miércoles, julio 03, 2013

JUNTO AL CAMINO REAL



Nací en la Esperilla junto al camino real en una casita de yagua con piso de tierra
bajo el cielo parpadeante de un amanecer salpicado por el rocío del otoño
impregnado por el olor reciente y vegetal de los hornos que ardían a fuego lento
más allá de los límites de la aurora
fueron las manos luminosas de Belén
las que con asombro me sacaron del vientre tibio y florecido de mi madre
las que lavaron mi piel recién hecha
las que me vistieron de ternura
y me depositaron junto a la hoguera anaranjada del amanecer
para que el frío de los inviernos remotos no salpicara de escarcha mi alma
para que mi piel siempre tibia no se derritiera en las noches
dejando un rastro invisible de mariposas muertas en la dermis arrugada del tiempo

LOS DIAS FELICES

De los días felices
recuerdo el amor de mi madre por las flores que ella  sembró junto al sendero
que del camino real a la casa lleva por siempre a la primavera
que florece eterna entre sus manos
recuerdo que detrás de la casa  había una mata inmensa de trinitaria
que se entremezclaba con una de capá
sus flores siempre intentaron tocar con sus dedos el sol
rosas azules también florecían
y cayenas de mil colores
recuerdo que en abril  los caminos se iluminaban de mariposas entre mis ojos
que competían con la belleza salvaje de las flores silvestres
y todo el monte llenaba la inmensidad de mi alma de un verde profundo y dulce
lirios y azucenas también crecían junto al sendero zigzagueante
que se perdía más allá de las sombras tenues  de los atardeceres
repetidos pertinazmente días tras días
hasta convertirse  en una hermosa rutina de viento y de pájaros
la casa de los sueños aún permanece intacta con su olor a ruda y albahaca
flotando en el ambiente mágico de las botellas decoradas con papeles de fantasía
donde las velas encendidas todavía iluminan los sueños truncos de nuestros abuelos
vencidos por la nostalgia de una gloria ya perdida
y en las noches eternas de nuestra agonía
las fogatas milenarias
el café
el jengibre
el eco  lejano de los tambores de nuestros ritos ancestrales
y en mi memoria guardo los residuos fúnebres de los cánticos ceremoniales
que dejaron en mi alma huellas profundas
y una lágrima congelada en la orbita triste de mis ojos

TRAMPA ANCESTRAL

Recuerdo a la abuela Mamá tita
mariposas de todas las tardes
que volaba plácida al cielo
para ser la estrella más brillante de  nuestras noches de fiestas
la que guiaba nuestros pasos  por los caminos de la esperanza
hacia la alegría de compartir la vida y los sueños
en la tierra que conquistaron con su amor nuestros abuelos
donde la primavera entre sus manos
fue junto al camino real una flor
la más hermosa
la que cautivó con su esplendor
a los viajeros que a travesaban nuestras tierras
hacia la ciudad que resplandecía mas allá de la alborada
donde las mujeres alegres y lujuriosas
se entregaban al placer intimo del amor
con los viajeros que podían comprar
con monedas de oro sus afectos
la recuerdo
porque todavía permanece sentada junto a la hoguera de los sueños
contándonos las hazañas de los días
en que los hombres lucharon contra el tiempo
para hacer  eterna la esperanza en nuestros corazones
para que la tristeza nunca nos enturbiara el alma
de una melancolía  de antes
ya que su dulce encanto no era más que una trampa ancestral
que debíamos obviar sí queríamos ser felices
recuerdo que en el fondo transparente de sus ojos
las estrellas siempre iluminaron los caminos solitarios
de los inviernos más crudos del trópico
en que nuestras huellas bajo la llovizna helada
no iban a ninguna parte
circulares en el tiempo regresaban junto a la hoguera
donde las noches pegajosas y turbias
se derretían lentamente hasta ser una gota de rocío
en el amanecer

LOS ALAMBRES DE SU IRA

Yo apenas tenía dos años
cuando por primera vez llegó a nuestra tierra el  hombres blanco
destruyendo con su furia  nuestras casas y nuestros conucos
echándonos de ella
y para que no regresáramos  a al tierra de nuestros amores
con  los alambres de su ira  cercaron los días
atrás dejábamos toda nuestra alegría dispersa sobre la tierra rota
pájaros
árboles muertos
nuestra impotencia
negros que ríen y lloran
negros que cantan y aman
negros que siembran y cosechan
dejen la tierra que el jefe la quiere
váyanse con sus ritos a otro lado
negros
que el jefe quiere la tierra
y nos dispersamos en el viento
nos fuimos por rumbos distintos
a poblar tierras lejanas
habitamos nosotros cerca del corazón del abuelo Ismael
junto al farallón construyó mi padre nuestra casa
con pedazos de cartones y madera techó nuestras esperanzas
con zinc viejo cobijó nuestros sueños
después que establecimos residencia bajo las constelaciones del sur
el hambre como un cuchillo en la garganta
nos hería el estomago
y mi madre angustiada subía conmigo a la Esperilla
a escarbar en los conucos arrasados
buscando rabizas de yuca y batata para darnos de comer
de repente viejo
aquel buen samaritano que multiplicaba los panes
y mitigaba con su amor el hambre
sus hijas que compartían con nosotros la  ternura
y me acurrucaban en sus pechos tibios
para que la lluvia de los días interminables  de mayo
no mordiera con sus dientes de plata mi piel  recién hecha
ellas sembraron en los surcos de mi memoria la esperanza
para que no sucumbiéramos a la realidad de la ausencia
por que ellas sabían que en la distancia
la soledad habitaba en los resquicios del tiempo
y el hambre acechaba agazapada entre las ruinas
de los días ensangrentados de una era marcada por el horror
y como nos decía la tía Amantina
carajo parece que en este país no hay un lugar
donde los pobres puedan vivir en paz
partimos nuevamente hacia otras tierras
dejábamos detrás de nosotros un rastro triste
de adioses congelados entre los ojos del viento
y habitamos muy cerca del mar Caribe
junto a Manresa
allí se forjaron los primeros años de mi infancia
salpicada por el hambre y el rumor de las olas
que inundaban mi alma de caracoles y arena
de viento y salitre
recuerdo la primera vez que mi padre me llevó a ver el mar
no pude resistir la tentación del miedo
ante la majestuosa densidad azul del mar
recuerdo como las olas chocaban contra los acantilados de mis ojos
rompiéndose en pequeños pedazos de cristales líquido
que contra el sol del amanecer tropical
formaban pequeños arco iris que se repetían una y otra vez
hasta que el sol se derretía tras las montañas
o el mar se volvía dócil en el indetenible carrusel del tiempo
el recuerdo de esos días junto al mar
es una hoguera imperecedera que en mi memoria marca
la senda celular y remota de nuestro origen
sus huellas  invisibles van dejando el  rastro amargo
de nuestros pasos por la historia de este continente
a donde fuimos traídos sin querer
y en esta isla Sebastia Lemba con su vida
nos legó un lugar donde vivir con dignidad
recuerdo que mi padre salía  a lomo de Julia
cuando el sol
cual faro en el horizonte empezaba a salpicar de mariposas
el camino del rocío hacia la ciudad de más allá de la alborada
a donde él iba a buscar donde echar un día para ganarse unos centavos
y traernos de comer
en la casa
con los estómagos amarrados
boquiabiertos
esperábamos con ansiedad su regreso
en la tarde nos sentábamos en el frente de la casa  con la mirada perdida
en la verdeazul sinuosidad del camino
esperando verlo llegar al trotecito apacible de Julia
a veces llegaba desesperado con las manos vacías
impotente
y nos abrazaba a todos con ternura
como queriendo espantar con su amor el fantasma del hambre
que con el paso de los días se agigantaba más y más
triturando entre sus fauces nuestros sueños de ser felices
el recuerdo de esos días de pena  lo guardo en mi alma
como evidencia del horror
los fogones apagados bajo el cielo de las noches oceánicas
con sus lunas y sus estrellas titiritando sobre el mar Caribe
el amor de mis padres  y mis hermanos
la solidaridad de la tía Juanita
el hombre que un día despechado
echó gasolina sobre su cuerpo y se pegó fuego
los marineros de todas las mañanas impecables y lívidos
en grandes camiones rutinarios y veloces
y sobre todo el recuerdo de león y julia
sus huellas en mi memoria se van perdiendo entre las brumas y el tiempo
donde a veces busco mi alegría removiendo los escombros del olvido
y sólo encuentro lágrimas congeladas
entre las cenizas de los años calcinados por el fuego de nuestro dolor

UNA TARDE CUALQUIERA

Es una tarde cualquiera
el mar asoma por entre las ramas de los árboles
Julia pace plácidamente
León corretea alegremente  por el patio
hoy papá llegó temprano y trajo de comer
mamá en la cocina prepara la comida
arroz
habichuelas
y pescados con coco
por el camino de la tarde mi padre se aleja hacia el mar
león corre tras él
Julia lo mira y rebuzna
él voltea el rostro y nos arropa a todos con su mirada azul triste
y continua su viaje hacia el mar
con la compañía de León nuestro perro bravo y fiel
va a visitar a los viejos pescadores nocturnos
sus amigos de toda la vida
que todas las noches en sus pequeñas embarcaciones  toman la ruta del mar
para regresar todas las mañanas repletos de pescados que venden para vivir
la tarde efímera va dejando en el alma el canto alegre de los pájaros
y un  dulce olor a flores silvestres  
el lucero anuncia noche
mi padre salpicado de salitre y estrellas regresa
sus huellas del mar a la casa son eternas
el camino conoce sus pasos
ya no es tan necesaria la prisa
es hora de comer
junto al mar las noches son infinitas y hermosas
el canto de los grillos
el rumor de las olas
el cielo estrellado
aquí todo el universo queda resumido en un suspiro

LA MUERTE DEL CHIVO

Después de la muerte del chivo volvimos a vivir  a las Esperilla
construimos sobre las cenizas de la tierra arrasada nuestros sueños
atrás dejamos toda la nostalgia del mar
el fuego de los atardeceres consumiéndose en sus aguas azules
olvidamos el martirio de la soledad y el hambre
con nuestras manos hicimos posible que la primavera
floreciera nuevamente
volviendo  a ser felices en nuestra vieja sociedad conuquera
donde el trueque era una cotidiana actividad comercial
y la abuela mamá tita y el tío Juan regían el destino
de todas las cosas
éramos una  familia y dos apellidos
Acevedos y Paniaguas
y nuestra historia  estaba íntimamente ligada a la Esperilla
la tierra que tanto amaron nuestros abuelos
porqué según la abuela Mamá tita en ella había nacido
la abuela de la abuela de su abuela
así resumía ella el tiempo
y tal vez por eso en las tardes legendarias por el camino real
veíamos pasar en grandes caballos blancos
los espíritus de de nuestros antepasados diciéndonos adiós
con sus manos pálidas de muertos
ellos siempre lucharon contra el tiempo
pero ignoraban que su peor enemigo no era el tiempo
sino el olvido

