo este cielo infinitamente breve
y si al final del poema él persiste y se obstina
en su actitud oscura hacia la vida arrojando al hombre común  al vacío
donde la muchedumbre amotinada
es triturada por la incertidumbre de un futuro incierto
míralo despacio y con desprecio
y en silencio guarda tu soledad en un bolsillo
y luego sigue tu camino sin prisa hacia la aurora
para que cuando amanezca tu tristeza sólo sea
un pájaro que se escapa de tus ojos hacia el olvido
y para que entre tus manos repletas de sueños
germine la vida
y se multiplique la esperanza

Domingo Acevedo.






Sueños perdidos en los conucos.




Son las seis de la tarde, detrás de la casa papá prepara su montura. Julia es una burra que nos ha acompañado en un gran trecho de nuestras vidas, ha estado ahí, en las buenas y en las malas, sobre su lomo nos ha llevado por todos los confines de esta tierra y más allá, a la ciudad en donde no hay espacio para los humildes labradores que llenos de harapos por sus calles inhóspitas venden sus sueños perdidos en los conucos y  por las que pregonan  a viva voz: verduuuras, yuuuca, aguaaaaacates, maaaaangos marchanta llevo carbooon, venga marchanta que llevo huevos criollos, para después de vender nuestros productos por miserables monedas, perdernos en el monte con todos nuestros sueños a cuesta.

Ya la montura está lista, León juguetea entre nuestras piernas alegre, salta, ladra, mientras Julia nos mira con toda su ternura resumida en sus ojos tristes. No me acuerdo cuando llegó a casa pero la recuerdo de toda la vida, desde siempre, desde que tengo uso de razón.

Estamos detrás de la casa, bajo la mata de capá, mi madre, mi hermano Juancito, y yo, Felipe y Ñonó no se por donde andan, ya mí padre está preparado al lado de Julia, se despide con un gesto de la mano y se monta, yo corro y me aferro con ternura a una de sus piernas y luego me alejo para ver como él, mí padre, se aleja por el camino en sombras a un lugar perdido en el monte, León  va tras él ladrando y saltando alegre, nosotros nos quedamos parados en medio de la noche hasta que ellos se pierden en la oscuridad.


Allá en un claro del monte mi padre tiene un horno hecho de troncos secos para hacer carbón vegetal, para luego venderlo en la ciudad, tiene que cuidarlo, por eso es que amanece todas las noches vigilándolo para que no se incendie  porque sino en vez de carbón sólo encontrará cenizas.

En la carbonera, a la intemperie dormirá sobre algunos sacos de cabuya que lo cubrirán del frío de la noche y los mosquitos, acompañado de los grillos y las estrellas, las lechuzas y los murciélagos. A su lado León gruñirá a los fantasmas que rondan la soledad de la noche en el monte, él y Julia no desampararán a mi padre por nada del mundo, estarán siempre a su lado protegiéndolo de toda maldad escondida entre el silencio nocturno y la oscuridad.

Mañana tempranito, antes que salga el sol, mi madre, Juancito y yo iremos a encontrarnos con mi padre, les llevaremos un poco de café y algo de comer ya a  esa hora el carbón estará listo para llenar cuatro o cincos sacos para acomodarlos en el lomo de Julia y regresar a la casa, para de inmediato mi padre tomar el camino hacia la ciudad y venderlo a algún comerciante para traernos de comer para unos cuantos días.


Domingo Acevedo.

martes, enero 29, 2013

Malditos apagones, maldito gobierno.


Doce horas de apagones diarios para los barrios pobres es más que un abuso




A los barrios pobres este gobierno abusador les da doce horas de apagones diarios y lo peor no es eso, sino que esos malditos de las EDES como una burla te mandan la electricidad y a los cinco minutos se la llevan de nuevo.

Doce horas de apagones es demasiado, las personas que no tiene planta o inversores, no pueden ver televisión, ni tener nada frío en el refrigerador, ni usar el computador tranquilo, ni leer un libro, es una tortura, es estresante, ningún país sin electricidad se puede desarrollar, los pequeños negocios de los barrios han quebrados por la tanda diaria de apagones y además que los barrios a oscuras se vuelven nidos de delincuentes en donde no hay seguridad para nadie.

