sábado, abril 15, 2017

Día mundial del arte.

Tomada de Facebook.

Un ataque contra Corea del Norte tendría consecuencias negativas no solo y no tanto para EE.UU. como para sus aliados asiáticos: Corea del Sur y Japón

El 'aliado' inesperado de Corea del Norte que se opone a un eventual ataque estadounidense

Publicado: 14 abr 2017 16:21 GMT | Última actualización: 14 abr 2017 17:08 GMT
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El 'aliado' inesperado de Corea del Norte que se opone a un eventual ataque estadounidense
AFPReuters
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Por muy paradójico que parezca, un "firme partidario" de Corea del Norte en el deseo de evitar un conflicto militar en la península es su peor enemigo, Seúl, que no quiere "sacar las castañas del fuego que ha encendido la 'armada' estadounidense", informa la agencia Ridus.
Según ha explicado a la agencia el investigador principal del Centro de Estudios Coreanos de la Academia de Ciencias de Rusia, Kim Yen-un, las tropas de Corea del Norte podrían llegar a Seúl en solo una hora después de un eventual ataque.
En opinión de Kim Yen-un, EE.UU. es "muy consciente" de que no podrá "desarmar a las Fuerzas Armadas de Corea del Norte con un solo golpe"
Este factor político puede tener una "influencia moderadora mucho mayor sobre el agresor estadounidense" que el miedo a las represalias por parte de Pionyang, pronostica el experto. 
Además, en opinión de Kim Yen-un, EE.UU. es "muy consciente" de que no podrá "desarmar a las Fuerzas Armadas de Corea del Norte con un solo golpe", ya que, incluso si sus armas alcanzaran aeródromos y lanzacohetes en tierra, Pionyang seguiría teniendo "suficientes sistemas móviles de fuego para hacer que ardan todas las bases militares de EE.UU. al sur del paralelo 38".

¿Cómo respondería Pionyang al ataque?

En la misma línea, el exjefe del Estado Mayor de las Tropas de Misiles Estratégicos de Rusia, Víktor Yesin, opina que en caso de un ataque estadounidense contra objetivos en Corea del Norte, el país asiático respondería con ataques con misiles contra las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur y las islas japonesas. Para ello cuenta con misiles balísticos Hwasong-5, Hwasong-6, Hwasong-7, Hwasong-9 y Hwasong-10, equipados con ojivas de alto explosivo y de racimo.
Según ha indicado el experto al portal MK, no se puede descartar que los misiles Hwasong-7 y Hwasong-10 puedan ser equipados con cabezas nucleares. Sin embargo, es poco probable que Kim Jong-un se atreva a lanzar un ataque nuclear, porque en este caso la respuesta de EE.UU., "dado el temperamento de Trump", sería tan fuerte que Corea del Norte "saldría muy perjudicada".
Pionyang también podría atacar Corea del Sur con una "potente agrupación" de sistemas de artillería y lanzacohetes que ya están desplegados cerca de la línea de armisticio que separa las dos Coreas, señala Yesin, quien advierte de que la capital surcoreana se encuentra en la zona de alcance de estos sistemas.
A su vez, Corea del Sur ya se ha expresado en contra de un ataque estadounidense. El ministro de Unificación, Hong Yong-pyo, declaró que los ataques preventivos contra el Norte no son una buena idea desde el punto de vista de la seguridad de la población surcoreana.
  • Las agencias de Inteligencia estadounidenses creen que este sábado 15 de abril Corea del Norte llevará a cabo su sexta prueba nuclear o un nuevo lanzamiento de misiles balísticos para conmemorar el 105.º aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.
  • Por esta razón, la semana pasada el Pentágono ordenó movilizar al portaaviones USS Carl Vinson y a su grupo de ataque y los dirigió hacia las aguas que rodean la Península coreana.
  • Recientemente, el presidente japonés, Shinzo Abe, aseguró que Washington estaba barajando todas las opciones de respuesta posibles contra Pionyang si Corea del Norte continuaba con sus ensayos de armas nucleares.
  • Fuentes militares de Corea del Norte han afirmado este viernes que Pionyang realizará un ataque preventivo contra Washington en caso de que se produzca una provocación militar, económica o política, y que "destrozará sin piedad" a EE.UU. si este les ataca.

