jueves, julio 12, 2018

Los cinco grandes poetas dominicanos


Literatura
En la República Dominicana la poesía es el género más cultivado. Sus rastros se encuentran en los días de la colonia. La falta de desarrollo económico, el aislamiento impuesto por los ataques de las potencias europeas a España y el sistema de navegación, hicieron de la isla un lugar de escaso desarrollo comercial y por ende cultural. Vino a salir de su marasmo luego de la Revolución haitiana, pero las élites no pudieron desarrollar su capacidad económica en una ciudad letrada de avanzadas. Son contados los criollos dominicanos que estudiaron en Europa y que tuvieran una presencia significativa, además del clérigo Sánchez Valverde, ningún otro fue capaz de incidir con sus ideas en la vida de la región. No fue sino hasta finales del siglo XIX cuando apareció la primera colección de poesía [“La lira de Quisqueya”] y cuando se forjan los primeros poetas de importancia. Del XIX, cabe seleccionar a Salomé Ureña Díaz, a José Joaquín Pérez y a Gastón Fernando Deligne como voces importantes, que muestran una dedicación central en la poesía, el pensamiento y la reelaboración de un sentido estético.
La poesía dominicana viene a tener cierta difusión durante el periodo del modernismo, donde se destacan una gran cantidad de poetas, entre los que sobresale de manera significativa Fabio Fiallo, quien también contribuyera con importantes cuentos. Así que, no solo en la poesía sino en la prosa, la participación dominicana en el modernismo es significativa. Al malogrado autor Federico Bermúdez cabe tener la fuerza poética para dejar atrás la escuela de Darío, con “Oro virgen” y “Los humildes”; entrada la década del treinta aparecen otros poetas de alcances mayores en las letras hispanoamericanas.
Puede ser descrita la poesía dominicana desde dos metáforas usadas por Heidegger: el suelo y la tierra. Toda la gran poesía dominicana ha tendido una relación mayor entre la tierra y el cielo y se ha separado del corazón, de los sentimientos, del amor. En el modernismo era la hiperestesia humana, en los poetas posmodernistas tenemos la tierra, como relación problemática del hombre con su entorno. Fue Domingo Moreno Jimenes quien, en la década de 1920, siendo un cronista de expresión sentimental sobre la tierra, une la poesía y a la espiritualidad. El corazón es entonces puesto en la tierra, en la poesía de Moreno Jimenes, que busca un lenguaje más coloquial y se aleja del retoricismo, de la poesía como artefacto que Darío encumbró.
Con una visión socializante, con un ritmo que pedía un escenario, llegó Pedro Mir, el más centrado en la tierra, que olvida por completo el cielo. Coloca la poesía en la boca de todos. Es el poeta social, portavoz del pueblo, continúa con ‘los humildes’ de Federico Bermúdez. Mir une la vida a la poesía, transforma el lenguaje modernista, el instrumental de Darío, con la finalidad de construir una sinfonía social. Es el poeta político por antonomasia: tierra, ágora y polísse unen en su decir. Tiene la dimensión nacional, la caribeña y la latinoamericana. Juega en la frontera de los imperios…
Unido al cielo y tocando la tierra, el más grande de los líricos dominicanos es Franklin Mieses Burgos se puede comparar con Lezama Lima y con Borges. Esta última comparación la realizó Nelson Julio Minaya. Mieses Burgos es el hito más extraordinario como poeta. Es el poeta universalista, filosófico, estético, preocupado por el destino del hombre. Es existencialista. Desarticula el aparato retórico, busca un diálogo distinto. Su poesía es una conversación sin pretensiones, es una alabanza al individuo. Si en Mir el hombre es lucha y colectividad, si Mir es el poeta del “nosotros”, Mieses Burgos es el poeta del yo, de una individualidad que resiste a la dictadura, el dolor humano (“Sin rumbo va, y herido por el cielo”. Con él tocamos los bosques sagrados donde mora Calíope.