 Además de que aquí en la Rep. Dominicana tenemos una de las tarifas eléctricas más caras del mundo, de que los privatizadores de ese bien del pueblo se la vendieron como vaca muerta a ellos mismos, se la repartieron los tres partidos que han hundido a este pueblo en la pobreza y la desesperanza (PLD, PRD, Y PRSC) con contratos onerosos, que lesionan el interés nacional, para beneficiar intereses particulares, por ejemplo a las generadoras eléctricas hay que pagarles en dólares aunque estén apagadas, miren ustedes que gobiernos más abusadores nos gastamos nosotros que entregan nuestro patrimonio a otros y de que manera, claro eso generó pingues beneficios a los negociadores.

Pienso que debemos despertar, que debemos educar al pueblo, que debemos organizarlo para que luche por sus derechos, para derrotar a los que nos oprimen.

Domingo Acevedo
21/1/13

Un monumento a la pobreza.




Es prima noche, por el camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.

en el cielo, el destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos elevan una sinfonía al infinito  y junto al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su cotidianidad de hambre y miseria.

Domingo Acevedo.

domingo, enero 27, 2013

La tía Agustina.


La tía Agustina todavía permanece
recostada en la ventana del tiempo
mirando hacia el sur
hacia donde el mar Caribe
se alarga hacia lo infinito de su  imaginación
salpicando sus ojos de nubes fugaces
y  remotos pájaros marinos
petrificados en ámbar celular de su mirada antigua
que todas las tardes se derrite en la distancia
chorreando el horizonte
de fosforescentes mariposas
que vuelan sin pausa tratando de alcanzar el sol
que navega en un espectral océano de colores
hacia ninguna parte 

Nuevas imágenes de Domingo Acevedo.






















sábado, enero 26, 2013

AMÉRICA


AMÉRICA

I

OH América
a veces quiero pensarte
en retrospectiva
imaginarte como habrías sido hoy
si Colón hubiera errado el rumbo
y sus naos imperiales
hubieran naufragado
En las noches sin memoria del olvido
sin alcanzar tus costas
y así sus tripulantes
no hubieran podido
realizar la hazaña terrible
de la conquista
y los hombres del viejo continente
no hubieran entonces enlodado de sangre
con su odio el aborigen encanto
de tu geografía inocente

II

OH América
a veces quiero pensarte
en retrospectiva
imaginarte como habrías sido hoy
si tus habitantes
no hubieran quedado deslumbrados
por el brillo metálico
de las armaduras
de los conquistadores
si Quetzalcoalt
hubiera prevenido a los Aztecas
y Viracocha a los Incas
de que por la misma ruta
otros hombres
en otras naves
con otras intenciones llegarían
como hordas de lobos infernales
a sembrar el terror y la muerte
entre tus habitantes que creyeron
OH
América
que ellos los recién llegados
eran los dioses bondadosos y sabios
que un día se marcharon
prometiéndoles volver
por eso los recibieron
con su festiva inocencia
entre sus manos repletas
de frutas tropicales
flores exóticas
y regalos de amor
era su única intención
agradar a los dioses
pero no leyeron  en los ojos de los extraños
la codicia sin límites
de los guerreros plateados
que llegaron del mar
ahogando en sangre la hospitalidad brindada
ante la sorpresa de tus habitantes
que creyeron que ellos poseían el poder
del trueno
y que caballo y jinete
eran una sola bestia
y en su inocencia
no pudieron sobreponerse al asombro
ante la crueldad inusitada
de los hombres pálidos
que intentaron en vano doblegar
la inquebrantable actitud de los aborígenes
que prefirieron morir mil veces
antes que ser esclavos

