domingo, agosto 15, 2021

El Alto de la Rosa.

 


Llegamos al atardecer al Alto de la Rosa, era poco menos de las cuatro y media de la tarde,  ya el primer grupo hacía tiempo que había  llegado, tenían más o menos dos horas en el refugio y se alistaban para hacer la comida.

Llegamos exhaustos, tiramos los equipajes en un rincón y nos tendimos por donde quiera a descansar, yo me dormí y desperté una hora después, ya repuesto del cansancio, me dedique a apreciar el paisaje, es entonces que me doy cuenta que atravesamos un sendero de flores azules hasta el portón de entrada al refugio, que también hay una torre de vigilancia y un mirador desde donde se puede apreciar un hermoso paisaje.

En estas largas caminatas lo más importante es poder ir mirando los detalles del espectacular paisaje que se va abriendo a nuestros ojos en la medida que nos vamos adentrando en la cordillera Central.

Salimos del lado sur de la presa de Sabaneta, que está ubicada en el pueblo del mismo nombre con destino a la caseta del Alto de la Rosa, que está a unos trece km y se asciendo a unos 1700 msnm, hasta llegar a ella, que es el primer refugio en la ruta al pico Duarte por San Juan y que nos acogerá por lo que queda del día y la noche y donde tendremos que reponer fuerzas para hacer mañana los más de veinte km hasta llegar al segundo refugio que es la caseta de Macutico,  en el valle del río Blanco, desde donde se puede apreciar los picos más altos de la cordillera Central.

La cordillera Central comienza en su parte superficial, desde la península de San Nicolás en Haití y se extiende por el territorio Dominicano,  desde Restauración y Loma de Cabrera,  dividiendo el Cibao en algunas partes  del Sur,  llegando hasta Baní y San Cristóbal, albergando los picos más altos del país y el pico más alto de las Antillas, que es el pico Duarte con 3,098 msnm

Desde la torre de vigilancia del refugio se puede advertir un hermoso y enorme paisaje, indescriptible con palabras: largas y verdes montañas coloreadas por el crepúsculo que le da un toque mágico,  con el lomo cargados de nubes que flotan sobre la suave brisa de la tarde que se desvanece en la distancia.

Al entrar la noche nos dan el alerta de que ya la comida está lista, todos pasamos por la cocina con nuestros platos y en la medida que nos la van dando nos vamos acomodando por donde quiera a comer.

Como es costumbre en la noche preparamos una fogata para calentarnos,  hacer la evaluación del trayecto y contarnos los cuentos y las anécdotas propias de estos viajes en donde las penalidades y las dificultades que encontramos en el camino nos hermanan en la solidaridad.

En la fogata nos apretujamos uno con otros para contrarrestar el frío propio de estas montañas y sentirnos más seguros en esta inmensa soledad que parece absorbernos y comenzamos a contar las anécdotas y las historias, mientras los guías nos preparan un té de jengibre que es bueno para mitigar el frío que nos cala los huesos.

Después de tomarnos el té, cada cual se va al lugar donde pasará la noche, teniendo en cuenta que mañana  a las cinco de la mañana hay que estar de pie para hacer el desayuno,  preparar los bultos y a más tardar a las seis, aun con las sombras del amanecer salir hacia el próximo refugio.

Domingo Acevedo.















sábado, agosto 14, 2021

Este viernes 20 de agosto.

  Este viernes 20 de agosto será la puesta en circulación de dos libros de un gran amigo y una gran amiga, Alfonso Torres Ulloa pondrá a en circulación su libro de poesía mas reciente, Colando Versos y Nayely Germoso pondrá en circulación su novela el Despertar de los Dioses Caribe 






UNA NOCHE EN EL MACUTICO



Anochece, un viento con alas tristes revolotea sobre la cabaña perdida en la soledad distante de la cordillera central. Nosotros cansados de la larga caminata que del Alto de la Rosa hasta el Macutico hemos realizado, organizamos los equipajes, dentro del refugio, mientras miramos de vez en cuando hacia el camino esperando ver llegar a los compañeros que se quedaron rezagados en el valle infinito de nunca jamás, alguien del grupo grita bien alto aleeertaaaaa, aleeertaaaaa, es el modo de comunicarnos con los que vienen rezagados; ya que en estos parajes desolados el viento multiplica la voz y retumba en la lejanía, sí el otro grupo nos escucha responde de la misma manera, ahora sólo el silencio nos responde.