A Manuel del Cabral, que continúa su meteórica carrera literaria en Buenos Aires, Argentina, le fue dado tener un amplio registro poético que, desde la tierra, el mundo latinoamericano y el cosmos, tiene sus mejores logros en “Los huéspedes secretos” (1951), en la poesía negra, “Trópico negro” (1941), y “Compadre Mon” (1943). Pero nunca logró ser el portavoz de las multitudes en un mundo signado por el compromiso social. Es un gran poeta, que deben reconocérsele los grandes retos literarios que abordó y de los cuales salió siempre con fama. Su tan dilatada obra es imposible que un lector común tenga de ella una visión pormenorizada. Le ha faltado el estudio académico y el análisis desapasionado.
Héctor Incháustegui Cabral es uno de nuestros grandes líricos. Era un periodista; tuvo una relación muy íntima entre la palabra y la gente. Es poeta de la tierra y del cielo [“Poemas de una sola angustia”, 1940]. Incháustegui es tan poeta social como poeta de la existencia. Junto a Mieses Burgos, está a la altura de la mejor poesía escrita en la lengua española. Y sin embargo, por razones políticas, el canon solo ha realizado una lectura parcial de su obra. Une Incháustegui Cabral a la tierra, una relación mítica y una intertextualidad bíblica. Al igual que Mieses Burgos se destaca en el teatro de tema universal. Su producción es vasta y hasta ahora, exceptuando lo que de él ha escrito José Alcántara Almánzar, es muy poco lo que se ha estudiado de su obra.
Con Freddy Gatón Arce completamos los cinco grandes poetas dominicanos. También une el cielo a la tierra. Gaton Arce hace poesía social en “Además, son”, y regional en “Magino Quezada” [“Retiro hacia la luz”, 1980], surrealista en “Vlía” (1944). Su otra es extensa, poco estudiada. De una altura lírica extraordinaria. Era periodista, como Héctor Incháustegui, su relación con la palabra es portentosa. Todos se separaron de Moreno Jimenes, en su búsqueda de un lenguaje más coloquial, sin embargo no abrazaron un neobarroco que negara la comunicación con el lector, como ocurre en cierta poesía cubana, por ejemplo, la de Lezama.
Pedro Mir
Podría decirse que entre estos grandes poetas, que son cinco, cabría integrar a Domingo Moreno Jimenes y a Tomás Hernández Franco; pero en el caso del primero, su obra total no está a la altura de los anteriores y en el caso del segundo, es la suya una obra poco extensa, que no puede competir con las anteriores. Sin embargo, no se pueden olvidar sus aportes estimables a la poesía dominicana.
La lista de los poetas dominicanos pudiera ampliarse a treinta. Hemos tenido en cuenta la dedicación a la poesía y la representación por grupo generacional; también sus aportes estéticos, la relación de su poesía con el entorno Caribe e hispanoamericano. Y, a mi manera de ver, son los siguientes: 1) Salomé Ureña. 2) José Joaquín Pérez. 3) Gastón Fernando Deligne. 3) Fabio Fiallo. 5) Federico Bermúdez. 6) Pedro Mir. 7) Franklin Mieses Burgos. 8) Héctor Incháustegui Cabral. 9) Rafael Américo Henríquez. 10) Manuel Rueda. 11) Aída Cartagena Portalatín. 12) Manuel Del Cabral. 13) Tomás Hernández Franco. 14) Máximo Avilés Blonda. 15) Carmen Natalia. 16) Vigil Díaz. 17) Domingo Moreno Jimenes. 18) León David. 19) José Enrique García. 20) Freddy Gatón Arce. 21) Alexis Gómez. 22) Tony Raful. 23) Cayo Claudio Espinal. 24) Adrián Javier. 25) José Mármol. 26) René Rodríguez Soriano. 27) Luis Alfredo Torres. 28) Víctor Villegas. 29) Carlos Rodríguez. 30) León Félix Batista.
Hoydigital