  • RT en español. 

viernes, abril 14, 2017

Haiti se convertiría en un nuevo territorio de EEUU


El presidente de Haití, Jovenel Moïse, ha dicho a los medios que Haití está a punto de convertirse en un territorio de los Estados Unidos.
De acuerdo con Jovenel Moïse, Haití sería unirse a Puerto Rico, Guam, las Islas Marianas del Norte, las Islas Vírgenes y Samoa para convertirse en territorio habitado de forma permanente de los Estados Unidos.
“La administración Trump ha hecho que sea muy favorable para nosotros.”- dijo el presidente.
“Se espera que el enviado de Haití para estar en los EE.UU. pronto para añadir firmas en los documentos” – añadió.
Como territorio de los Estados Unidos, Haití se convirtió en una división administrativa subnacional directamente supervisada por el gobierno federal de los Estados Unidos.
A pesar de ser supervisado por los Estados Unidos, Haití tendría un gobierno organizado, mediante ley orgánica aprobada por el Congreso de Estados Unidos.
El país también tendrá derecho a voto locales y protecciones bajo tribunales de Estados Unidos, pagar algunos impuestos en Estados Unidos, y han limitado la representación en la Cámara de Representantes.
Haitianos elegirán “Los miembros del Congreso” que, como el delegado de Washington, DC “posee los mismos poderes que otros miembros de la Cámara, excepto que no pueden votar cuando la Cámara se reúne como la Cámara de Representantes”.
Como miembro de los territorios de Estados Unidos, Haití se convierte automáticamente en parte de los EE.UU., y como tal no requiere visado para viajar a los EE.UU.
Jovenel Moïse dio a entender que, los planes están muy avanzados para Haití a ser reconocido como un territorio de Estados Unidos.

Pyongyang: No dejaremos a “ningún estadounidense vivo” si hay guerra

  • El líder norcoreano, Kim Jong-un.

    El líder norcoreano, Kim Jong-un.

Corea del Norte amenazó con no dejar a ningún estadounidense vivo en el caso de que ambos países se encuentren en un nuevo enfrentamiento.
“Ha pasado para siempre la época en la que Estados Unidos nos chantajeaba con armas nucleares; ahora EE.UU. ya no es una fuente de amenaza y miedo para nosotros”, afirmó el lunes el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, según la agencia norcoreana Express.
“Ha pasado para siempre la época en la que Estados Unidos nos chantajeaba con armas nucleares; ahora EE.UU. ya no es una fuente de amenaza y miedo para nosotros”, afirmó Kim Jong-un.
Kim realizó tales declaraciones durante una celebración para conmemorar el 62 aniversario del fin de la Guerra de Corea (entre 1950 y 1953).
Si bien no se ha firmado un acuerdo de paz, el aniversario (que se celebra cada año), es considerado por el Gobierno de Corea del Norte como una victoria sobre el imperialismo de los Estados Unidos.
Además, el general Pak Yong-ski del Ejército Popular de Corea, en un acto separado, pronunció un discurso y enfatizó que si el país norteamericano provoca otra guerra con Pyongyang, Corea del Norte combatirá hasta que no quede nadie para rendirse.
Pak, quien se cree que será el nuevo ministro de la Defensa del país asiático, declaró que la pasada guerra de Corea provocó el inicio de una cuesta abajo para EE.UU., pero la segunda guerra traerá la destrucción final para el imperialismo estadounidense.
Las tensiones entre EE.UU. y Corea del Norte aumentan cada día. Washington, para contrarrestar a Pyongyang, mantiene desplegados cerca de 30.000 soldados en el territorio surcoreano, mientras que Corea del Norte amenaza con lanzar misiles nucleares contra el territorio estadounidense en caso necesario.
ftn/ktg/rba

Se nubla el horizonte de fugaces pájaros

Se nubla el horizonte de fugaces pájaros que esconden sus nidos detrás de los cristales de la tarde.