EL REGRESO

El regreso fue feliz
desenterramos nuestros sueños petrificados debajo de la tierra
con nuestra alegría poblamos  los espacios de la ausencia
y volvimos a correr por los caminos interminables del botao
a buscar mangos y aguacates en el fundo de la abuela
a levantarnos tempranito a  buscar la leche donde el tío Juan de la Rosa
a buscar agua al hotel el embajador
volvimos a caminar por los senderos de los sueños
con el alma salpicada lunas  y  estrellas
recuerdo las mañanitas frías
las horas memorables del rocío
nuestros viajes interminables hacia los amaneceres rosas de abril
las mariposas amarillas
el olor de las guayabas
mayo que tejía con hilos de plata los colores de la primavera
con diciembre llegaba la época del amor y la nostalgia
yo siempre me dejaba vencer por la melancolía
de esos  días efímeros
las flores de pascua
el viento del norte que nos endulzándonos el alma
con la tristeza de un siglo enlutado por las guerras y el odio
mientras que en el cielo placido del invierno
 la luna llena
compañera de mis noches alegres
el día de reyes
el ritual
la hierba de guinea
el baso de agua
la meta verde
el cigarrillo crema
el papelito
el desvelo
al otro día la decepción
los reyes no pudieron entrar
León asustó a los camellos con sus ladridos y siguieron de largo
nos quedaba la tristeza de no entender por que no teníamos
un juguete como los demás niños
tampoco comprendíamos la muda tristeza de nuestros padres
que desesperados nos decían
no se apuren que la vieja Belén pasará
con algún juguete de lástima para ustedes
todo parece tan absurdo después de tanto tiempo
la carretera de caliche
el hotel Embajador
Borronoso
el campo de golf
los transformadores
la escuela
el viejo maestros
que cuando Andrés Longo se emborrachaba lo hacia huir
y tenía que dormir en el monte
doña Erica la esposa del embajador de Alemania en el país
las monjitas de siempre
sor Refugio
sor Milagros
sor Inés
siempre tiernas y cariñosas
Minó
Pepe el loco
Cohete
los Dendenes dueños de las madrugadas y el rocío
el play a donde íbamos a tirar piedras a la luna
Popó Candela
Damiana la Patana
Mandinga
la vieja Tiesa
Caquín el zapatero plebe  remendón y borrachón
Juan caco de yuca
Guaroita
Juan Barriga
Zira la mamá de Fafa Taveras
Ulises que alguna vez nos paseó a todos en su vieja motoneta
por las calles de fantasía de la ciudad alegre de más allá de la alborada
mi padrino Higueyano
Chenchita
el tío Gugú
María de los Angeles
Josefita escondida siempre tras un disfraz varonil
el tío Vallejo solitario y tierno
vagando por la tierra que lo olvida
con su saco llenos de sueños tocando puertas
que hace siglos la vida le cerró para siempre
la tía Eufemia
Isidro el caballo
Enrique
Julio
Guancho
Silvio el hijo de Minta
el tío Rafael
Pichao
todos se dejaron vencer por el tiempo
ahora nosotros luchamos contra el olvido
para que no nos venza la nostalgia

NUESTRA INFANCIA

Nuestra infancia transcurrió
entre los conucos y los pastos lejanos
arreando vacas hacia los potreros
de las lejanas regiones del rocío
maroteando en los montes interminables
de nuestros sueños
corriendo por los caminos sin fin
hacia el olvido
buscando entre las flores las huellas ancestrales
de nuestros abuelos que escaparon hacia los manieles
huyendo de la crueldad de la esclavitud
todavía conservo en mi alma el olor de los potreros
el recuerdo lejano
de los amaneceres esplendorosos de la primavera
el canto de los pájaros
el perfume de las flores
y el húmedo y cristalino destellos del rocío
los conucos
el maíz
sus espigas doradas
símbolo de nuestros días de esplendor
evidencia de que el hambre había quedado atrás
enterrada entre las cenizas de las noches  festivas
en que alrededor de la hoguera
bailábamos al compás rítmico de los tambores
la danza de la buena cosecha
hasta que los rayos del sol en el horizonte
anunciaban que un nuevo día comenzaba
y todos nos íbamos felices de haber compartido
en una danza la alegría y los sueños de vivir unidos
por el lazo fraterno del amor a la tierra
 

LAS PUERTAS DEL TIEMPO

Abriré las puertas del tiempo esas que dan al olvido
para volver a tu lado
para compartir tu alegría infantil
para no ser parte de tus recuerdos
sino ser parte de tu presente
abriré las puertas del tiempo esas que dan al pasado
a los días más felices de nuestra niñez
en donde nos amamos a escondida
entre los escombros de los días del otoño
y aunque el tiempo se ha ido
todavía te imagino corriendo
por el sendero de flores silvestres hacia mis brazos
a donde ibas a enterrar en mi pecho la ternura
para que en mi corazón floreciera el amor
sabes
aún las tardes  huelen a ti
y en otoño cuando el sol en el horizonte
salpica de colores mi alma
te imagino colgada a mi cuello pidiéndome a gritos
que te pinte la piel
con los colores recientes y efímeros del crepúsculo
recuerdo que desesperado ahogaba a besos tus gritos
mientras la tarde se desvanecía en la distancia
dejando tras de sí
un rastro luminoso de pájaros dormidos en tu piel

MAYO

Recuerdo los días inmensos de mayo
fatigados bajo la lluvia incesante
en mayo la lluvia parecía eterna
el sonido de los truenos y la luz cegadora y fugaz
de los relámpagos nos ensombrecían el alma de temor
mi madre hacia una cruz inmensa de cenizas en el patio
que nos protegía de amenaza milenaria de los rayos
mayo aun corre por mis venas
llenando mi alma de una oscura nostalgia
que tritura mis huesos de cal y arena
enterrados en una primavera que el olvido marchita
mi niñez aun corre desnuda a través de la lluvia
que hace florecer en mi pensamiento
los recuerdos muertos de los días amargos de mi infancia

DESPUES DE LA LLUVIA

Después de la lluvia de mayo
el monte nos llenaba el alma con su dulce aroma
a pintura fresca y vegetal
por el camino resbaladizo de los sueños
las tardes húmedas y tristes se escapan
dejando tras de sí un rastro perfumado y líquido
de sombras y estrellas
un adiós desesperado  de soles amarillos y pájaros fugaces
en la piel desnuda del tiempo

MEMORIAS DEL VIENTO

De los días lluviosos de mayo
 recuerdo a los huéspedes secretos que desesperados tocaban
las puertas que el tiempo  había cerrado para siempre
para que no se escaparan los sueños que entre las cenizas
de tanta sangre derramada guardábamos en el alma
como evidencia de que en América a pesar del horror
África palpita en nuestros corazones
cuando en las noches de luna llena el sonido de las tamboras
nos junta alrededor de la hoguera en una danza milenaria y sensual
mientras en una esquina del tiempo los abuelos juntan estrellas entre sus ojos
y cuentan al viento las hazañas de las guerras antiguas
que ellos libraron contra el hombre blanco
para que el viento las guarde en su memoria como testimonio al heroísmo
de los negros cimarrones que en los manieles
hicieron posible la esperanza de una raza por sobrevivir
al horror de la esclavitud

LAS TARDES DE SEPTIEMBRE

Recuerdo las tardes llenas de relámpagos lívidos y silenciosos
lejanos después de la lluvia
dulces y tristes tardes de septiembre y tormentas
allá en aquel tiempo la tierra nos hizo esclavo de su ternura
y enterramos en ella nuestras esperanzas
para que la primavera floreciera eterna en nuestros corazones
recuerdo las noches más limpias de luna llena
redonda y clara junto a la hoguera
cuando amaneciera mañana
la noche será un recuerdo de neblina y rocío
entre mis ojos trasnochados de llevar a cuesta
esta luna amanecida entre mis parpados
recuerdo las mañanas llenas de mariposas y flores
ay primavera
dulce encanto de colores y chichiguas perfumadas y distantes
perdidas en nuestros sueños infantiles

LA LLUVIA

Esta lluvia repentina y breve nos hace pensar
en el otoño tropical que se acerca

EL VIENTO DEL NORTE

Amo profundamente el olor a hierba fresca
que después de las lluvias prolongadas
de los primeros días de diciembre
el viento del norte arrastra más allá
de los límites temporales del monte
perfumándonos el alma
con el olor de las flores de la navidad

EL ENCANTO DE LA NAVIDAD

Recuerdo las tardes lívidas de diciembre
reflejadas en una llovizna pertinaz y leve
de un mes que recién estrenaba su vestido de agua y arco iris
ya para entonces los días habían perdidos
la esplendorosa luminosidad del otoño tropical
para sumergirse el la bruma de una melancolía
que nos humedecía el alma  de una vieja ternura
cuya reminiscencia de pájaros atravesaba nuestros ojos
hacia un amarillos horizonte crepuscular y eterno
como los recuerdos ancestrales de nuestros abuelos
diciembre siempre nos envolvía en su magia
en su azul encanto de mariposas lluvias y flores
en la dulzura de sus noches que olían a uvas maduras
golosinas extranjeras y manzanas
noches esas llenas del olor trepidante de la pólvora quemada
y del destello súbito de los petardos al estallar
y de detrás del olvido regresábamos nosotros todas las navidades
a cambiar nuestra tristeza  por alegría y nuestro odio  por amor
es el encanto de la navidad que a pesar de la lluvia de diciembre
iluminaba nuestro camino con su luz celestial

FELIPE Y PIMPA

Felipe y Pimpa  llegaron a la esperilla como de un largo viaje
cuando el camino como un cristal de soles florecidos
se perdía en el horizonte
donde los duendes fabricaban colores
con los que pintan en mis pupilas los crepúsculos de rutina
no recuerdo si era mañana o tarde sólo recuerdo
que llegaron con tantas mariposas en el corazón
que florecían entre sus dedos las estrellas
todo su equipaje era la nada
todos sus sueños era la tierra
llegaron desamparados sin mas cobija que el cielo
desnudos como el rocío
cargando sobre sus hombros todo el peso de su destino
escapaban de un tiempo tan amargo y antiguo
que doblegaba los sentidos llenando la memoria de cruces
junto al camino que se pierde entre los siglos
por eso al verlo la abuela Mamá Tita
tristes y desamparados en su regazo le dio abrigo
y con tablas de palma y yagua
bajo el sol les construyó un tibio bohío

LA TIA JUANITA

La abuela mamá Tita y la tía Juanita
fueron compañeras inseparables
en sus viajes por los caminos polvorientos
de los conucos y las carboneras hacia la utopía
donde forjaron sudorosas sus sueños
e hicieron realidad la fantasía de ser felices
en su mundo residual de flores
 pájaros
lagartos
y hermosos atardeceres
ellas ignoraban que un monstruo avanzaba
lenta y silenciosamente hacia nuestras tierras
devorando entre sus fauces
todo lo que encontraba a su paso
ignoraban que un día la modernidad llegaría hasta las puertas
de nuestros sueños
y arruinarían para siempre nuestras vidas

CATO

A cató la guardo en mi corazón
todavía la imagino en las mañanas distantes y grises
junto a los fogones encendidos haciendo café como siempre
fabricando arepas de sueños y conconetes de ternura
no olvido la expresión de sus ojos
siempre llenos de flores azules y mariposas amarillas
creando el alba de mi infancia
en que yo iba hacia su casa
sembrando por todo el camino mis sueños
iba feliz a buscar la leche donde el tío Juan de la Rosa
quien la acompañaba en la senda de los sueños y el amor
recuerdo cuando yo entraba a la cocina
con mi traje de neblina y rocío
y la encontraba intacta entre el fuego de los fogones
y las flores del crepúsculo
fabricando con sus manos colores con que se visten los amaneceres
en el horizonte lejano de nuestra utopía
y le decía madrinita madrinita
y ella me respondía mi ahijaito mi  ahijaito
y me daba un poco de café pata ahuyentar los duendes del frío
entonces me iba al potrero donde el tío Juan
junto a chobolo guancho y mañé ordeñaba las vacas
de regreso a casa el recuerdo de Cató aun pone alas a mis pies