miércoles, julio 11, 2018

Che Guevara [Ernesto Guevara]


(Rosario, Argentina, 1928 - Higueras, Bolivia, 1967) Revolucionario iberoamericano. Junto con Fidel Castro, a cuyo movimiento se unió en 1956, fue uno de los principales artífices del triunfo de la revolución cubana (1959). Desempeñó luego cargos de gran relevancia en el nuevo régimen, pero, insatisfecho con la inoperancia de los despachos y fiel a su propósito de extender la revolución a otros países de Latinoamérica, en 1966 retomó su actividad guerrillera en Bolivia, donde sería capturado y ejecutado un año después.

Ernesto Che Guevara
Entregada así su vida en la lucha contra el imperialismo y la dictadura, el CheGuevara se convirtió en el máximo mito revolucionario del siglo XX. Fue de inmediato un icono de la juventud del Mayo del 68, y su figura ha quedado como símbolo atemporal de unos ideales de libertad y justicia que, como los héroes de antaño, juzgó más valiosos que la propia vida. Todavía en nuestros días se exhibe con frecuencia, en las acciones contestatarias, aquel perfil suyo basado en la célebre fotografía de Alberto Korda.
Biografía
Ernesto Che Guevara nació en una familia acomodada de Argentina, en donde estudió medicina. Su militancia izquierdista le llevó a participar en la oposición contra Juan Domingo Perón; desde 1953 viajó por Perú, Ecuador, Venezuela y Guatemala, descubriendo la miseria dominante entre las masas de Hispanoamérica y la omnipresencia del imperialismo norteamericano en la región, y participando en múltiples movimientos contestatarios, experiencias que lo inclinaron definitivamente hacia el marxismo.
En 1955 Ernesto Che Guevara conoció en México a Fidel Castro y a su hermano Raúl Castro, que preparaban una expedición revolucionaria a Cuba. Guevara trabó amistad con los Castro, se unió al grupo como médico y desembarcó con ellos en Cuba en 1956. Instalada la guerrilla en Sierra Maestra, Guevara se convirtió en lugarteniente de Fidel y mandó una de las dos columnas que salieron de las montañas orientales hacia el oeste para conquistar la isla. Participó en la decisiva batalla por la toma de Santa Clara (1958) y finalmente entró en La Habana en 1959, poniendo fin a la dictadura de Fulgencio Batista.

El Che con Fidel Castro
El triunfo de la revolución, llevada a cabo con escasos medios, se vio facilitado por la insostenible situación del país en aquellos años. Pese a registrar la más alta renta per cápita de América Latina, la riqueza se concentraba en pocas manos; este fortísimo desequilibrio social se repetía en los marcados contrastes entre el campo y la ciudad. En el plano político, la corrupción, los mecanismos clientelares y la inoperancia se habían acentuado hasta límites insospechados bajo el régimen despótico y autoritario de Fulgencio Batista; su gobierno logró hacer coincidir en su contra a los sectores más dispares de opinión e intereses. La economía cubana, en extremo condicionada por la presencia de Estados Unidos, se basaba en el turismo en las áreas urbanas y en una agricultura de carácter capitalista que había generado un numeroso proletariado rural, determinante en el proceso revolucionario.
De la revolución a la política
El nuevo régimen revolucionario concedió a Guevara la nacionalidad cubana y le nombró jefe de la Milicia y director del Instituto de Reforma Agraria (1959), luego presidente del Banco Nacional y ministro de Economía (1960), y, finalmente, ministro de Industria (1961). En aquellos años, Guevara representó a Cuba en varios foros internacionales, en los que denunció frontalmente el imperialismo norteamericano. En un viaje alrededor del mundo se entrevistó con Gamal Abdel NasserJawaharlal NehruSukarno y Josip Broz Tito (1959); en otro viaje conoció a diversos dirigentes soviéticos y a los chinos Chu En-Lai y a MaoTse-Tung.
En la tarea de la construcción en Cuba de una nueva sociedad, y especialmente en el campo de la economía, el Che Guevara fue uno de los más incansables colaboradores de Fidel Castro. En la polémica económica que tuvo lugar en los inicios del nuevo régimen se decantó por una interpretación original, creativa y no burocrática ni institucionalizada de los principios marxistas. Buscando un camino para la independencia real de Cuba, se esforzó por la industrialización del país, ligándolo a la ayuda de la Unión Soviética, una vez fracasado el intento de invasión de la isla por Estados Unidos y clarificado el carácter socialista de la revolución cubana (1961).
Fragmento de un discurso de Guevara ante la ONU 
(Nueva York, 11 de diciembre de 1964)
Su inquietud de revolucionario profesional, sin embargo, le hizo abandonar Cuba en secreto en 1965 y marchar al Congo, donde luchó en apoyo del movimiento revolucionario en marcha, convencido de que sólo la acción insurreccional armada era eficaz contra el imperialismo.
En Bolivia
Relevado ya de sus cargos en el Estado cubano, el Che Guevara volvió a Iberoamérica en 1966 para lanzar una revolución que esperaba que fuese de ámbito continental: valorando la posición estratégica de Bolivia, eligió aquel país como centro de operaciones para instalar una guerrilla que pudiera irradiar su influencia hacia Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay. Al frente de un pequeño grupo intentó poner en práctica su teoría, según la cual no era necesario esperar a que las condiciones sociales produjeran una insurrección popular, sino que podía ser la propia acción armada la que creara las condiciones para que se desencadenara un movimiento revolucionario; tales ideas quedaron recogidas en su libro La guerra de guerrillas (1960).