Planean en un cielo crispado de nubes y sombras, heridos por los rayos de un sol que agoniza en los brazos de la noche.

Por el camino real Ninito, con todo el peso de la noche sobre su espalda, cabalga despacio hacia donde la abuela Mamá, Tita lo espera con los brazos abiertos.

 Domingo Acevedo.

Tomada de la red.

Los peligros de una guerra mundial.



Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de  Norte América  la humanidad se acerca peligrosamente a una confrontación mundial entre las naciones que se disputan el control político, económico y militar del planeta.

Este señor que llegó a la presidencia de ese país con un discurso más o menos pacifista, ya en el poder cambio radicalmente su discurso y sus acciones.

Con el reciente ataque a Siria, sus escaramuzas verbales con Corea de Norte,  el envió de una flota naval a las aguas territoriales de ese país  y el lanzamiento en Afganistán de la mayor bomba no nuclear,  ponen en evidencia de lo que son capaces lo Norteamericanos para mantener la hegemonía que han perdido,  en un mundo en el que proliferan las armas de destrucción masiva y que cualquier error puede activar las alarmas que den inicio a una confrontación mundial en el que sólo perderá la humanidad, de eso sólo se darán cuenta los que lastimosamente puedan sobrevivir a la catástrofe por venir.
Domingo Acevedo.

Abril/17


La mayor bomba no nuclear lazada por Estados Unidos en Afganistán.

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Estados Unidos lanza sobre Afganistán su mayor bomba no nuclear

"Es realmente un gran trabajo, estamos muy orgullosos de nuestro Ejército", dice Trump

Una bomba GBU-43 como la que ha lanzado Estados Unidos. DEPARTAMENTO DE DEFENSA DE EE UU
Estados Unidos lanzó este jueves sobre instalaciones terroristas en Afganistán el mayor artefacto no nuclear que posee, un explosivo conocido como “la madre de todas las bombas” que estuvo desarrollando durante la guerra de Irak pero no había utilizado hasta ahora. El Pentágono confirmó la operación, aunque no detalló si se trata del mayor artefacto. Este ataque tiene lugar tras el bombardeo al régimen sirio y en plena escalada de tensión con Corea del Norte. Donald Trump transmitió un mensaje mixto durante su campaña electoral: combinaba la promesa de no embarcar al país en más conflictos externos de los imprescindibles con bravuconadas militares. Pero a punto de cumplirse los 100 primeros días de su presidencia, se está imponiendo su yo militar. Ahora, redoblando la ofensiva en Afganistán.
"Es realmente un gran trabajo, estamos muy orgullosos de nuestro Ejército", dijo Trump en la Casa Blanca, y señaló que había dado "autorización total" a ese ataque. La bomba, una GBU-43, fue lanzada a las 19.32, hora local, sobre una red de túneles y cuevas del ISIS-K (las siglas que se refieren a la facción afgana del Estado Islámico) en el distrito de Achin, provincia de Nangarhar. El proyectil, de 10 toneladas de peso, se llama técnicamente Explosivo Aéreo de Artillería Masiva, cuyas siglas en inglés, MOAB, equivalen a las del apelativo Madre de Todas las Bombas en el mismo idioma, y de ahí el macabro apodo.
A los pocos minutos de confirmar la operación, el departamento de Defensa difundió una fotografía de la ya famosa bomba, un proyectil color naranja de enormes dimensiones. “El ataque fue diseñado para minimizar el riesgo de las fuerzas americanas y afganas que llevan a cabo operaciones de limpieza en la zona mientras que maximiza la destrucción de instalaciones y combatientes del ISIS”, explicó el Pentágono.
“A medida que están incrementando las bajas en el ISIS-K, están usando IED [bombas de fabricación casera], búnkeres y túneles para fortalecer su defensa", señaló el general John W. Nicholson, comandante de las Fuerzas Estadounidenses en Afganistán. "Esta es la munición adecuada para reducir estos obstáculos y mantener el ímpetu de nuestra ofensiva contra el ISIS", añadió.
Trump dio todas las indicaciones de que su presidencia daría un giro proteccionista en comercio y aislacionista en política exterior, poniendo, como repitió hasta la saciedad, los intereses de América en primer lugar. Pero también dejó muy claro desde el principio que la doctrina de Trump es que no hay doctrina. Si el ataque químico del que culpa al Gobierno sirio le llevó a lanzar, contra pronóstico, el primer ataque directo contra el régimen, ahora ha sorprendido con el uso de esta potente bomba. "Otro éxito", dijo Trump este jueves en referencia al ataque de la semana anterior en Siria.
El empresario neoyorquino ha impulsado el mayor rearme de EE UU en una década, con una subida del presupuesto militar de más de 50.000 millones de dólares, y no se ha ahorrado palabras gruesas a la hora de hablar de su lucha contra el terrorismo yihadista. “El ISIS está ganando grandes cantidades de dinero por el petróleo que se llevan, tiene algo en Siria y algo en Irak, los voy a machacar a bombas”, enfatizó a los pocos días de ganar las elecciones, cuando le cuestionaron que carecía de un plan para luchar contra el Estados Islámico.
Había prometido que lanzaría un plan para derrotar al ISIS en sus primeros 30 días de Gobierno. De momento, cerca de los 100, ha empezado a probar todo lo que da de sí su armamento. Sin entrar en el arsenal nuclear, esta es la bomba más potente de la que dispone Estados Unidos. También ha otorgado al Pentágono más margen de maniobra para ejecutar operaciones sin el visto bueno de la Casa Blanca y ha permitido que la CIA y el Ejército del aire, vuelvan a usar drones contra objetivos terroristas.
El Pentágono señaló que se habían tomado "todas las precauciones" para evitar las víctimas civiles en esta acción militar sin precedentes, aunque no hay aún datos sobre el resultado del lanzamiento de esta bomba. El jueves había informado de que 18 milicianos kurdos murieron por error en un ataque aéreo lanzado por las fuerzas de la coalición en Siria, el tercer fallo de este tipo en un mes.