BAJO LOS TAMARINDOS

Junto al camino trasnochado del agua
más allá del horizonte y las estrellas
bajo los tamarindos florecidos de esmeraldas y lunas
junto a Ramonita  vivía doña Lola
fabricando con sus manos rosas
para vestir de ternura la aurora
para que las aves que habitaban en su voz
pudieran todas las tardes
encontrar el camino de regreso a sus nidos

EL CAMINO DEL AGUA

Era largo y escarpado el camino del agua
hasta el hotel El Embajador
teníamos que levantarnos oscurito todos los días
para poder dar dos o tres viajes
ya para entonces habíamos cambiado las calabazas
por latas vacías de aceite de maní el manicero
íbamos en grupos dos o tres familias en fila india
uno tras otros con nuestra rutina de estrellas y rocío
con el alma apretada por la neblina y el frío
para cuando amaneciera debíamos tener agua suficiente
para beber lavar y cocinar

LA TIA AURORA

Cuando empezaba a caer la tarde la tía Aurora
solía sentarse junto a la puerta de su casa que daba la camino real
su mirada anochecida se llenaba del rumor de los pájaros fugaces
y el vuelo de las mariposas que salpicaban el broque de colores
que parecían navegar en un océano espectral de girasoles
espigados contra la bruma del ocaso
su mirada se perdía más allá de los límites transitorios de las tardes
prisionera del tiempo nunca la ví sonreír
su tristeza insular había marcado su vida con la angustia residual
de la impotencia de ver morir irremediablemente la primavera
sin que sus manos pudieran hacer nada por salvar las flores
de la furia de los tractores que a su paso por nuestras tierras
lo arruinaban todo
allí en un rincón de la tarde ella permanecía largo tiempo
con su cachimbo de barro antiguo entre sus labios
fumando
mirando hacia atrás
hacia el olvido
 tratando de encontrar una salida en el tiempo
a lo que ella sabía  inevitable
pero caramba
esta vida de pobre siempre ha sido una falsa
decía
y su tristeza se fue haciendo grande
y con sus manos fabricaba adioses de nostalgia
que guardaba en un rincón de su corazón
de su corazón que a ratos  se cansaba y por momento dejaba de latir
y ella sentía sofocada el alma de una ansiedad de muerte
que ya no le asustaba tanto porque más allá de la vida
otra primavera llenaría sus ojos de  una paz de lunas y flores
perfumadas sin prisa en las noches tibias de las añoranzas
ella ya no temía a la muerte todo lo contrario hacía tiempo
que se había detenido a esperar la llegada de la hora suprema
de dejar siempre este mundo del carajo
sin embargo se entristecía cuando miraba el camino
que llevaba sin prisa al cementerio
a aquel lugar de misterios y sombras
donde algunas flores exhaustas por el tiempo
crecen descuidadas y tristes junto al mármol y las cruces
que marcan severas la ultima morada de os seres humanos
la tía Aurora nació y envejeció con el siglo
y danzó con él la danza amarga del hambre en noches calientes
bajo el asombro suspicaz del arcturus
el siglo la marcó con su trauma de sangre y miseria
incrementando en ella la tristeza celular de los de su raza
y sus huellas de agua  se alejan lentamente
hacia donde la tarde no es más que un espejismo horizontal
de luces y colores donde a pesar del tiempo
ella permanece intacta como un efigie faraónica esculpida en oro viejo
eterna y sencilla como una flor silvestre inadvertida en medio del monte


LAS COSAS MÁS SENCILLAS

Esta noche hemos tomado el camino hacia Borronoso
allá la tía Eufemia siempre nos espera con los brazos abiertos
Pipí nos contará un cuento y seremos felices
contaremos las estrellas
y nos sentaremos junto a la hoguera
hablaremos como siempre de las cosas mas sencillas
tomaremos café y volveremos a casa
con la seguridad de que en Borronoso
la tía Eufemia siempre nos esperará con los brazos abiertos


MAS ALLA DE LOS ALMACIGOS

Más allá de los almácigos donde todavía florecen
en nuestra memoria los flamboyanes
en la frontera imaginaria de la primavera y el verano
junio nos enturbia la piel de mariposas amarillas
y soles tibios  de tardes lívidas
en la ruta perfumada hacia las noches
a donde vamos a construir una escalera de sueños
para alcanzar las estrellas más lejanas
para hacer un collar de estrellas
para guardarlo como evidencia de que nosotros
todas las noches llegamos sin agonía
a la cúspide más lejana y fría del universo

DIEGO Y CANINA

Diego y Canina  llegaban por la mañanita a casa
todavía con el olor del rocío en la piel
y  en la mirada el fulgor plateado de las últimas estrellas
que aun permanecían intactas
en el cielo anaranjado del amanecer
trazando el camino perdido de la noche
que agonizaba despacio entre la maleza
y los árboles  lejanos
dejando tras de sí un rastro sonoro de pájaros fugaces
y mariposas encantadas en la memoria del tiempo
ellos siempre nos encontraban en la cocina
calentándonos junto a los fogones encendidos
tratando de ahuyentar a los duendes del frío
que nos mordían la piel con sus huecos y afilados dientes de plata
siempre nos traían algún recuerdo de nostalgia entre sus manos
y tenían la mágica virtud  de calentarnos la piel con tan sólo mirarnos
y nosotros desentumecidos y felices los llevábamos de las manos
por el sendero de flores eternas hasta el camino real
por donde después de beberse una taza de café caliente
seguían su camino hacia los conucos lejanos
donde el tiempo se había detenido
para que la primavera floreciera por siempre
más allá de la fantasía alucinante de nuestros sueños
que era la materia prima con la que fabricábamos los recuerdos


JUNTO AL CAMINO

Ya junto al camino no hay tope tope
ni huellas fugaces de niños desnudos tras al aurora
ni lirios
no
ya junto al camino no están las hogueras
que encendieron los abuelos
para que iluminaran las noches secretas
de nuestra huida hacia los manieles
en donde ellos hicieron de la libertad
un canto de amor y esperanza

LA RUTA SECRETA

Todavía mis pasos marcan la ruta secreta del alba
tratando de encontrar entre la niebla del olvido
el origen más lejano de mi estirpe

LAS ESRELLAS Y EL ROCIO

Después de tanto tiempo sólo nos queda
la tristeza de las estrellas y el rocío
el enorme vacío del fuego
y la sed insaciable del agua

MARIPOSAS IMPERIALES

Siempre fuimos tras las huellas invisibles de las mariposas imperiales
sus colores nos envanecieron tanto
que no nos dimos cuenta de que nos moríamos de pena
ahogados en las lágrimas absurdas de nuestro propio dolor

POR EL CAMINO DE FLORES

Por el camino de la primavera viene bajando mi madre
con un paquete de leña sobre su cabeza
viene de las tierras bajas del norte
son los días finales de abril
entristecidos por una brisa gris  y fría de presagios
lejanos relámpagos en el horizonte
anuncian la presencia inverosímil y distante de mayo
que se acerca lentamente
amenazando con aplastar los días bajo la lluvia
por eso mi madre no cesa en afán de buscar leña
para que el fuego de los fogones
a pesar de la lluvia que no da tregua no se apague nunca
para cuando mayo llegue habrá en la cocina leña suficiente
para un siglo  de lluvia
y mi madre desde la ventana feliz mirará
como en estos días prolongados y húmedos
el cielo a lo lejos se desvanece entre sus ojos

LA TIA GRANDE

Por el camino hacia la casa de Celia la tía grande
ya no hay apasote
ni
 azucenas
ni arco iris luminosos y distantes
más allá de las tardes lluviosas de los inviernos más grises
de nuestra tierra tropical
en que la lluvia generosa atravesaba el tiempo
y nos envolvía en su vieja ternura
que nos empujaba hacia la tibia dulzura de los fogones encendidos
que en esos días prolongados y fríos nos calentaban el alma

LUNA LLENA

Por el camino la tarde es eterna
su olor a flores lo llevamos dentro del alma
y en nuestros pensamientos
todavía florecen lirios y azucenas
yen el bosque de yagrumo las noches de luna llena
son una lumínica fantasía de plata

LOS FLAMBOYANES

Allá lejos
recónditos en los recuerdos imborrables de mi infancia
perviven memorables los flamboyanes florecidos
como una evidencia de que el trópico la primavera es eterna

PAJAROS MARINOS

Yo siempre miraba al sur
y presentía más allá de los farallones
al mar que suspiraba lejano entre los árboles
y sentía naufragar entre mis ojos remotos pájaros marino  
que sobrevivieron a la inmensa y fría de los glaciales
y que venían a salpicar de peces y caracoles
la lejanía horizontal de mi alma

DOMINGOTA

Con las primera sombras de la noche
Domingota se perfumaba el alma con agua de colonia extrajera
para que en su piel la primavera oliera a las flores más exóticas del bosque

LOS CAMINOS DE ANTES

Los caminos de antes eran eternos
y se perdían infinitos entre la magia de los recuerdos
y la lejanía azul gris de los límites temporales del monte
por ellos se perdieron mis  pasos
en las remotas soledades del tiempo
en un viaje interminable hacia la utopía
tratando de rescatar del olvido los sueños de los abuelos
perdidos entre las cenizas aun caliente de las tardes milenarias
que ardieron bajo el fuego imperial de la corona española


EL ABUELO ISMAEL

El abuelo Ismael el padre de mi padre venía de lejos
Julia lo traía sobre su lomo con todo el peso de su edad
veía de tan cerca del  mar que podíamos sentir el olor de las olas
en su mirada salpicada de cielo que nos envolvía en su amor ancestral
él siempre llegaba alegre
con la piel manchada de los colores recientes del amanecer insular
con una sonrisa de rocío entraba a la cocina donde mamá hacía café de pilón
y nosotros felices corríamos hacia él gritando
abuelo abuelo
él nos abría sus  brazos infinitos
y nos apretaba contra su pecho florecido de ternura
nosotros sabíamos que en su macuto antiguo
siempre nos traía regalos de amor y una historia distinta
que entes de irse al conuco nos contaba
así era el abuelo Ismael
sus manos hacedoras de las lluvias y la primavera
hacían florecer sobre la tierra la esperanza
de la casa al conuco sus huellas son eternas
en mi memoria que recolecta los residuos
de nuestro pasado nublado de olvido
para que la yuca la batata el maíz las habichuelas y el maní congo
se llenen de flores en el alma de los fantasmas que nos visitan cada noche
al caer la tarde el abuelo Ismael partía al trotecito apacible de Julia
y nosotros nos quedábamos parados en el patio del crepúsculo
hasta que él se perdía en la azul sinuosidad del camino
de regreso a su casa ya las piedras y los pájaros lo conocen
y los árboles saben su nombre que el viento lleva entre sus labios  

MI NIÑEZ

Recuerdo mi niñez diluida en un tiempo de flores
mis pasos solitarios tratando en vano de atravesar
las noches lívidas del último  otoño
recuerdo la tristeza de los días eternos de mayo
tejidos bajo la lluvia incesante
recuerdo el encanto de las noches tibias de luna llena
la dulzura fugaz  de los amaneceres fríos del invierno tropical
recuerdo el mar lejanos
inalcanzable más allá de la línea horizontal de mis sueños
recuerdo cuando mis manos tocaban las estrellas
cuando podía sonreír
cuando fabricaba con mis manos la ternura
y la repartía a todos como quien reparte el pan