El Che, mito revolucionario
Sin embargo, su acción no prendió en las masas bolivianas. Desde un principio su grupo, bautizado como Ejército de Liberación Nacional y compuesto por veteranos cubanos de Sierra Maestra y algunos comunistas bolivianos, se encontró con la falta de apoyo de los campesinos, ajenos por completo al movimiento. Sin ningún respaldo popular en el mundo rural, y sin apoyo en las grandes ciudades por el rechazo de las organizaciones políticas comunistas, las posibilidades de éxito menguaron drásticamente.
Aislado en una región selvática en donde padeció la agudización de su dolencia asmática, Ernesto Guevara fue delatado por campesinos locales y cayó en una emboscada del ejército boliviano en la región de Valle Grande, donde fue herido y apresado el 8 de octubre de 1967. Dado que el Che se había convertido ya en un símbolo para los jóvenes de todo el mundo, los militares bolivianos, aconsejados por la CIA, quisieron destruir el mito revolucionario, asesinándole para después exponer su cadáver, fotografiarse con él y enterrarlo en secreto. En 1997 los restos del Che Guevara fueron localizados, exhumados y trasladados a Cuba, donde fueron enterrados con todos los honores por el régimen de Fidel Castro.

La imagen de Ernesto Che Guevara queda incompleta si no se consideran, junto a la de revolucionario, sus facetas como ideólogo y teórico de la guerrilla, de la lucha armada en pequeños grupos como única forma revolucionaria de actividad política posible en los países subdesarrollados. Sus ideas se hallan expuestas en textos como el famoso Mensaje a la Tricontinental (1967) y el ya citado libro La guerra de guerrillas (1960).
Si bien escribió muchísimo, la mayor parte de su obra sigue inédita. La integran manuscritos, cartas, discursos, proclamas y, sobre todo, artículos publicados en Verde olivo, el órgano de las Fuerzas Armadas cubanas, en las que el Cheostentaba el grado de comandante. Los más recordados son aquellos en los que evoca la revolución cubana (Una revolución que comienza, 1959 y siguientes) y los de política económica (Contra el burocratismo, 1963 y siguientes). Del diario que Ernesto Guevara había ido escribiendo durante toda su vida, se publicó póstumamente la parte referente a la guerrilla boliviana: Diario del Che en Bolivia(1968).
Este último libro, que relata su lucha guerrillera en Bolivia hasta el día inmediatamente anterior a su captura, constituye el más impresionante testimonio de su personalidad. El Che describe el día a día de la guerrilla por dentro, en su aspecto cotidiano; las mil dificultades prácticas, las debilidades, los errores y litigios entre compañeros y su precario estado de salud dan lugar a un cuadro nada idealizado. Pero es sobre todo el estilo casi distanciado de este diario, incluso en los momentos más difíciles, lo que revela el lado humano del Che en el último período de su vida: en su ánimo reinaban una enorme calma y una profunda serenidad, debidas a la íntima convicción de lo justo de sus ideales y a la razonada aceptación del riesgo de morir en la lucha.
Biografias y vidas.

martes, julio 10, 2018

Insurrección popular en Haití


Una tendencia en América Latina
Por Jorge Altamira - Martín Sánchez
Insurrección popular en Haití
El anuncio del aumento de las tarifas del combustible y el querosén desataron, este viernes en Puerto Príncipe, la capital de Haití, una insurrección de masas. El gobierno había anunciado la entrada en vigor un tarifazo del 37% de la gasolina, de un 40% en el diesel y más de un 50% en el querosén (utilizado comúnmente para iluminar y calefaccionar los hogares). Las medidas formaban parte de un paquete de ‘ajustes’ firmado por el gobierno en febrero pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La Policía Nacional se encontró totalmente desbordada por la magnitud del levantamiento. Un policía murió linchado y un guardia de seguridad murió calcinado dentro de su propio vehículo. Los incendios de vehículos, las barricadas y los saqueos rápidamente se extendieron por toda la capital y diferentes puntos del país. 

A pesar de que el sábado, el presidente y el primer ministro anunciaron que daban marcha atrás con los aumentos, las protestas continuaron. El domingo alcanzaron la ciudad de Cabo Haitiano (norte), Les Cayes (sur) y Malpasse (sureste), fronteriza con República Dominicana, donde fueron incendiadas las oficinas aduaneras. Los sindicatos de transportistas han convocado una huelga durante lunes y martes, que ha paralizado las principales ciudades.