Ana Belén - 'Lía' (directo - 2001)

Nosotros no nacimos para ser felices, ni para estar alegres, ni tristes,

Nosotros no nacimos para ser felices, ni para estar alegres, ni tristes, nosotros nacimos para forjar con nuestro sacrificio un sistema de justicia, solidaridad y equidad.

Entonces compañeros olvidémonos de esas pequeñas distracciones y en donde quiera que estemos, en cualquier parte del planeta por remota que esta sea sigamos adelante con nuestros afanes por construir un mundo solidario equitativo y justo, para eso nacimos, entonces las demás cosas vendrán por añadidura.

Abril/17

Domingo Acevedo.  


“La Mano Divina” el Sistema Secreto de Rusia que Evita un Conflicto Mundial

jueves, abril 13, 2017

Libia, sepultada en el crimen y el silencio

 Derechos humanos, Mundo 27 Diciembre, 2016 Higinio Polo


No sabemos cuántas personas han muerto en Libia hoy a consecuencia de la brutal intervención de la OTAN en 2011. Algunas fuentes hablan de unos treinta mil muertos; otras, aumentan esa cifra. Por su parte, la Cruz Roja calcula unos ciento veinte mil muertos, pero no hay duda de que esa guerra que inició la OTAN ha destruido el país y arrojado a sus seis millones de habitantes a una pesadilla siniestra.

En marzo próximo se cumplirán seis años del inicio de la matanza: desde buques y aviones, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña lanzaron un diluvio de bombas y de misiles de crucero. Justificaron la guerra y la matanza con la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que sólo hablaba de utilizar las “medidas necesarias” para proteger a la población civil que “estuviera amenazada”, y que autorizó una zona de exclusión aérea, pero no la invasión del país.

No había autorización alguna para iniciar una intervención militar, ni mucho menos un ataque para
derrocar el gobierno del país. China y Rusia, así como la India y Alemania, se abstuvieron en aquella votación del Consejo de Seguridad, y, posteriormente, a la vista de la guerra impuesta, tanto Moscú como Pekín denunciaron la abusiva interpretación que habían hecho Washington, sus aliados europeos y la OTAN de la resolución del Consejo. Sudáfrica, que también había votado a favor de la resolución, denunció después el uso desmesurado del acuerdo para forzar un “cambio de régimen y la ocupación militar del país”.

