miércoles, noviembre 18, 2020

CIUDAD DE PAPEL


 

UNA TUMBA VACIA Y HONDA

Soy

no soy nada

regreso cansado del olvido

nadie me recuerda

como un serafín herido

tengo el horizonte

pegado en la piel

y en los ojos un sol oscuro

ilumina el sendero

ensangrentado de flores

regreso cansado

tengo las manos repletas 

de eternidad

llamaradas de mariposas

de ellas vuelan hacia el ocaso

donde solitarias estatuas

abandonadas al azar

me miran con lástima

soy

no soy nada

detrás de las puertas del tiempo

siempre abiertas

un cementerio de estrellas

un lirio roto

una tumba vacía y honda

soy 

no soy nada

FRENTE  AL ESPEJO

 

Volveré a ser yo

cuando mañana me mire al espejo

y vea a las bailarinas muertas

orinándose de asco

en medio de la noche

bajo una luna de plata

que alumbra  la ciudad de mis sueños

donde me enfrento en sus calles

cuchillo en mano

a los duendes invisibles del tiempo

en un duelo rutinario e inútil

sabiendo que mañana

frente  al espejo 

volveré a ser yo

cuando me quite la máscara

y ya no me conozca

APOLOGIA DEL TIEMPO

 

Soy el eco unicelular

del viento

mi voz húmeda

antes prehistoria de la vida

cabalga sobre el potro

indomable del tiempo

espada en ristre

decapitando siluetas

cuyas cabezas líquidas

estallan al tocar la tierra

salpicando las noches

de lirios y azucenas

 

LLUVIA HORINZONTAL 

 

El verano empezó a vestir las tardes de otoño 

En la distancia los colores danzan con las sombras 

y huyen

impetuoso el viento galopa sobre la nada

paraíso invisible de alegres prostitutas

que danzan desnudas por las calles de asombro 

de un mundo pervertido 

bajo el amarillo resplandor del ocaso

mariposas mordidas por las sombras

lluvia horizontal de peces congelados en el tiempo      

la ciudad duerme

aúllan los perros

el otoño está cerca

helados puñales hieren la noche

 

DESPEDIDA

 

De los ojos del viento 

caen lágrimas sobre el horizonte

por el camino azul infinito de la tarde 

un ángel con las alas rotas Se aleja

 

QUETZAL DE CRISTAL

 

Roto por el tiempo 

bajo el sol de la tarde 

un quetzal 

 

ES LA MUERTE 

 

Un caballo alado que en mis pupilas 

huye de la lluvia es la muerte

 

LA BANDERA DEL ODIO

 

Ellos izaron en sus corazones la bandera del odio 

con sus cuchillos de sal 

hirieron la conciencia del mundo 

desde entonces 

cada gota de sangre en mis manos 

es un niño que agoniza

 

VENDAVAL DE SANGRE

 

Por el camino hueco que todas las tardes 

deja la brisa en el horizonte 

un vendaval de sangre sepultó 

en el útero de la noche la luz

 

PERROS ALADOS 

 

Una jauría de perros invisibles 

protege el templo donde mi voz 

desnuda como una virgen habita

 

DETRÁS DE LA NOCHE

 

Detrás de la noche 

un ojo ancestral 

llora el dolor del mundo 

 

EXCEPTO MI VOZ

 

Las llamas en el fuego envejecen 

son cenizas disecadas en el viento 

blanco perfil del humo 

esqueleto dormido al filo del silencio 

todo lo consume el fuego 

todo 

excepto mi voz

 

ESPEJO DE LA MUERTE 

 

La luz cristalizada en una lágrima 

Apuñaló la carne

bronca la sangre al tocar la tierra 

se levanta es sí misma  

parpadea frente al espejo de la muerte 

se ruboriza

luego regocijada y sin prisa

se aleja

 

LUNA DE OCTUBRE

 

Luna de octubre en las noches de febrero 

con sus cuchillos de sal 

apuñalan los fantasmas la noche 

sangre en las manos del viento 

pájaros de sombra 

picotean los ojos vidriosos del tiempo

sí el tiempo llora

en sus lágrimas se ahoga la eternidad

 

CASI 

 

En el horizonte 

casi ave 

casi luna

el viento

 

LAGRIMA DEL OCASO

 

Soy memoria de la nada

lágrima del ocaso

gemido secreto del mar 

soy del horizonte la mano que te aleja

soy del viento el canto que se queda

soy de la noche la herida que no cierra 

soy de la humanidad la sangre que no cesa

 

AHÍ VA UN FUNERAL

 