EL MAESTRO

Más allá del horizonte tenue de los atardeceres remotos
en el confín del monte
en la ruta del sol
lejos del camino real
habitaban ellos
él era de origen ingles y tenía la estirpe
de los viejos caballeros andante de la Europa medieval
ella era una mujer antigua
que en su juventud debió ser muy hermosa
de piel color de la aceituna
ojos grandes
mirada profunda
alta y esquiva
de cabellos largos
más allá de  los cintura
parecía una india de antes de la conquista
tenían seis hijos
tres hembras y tres varones
los varones eran bravos y veloces como gacelas
las hembras eran hermosas y exquisitas
como las mujeres que aparecían en las revistas sociales de la  época
que nosotros  nunca vimos
ellos eran felices en su mundo residual de pájaros lagartos y flores
corriendo por los caminos inigualables de los días más luminosos de la primavera
tratando de alcanzar las mariposas que huyendo de la noche
cada tarde partían tras el sol para tintar sus alas con la luz inequívoca
del mágico crepúsculo tropical
y hasta que la abuela no descifró el enigma
ellos no pasaron a formar parte de nuestra  cotidianidad social
fue un día memorable de junio cuando ella determinó que eran inofensivos
y que podían compartir con nosotros la alegría de vivir
unidos por el lazo fraterno del amor a la tierra

LIRIOS Y FANTASMAS

Esta tarde que se retuerce entre los árboles
que cae lentamente
gota a gota en la tierra
transformándose en lirios y fantasmas
esta tarde fugaz como los pájaros al atardecer
va dejando en mi alma el rastros de un sol derretido
que corre por mis venas
manchando el horizonte de colores entre mis ojos

LA TIA AMANTINA

La tía Amantina vivía junto a la lejanía fugaz del ocaso
allá donde el sol todos los días se despedía
en una alegre danza de pájaros y colores
donde las nubes veloces al pasar dibujaban en nuestra memoria
jirafas mandriles leones elefantes orangutanes e hipopótamos
entre otros animales que forman parte de nuestro pasado
un pasado al que nos resistimos  renunciar
porqué todavía al mirar hacia atrás
la lluvia nos salpica el alma de nostalgia
y en las noches que guardan celosas el origen sagrado de nuestra raza
el tam tam de los tambores nos junta junto a la hoguera
donde en una danza evocamos nuestro pasado
nuestro origen diluido entre los recuerdos y la sangre
y África como una evidencia late en nuestros corazones

JULIA

Julia fue la que cargó sobre su lomo todas nuestras ilusiones
la que un día nos llevó por un camino de flores
hasta los parajes del olvido
cerca de los sueños
para que no olvidemos que ella
a pesar del tiempo y la distancia
es nuestra fiel compañera

SEÑALES DE HUMO

Era la abuela mamá Tita
la que hilvanaba con los hilos del alma las noches
la que todas las tardes se sentaba a orillas del camino real
a mirar el horizonte intentando encontrar
 entre las rosas del crepúsculo señales de humo
que los pieles habitantes de más allá del mar envían al azar
en las que dicen que ellos todavía luchan
por recuperar las tierras sagradas que el hombre blanco
hace tiempo les quitó
que no descansarán hasta recuperar las colinas negras
donde reposan  los espíritus de los guerreros
que lucharon contra los caras pálidas
cuya crueldad recién estrenaba con ellos el horror

EL TIO JUAN Y EL TIO ALBERTO

Todavía el tío Juan y el tío Alberto
cabalgan paralelos hacia los pastos
de las distantes regiones del rocío
ellos habitantes de las remotas soledades del sur
arrean a prisa su ganado
hacia los esplendorosos amaneceres de abril
antes que mayo con sus días fatigados bajo la lluvia los alcance
y tienda sobre el mundo su red cristalina y transparente
atrapando en sus delgados hilos de plata el curso inefable del tiempo
entumecido por el hielo reciente del invierno
que bajo el sol implacable de abril  se derrite
después de  un siglo de olvido
todavía el tío Juan y el tío Alberto cabalgan en el tiempo
erguidos sobre sus monturas van marcando sus huellas
sobre las horas trémulas de estos amaneceres recién hechos
de rocíos y estrellas  
van reventando el aire con la furia de sus foetes
cuyo sonido arrincona al ganado en un galope desenfrenado
hacia los pastos de las regiones distantes del rocío
ellos habitantes de las  remotas soledades del sur
no son más que fantasmas difuminados en el tiempo
un símbolo errante de nuestro pasado
que bajo los flamboyanes florecidos
todavía se pasean por los caminos perdidos de la memoria

LAS MUÑECAS DE TRAPO

Era el tiempo de las muñecas de trapo
y los sueños mas puros
por el camino Canina viene
en su borriquito de plata
lleno de sueños
cabalgando hacia la noche
donde una luna llena cuelga de mi corazón
destrozado por los recuerdos de un tiempo hermoso
donde mi niñez prisionera de la nostalgia
trata de alcanzar el lucero que todas las tardes
brilla más allá de  los corozos florecidos

NUESTRO HOGAR

Recuerdo las noches más limpias y claras de luna llena
en que nosotros subíamos a la cima más alta
del corazón de la abuela
para fabricar una escalera de sueños
para tratar de llegar a  la luna para construir en ella
lejos del odio de los hombres nuestro hogar


LA UNICA EVIDENCIA

La tía Bertilia y el tío Rafael
se fueron a trabajar a la ciudad lejana
de más allá de la alborada
se quedaron  allá para siempre
para toda la vida
se casaron
tuvieron hijos
echaron raíces
y fueron felices
ellos como nosotros nunca renunciaron al pasado
a los recuerdos
que es la única evidencia  que nos queda del ayer
el único lazo que a pesar del tiempo y la distancia  nos une

SUEÑOS TRUNCOS

El tiempo fue quedando resumido
entre los pétalos perfumados de una melancolía
de pájaros y mariposas
de arcabuces
atabales y sueños truncos
por el camino invisible  de la memoria
vi las huellas de los que atravesaron los límites temporales
del bosque imaginario de la utopía
para que no les quitaran los últimos sueños
que en sus ritos ancestrales guardaban celosos
como evidencia de  un pasado lleno de gloria y esplendor
ellos se marcharon para no asistir al evento traumático
de contemplar como las maquinas trituraban entre sus fauces
la  simple cotidianidad del bosque
como sucumbía la vida incesante bajo las orugas de los tractores
que sin prisa vencían a las especies que no querían huir
porque parecía que el futuro era el mismo en cualquier lugar

TESTIMONIO

Yo Domingo Acevedo (Mario Alegría)
nací junto al camino real entre carboneras conucos y potreros
una amanecer esplendoro de noviembre
envuelto en la melancolía del otoño tropical
lejos del mar y la primavera
lejos de las mariposas de junio
entre la alegría y la esperanza de los de mi raza
raza que junto a la hoguera de los sueños
todavía danza alegre al compás rítmico
del tam tam de los viejos tambores evocadores
de un tiempo diluido entre las cenizas de los siglos
que todavía en el horizonte ensangrentado
de nuestra historia arden bajo los cascos de los caballos
de los conquistadores que en vano intentan
incinerar nuestra memoria
y hoy  aquí nosotros en América
orgullosos de nuestra estirpe
evocamos en una danza nuestro pasado

LOS ABUELOS

He arañado la tierra buscando
entre las ruinas del tiempo muerto una evidencia
un rastro que me lleve lo más lejos posible
para recordar a los abuelos que no conocí
porque la vida de los llevó
por el camino sin retorno de la muerte
allá no los alcanzo todavía
sólo recuerdo con ternura sus nombres
lo poco que me han dicho de ellos
de mi abuela paterna mi padre Sergio Bautista
me ha contado que se llamaba Antonia Marte
y que murió cuando él tan sólo era un niño
dejándolo en una soledad profunda y sola
de mi abuelo materno la tía Amantina
me ha contado que se llamaba Gregorio Paniagua
que era guapo y mujeriego
que le gustaba el ron y las parrandas
que tuvo muchos hijos
y que venía del sur
de San Juan de la Maguana
de ellos es lo único que sé
hubiese querido conocerlos
para compartir con ellos la vida y los sueños

LUNA LLENA

Por el camino la tarde es eterna
su olor a flores lo llevamos dentro del alma
y en nuestros pensamientos
todavía florecen lirios y azucenas
y en el bosque de yagrumo
las noches de luna llena
son una lumínica fantasía de plata

EL HORIZONTE

A veces me quedo mirando largo tiempo el horizonte
tratando de encontrar en la distancia señales de humo
perdidas entre la memoria de mi vieja estirpe
diluida en un tiempo
donde el horror de los conquistadores
ha  intentado en vano destruir nuestra identidad

EL TRUENO

Hace tiempo que no sentía al trueno
amenazar al hombre
con convertir su furia en tormenta

EL MAR

Del mar lejano e inalcanzable
sólo tuvimos referencias absurdas
que según la leyenda dejaron a los abuelos hace siglos
extraños viajeros azules como el color líquido del mar
que pasaron presurosos por nuestras tierras
huyendo nuca supimos de quien ni de que
dejando todo el camino un rastro indefinido y húmedo
que salpicaba de rocío las mañanitas amarillas del otoño
cuyo encanto de luna nueva
todavía nos endulza el alma de  una rara sensación
que nunca pesar del tiempo hemos podido explicarnos
aun cuando todavía sentimos la necesidad
de hablar con alguien de ella
de buscar evidencias
de querer compartir ese raro sentimiento con los demás
de seguir el rastro que dejaron esos viajeros en nuestros corazones
que marca la ruta más lejana hacia la fantasía
donde ellos no son más que un espejismo
que tuvieron los abuelos
que se murieron anhelando ver el mar
sin saber que  lo tenían tan cerca que si querían
con el alma lo podían tocar


EL BOSQUE DE ALQUITIRA

Detrás de la casa  en un bosque de alquitira
bajo una mata de capá
junto al camino que se perdía
más allá de las bayahondas y los campeches
tenía yo un jaguey
lleno de invisible pececitos azules
que en ese reducido espacio de líquido
brillaban como hambrientas estrellas
prisioneras de las noches espaciales y claras del verano

AFRICA

África te llevamos dentro de nosotros
donde corres como un río impetuosa
que infla nuestras venas de orgullo
África late dentro de  nuestros corazones
como un tambor sonoro y mágico
África tan lejos y tan cerca
como el horizonte de una primavera tropical
oscura y dulce como el azúcar crema
liviana y simple como una mariposa
alegre y tierna como una niña
enamorada por primera vez
África aquí en América tu vives en nosotros