Fue tal la hipocresía de Washington, Londres y París, que sus aviones llegaron a bombardear a la población civil en Bengasi y Misrata, entre otras ciudades libias, matando a centenares de personas, pese a que supuestamente intervenían en su defensa. Previamente, las “fuerzas rebeldes” fueron entrenadas por instructores militares norteamericanos y de otros países de la OTAN, al tiempo que les facilitaron armamento sofisticado e información, y el Departamento de Estado norteamericano trabajó para crear un Consejo Nacional de Transición para imponerlo como nuevo gobierno tras la derrota de Gadafi. De hecho, desde antes del inicio de la agresión militar, comandos militares británicos y norteamericanos (en operaciones aprobadas por Cameron y Obama, violando la legalidad internacional) se habían infiltrado en Libia y llevaban a cabo acciones de sabotaje y asesinatos selectivos. Los militares occidentales llegaron al extremo de utilizar vestimenta similar a los milicianos del bando rebelde, para camuflar su intervención ante las instituciones internacionales: eran militares de la OTAN, pero nunca reconocieron su condición, y adiestraron a los rebeldes y lucharon junto a ellos.

Durante los meses del verano de 2011, la OTAN lanzó miles de misiones de combate, y envió comandos de “operaciones especiales” para reforzar los ataques de los rebeldes armados y apoyados por la alianza occidental. El 20 de octubre, sin fuerzas para resistir, Gadafi huyó de Sirte y su convoy fue atacado por aviones norteamericanos y franceses, y, finalmente, fue detenido por fuerzas rebeldes, ayudadas por esos “comandos de operaciones especiales” norteamericanos. Después, lo asesinaron a sangre fría. Cinco días antes del asesinato de Gadafi, el primer ministro británico, Cameron, y el presidente francés, Sarkozy, volaron a Libia, a la zona controlada por los rebeldes, mientras los equipos de la CIA norteamericana trabajaban para localizar a Gadafi y asesinarlo. Su muerte fue celebrada por Obama, Cameron y Sarkozy.

Violando la resolución de la ONU, utilizando de nuevo la guerra como instrumento de su política exterior, Estados Unidos y sus aliados consiguieron sus propósitos. Los bombardeos de la OTAN destruyeron aeropuertos, infraestructuras y puertos del país, centros oficiales, cuarteles, carreteras, y centenares de miles de personas fueron forzadas a huir, según estimaciones de la ONU, convirtiéndose en refugiados en su propia tierra. Las reservas y recursos del país en el extranjero fueron intervenidos por los gobiernos occidentales. Hoy, la economía del país es apenas una tercera parte de lo que era antes de la intervención de la OTAN en 2011. Después, estalló la lucha de banderías entre los distintos grupos armados (como ocurrió en Afganistán tras el triunfo de los “señores de la guerra” apoyados también por Estados Unidos); llegó el caos al país, la devastación, los milicianos fanáticos y bandidos armados que se apoderaron de todo. Libia pasó a ser una pesadilla, donde los secuestros, los centros de tortura clandestinos, los asesinatos, las violaciones de mujeres, se han apoderado de la vida cotidiana en el infierno; y donde faltan hasta alimentos y medicinas, hasta el punto de que en muchas ciudades, como en Bengasi, los habitantes se ven obligados a comer alimentos podridos y ratas.

A ese paisaje del infierno, se une la destrucción de centros públicos, de plazas, parques y lugares donde la población acudía antes de la guerra; se añade el robo de propiedades, los fusilamientos y decapitaciones públicas organizadas por los grupos yihadistas, que han pasado a ser moneda común de la nueva Libia hoy. Fuentes independientes hablan de centenares de personas, tal vez miles, decapitadas por los destacamentos armados de
fanáticos milicianos religiosos. Grupos salafistas y yihadistas siguen controlando importantes áreas del territorio, y, aunque Washington intentó levantar un decorado democrático, en las elecciones de junio de 2014, sobre un censo de tres millones y medio de personas, apenas votó el 18 % de la población. Muchas ciudades han quedado convertidas en ruinas, y las minas antipersona son un peligro mortal para los supervivientes.