            III

OH América
a veces quiero pensarte
en retrospectiva
imaginarte como habrías sido hoy
si en nombre de Dios
los conquistadores
no se hubieran posesionado
de ti
de tus valles
de tus montañas
de tus planicies
de tus búfalos
del manatí
del cóndor
del Jaguar
del águila
del quetzal
de tus hombres y tus mujeres
del oro y del níquel
de la plata y del hierro
y si después de ser dueños
de todas las cosas
no hubieran usado el sano pretexto
de la evangelización para exterminar
a tus habitantes
que nunca quisieron aceptar
al dios bueno de los hombres malos
que los obligaron al trabajo forzado
que violaron sus mujeres
y se adueñaron de la vida y los sueños
e hicieron un testamento
donde los reyes católicos de España
eran los dueños de la tierra más hermosa
y rica que ojos humanos jamás habían visto
y cuyos habitantes
eran muy hermosos mansos y sencillos
y vivían semidesnudos
e ignoraban el valor
de las piedras preciosas
y los metales
y no conocían la rueda
ni el caballo
ni la pólvora
ni la viruela
ni el sarampión
ni la sífilis
y sin embargo
tenían grandes conocimientos
sobre matemáticas
astronomía
e ingeniería
y ya habían inventado el valor del cero
y habían construido
hermosas ciudades
con grandes edificios
en forma de pirámides
y cultivaban maíz
yuca
cacao
algodón
y coca
y eran felices
recorriendo en sus canoas
las islas dispersas
a todo lo ancho y largo
del mar Caribe
viajando a través de los ríos Lempa
Amazonas y de la Plata
hacia el corazón palpitante de la selva
pescando en los ríos Ozama y Yukón
cazando búfalos
en los territorios de los sioux
los kiowa y los apaches
poblando y repoblando el continente
desde las planicies heladas de Alaska
hasta la edad eterna
de las remotas soledades
de la tierra del fuego
donde la vida parecía
haberse detenido para siempre

            IV

OH América
a veces quiero pensarte
en retrospectiva
imaginarte como habrías sido hoy
si los vencedores hubieran sido tus habitantes
si el valor  y la dignidad
hubieran triunfado sobre la violencia de la fuerza
y la sin razón
de los centuriones europeos
a quienes ni el oro ni la sangre
lograron saciar su feroz opulencia
y siguieron la ruta
que les trazó su codicia
como demonios ciegos de ira
sembrando la muerte a diestra y siniestra
en una danza macabra
de violencia y lujuria
llenando de espanto y locura
la claridad de los días
y como respuesta al genocidio
y a la crueldad inusitada
la resistencia no se hizo esperar
y los guerreros huyeron en las noches
hacia las altas montañas
desde donde acechan
a quienes en busca de ellos
se aventuran en la manigua
y las madres indefensas
OH América
en un acto de Rebeldía
ahogaban a sus hijos en los ríos
o los mataban a palos
y después se suicidaban ellas
y las embarazadas de la yuca amarga
bebían el jugo
para envenenar en el vientre al feto
para librarlo de nacer bajo el horror de la conquista


            V

OH América
jazmines morados florecen
en la tierra abonada
de las noches lejanas
de los últimos aborígenes muertos
en cuya sangre se ahogaron las piedras del camino
que emprendieron
los que nunca admitieron ser esclavos
y lucharon heroica y tenazmente
hasta el fin de la raza
 y hoy a quinientos años
del exterminio
lejanas hogueras
crepitan en las noches frías
de los Andes y la selva lacandona
donde nuevamente
suenan los tambores de la guerra
que anuncian el fin de una paz
que nunca existió
ya que nunca cesó el exterminio
contra los indígenas
y del camino que viene de los siglos
un tropel de fantasmas regresan y se agolpan
junto a la mágica claridad del alba
Caonabo
Enriquillo
Hatuey
Caupolicán
Lautaro
Urraca
Tupac Amarú
Lempira
Caballo Loco
Cochise
Gerónimo
Nube Roja
como una utopías
regresan de la vía láctea
para encender con su ira el fuego
que iluminará el camino de los elegidos
que guiarán a nuestra América hacia un nuevo amanecer