La luz lleva sobre sus hombros un ataúd

llora el cielo 

una hilera de madres petrificadas junto al camino

se tapan el rostro con las manos 

herida de ausencia la brisa congeló en su vientre

el vuelo mineral de los ruiseñores

sonámbulos los árboles dicen adiós a nadie

en la distancia 

los ángeles danzan con las sombras

y un galopar incesante de trompetas

ilumina las habitaciones efímeras 

que el tiempo deja en el aire al pasar

 

MEMORIA NOCTURNA

 

Un rumor de olas 

en la memoria nocturna del universo 

salpica de colores el horizonte 

atardece

el sol deposita en las manos vegetales del viento 

los residuos minerales de su origen 

y el ruido tembloroso de la luz entre mis ojos 

quiebra los cristales de mi voz 

 

EL MAIZ

 

Collar vegetal 

de perlas amarillas

sobre el vestido verde 

rizos de sol 

 

SOBRE EL RIO 

 

Mariposas color del viento 

sobre el río la luna 

 

ALBORADA DE HUMO

 

Escupitajo de silencio 

alborada de humo esfumándose 

detrás de los espejos distantes de la nada

luna devorada por los cocodrilos amarillos 

del pantano nocturno 

luz herida por la luz

anacahuita perenne 

tamboras congeladas 

en los sonidos azules del agua 

lluvia de sal 

volcán que eructa polvo 

azufre

fuego 

sobre la ciudadela de cristal de mis fantasmas 

desnuda una virgen permanece sentada

en el trono de ámbar de mi soledad  

 

CRISTAL DE AGUA 

 

Cristal de agua 

la luz se ha roto 

un arco iris 

 

HACE TIEMPO 

 

Parece que aquí 

todos murieron hace tiempo 

solo queda un gran árbol 

de cadáveres suspendidos 

en el aire 

 

ES QUE DE PRONTO 

 

Es que de pronto la sangre 

absurda

irreverente 

inoportuna 

iluminó con su temblor repentino 

al día renovado en el odio

 

ESPEJO DE AGUA 

 

Lluvia de peces dorados en la memoria 

mariposas que el viento deshoja 

en los días grises 

de un mes tardío como noviembre

ancianos pescadores frente al mar del olvido 

espejo de agua donde una luna moribunda habita

niños tatuados de horizonte

sobre su conciencia cargan la luz 

la acrisolada luz 

la luz de la alborada

y sobre un caballo de cristal 

una princesa de jade galopa

 

ESPEJO DE DOLOR

 

Me voy 

siempre he sido un fugitivo 

huyo de mí mismo 

huyo del hambre y  la miseria de los niños 

que cuelgan de mis palabras tiznados de llanto

huyo de la palabra angustia 

huyo de los fantasmas que prisioneros 

detrás del espejo se burlan de mí

huyo de la muerte 

humanamente disfrazada de mujer 

prostituta que en las esquinas 

me invita a su morada

me  incita al amor 

al sexo 

huyo de los ojos llorosos de la noche 

que detrás del cristal de una estrella 

es rocío al amanecer

huyo de la pena 

de sus tentáculos imposibles que me atan al dolor 

huyo de la brisa fúnebre que viene de los cementerios 

huyo del humo que es memoria absurda de la nada

huyo 

me escondo detrás de los vitrales 

de las tardes invernales de enero 

y al mirarme en los ojos del dolor 

descubro que nunca fui a ninguna parte 

que la muerte siempre me retuvo a su lado 

 

LAS SOMBRAS DEL INSOMNIO

 

Salen de mi corazón

y se alejan hacia las brumas del insomnio

por donde se esfuman 

dejando una aureola de sangre 

en las manos del viento 

sus pasos concéntricos

vienen de los oscuros laberintos 

de un mundo que los ignora 

y los arrincona contra las noches 

salitreras del mar caribe

por donde deambulan sonámbulos

escondiéndose en su propia miseria

bosteza el mar

parpadea el viento   

languidece el sol 

cantan los grillos 

dueños de las noches y el dolor

con su tos y su hambre 

sin mantas ni cobija 

todas las noches 

junto al mar se abrazan a la muerte

 

CIUDAD DE PAPEL

 

Ciudad que todos los días mira atónita al mar Caribe

que la fecunda de salitre

embrujo de luna llena bajo estatuas de bronce y cal 

acantilado anfibio que muerde el horizonte 

ciudad de papel roída por la lluvia 

ciudad enclavada en un cateto de azúcar y sal

ciudad antigua y ambigua

ombligo de la noche 

equidistante del sol y las estrellas

ciudad recién nacida  en su heroísmo 

en un golfo de flechas y sangre

cuidad de asombros y mendigos 

de niños podridos por la tuberculosis 

y la modernidad

ciudad de prostitutas que a las 11:30 p.m. 