Varios centenares de grupos armados, enfrentados entre sí, pugnan por el control del territorio y de la riqueza del país, junto a las mafias que trafican con personas, que condenan a trabajos forzados a emigrantes, que matan con total impunidad, mientras dos gobiernos y dos “parlamentos”, en Trípoli y en Tobruk, (éste, apoyado entonces por la OTAN), intentaban derrotar al adversario y obtener el reconocimiento exterior. Para salir del caos, los gobiernos occidentales impulsaron el llamado “gobierno de unidad nacional”, que se creó en Marruecos en diciembre de 2015, presidido por Fayez al-Sarraj, aunque sigue sin establecer su autoridad en todo el país, e incluso es incapaz de controlar Trípoli, donde existen varias decenas de milicias armadas cuya agenda se centra en apoderarse del petróleo para exportarlo, en extorsionar a la población, a los inmigrantes y a traficar con personas. En otras importantes ciudades libias, como Sirte,

Misrata, Tobruk, ocurre lo mismo. A su vez, el general Jalifa Haftar controla ahora Tobruk, con ayuda militar y financiera de Egipto y Emiratos Árabes Unidos. Haftar es un militar libio que, tras romper con Gadafi, fue trasladado por la CIA a Estados Unidos, en los años noventa, para posteriormente, encabezar la milicia armada que financió la agencia norteamericana. A ellos hay que añadir las fuerzas controladas por Daesh, el autodenominado Estado Islámico, que cuenta con importantes connivencias en las monarquías del golfo Pérsico.

En ese caos infernal, Washington sigue enviando “grupos de operaciones especiales” (como el que llegó en diciembre de 2015 a la base militar de Al-Watiya, en el distrito de An Nuqat al Khams, junto a la frontera tunecina, comando que fue bloqueado por grupos armados y obligado después a salir del país), y utiliza su aviación para bombardear a milicias que no son de su agrado, mientras apoya al gobierno de Fayez al-Sarraj, aunque sigue contando con la baza de Haftar, viejo empleado de la CIA.

En la práctica, las distintas milicias se bloquean entre sí, y el caos es tal que no existe un bando capaz de imponerse a los demás. Estados Unidos intenta estabilizar la situación, a través del gobierno de Fayez al-Sarraj, aunque no desdeñaría apoyar a un gobierno de Haftar si consiguiera imponerse en la mayor parte del país: quiere contar con un gobierno cliente que asegure sus intereses, y el Departamento de Estado es capaz de hacer presentable a cualquier gobierno de bandidos.
Estados Unidos y sus aliados europeos (Gran Bretaña, Francia) responsables de la tragedia del país, están interesados en cuestiones
diferentes: Bruselas intenta contener la llegada de emigrantes desde Libia hoy en día, que algunas fuentes calculan en 150.000 anuales, asunto que preocupa especialmente a Alemania; Washington pretende controlar a Daesh (con quien contemporiza en Siria, donde, de facto, es visto como un aliado en la guerra para derribar al gobierno de Damasco), desactivar los centenares de milicias, y recuperar la producción de petróleo. A su vez, el enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, intenta, sin fortuna, mediar en el caos.

Mientras tanto, las televisiones y la gran prensa internacional dejaron hace tiempo de mostrar interés por Libia hoy, siguiendo un guion utilizado muchas veces con éxito. Libia, convertida en un estado fallido, con presencia de Daesh (que acaba de perder Sirte), donde todos los grupos y milicias cometen crímenes de guerra ante la indiferencia occidental, es hoy un país del que ninguna potencia de la OTAN se hace responsable, aunque la tercera parte de la población necesite ayuda alimentaria urgente, aunque los libios tengan que comer ratas y beber aguas pestilentes, aunque se vean obligados a contemplar constantes asesinatos y decapitaciones, aunque allí la vida no valga nada, y las cancillerías sean conscientes de que los libios han sido condenados a vivir en un infierno.

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