Cuántos muertos ilustres en estas guerras perpetuas por la liberación necesaria de América.
América

II

América
razas mezcladas
en la sangre y en el llanto
Quena dulce y triste
danza ancestral
ritmo frenético
de tamboras milenarias
bailes
esperanzas
alegría
oxidadas cadenas de siglos
arrastran un pasado
de llanto y  luto
América
indígena
negra
mulata
caribeña
latina
austral
insular
continental
América
violada
ensangrentada
subversiva
levantada
presentida
pero jamás sometida
osada
digna
valerosa
tierna
solidaria
amorosa
América
Unauna y otra vez América
mil veces América
en la sangre y en la flor
América
en la vida y en la esperanza
América
siempre América












V CENTENARIO

            I

Ay si tantos muertos
pudieran levantarse
con la aurora
para reivindicar la historia
para poner cada cosa
en su justo lugar
entonces
la opulenta celebración
del V Centenario se iría
a la mierda

V CENTENARIO
 II

Hoy me he puesto a llorar
sobre las tumbas milenarias de los muertos
sobre la breve dulzura de sus huesos
sobre su silencio de siglos
sobre la historia de este continente
que los jinetes apocalípticos
bautizaron fatídicamente América
hoy me he puesto a llorar
sobre cerradas sepulturas
que guardan el secreto rumor
de un viejo motivo
y cada lágrima corre como un río
donde se desborda la noche
y me obstino en mi pretensión
de recoger las estrellas diseminadas
por el suelo amarillo del universo
que hoy alcanzaron
la breve estatura de las piedras
hoy me he puesto a llorar
sobre las tumbas olvidadas
de los aborígenes asesinados
y sobre estas viejas tumbas
maldigo a los argonautas
que hicieron de la espada y la cruz
argumentos perennes de opresión y muerte
y del miedo una prisión
donde encadenaron el amor y la ternura
para que las gaviotas
perdieran la órbita celular del mar
de cuyas espumas
vienen desde siempre las mariposas
a llenar de colores
el horizonte circular de la primavera
hoy me he puesto a llorar
sobre esas tumbas abandonadas
en el tiempo
y sobre ellas
maldigo a los que profanaron
el sexo de los sueños
y subyugaron la inocencia
y arrojaron la alegría  al vacío
enlutando de espejos oscuros

las soledades del futuro
y después poblaron las profundas cavidades
de la tierra de cadáveres y profetas
para que los oráculos divinos
guardaran en su silencio
el horror de la profecía
mudos desde entonces
los perros invisibles de la noche
miran con melancolía
la luna creciente del olvido
hoy me he puesto a llorar
sobre cerradas sepulturas
que guardan el secreto rumor
de un viejo motivo
y sobre estas viejas tumbas maldigo
a los conquistadores
y los evangelizadores
y a todos los que al cumplirse
quinientos años
pretenden detener
el avance de la primavera
para que en nuestros corazones
no germine la esperanza

MIL CUATROCIENTOS NOVENTA Y DOS

La noche es oscura
desde entonces
aunque está repleta
de estrellas lunas
y hogueras ancestrales
alimentadas
todo este tiempo
gota
a
gota
por la sangre
que derramaron
los indígenas asesinados
por la espada genocida
de los invasores
que a su paso
por la historia
trituraron los lirios sagrados
y sembraron de cruces amargas
los caminos por donde se escaparon
los negros cimarrones
hacia los manieles
donde encendieron con su ira
la llama imperecedera
del amor por la libertad

HERENCIA FATAL

El dolor descendió
hasta las profundas
soledades de la sangre
encontrando eco
en el llanto hueco
y amargo de los siglos
y las sonrisas
se ahogaron en las lágrimas
de los que hemos heredado
estos quinientos años
de horror
y
hoy
aquí
nosotros
en América
aportamos nuestras vidas
para que la libertad
sea un canto en la voz
de todo el pueblo

Dedicado a Roseli Caldart
Y a Teresinha Toledo
Brasil  


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