Este trayecto lo he hecho varias veces y sé que es difícil y agotador pero hermoso y mágico, lo disfruto al máximo. Ya son las siete de la noche, hace frío y empieza a oscurecer, nos sentimos preocupados por los compañeros que se quedaron atrás, ya en la cocina un grupo prepara la comida, tenemos hambre no hemos comido nada desde la mañana, sólo una merienda a las dos de la tarde, el grupo ha sido fuerte, los muchachos no se han quejado, unos van rumbo al río a buscar agua y los demás buscan leña para la fogata con uno de los guías.

Desde la ventana del refugio veo como los demás guías se alejan en la oscuridad, llevan los animales a comer algo, no muy lejos de donde nos encontramos hospedados.

Ya las primeras estrellas empiezan a coquetear en el cielo con la luna y a lo lejos se oyen voces de alegría, y un aleeeertaaaaa esperanzador, es el grupo que quedó rezagado que ha llegado al río, donde el equipo de agua llena los galones para el uso de mañana, eso nos da más tranquilidad, ya estamos todos juntos, ahora un baño cae bien y después a comer, más tarde la evaluación del trayecto, el acostumbrado conversatorio, el chiste necesario y a dormir, la caminata de mañana también es fuerte,  del Macutico, al Pico Duarte, a la Compartición cualquiera deja el forro, ya que después de una larga caminata y bajar la loma del Barraco, uno se encuentra con la pelona, que se muestra desafiante e imponente ante la mirada incrédula del cansado caminante que hace esta travesía por primera vez.

Son las ocho de la noche ya la fogata arde en una esquina del campamento y la comida casi está. La neblina empieza a vestir de blanco el valle, trae con ella el misterio ancestral de lo desconocido, nos acurrucamos unos a  otros junto a la fogata, el frío es terrible, la noche parece absorbernos en sus  misterios, en esta soledad nos sentimos tan pequeños y desvalidos, tan poca cosa, que nos damos cuenta que en la infinita vastedad del universo no somos nada y empezamos a buscar la compañía de algún compañero (a) para sentirnos protegidos,  alguien se atreve y hace algún cuento de fantasmas o muertos y Cristian protesta y se escurre en la cocina.

La caseta del Macutico tiene tres habitaciones dos dormitorios y la sala, en las cuales preparamos las frazadas y las bolsas de dormir, ya cada uno tiene su espacio en donde pasará la noche que se perfila muy fría,  en la cocina separada a unos cuantos metros del refugio, los guías preparan un  té  de jengibre para el frío, la fogata arde alegremente, ya se hizo la evaluación, del trayecto, y tratamos como siempre el tema central de la actividad, junto a la fogata nos queremos más, nos sentimos hermanados, nos acercamos tanto que sentimos el calor de la piel del compañero (a) que tenemos al lado, sentimos la necesidad de protegernos unos a otros, en estas caminatas crece el sentimiento de la solidaridad y se hacen relaciones que perduran en el tiempo.

Los guías nos llaman para tomar el té de jengibre que es bueno para ahuyentar a los duendes del frío, volvemos con ellos a la fogata y los escuchamos contarnos mil historias de fantasía, sobre fantasmas, difuntos y Ciguapas que a ellos les ha tocado vivir, en su largo trajinar por esas vastas soledades de la cordillera central, ya es hora de dormir nos despedirnos, cada uno se dirige al lugar donde pasará la noche, a veces sentimos temor es por eso que buscamos la compañía secreta del que duerme a nuestro lado, yo me detengo un rato entre la cocina y el refugio y miro al cielo al cual no le cabe una estrellas más, tanta belleza es indescriptible, aquí se siente, se parpa la presencia de Dios, es  indescriptible la sensación que siento en el Macutico, en donde el silencio aletea entre la sombras y la neblina y espanta el  canto de las insectos nocturno y se queda entre nosotros hasta el amanecer y se hace cómplice del frío que nos muerde la piel.

Yo siempre guardo la esperanza de volver a recorrer esos caminos perdidos en la distante soledad del parque nacional José del Carmen Ramírez.