Bronca

Las brutales condiciones de miseria y atraso a las que son sometidas las masas haitianas no tienen parangón. Según datos de la ONU, más del 80% de la población sobrevive con menos de 2 dólares diarios y un 63% no puede suplir sus necesidades básicas de alimentos. Según estadísticas del Banco Mundial, sólo el 2% de sus habitantes gana por encima de los 10 dólares diarios.

La infraestructura ultra-precaria hace de Haití una nación extremadamente vulnerable a las catástrofes naturales. El terremoto de 2010 se cobró 300 mil vidas, el paso del huracán Matthew casi mil. Sin embargo, su vecino República Dominicana, en la misma Isla, que cuenta con casi la misma cantidad de población (10 millones de habitantes), no registró ninguna muerte producto del terremoto y, aunque sufrió el paso de Matthew en menor intensidad, sólo consignó cuatro muertos.

Semejante situación social es una olla a presión. En 2004, tras el golpe de estado perpetuado contra el gobierno de Jean-Bertrand Aristide (calificado como ‘populista’), se conformó la Minustah, una fuerza militar encabezada por tropas de Brasil (Lula) y Argentina (Néstor Kirchner) con la colaboración de todos los países latinoamericanos, a excepción de Venezuela y Cuba, e incluso la participación de China. El financiamiento de esta fuerza de ocupación corrió a cargo de la ONU, o sea de las potencias imperialistas. La “misión de paz” rápidamente se convirtió en el centro de la bronca popular y el repudio internacional. La Minustah protagonizó abusos de todo tipo, incluidos escándalos de explotación sexual de menores, y fue responsable una epidemia de cólera que afectó a 800 mil haitianos y provocó diez mil fallecidos. Esta experiencia de horrores llevó al suicidio a un general del ejército de Brasil.

Super-explotación capitalista

Haití no solamente es un paraíso de la super-explotación capitalista, concentrada en un reducido núcleo de exportadores.

El terremoto de 2010 fue aprovechado para impulsar el gran negociado la “reconstrucción”. Lo mismo ha ocurrido en Irak y es lo que figura en la agenda acerca de la ‘normalización política en Siria. La ‘ayuda humanitaria’ fue la ocasión de gigantescos hechos de corrupción y de lavado de dinero. Envolvieron a grandes grupos multinacionales, a la Cruz Roja Internacional y a los ‘arquitectos’ del esquema – el matrimonio Clinton. Los escombros tardaron años en removerse y miles de personas que perdieron su hogar durante el terremoto siguen viviendo en campamentos de refugiados.

Una parte importante de los fondos de ‘reconstrucción’ fue destinada a erigir nuevos hoteles de lujo para el turismo y de zonas francas industriales en condiciones de trabajo que lindan con la esclavitud. Los 30.000 trabajadores –casi dos tercios, mujeres– de las plantas que funcionan en las zonas francas se dedican fundamentalmente a la confección de vestimenta para firmas como las estadounidenses GAP, Levi’s, y Walmart. Se incumplen las leyes que regulan las condiciones de trabajo, las jornadas de trabajo son extenuantes y ni siquiera se respeta el miserable salario mínimo fijado por ley de U$S 4,84 por día.

Por otro lado, la explotación de los recursos naturales no cuenta con ninguna regulación. La deforestación ya es casi absoluta (se calcula que sólo queda un 2% de superficie boscosa original). Ahora el gobierno ha otorgado grandes exenciones impositivas a las empresas mineras para la explotación a cielo abierto. Los recursos mineros de Haití se han calculado en 20.000 millones de dólares. Inversores estadounidenses y canadienses han gastado más de 30 millones de dólares en los últimos años en perforaciones exploratorias y otras actividades relacionadas con la minería.

Miles de haitianos han emigrado a Estados Unidos y otros países, donde ofician como una reserva de mano de obra precarizada. Esto no impide que remesas que los haitianos en el exterior envían a su país representen el 22,4% de su bajísimo PBI. Sogebank, uno de los bancos más grandes, opera como agente local de Western Union y monopoliza el mercado formal de remesas, con comisiones abusivas.
Obviamente, persiste el empleo generalizado de menores en el servicio doméstico, conocidos como restavèks, en su mayoría niñas. Si bien no hay cálculos precisos, algunos estiman que entre 225.000 y 300.000 niños trabajan como restavèks. A menudo, estos menores no reciben pago alguno y por supuesto no tienen acceso a educación. Son abusados física o sexualmente. Además, muchos menores son víctimas del tráfico de personas o utilizados en el contrabando de armas o de drogas.