en la Duarte con París se desvanecen en su hastío

y a esa misma hora en la bolita del mundo 

un travestí hace el amor a la soledad

ciudad con sus náufragos de las 6:00 a.m.

frente al parque independencia

atrapados en su destino de transeúntes 

ciudad

horizonte de luna llena más allá de la alborada

ladrido de perros azules

refugio de los niños que huelen cemento 

y de los ancianos que beben triculí

todas las noches 

entre la Caracas y la Ravelo

el parque Enriquillo los acoge en su agonía

la ciudad 

temblor y congoja 

vida y muerte en la zona norte

mientras que en  Capotillo

en la calle 6 

los jóvenes se sublevan 

y en la Albert Thomas con Ovando 

un manifestante es asesinado 

de sus heridas emerge la primavera 

bandera azules ondea el viento 

la multitud atrincherada detrás de sus voces

retrocede

y se dispersa en las habitaciones del medio día

en el asfalto una flor tiñe de rojo la esperanza

a esa misma hora en el parque Colón 

un fantasma desnudo baila ga  ga

con la reina Isabel la Católica de España

la   ciudad

por sus calles de lágrimas

un niño limpiabotas  no vuelve a su casa

se quedó dormido en un rincón de la vida

su cuerpecito de azabache tierno 

reposa tranquilo  en  manos de la  eternidad

ciudad

heroína de todas sus guerras

que amamantó en su pecho a todos sus héroes

y enterró en la primavera a todos sus muertos

ciudad de espanto y fantasmas 

en la calle el Conde 

Nicolás de Ovando se jacta de su sadismo

a esa misma hora en Cuba 

Hatuey es quemado en la hoguera

pero en Santo Domingo 

Enriquillo y Sebastián Lemba 

reivindican sus razas

pero por Dios no digan a nadie 

que Francis Drake  defecó  en la catedral

y uso como papel desechable 

la partida de nacimiento de Cristóbal Colón 

por eso es que nadie sabe con certeza

el origen perverso de tan  intrépido navegante 

y no olviden que la ciudad no es más 

que un espejismo de neón líquido en la oscuridad

 

LAS CENIZAS DE MIS SUEÑOS 

 

He venido a edificar sobre las cenizas de mis sueños 

un monumento a la muerte 

a la terrible muerte 

a la que tiene mil ojos diseminados en el viento

la que me vigila desde mis adentros 

la que se alimenta desde mi silencio

la que se muta en mis sentimientos 

la que se prostituye con el tiempo

la humanamente inhumana muerte 

la que seduce y no da tregua 

 

OJOS DE SAL 

 

Aureola de sangre

ojos de  sal derritiéndose en la noche 

lengua mineral y salobre

víscera de animal feroz

dientes de vampiro sediento  

corazón de hombre cruel 

manos asesinas

aliento pestilente

boca de palabras endemoniadas

pies de cíclope derribado

brazos de Sansón ciego

muchedumbre acorralada y temerosa

es la humanidad

 

TIERNO CORAZON

 

Lluvia del sal sobre la primavera

rayo carnívoro que muerde 

el corazón tierno de las nubes 

anfibios sollozos perforando la noche

piedra de sacrificio 

iluminada por la sangre de un sol ciego

virgen descorazonada 

por los demonios de sus deseos 

ángeles mutilados por el pecado

ojos que miran desde la ausencia de la muerte

hombres consumidos en su ego

niños heridos en su inocencia por la guerra

y más allá de la ira y el odio

una bandera blanca ondea en mi corazón

 

POR EL SENDERO

 

Es media noche 

iluminan el sendero 

los pasos sonámbulos 

de  una luna enamorada del sol

 

DOS ANGELES

 

De tu mirada dos ángeles heridos 

de distancia se escapan

y en tu rostro 

dos ventanas de ternura 

se abren a la serena infinitud del amor 

 

DETRÁS DEL CRISTAL

 

En las noches 

petrificado tras el cristal de mis recuerdos 

tu cuerpo desnudo danza en la penumbra del tiempo

 

ALBORADA

 

La distancia 

cristal roto por el tiempo

espejo de donde se escapan los colores 

con los que las manos mágicas del tiempo 

pintan de fantasía la alborada

 

LA  RUEDA DEL TIEMPO

 

Bajo  la sombra del árbol de mi voz

dos ángeles juegan con la rueda del tiempo

enredada en la nada 

la luna forcejea con el horizonte 

intenta zafarse de las manos del viento

que contra un espejo azul la esclaviza

y la doblega en todo su ímpetu 

mariposa enamorada del sol

congelada en el limbo redondo de la eternidad

 