Nos acomodamos, me percato de que todos estén en el lugar que le corresponde a cada uno y les recuerdo que mañana a las cinco de la mañana debemos levantarnos para prepararnos para la jornada del día siguiente.

Esta narración es un homenaje a todos los que me han acompañados en esta ruta, Sabaneta, (San Juan)  la Ciénaga, (Jarabacoa)

DOMINGO ACEVEDO.




















jueves, agosto 12, 2021

CAONABO EL PRIMER REBELDE DE NUESTRA ABYA YALA.

 


 

Sin restarle méritos a la  osadía de Hatuey de irse desde la isla de Haití a Cuba en una canoa y alertar allí a los indígenas sobre el peligro que representaban los españoles para los pueblos de las islas del Caribe y del continente al que recién habían llegado llenos de odio y ambiciones en grandes canoas y cuyo único objetivo era encontrar oro por el que mataban y exterminaban a todos aquellos que encontraban a su paso, es bueno aclarar que el primero que enfrentó con éxito a los españoles en esta isla que fue por donde empezó la barbarie de la colonización y conquista, fue  Caonabo,  con  la destrucción del fuerte de la Navidad en el 1493

El fuerte de la navidad  fue construido con los restos de la nave la Santa María,  en donde Cristóbal Colon  dejó el primer destacamento en su primer viaje, mientras seguía su camino hacia España, no sin antes seguir explorando las costas de la isla a la que había llegado el 5 de diciembre del 1942.

ES en esas exploraciones cuando se produce  el 13 de enero del 1493 el primer enfrentamiento entre los navegantes comandados por Cristóbal Colon y los indígenas Ciguayos, en lo que hoy es  la bahía de Samaná y que ellos bautizaron con el nombre  del golfo de las flechas.

Traigo esto a colación porque muchos historiadores llaman a Hatuey el primer rebelde del continente y pienso que no es así, yo considero que el primer rebelde  de nuestro continente fue Caonabo,  que además de destruir el fuerte de la navidad siguió resistiendo a los españoles hasta su captura y muerte en el 1496.

Sin embargo es en el 1503 cuando Hatuey huye de la isla en una canoa hacia Cuba  a donde llega alertando a los nativos de esa isla del peligro que representaban los extraños que habían llegado del mar engrandes canoas y además los enfrentó, muriendo en la hoguera al ser capturado por los españoles.

Así mismo es bueno también destacar que el primer libertador de los indígenas fue el cacique Guarocuya o Enriquillo que es el nombre que le dieron los españoles a este indígena españolizado y que debido al maltrato que recibía se sublevó con otros nativos en las montañas del Baoruco, librando una guerra de guerrilla contra los invasores del 1519 al 1533, ayudado en esa empresa por los negros Cimarrones a los cuales luego ayudo a los españoles a perseguir.

Ante la imposibilidad de los españoles de derrotar a los indígenas sublevados las partes enfrentadas llegaron a un acuerdo en donde los españoles daban a los sublevados el derecho a la libertad y tierras a cambio de deponer las armas, aunque ya para los indígenas este acuerdo significaba muy poco, ya que el reducido grupo de sublevados se fue diluyendo entre el exterminio, y las enfermedades hasta prácticamente desaparecer, el mismo Enriquillo murió de tuberculosis el 27 de septiembre del 1535.

Domingo Acevedo.

Agosto/2021.




LA NOCHE.

 

La noche a esta hora es tan triste

Como ese farol

Que en la calle el Conde

El tiempo apagó

Agosto/2021

Domingo Acevedo.



Foto tomada de la red.

Llegar a los 63

 

Es embriagador llegar a los 63

Y mirar hacia atrás

Y sentir la nostalgia

de los amores perdidos

de los nombres olvidados

de los amigos que ya no están

de la vida que se diluye

en la certeza de la muerte

Agosto/2021

Domingo Acevedo.




 

martes, agosto 03, 2021

Primera Bienal Popular del barrio los Ríos.

 


 Con la participación de mas de 105 artistas de diversas regiones del país del 16 agosto al 12 de octubre se celebrara la primera bienal popular de los Ríos, en la escuela Costa Rica de la Urbanización la Yuca del barrio los ríos, en el Distrito Nacional, Rep. Dominicana. 

Organizada por los artistas y gestores culturales Glaem Parsl y Wilfrido Velázquez Gómez.





























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