ABRIL 1965

Recuerdo cuando a fuerza de yambí
cazabe
maquey y chola hecha de guayiga
conjugamos el hambre de los días amargos de la guerras
en que nuestros hombres abandonaron los conucos
para ir a defender la patria de los gorilas criollos
que intentaron en vano truncar la esperanza
y luego contra el invasor yanqui que ahogó en sangre
las aspiraciones de libertad del pueblo Dominicano
que a pesar de lo que ellos representaban como potencia
los enfrentó heroicamente en las calles de Santo Domingo
ellos como siempre metieron sus narices
en un conflicto interno de un país que tenía todo el derecho
a decidir su propio destino
inclinando la balanza a favor de quienes nunca han creído
en la democracia ni la libertad
así los gorilas genocidas de san Isidro
con Wessin yWessin
Imbert Barreras
Atila Guzmán y Benoit
entre otros lograron imponer su voluntad
por encima de las aspiraciones de libertad de nuestro pueblo
y sobre los cadáveres de los Dominicanos que murieron
defendiendo la constitución del 1963
iniciando así unos de los períodos más oscuros de nuestra historia
donde las desapariciones los encarcelamientos
los crímenes selectivos y el  exilio estuvieron a la orden del día
el fracaso de la guerra marcó nuestras vidas
ya que fuimos afectados por esa vorágine de injusticias
que por doce años oscureció el cielo de nuestra patria
enlutando de sangre y dolor el futuro

COMO HACE 500 AÑOS

Ellos llegaron una tarde que se pierde entre la brizna del tiempo
y la melancolía
ya para aquella época la guerra  había terminado
y el muñequito de papel después de unas elecciones irregulares
había asumido el poder bajo las botas onerosa de los gringos
que como una afrenta a nuestra dignidad permanecían en el país
para los vencedores la gloria que da el poder
para los vencidos la clandestinidad
la cárcel
el exilio
y la muerte
fueron amargos aquellos días de persecución y crimen  
de lágrimas y luto
ellos venían de la ciudad de más allá de la alborada
donde son alegres y seductoras las mujeres
y ambiciosos y crueles los hombres
por eso cuando llegaron aquella tarde
los miramos con odio
con un rencor milenario
sabíamos que esos hombres pálidos
que escondían la mirada   detrás de unas gafas oscuras
no venían con buenas intenciones
imaginamos lo peor
y no nos equivocamos
como hace quinientos años dispusieron de la tierra
y nos opusimos a que nos quitaran la vida y los sueños
y luchamos con la única arma que teníamos
nuestra razón
y ellos con su poder lo destruyeron todo
asesinaron la flor
la esperanza
el bosque
la vida
y construyeron sobre la primavera una gran ciudad
con largas avenidas
altos edificios
y un parque inmenso con túneles y plazas
y fuentes hermosas y románticas
donde los ricos celebran los domingos
los cumpleaños fabulosos de sus primogénitos
donde hacen rutinas diarias de ejercicios para adelgazar
y donde como una historia repetida nosotros somos extraños
en una tierra que nos vio nacer

LA TIA TATIN

Aún la tía Tatín barre el patio de su utopía
con su escoba arrincona contra las tardes
los recuerdos mas lejanos de nuestra memoria
enciende junto al camino real las hoguera de nuestra ira ancestral
la tía Tatín menuda
frágil
leve
sus pasos cansados por los años se pierden en el tiempo
entre los limoncillos y los mamones florecidos
sus pasos no volverán del olvido
por que una tarde se murió de pana
cuando sintió la aguda ausencia de los pájaros y el trueno
y pregunto por la lluvia
y le dieron que Mamá Tita
se había ido envuelta en un manto de lagrimas
a otras tierras lejanas y extrañas
y las flores
preguntó
la primavera agoniza
le contestaron
con razón la tarde huele a sangre
dijo
y se vistió de tristeza y por la ventana abierta del crepúsculo
miro con ternura por última vez las anacahuitas gemelas
que junto al camino real arañaban el cielo
y que ella amaba tanto
porque en su oquedad junto a sus hijos
ella sobrevivió al ciclón San Zenón
fue aquella tarde cuando por primera vez
sintió el ruido macabro de los tractores destruyendo el bosque
y sintió sobre sus hombros el peso de la primavera que moría

EXILIO

Después de tanto tiempo
resumido en  estos años  de exilio
en que los recuerdos se van diluyendo en la nada
y nuestra memoria histórica en este constante ir y venir
se va desvaneciendo
me pregunto
dónde está el tío Vallejo con su saco lleno de ternura
caminando por la tierra que lo olvida
y Mario el tuerto que sus pasos sobre el invierno pálido y seco
se pierden entre las horas oscuras y frías de enero
y los Dendenes dueños de las noches y el rocío
y Mandinga en su soledad muerto
dónde está Damiana la patana
y la vieja tiesa
dónde está el tío Gugú
y María de los Ángeles
dónde estan
a dónde se han ido todos
díganme por dios
en dónde está la tía Eduvilgen
y doña Lola
y Juan caco de yuca
a dónde se han ido
donde está Mayen
y doble tapa
que se hizo Caquín el zapatero plebe y  borrachón
dónde el viento  junta su llanto
dónde la noche arremolina olas y estrellas
donde están todos
dónde
hoy  sólo quedamos nosotros y el olvido
es tan grande que nos vence
nos aniquila
hoy el olvido es nuestro peor tragedia

EVIDENCIA

Yo que transito en el tiempo recolectando estrellas
tengo la maleta repleta de recuerdos
de nombres viejos y olvidados
de muertos ignorados de mi infancia
que solo yo recuerdo
cuando rebusco entre las cenizas del olvido
y mis manos tocan con ternura
los huesos de mi viejo linaje
y en mi memoria se encienden milenarias hogueras
y en mi pecho un tambor late
y África como una evidencia
es una lagrima entre mis ojos
cuando miro el camino real
que se pierde más allá del horizonte

FLOR IGNEA

Nos quitaron las noches
las estrellas
el rocío
la luna
el sol
las mañanas con sus colores alucinantes
nos quitaron los sueños
la tierra
el viento
los árboles
los pájaros
nos proscribieron
y después nos quitaron la vida
todo nos quitaron
todo
menos nuestra dignidad
en nuestros pechos todavía palpita
la llama imperecedera del amor por la libertad
esa flor ígnea
onírica
que nuestra sangre generosa alimenta
para que en las futuras generaciones
no muera jamás la esperanza

VENCIDOS

Parece que nos vence el olvido

UN SIGLO DEL OLVIDO

Después de un siglo de  olvido
las huellas de mi padre todavía van al mar
que aún asoma sereno
entre sus ojos nublados por el olvido
parece que el destino de nuestras vidas
está marcado por el éxodo y la soledad
parecemos náufragos en medio de una sociedad
que nos rechaza

LAS CELIAS

Amo profundamente las Celias
que un día mi madre sembró
más allá de las tardes húmedas de mayo
para que la primavera más que una flor
fuera en nuestra memoria
un canto de amor y esperanza

EL MAR CARIBE

De aquellos días junto al mar Caribe
guardo en el viejo cofre de mi alma
el amor profundo por mis padres

EL OLVIDO

A veces me paseo por los intrincados
laberintos del pasado
buscando entre los recuerdos
los nombres de las personas
que desfilaron a lo largo de mi infancia
y que se van perdiendo sin querer
entre la bruma del olvido

LA TIA AGUSTINA

La tía agustina todavía permanece
recostada en la ventana del tiempo
mirando al sur
hacia donde el mar Caribe
se alarga hacia lo infinito de la imaginación
salpicando sus ojos de cielo y rocío
de remotos pájaros marinos
petrificados en ámbar celular de su mirada antigua
que todas las tardes se derrite en la distancia
chorreando el horizonte
de fosforescentes mariposas
que vuelan sin pausa tratando de alcanzar el sol
que navega en un espectral océano de colores
hacia ninguna parte

ENTRE EL AMOR Y LA NOSTALGIA

Nacimos entre las flores y las estrellas
entre el amor y una inmensa nostalgia
donde nuestra alegría no fue más que una utopía
 un ritual amargo de tamboras
que hacían crecer nuestras raíces
en noches de cánticos fúnebres
hasta otros amaneceres
donde la realidad no era más que un sendero
en donde nos encontrábamos
con nuestra soledad profética
en la que quedábamos atrapados  por siempre
pedidos en un mundo mágico
de fantasmas y duendes
que nos persiguen más allá del tiempo
mas yo que he sobrevivido a la muerte
no me queda más mirar hacia atrás con dolor




MI ORIGEN

La tarde recrea  ante mis ojos la nostalgia de mi origen perdido en África.

La   tristeza de estos largos años de exilio en que hemos perdido nuestra identidad, hace florecer entre mis ojos lirios  de agua.

La pena acumulada durante estos siglos de huir a ningún lado golpea mi  memoria como un látigo de sal que abre viejas heridas que vuelven a sangrar bajo el sol púrpura de nuestro ocaso. Tantos años de olvido han  dejando en mi boca el  agrio sabor de la ausencia

África sigue es en mi corazón una hoguera que se enciende entre mis ojos cuando mira hacia atrás, se  que ya no volveré al acrisolado mundo de mis sueños;  me he resignado a morir en esta tierra tan ajena y tan mía, pero mi vida sigue allá,  en la aldea de donde una noche  mi ADN sin querer, empezó a viajar en un cuerpo desconocido hacia una isla perdida en el mar Caribe.

Quinientos años  después, la mirada triste de la abuela Mamá Tita, me despierta en medio del estruendo de los arcabuces y  los gritos de los  hombres  que defendían  a los suyos, hasta terminar atados a la codicia de unos hombres  que contra el reflejo de la aldea incendiada los conducían  por un sendero de horror hasta una embarcación anclada en un océano de cadáveres, emprendiendo un viaje sin retorno hacia el dolor.

Yo apenas era menos que un sentimiento perdido en la memoria de alguien que aún no había nacido, pero  ya llevaba sobre mis hombros el peso de una historia de látigo y sudor, donde la vida nunca dejó de ser un canto que en las noches, se multiplicaba en la voz alegre de las tamboras.


MIS PADRES


Mis padres
hijos póstumos del rocío
crecieron bajo el sombrío reflejo
del relámpago y la lluvia
cuando el trueno iluminaba de misterios
los ignotos rincones de los recuerdos
que se perdieron entre la sangre y las flores
de una primavera truncada por el peso
de las cadenas y los arcabuces
allá
muy lejos en la memoria
una embarcación encalla entre los arrecifes
de los sueños
y bajo el resplandor de una luna de cal
nostálgicas tamboras  atan mi vida
a la nostalgia
es aquí donde mis padres
un hombre
y una mujer
ignorados leñadores
perdidos en el confín del monte
diseñaron este traje de carne y hueso
que he llevado puesto por tanto tiempo


LA VIEJA BELEN


Este domingo  de tristes soles escondiéndose
bajo las piedras amarillas del camino
la lluvia trajo en su vientre
el olor sombrío del musgo que crece entre las grietas
de mis palabras
bosque de almácigos y ceibas
anacahuita de cristal
galope de pájaros fosforescentes  en la noche
aviadores imposibles haciendo piruetas
en un cielo crispado de ángeles
y por entre  la espinas y las luces
de enero
Isabel
la mamá de Antonio
encarna a la vieja Belén



LAINSIGNIFICANTE GRANDEZA


Escribo mucho de mí, de mis ancestros, de la tierra donde nací. Quiero dejar testimonio de la insignificante grandeza de nuestras vidas.

Decir que sobre la primavera que con sus manos fecundas hicieron florecer en nuestra memoria  los  abuelos, construyeron una gran ciudad.

De esa tierra que en mi corazón es un canto no queda nada, sólo recuerdos, recuerdos edificados sobre las cenizas de nuestra nostalgia, recuerdos tan enraizados en mis palabras que en mi voz anidan los pájaros fabulosos de mis sueños que más allá de la polvorienta geografía de mi cuerpo  iluminan los cubículos del olvido, en donde la civilización enterró toda nuestra alegría.