El actual gobierno asumió después de un proceso eleccionario sumamente fraudulento, postergado durante dos años y en el cual participó sólo el 20% de la población. Entre otros compromisos internacionales, asumió reconstruir el ejército nacional para permitir la salida de las tropas extranjeras cuyo financiamiento se calcula en miles de millones de dólares. 

En este contexto la Minustah fue sustituida por una nueva fuerza militar de la ONU, la MINUSTJUTH, una fuerza más reducida con la cual también colabora la Gendarmería de Argentina. 

La cuestión de la dirección política

De acuerdo a la evaluación de periodistas en el terreno, la insurrección no tiene coordinación y carece de dirección política. Fue precedida, sin embargo, por una huelga general lanzada por los sindicatos, pero obviamente sin dirección estratégica. Esto significa, en primer lugar, que el ‘populismo’ en Haití, históricamente muy fuerte entre las masas, no ha desarrollado ningún trabajo de preparación política y que está ausente en el levantamiento, en su condición de tendencia política. Es probable que sea convocado por el imperialismo, como ha ocurrido en el pasado, cuando se fue desintegrando la dictadura de los Duvalier, padre e hijo, para desviar el movimiento popular hacia ‘canales institucionales’. Es lo que ha ocurrido repetidamente en América Latina. Las masas haitianas están excluidas de la educación formal, pero no por ello son menos politizadas. Llevaron al gobierno al sacerdote Aristide, que fracasó en forma miserable, luego de actuar como correa de transmisión del partido Demócrata de Estados Unidos y de la familia Clinton, para poner un freno a las insurrecciones de hace dos décadas.  El año pasado, los sindicaos declararon una huelga general, sin que la prensa internacional prestara la menor atención, para reclamar el aumento del salario mínimo. Por otro lado, se ha abierto una ‘grieta’ en el gobierno, cuyo ministro de comunicaciones, desmintió al presidente acerca de retrotraer las tarifas al nivel precedente.  

La crisis de dirección de la insurrección haitiana pone de nuevo en agenda la responsabilidad política del conjunto de la izquierda de lucha de clases y de todo el activismo combativo en América Latina. Es necesario un frente único a escala continental para apoyar las insurrecciones (Haití), levantamientos populares (Nicaragua), la necesidad de una salida obrera al derrumbe social (Venezuela) y las crisis de conjunto de todos los regímenes políticos de América Latina, en la perspectiva estratégica de un Gobierno de Trabajadores y la Unidad Socialista de América Latina. La intervención en la crisis de conjunto de los regímenes políticos patronales en América Latina, ‘neo-liberales’ y ‘populistas’, y en las luchas de los obreros y campesinos, está claramente en la agenda. La crisis mundial, por un lado, y la movilización popular, por el otro, han abierto perspectivas revolucionarias que deben ser preparadas políticamente. El gobierno actual de Haití es el resultado de elecciones fraudulentas, en las que obtuvo un cuarto de los votos. 

Frente a este desplome planteamos: por gobiernos de trabajadores (obreros y campesinos) y la Unidad Socialista de América Latina. 
En Haití, concretamente, se plantea: retiro inmediato de la MINUSTJUTH. Fuera las tropas argentinas de Haití. Confiscación de la gran propiedad agraria, de los monopolios de exportación y de los bancos. Por el control y la gestión obrera colectiva.

Convertir a la huelga general en indefinida. Elección de un Comité nacional de Huelga. Formación de milicias obreras y campesinas.

lunes, julio 09, 2018

La guerra comercial entre EEUU y China expresa los problemas del capitalismo mundial

[alai-amlatina] Alainet.org Al Día - 09/07/18

Recibidos
x

Alai-AmLatina alai-amlatina@alai.info a través de listas.alainet.org 

13:59 (hace 3 horas)
 para alai-amlatina
- - - Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -
Agradecemos sus aportes económicos que permiten sostener este servicio: http://www.alainet.org/donaciones


Alainet.org Al Día - 09/07/18

Español:
Português:
Français:

Te invitamos a sostener el trabajo de ALAI.
Contribuciones: http://alainet.org/donaciones.php

Mas informacion: http://alainet.org
FaceBook: http://facebook.com/America.Latina.en.Movimiento
Twitter: http://twitter.com/ALAIinfo
RSS: http://alainet.org/rss.phtml

______________________________________
Agencia Latinoamericana de Informacion
email: info@alainet.org

Suscripciones: http://listas.alainet.org/listas/subscribe/alai-amlatina
Desuscripciones: http://listas.alainet.org/listas/signoff/alai-amlatina

Archivo del blog