 En  nuestra forma simple de ver la vida no  advertimos que el mundo de más allá de la alborada ambicionaba nuestras tierras, que la modernidad avanzaba inexorable hacia nosotros triturando entre sus fauces todo lo que encontraba a su paso, que por el camino real a menos de una hora de distancia a pie, la ciudad resplandecía  en todo su esplendor, sus avenidas románticas con sus ventanales que todas las tardes daban al mar,  las luces que herían el corazón de las sombras con sus cuchillos color del oro viejo,  sus pomposos edificios preñados de sueños, sus mujeres de algodón que vestían sus corazones con las luces primeras del alba para no morir de pena atrapadas por la soledad,  sus escuálidos  hombres vestidos con los colores más estridendentes del arco iris,  sus ruidosos automóviles ebrios de distancia y sobre todo sus noches bulliciosas, con sus casinos, donde el azar y la ambición  atrapaban a los hombres en sus tentáculos imposibles, sus cines de melancolía de la Duarte y la Mella, donde la quimera llevaba a los espectadores en un viaje sin retorno por los túneles infinitos  de la fantasía, el mar Caribe  con sus barcos fantasmas esfumándose en el horizonte, las vidrieras de las tiendas que atrapaban nuestros sueños en el bucólico encanto de querer tener y no poder y mirábamos hacia dentro de nosotros mismos y terminábamos parados frente al espejo de la vida harapientos y descalzos en un mundo ajeno y extraño, como extraño éramos nosotros en ese mundo  y de nuevo volvíamos a nuestras tierras en donde la vida transcurría sin más  prisa que ir  a los conucos, andar por los montes maroteando alguna fruta de lástima,  arrear vacas hacia las distantes regiones del rocío , cazar pajaritos endebles para mitigar el hambre de toda la vida y en las noches alrededor de la hoguera los abuelos en una danza nos hablaban de sus hazañas remotas,  de su largo viaje sin retorno hasta llegar  aquí,  de la crueldad del látigo en sus espaldas, de cuando lucharon contra el hombre blanco por su libertad,  de sus anhelos por volver al África y  de sus raíces enterradas en estas tierras  que abonaron con  sudor y sangre , tierra, en que a pesar de todo, siempre serán extraños.

Al final de la jornada sin más luces que la de la luna y las estrellas nos alejábamos  por los caminos que  los grillos iluminaban con su canto,  gritando a viva  voz la  alegría de compartir en una danza la vida,  al llegar al hogar con la piel pegajosa de oscuridad dar un beso a mis padres, pedir su bendición, salir al patio y bajo las estrellas darme un baño de inmensidad y rocío y luego acostarme en mi hamaca,  hasta que el sol de un nuevo siglo nos traiga la esperanza que perdimos en el duro batallar contra la modernidad.



ALBORADA DE MARIPOSAS AZULES



No fui más que un niño que siempre anduvo perdido en sí mismo, en los conucos lejanos del abuelo Ismael aprendí de la vida, todo lo que sé hoy, fueron los potreros del tío Juan mi escuela y en las lejanas regiones del rocío era donde podía mirarme al espejo y encontrarme tal cual era, un niño hecho de ceniza y barro con la mirada torva, perdida en el infinito, que escribía todas las tardes en los pergaminos del viento su historia envejecida en su dolor vegetal.

Era toda mi alegría poder correr por el bosque hasta cansarme y terminar de bruces entre los arbustos mágicos de las tardes, hablar con los animales y los árboles, pasear en el viento más allá del horizonte  y regresar en las nubes al lugar de donde nunca partí y encontrarme como siempre arrullado entre los brazos de mis padres, que me cubrían de la lluvia, que con su corazón de azucena iba dejando pedazos de cielo dormidos en mi piel.

Todas las tardes mi madre y yo nos sentábamos bajo la sombra del gran árbol azul a mirar como los pájaros ebrios de clorofila se escondía detrás de las murallas del horizonte, mientras una peregrinación de mariposas ancladas en los ventanales del ocaso agonizaban en la mirada quimérica de un ángel.

Hoy no hay más alegría  que este canto bajo esta luna de jade. Por el camino del alba las huellas del rocío se evaporan entre los pies descalzos de un sol precoz que siempre en noviembre pasa de largo a esconderse entre los matorrales atardecidos de la distancia.

Alborada de mariposas azules heridas por los puñales del  otoño, junto al fogón doña Lola hierve jengibre que ofrece al paladar para ahuyentar a los duendes del frío y en un rincón de la memoria, Cató todavía fabrica con sus manos de ternura los colores del amanecer y en algún rincón de mi alma  la abuela Mamá Tita recolecta los residuos perdidos de nuestro pasado.  Muchas veces ella y yo imaginábamos escuchar en la voz destemplada del viento, el lejano sonido de nostálgicas tamboras, grito de guerra, canto de amor, danza que en las noches aun nos libera del peso de una historia amarga que escribieron con su sangre nuestros abuelos, para que mi voz, quinientos años después pudiera abrir las puertas que el tiempo creyó haber cerrado para siempre.

Nací en esta tierra que tiene el color del olor del topacio, donde los colores vegetales de la primavera se levantan como una ola que inunda todos los rincones del bosque de mariposas, que al morir van dejando un rastro efímero de luz, arco iris coagulado en una lágrima.

Por el camino real, el tío Alberto regresa, parece flotar sobre la tenue oscuridad  del atardecer, la tía Agustina en la ventana  lo ve llegar, espera como siempre que él, lleve las vacas a los corrales, se dé un baño, vaya a la ventana, le dé un beso y luego se sienten todos en la mesa a cenar.

En las noches mi padre, como un fantasma se perdía entre las sombras hacia las carboneras a vigilar los hornos, para que el fuego no consumiera los sueños y así poder derrotar el hambre, que acechaba entre los resquicios de las horas más largas del verano.

Primavera insular, caserío perdido junto al bosque del olvido, flamboyán amarillo, anacahuita de cristal, bajo los limoncillos florecidos, la tía Tatín con su escoba  arrincona contra los espejos de la tarde las cenizas que deja el otoño en la mirada de la tía Aurora, que aún busca en su interior el camino de regreso al paraíso que nos robó la modernidad, ignora ella que morirá arrinconada contra sus sueños sin volver a ver el sol desde los ventanales primaverales del alba.


DOMINGO ANTONIO ACEVEDO.



 























 




 





lunes, julio 01, 2013

Pienso que un maestro, un profesor no necesariamente es un educador.

Pienso que un maestro, un profesor no necesariamente es un educador, ya que muchos maestros y profesores enseñan no educan, por lo que el ministerio de educación debe hacer lo posible para hacer de maestros y profesores, educadores.

Domingo Acevedo
Junio/13.

Presentan libro de poemas Espejismo de luna llena

ESPEJISMO DE LUNA LLENA

Por Alfonso Torres

Que bueno es leer a un amigo, porque de alguna manera uno se encuentra con uno mismo, pues uno está también en el amigo; es más dulce cuando el amigo escribe bien y bueno, cuando tiene imaginación y creatividad.

Me regocijo cuando esto pasa y estoy jubiloso al tener en mis manos el libro Espejismo de luna llena, de Domingo Acevedo, un poemario desnudo, amoroso, de compromiso con la ternura y de entrega transparente; con lenguaje depurado y sobrio.

Domingo piensa como vive y vive como piensa; es un ser humano extraordinario, él se desviste para vestir el amor. Es un ser sencillo y diáfano y nos dice: nací junto al camino real, entre tiestos, conucos, carboneras y potreros.

Lo conocí en medio de las bregas políticas, construyendo utopías, despertando el sueño y colocando el sol por las madrugadas, pero jamás lo imaginé desandando en versos los caminos proletarios ni tejiendo a Marx para remendar a Lenin; y por supuesto, jamás lo pensé desnudando una flor para vestir con sus labios una mulata.

Hoy cuando tropiezo con éste su primer libro y leo la verde soledad del mundo quedó para siempre en mi corazón y entre las hojas muertas busqué desesperado el último suspiro de la vida para despertar la primavera de su sueño de silencio para que las flores no mueran jamás, es cuando comprendo que en aquél hombre de silencio y mirada campesinas, de palabras contadas, habitaba una raíz nerudiana.

En Domingo Acevedo tiene la poesía caribeña un exponente para trascender la frontera y su canto nos lleva a cultivar el pensamiento, pues se trata de una poesía trabajada, así en el siguiente texto: He visto los delfines del alba navegar en tus ojos hasta alcanzar los mares distantes del crepúsculo donde los dioses protegen la utopía para que no la roben los pescadores de sueños. Quiénes o cuáles son los delfines del alba? Cuál es la utopía? Quiénes son los pescadores de sueños?

No se trata de una metáfora intimista, del bardo enamorado, es que Domingo Acevedo trabaja la poética como Fabio Fiallo, desde la cuna del amor hasta las fibras de la patria herida y cuando dice los delfines del alba, alcanzar los mares distantes, donde los dioses protegen la utopía para que no la roben los pescadores de sueños, el autor refiere fuerzas que se imponen y abusan, atrapando los amaneceres y callando las voces de otros, matando los anhelos de otros. Está pensando en silencio en el 28 de abril del 1965.

Me alegra tanto masticar estos versos de Domingo, tan llenos de amor por el amor, por la naturaleza y por la patria. No puedo más que invitar a la lectura de Espejismo de Luna Llena.

BREVE COMENTARIO A ESPEJISMO DE LUNA LLENA

POR: JOSE R. ESPINAL MARCELO

La obra de Domingo Acevedo surge con perspectiva de biografía e historia que no describe, más bien disuelve en la eternidad con palabras que marcan el rostro poético de Espejismo de Luna Llena.

Acevedo construye la memoria de su poesía desde un profundo compromiso humano que lo agiganta en un mundo cada día de menos compromisos, carente de ideas y ajeno a la humanidad.

El valor de la poesía de Domingo Acevedo parte del individuo y su circunstancia, el medio en el cual se hace y deshace se acentúa en lo que escribe, de las ideas que en la cotidianidad defiende, como esencia de su convicción humana.

El poeta construye sobre ruinas y costumbres con una pluralidad temática que detiene con curiosidad el sentido observador del lector ante emociones amorosas y sociales. Desde una utopía que puede tener nombre de mujer y olor de cambio.

Cazador de instantes que disuelve en el terruño de una lengua construida en el azul de ultra mar dibuja en la palabra conceptos procedentes de sus propias raíces: "He vuelto a vivir cerca del mar en los límites de mis ojos" (Pág. 53), "y en el conde a esta hora/ los vendedores ambulantes/ ya habían recogido sus tarantines/ y las tiendas cerrando sus puertas/ y sus pálidos trabajadores/ se fueron esfumando despacio/ por los intrincados laberintos de la utopía" (pág. 43).

Los inadvertidos parajes en que nace el oficio literario en Domingo Acevedo nos reafirma una proclamación de Ernesto Che Guevara: "El arte tiene que tener un compromiso humano", por eso borra cualquier reflejo de aditamentos o de exquisitos adornos y prefiere el rastro existencia de la palabra "he seguido tus huellas más allá de las cenizas" (pág. 27), lo que evidencia una evolución constante en las preocupaciones expresivas.

Con "Espejismos de Luna Llena" el poeta se ha propuesto jodernos y mamarnos la vida, pues procura producir elementos de recepción de acogida, de crítica, de repulsión, de aceptación, de odio, de amor de lo que usted decida sentir, decir o pensar luego de leerlo.

"Espejismo de Luna Llena" es un anticipo sin ITBIS a una propuesta que puede existir a partir de que usted lo lea, pues como refirió Alejo Carpintier: "Pintura que no ve nadie, es pintura que no existe. Música que no se disfruta es música que no existe. Libro que no es leído, es libro que no existe". Por tanto exhorto a comprarlo y leerlo.

Domingo Acevedo pone en circulación "Espejismos de Luna Llena", motivo de celebración, porque ahora el arte está entre nosotros, porque como en referencia a la Venus de Milo, indicara el camarada Lenin: "Deja de pertenecer al patrimonio de una cultura burguesa para descender a las calles y enriquecer la cultura de las masas y hasta con brazos de nuevo para empuñar un fusil si fuere necesario".




· El autor es comunicador y presidente del Círculo Cultural Alternativo (CIRCULA).
e-mail: josemarcelo@terra.com.do

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RESEÑA DEL LISTIN DIARIO (PERIODICO DOMINICANO)

Presentan libro de poemas Espejismo de luna llena

POETA CALLEJERO
ANGEL PERALTA
Santiago.-




Como un homenaje al amor a la primavera y a la vida, el poeta Domingo Acevedo presentó recientemente, en Casa de Artes, su obra cumbre Espejismo de luna llena, libro de hermosos poemas que nacieron al fragor de la lucha del autor por construir una sociedad más justa.
Espejismo de luna llena es fruto de mis sueños, de lo que soñamos juntos bajo el cielo estrellado de largas noches de ausencia, guitarras y voces tiernas, donde se fueron trenzando las palabras que dieron forma a este libro dijo Domingo al poner a circular la obra.

Acevedo, poeta residente en Santo Domingo, recibió el calor y apoyo de los poetas y artista de Santiago que llenaron una de la salas de exposición de Casa de Artes. La obra fue comentada por los poetas locales José Marcelo Espinal y Enegildo Peña, quienes se refirieron al rostro político de Espejismo de luna llena donde Acevedo construye la memoria de su poesía desde un profundo compromiso que lo agiganta en este mundo carente de ideas y ajeno a la humanidad. A Domingo Acevedo le correspondió por muchos años ser el jefe de la seguridad del dirigente político Ramón Almánzar, quien estuvo presente en el acto de puesta en circulación de libro.

Pese a la persecución y al sagrado compromiso de proteger la vida Almánzar, la inspiración siempre acompañó al poeta que en momento difíciles viajó por campos, montañas y ciudades. En casa de seguridad, en un auto veloz hacia algún lugar del país, en la clandestinidad de un patio donde bajo los almendros florecidos de lunas llenas, y estrellas fugaces nos juntabamos a compartir en un canto los sueños, y allá al final del callejón estaba mi casa, refugio de los combatientes anónimos y de los poetas callejeros del barrio. declamó Acevedo. 

Esta es un reseña vieja de la puesta en circulacion de mi libro Espejismo de Luna Llena.


Franco de Vita Un buen perdedor (video original )

domingo, junio 30, 2013

Yo lo siento por los amigos míos que militan en el PLD, PRD Y PRSC




Yo lo siento por los amigos míos que militan en el PLD, PRD Y PRSC y muy especialmente a los que militan en el PLD ahora en el poder. Esos tres partidos que desde el 1966 hasta hoy nos han mal gobernado, digo mal gobernado porque cuando les ha tocado estar en el poder lo han hecho de la misma manera.

Han sido perversos, ladrones, asesinos y corruptos, los tres han gobernado para un grupito que se ha enriquecido a costa de la pobreza y el hambre del pueblo dominicano, los tres cuando les ha tocado reprimir y asesinar al pueblo lo han hecho con la misma crueldad y sangre fría, a los tres los diferencia sólo el color de sus banderas y los une el sadismo y la crueldad con que tratan al pueblo cuando están en el poder y yo amigos míos, especialmente a los del PLD que ahora están en la papa como decimos los dominicanos, no me puedo callar, ni permanecer indiferentes ante tantas atrocidades cometidas por este gobierno contra la clase humilde.

En este gobierno de Danilo Medina, pagamos con sangre doscientos cinco mil millones de pesos que se robaron, una parte para la campaña electoral que llevó a Danilo al poder y otra parte que se los robaron Leonel Fernández Reina y los corporativos del comité político de dicho partido y él, Danilo, no dice esta boca es mía, todo lo contrario a principio de año  nos aplicó un paquetazo que nos ha hecho más pobre  o sea que nosotros ahora  pagamos lo que ellos se han robado por eso yo digo que Danilo es tan ladrón como Leonel Fernández Reina.

Por lo que yo de manera particular, que nunca por principios he militado en esos partidos tengo una postura frente a ellos de oposición, de denuncia y acción y no me callaré, sí eso amigos míos les molesta,  es sencillo, sigan siendo cómplices del robo, la corrupción y el crimen y olvídense que yo existo, que alguna vez fuimos amigos, yo seguiré caminando el camino que toda la vida he caminado, el camino de la lucha por la emancipación del pueblo dominicano, del pueblo pobre y oprimido, de ese pueblo que ha pesar de todo va y vota por ustedes cada cuatro años pero que un día mas temprano que tarde tendrá que levantarse de sus cenizas y destruir este régimen de injusticias y oprobio que durante tantos años los ha esclavizado, no lo olviden, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.

Domingo Acevedo.
Junio/13



sábado, junio 29, 2013

Reclama la justeza de tu derecho a vivir dignamente

Reclama la justeza de tu derecho a vivir dignamente, ya que pequeños actos  individuales, pueden generar grandes acciones colectivas victoriosas.

Junio/13

Domingo Acevedo.

Las personas ahora hablan de matar y matan con tanta facilidad

Las personas ahora hablan de matar y matan con tanta facilidad como sí la vida ajena no tuviera ningún valor para ellos.  Pienso que una gran parte de la humanidad ha perdido el respeto y el amor por la vida de las demás personas.

Domingo Acevedo

Junio/13

POR QUE EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS LE TIENE MIEDO A ''Edward Snowden'' Y ''Bradley Manning''

















POR QUE EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS LE TIENE MIEDO A ''Edward Snowden'' Y ''Bradley Manning'' Y MUCHOS MAS!

vea estoooooo....http://www.youtube.com/watch?v=sk-xhyDB1F4

1915 Hundimiento del Lusitania, pretexto para USA para entrar en la 1º Guerra mundial. ( Ese barco fué enviado solo para que lo hundieran ).

Rockefeller gana con préstamos al gobierno estadounidense más de 200 millones de dólares ( 3000 millones actualmente ).

No mires detrás del espejo.

Detrás del espejo.

Detrás del espejo duerme un fantasma
en sus ojos la luz pelea contra las sombras
por eso es que  la habitación se ilumina  de mariposas
que traspasan las paredes de la noche
hasta diluirse en la distancia
que va de los sueños  al amanecer

Domingo Acevedo.


Vestigio del sol.

Aun quedan en la prima noche
vestigios del sol
trocitos luminosos
que el viento arrastra más allá de este otoño
que llevo clavado en mi voz
luna que en mis sueños intenta ser una mariposa

Sep/12
Domingo Acevedo.

Eco de eternidad.

Eco de eternidad que brota de mi voz
tibio reflejo de mariposas en la noche
faro que guía los fantasmas perdidos en mi memoria
telaraña divina que atrapa ángeles caídos
árboles de cenizas
huellas de cíclopes moribundos
centauros que cabalgan en las infinitas praderas de la utopía
 hacia el olvido

Sep/12
Domingo Acevedo.



Hoy la patria.

Hoy la patria se me antoja un buen lugar
tribuna
desde donde pueda levantarme  de mi silencio
y elevar mi voz
por los que sufren
por los que pasan hambre
por los que mueren todos los días
atrapados tras los barrotes imaginarios de la pobreza

Sep/12
Domingo Acevedo.




La palabra es huella.

La palabra es huella que deja el tiempo
en los espejos de la ignorancia

Enero/12
Domingo acevedo.


Es tu recuerdo

Es tu recuerdo
un lucero de olas sangrando
en el abismo de los sueños

Enero/12
Domingo Acevedo.

Se esfuma en la luz.

Cantan los gallos
un gato en el tejado
se esfuma en la luz de la alborada

Enero/12
Domingo Acevedo.



Es huella la palabra.

Es huella la palabra que el tiempo olvida

Enero/12
Domingo Acevedo.

Un silencio de palabras rotas tratan de justificar el olvido

Enero/12
Domingo Acevedo.


Sinfonía de guerra.

Río de sal en el rostro de un horizonte de azufre
sangre de unicornios sobre la primavera que enero marchita
voz quebrada por el hacha homicida del verdugo
tarde de cenizas que el viento diluye a lo lejos
pergaminos rotos de una historia inconclusa
Sinfonía de guerra
canto de amor y entrega
donde la eternidad es una flor que brota de cuatro  pechos
ensangrentados en su heroísmo
y allí
solos
en medio de la nada
y sin ninguna posibilidad de romper el cerco
no les quedó más que morir
aferrados a sus sueños

Enero 2012
Domingo Acevedo.


Amaury.

Alas de aves fantásticas llevan en la voz del viento
el nombre de Amaury
más allá de un ocaso de sangre
donde las sombras sucumben a  la  luz de una estrella
que en su frente eterniza sus sueños
en le crepúsculo más puro de su breve vida.

Enero 2012
Domingo Acevedo.


A esta hora el camino real.

El camino real a esta hora esta desierto, una brisa caliente levanta nubes de polvo que se pierden entre los matorrales resecos.

Es medio día, en julio el verano achicharra todo el monte y la primavera es un vestigio lejano de flores y mariposas derretido en el recuerdo de los abuelos que debajo de una mata de mango dormitan en el efímero esplendor de los sueños.

Enero 2012
Domingo Acevedo.


A ninguna parte he ido todo este tiempo de vivir

A ninguna parte he ido todo este tiempo de vivir. He caminado sin rumbo por los caminos de la vida, he vivido una vida que no es mía, que es ajena, que le pertenece a otros, he cargado sobre mis hombros sueños y dolores ajenos.

Hoy me he quitado la mascara que he llevado puesta por tanto tiempo y he ido al espejo a mirarme cual tal soy y no me conozco, no soy yo, mi rostro es el rostro de todos, soy el pueblo, soy la vida, la esperanza.

Soy ese niño que muere cada tres segundos de hambre, soy esa mujer crucificada en la  mas absoluta pobreza, soy ese hombre que después de un día de andar por la ciudad buscando una esperanza, vuelve a su casa con las manos vacías, soy ese anciano abandonado a su suerte, soy el mendigo de la calle, soy la muchedumbre acorralada por las guerras y el hambre, yo soy el dolor, soy la vida, soy la esperanza última.

Enero/12
Domingo Acevedo.


Un unicornio de plata

En las lejanas praderas de una lágrima
Un unicornio de plata deja huellas de sal
En las noches de  luna llena

Enero /12
Domingo Acevedo.


Estas noches frías me acercan tanto al pasado
que dos palomas de agua se posan en mi corazón

Feb/12
Domingo Acevedo.

En una esquina de mi alma
Los duendes de la noche
Tocan  las tamboras del olvido

Feb/12
Domingo Acevedo.

Ahora que el olvido llega y se lleva los recuerdos, quiero rendir un tributo permanente a: Tatín, Mamá Tita, Agustina, Aurora, doña Lola, Eufemia y a las demás mujeres que con su amor forjaron nuestros sueños en aquel tiempo donde vivir era tan difícil para los pobres y muy especialmente a las parteras que con sus manos fecundas nos sacaron del vientre de nuestras madres y nos mostraron el mundo

También a los hombres que como Juan de la Rosa, el abuelo Ismael, el tío Alberto, Ovidio y el tío Rafael entre otros, fueron guardianes celosos de nuestra raza.

Domingo Acevedo






                            Horizonte de pájaros fugaces.

Se nubla el horizonte de fugaces pájaros que esconden sus nidos detrás de los cristales de la tarde.
Planean en un cielo crispado de nubes y sombras, heridos por los rayos de un sol que agoniza en los brazos de la noche.
Por el camino real Ninito, con todo el peso de la noche sobre su espalda, cabalga despacio hacia donde la abuela Mamá, Tita lo espera con los brazos abiertos.

Feb/12
Domingo Acevedo.



La Reforma Fiscal

El PLD
la corrupción
Felix Bautista
el déficit fiscal
el metro
las obras sobre valuadas
Víctor Díaz Rúa
el hoyo
la reforma fiscal
el paquetazo
la mentira
doscientos cinco mil millones de pesos
el FMI
el robo de los fondos públicos
el senado
Reinaldo Pared Pérez
La cámara de cuentas
Liselot Martes de Barrios
la cámara de diputados
Abel Rodríguez
el barrilito
el hombre del maletín
la subasta
los onerosos contratos mineros
loma Miranda
el presidente nuevo
con sus funcionarios  viejos y corruptos
Leonel Fernández Reina
artífice de la falacia
Protagonista de la mentira
maestro en el arte de robar
las protestas
el juicio público
la condena
la vice
el teatro
telemicro
canal cinco
la voz oficial de la desinformación
las poses
el circo
Gómez Díaz
la clase media
los pobres
el dengue
el colera
la malaria
los apagones
la falta de agua
la delincuencia
la inseguridad
el narcotráfico
el microtrafico
la DNCD
la policía
los swat
los linces
los toppos
especializados en la represión y el crimen
contra la población civil pobre e indefensa
y nuevamente los pobres
navegando a la deriva entre los sueños
y la realidad amarga  de la marginalidad
sin tener a donde ir
no nos queda más que resistir

Nov/12
Domingo Acevedo.


El barrio.


El barrio
la casa
la ventana siempre abierta
la puerta siempre cerrada
el cuadro en la pared
el gato
una cucaracha en la cocina
la estufa apagada
los platos sucios
la T.V.
la P.C.
el calor insoportable
los apagones
los niños que juegan en la calle
el coro de la esquina
el pleito de la vecina contra su marido borrachón
la banca de Claudio
el colmado de Manuel
la barbería de José
la iglesia de la esquina
la vieja pendenciera
el narcotraficante de poca monta que en el callejón de los cuernos
espera comprador
los jóvenes con el cerebro fundidos por los pericos
la niña coqueta que sueña en brazos de la quimera
Pirito el maricón
María la más puta
el olor pestilente de las aguas cloacales
los disparos
el corre corre
qué pasó
nada
un pleito entre tigueres
mataron a Martín la navaja
y de nuevo el barrio
la pobreza
el hacinamiento
la desesperanza
los policías corruptos en su moto DT
el microtrafico
el peaje
el pillaje
el desasociego
la inquietud
el estrés
la paz que no llega
la maldita paz
en fin
el barrio es la suma de ilusiones
que mueren en el día a día

Junio /13
Domingo Acevedo


En tus ojos la luna es una flor

En tus ojos la luna es una flor 
que el viento en la noche deshoja
su perfume
relámpago de pétalos
que ilumina la desnudez de tu cuerpo
que entre mis brazos amanece

Domingo Acevedo.
Junio/13


Es la desnudez.

Es la desnudez nuestra más intima convicción de nuestra humanidad.

Domingo Acevedo.
Junio/13

Los laberintos de la imaginación.

Una madrugada propicia para perderse en los laberintos de la imaginación.

Domingo Acevedo.
Junio/13

Después de las lluvias

Después de las lluvias de esta esplendorosa noche de junio
una luna llena nos deslumbra con su hermosura
y se que ella en donde este la mirará
y se acordará de mí.

Domingo Acevedo
Junio/13


Por favor denme tiempo.

Por favor denme tiempo para saber sí de verdad he vivido
y para poder arrepentirme de esta muerte que espero y  llega

Junio/13
Domingo Acevedo.



Esta noche en un bar.

Esta noche en un bar
sentado frente a una ventana que da al río Ozama
 veo como la luna y las estrellas
 naufragan en el horizonte de una lagrima
 y como tu ausencia en una canción
me aplasta contra los recuerdos

Junio/13
Domingo Acevedo.


Y se hace poesía.

A veces tu nombre rueda por los bordes de una lagrima
y se hace poesía
una canción

Junio/13
Domingo Acevedo


Sueños perdidos en los conucos.

Son las seis de la tarde, detrás de la casa papá prepara su montura. Julia es una burra que nos ha acompañado en un gran trecho de nuestras vidas, ha estado ahí, en las buenas y en las malas, sobre su lomo nos ha llevado por todos los confines de esta tierra y más allá, a la ciudad en donde no hay espacio para los humildes labradores que llenos de harapos por sus calles inhóspitas venden sus sueños perdidos en los conucos y  por las que pregonan  a viva voz: verduuuras, yuuuca, aguaaaaacates, maaaaangos marchanta llevo carbooon, venga marchanta que llevo huevos criollos. Para después de vender sus  productos por miserables monedas, perderse en el monte con todos nuestros sueños a cuesta.

Ya la montura está lista, León juguetea entre nuestras piernas alegre, salta, ladra, mientras Julia nos mira con toda su ternura resumida en sus ojos tristes. No me acuerdo cuando llegó a casa pero la recuerdo de toda la vida, desde siempre, desde que tengo uso de razón.

Estamos detrás de la casa, bajo la mata de capá, mi madre, mi hermano Juancito, y yo, Felipe y Ñonó no se por donde andan, ya mí padre está preparado al lado de Julia, se despide con un gesto de la mano y se monta, yo corro y me aferro con ternura a una de sus piernas y luego me alejo para ver como él, mí padre, se aleja por el camino en sombras a un lugar perdido en el monte, León  va tras él ladrando y saltando alegre, nosotros nos quedamos parados en medio de la noche hasta que ellos se pierden en la oscuridad.


Allá en un claro del monte mi padre tiene un horno hecho de troncos secos para hacer carbón vegetal, para luego venderlo en la ciudad. Tiene que cuidarlo, por eso es que amanece todas las noches vigilándolo para que no se incendie  porque sino en vez de carbón sólo encontrará cenizas.

En la carbonera, a la intemperie dormirá sobre algunos sacos de cabuya que lo cubrirán del frío de la noche y los mosquitos, acompañado de los grillos y las estrellas, las lechuzas y los murciélagos. A su lado León gruñirá a los fantasmas que rondan la soledad de la noche en el monte, él y Julia no desampararán a mi padre por nada del mundo, estarán siempre a su lado protegiéndolo de toda maldad escondida entre el silencio nocturno y la oscuridad.

Mañana tempranito, antes que salga el sol, mi madre, Juancito y yo iremos a encontrarnos con mi padre, les llevaremos un poco de café y algo de comer ya a  esa hora el carbón estará listo para llenar cuatro o cincos sacos para acomodarlos en el lomo de Julia y regresar a la casa, para de inmediato mi padre tomar el camino hacia la ciudad y venderlo a algún comerciante para traernos de comer para unos cuantos días.

Febrero/13


Domingo Acevedo.


Vencedor de la muerte.


Es aquí en mi voz
Martí
donde la aurora se viste con tu nombre
desde donde  te levantas todos los días
vencedor de la muerte
y recorres victorioso
nuestra  América
y escribes con tu sangre
en los pergaminos de  nuestra historia
la palabra a libertad

Domingo Acevedo.
Marzo/13

Poema dedicado a José Martí


En la oquedad del tiempo.

En la oquedad del tiempo
mi voz es el eco envejecido del silencio

Dic/12
Domingo Acevedo.


En la lejanía de mi voz.

En la lejanía de mi voz
el mar se ahueca en un suspiro

Dic/12
Domingo Acevedo.


Espiga de luz

Espiga de luz
llamarada de sombras
racimo de estrellas
la noche

Dic/12
Domingo Acevedo.

Un monumento a la pobreza

Es prima noche, por el camino las sombras cabalgan en el viento hacia los infinitos espacios del tiempo perdido tratando de alcanzar un horizonte de luz.

en el cielo, el destello de las estrellas se agolpa en nuestras miradas prisioneras por la grandeza de un universo en expansión, mientras que en el monte los grillos elevan una sinfonía al infinito  y junto al camino real una casita techada con tabla de palma, cobijada con yagua y con el piso de tierra, apenas iluminada por una lamparita de gas, se erige como un monumento a la pobreza, en ella una familia malvive todos los días su cotidianidad de hambre y miseria.

Domingo Acevedo.

Enero/13


Detrás de las sombras.

He vuelto a esconderme detrás de las sombras de mi soledad, huyo de las traiciones de los hombres.

25/12/12
Domingo Acevedo.





El paquetazo.


El paquetazo
La corrupción
el PLD
los apagones
el funcionario
el congresista
la corrupción
el alto costo de la vida
el salario miserable
la pobreza
el hambre
el desempleo
el metro
la segunda línea del metro
el pueblo
la pobreza
el hambre
los apagones
la protesta
el gobierno
el narcotrafico
la delincuencia
la complicidad
la policía nacional
Danilo Medina
La corrupción
La mega minería
el uso del cianuro
la Barrick Gold
el contrato
la estafa
Leonel Fernández
los congresistas
la estafa
el oro
Loma Miranda
el desastre ecológico
el futuro incierto
la contaminación
la muerte
la muerte que es igual
a megaminería
más el uso del cianuro

Domingo Acevedo.
Abril/13



Disfruto pensarte.

Disfruto pensarte en la distancia
Desnudarte en mis sueños
y hacerte el amor en la imaginación

Domingo Acevedo
Abril/13



Tu voz tiene dos alas.

Tu voz tiene dos alas
mariposa que susurra al viento mi nombre
tierno destello del pasado
dulce sonido de flautas en el viento
que a veces en la tarde 
llena mi silencio de tu recuerdo

Febrero/13
Domingo Acevedo.


Un orgasmo eterniza la vida.

En la brevedad del sueño un orgasmo eterniza la vida.

Enero/13
Domingo Acevedo.

Los alfileres de la ausencia.

Clavados en mi voz
los alfileres de la ausencia
hacen sagrar de olvido mis ojos

Domingo Acevedo
Abril/13

Reclama la justeza de tu derecho a vivir dignamente, ya que pequeños actos  individuales, pueden generar grandes acciones colectivas victoriosas.

Junio/13
Domingo Acevedo.

Danilo y Leonel, dos formas distintas de mentir al pueblo. Una misma forma de gobernar a favor del capital criollo y extranjero  que genera riquezas a unos pocos, pobreza a la mayoría y desastre ambiental en el planeta.

Junio/13
Domingo Acevedo.



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