LOS GRILLOS

 

Perfil sonoro de la noche 

los grillos

 

PAJAROS DE OTOÑO

 

Pájaros de otoño arrastran en su vuelo

los residuos minerales de un sol

que se crispa en la distancia y se aleja

dejando en las manos vegetales del viento

el resplandor mineral de la noche

 

QUIERO QUE ME RECUERDES

 

Quiero amor que me recuerdes

este septiembre azul de luto

en que nuestros muertos

permanecen recientes

en el tiempo de flores

de esta primavera muerta

intacta bajo las ruinas

de la historia

que bajo las  cenizas aún tibias

guardan petrificado el olor

a sangre de la pólvora

quiero amor que me recuerdes

precisamente esta tarde

en que después de la lluvia

por las calles húmedas y frías

ondean las banderas fúnebres

por los que se han ido

por los que ya no volverán

esta tarde en que después de la lluvia 

amordazamos nuestra ira

y todo nuestro rencor

se reduce al silencio de unas lágrimas

secretas y breves

que surgen de nuestros pechos

hechas un grito desgarrador y sordo 

que estremece los cimientos de la multitud

envuelta en su gris melancolía de lluvias

y nostalgias

que perfora el alma de cenizas

de las golondrinas de plata

que todas las tardes

sueñan con ser estrellas

de las noches cálidas

de un verano incierto

quiero que me recuerdes 

hoy más que nunca

oh amor

en que para siempre

me he quedado solo

perdido entre las brumas

de esta tarde abismal

por cuya oquedad

la multitud se escapa 

del tiempo que oxida sus sueños

que la dispersa

que la arrincona contra la nada

la multitud que aun clama y grita

por los que se han ido

por los que ya no volverán

y sus gritos de siempre

se pierden entre la brizna

de la noche eterna

de un tiempo amargo

donde el terror

redujo nuestra existencia

a la clandestinidad del exilio y la muerte

 

Dedicado a todos los mártires

de Septiembre

 

DE LA NOCHE AL OLVIDO 

 

Mis padres  vienen eternamente del rocío

su lento caminar por el camino real 

es ya nostalgia 

sus voces el tiempo 

las fue apagando en los conucos  

la lluvia se llevó todo lo hermoso

más allá de la primavera

la ciudad ahogó sus sueños 

y en el espejo 

ese esqueleto que fosforece se parece tanto a mí

que tengo miedo de mirar hacia atrás 

y ver agonizar en los cubícalos del hambre 

a ese niño que en su mirada lleva mi nombre 

y en su frente tatuada una luna de sal   

detrás de la alambrada 

un lirio de sangre ilumina la noche

y por el camino real

mis padres siguen su lento caminar 

de la nostalgia  al olvido

 

         EXILIO II

Hoy añoro mi patria

desde la distancia más honda

que habita en mis recuerdos

mi patria herida

por el frío cristal del odio

herida por la humanamente 

inhumana muerte

que persigue y aniquila

a los que levantan en sus manos

la bandera multicolor

de la esperanza

la muerte enseñoreada

en su incansable maldad

la que sin tregua traspasa el tiempo

hasta el último aliento de la vida

la muerte regocijada

en su trono púrpura

escupiendo azufre

sobre el fervoroso sueño

de la multitud

la muerte

la incansable muerte

la que se esconde

detrás del estridente destello

de la metralla

la que danza alegre

al compás fúnebre de la sangre

la muerte

la infinita muerte

omnipotente y omnipresente

la que aniquila y destierra

la muerte

la fatídica muerte

la verdadera muerte

hoy añoro mi patria

desde la distancia más honda

de esta ciudad en la que habito

en México o Praga

en París o Costa Rica

en Argentina o Chile

las calles serán siempre

igualmente solas y tristes

 

Dedicado a Roque Dalton

 

TESTAMENTO DE DOLOR 

 

Los días se dejaron vencer 

por los duendes de la lluvia 

iluminan el ambiente los restos podridos 

de las mariposas de abril 

mayo como un galipote 

perdido en el bosque llora 

la muerte danza con la miseria 

y en el bohío 

los niños moribundos 

de doña Isabel 

escriben con sangre 

en los papiros  de la memoria 

su testamento de dolor 

a la humanidad 

 

ENTRE EL AMOR Y LA NOSTALGIA 

 

Nacimos entre las flores y las estrellas 

entre el amor y una inmensa nostalgia 

donde nuestra alegría no fue más que una utopía 

 un ritual amargo de tamboras 

que hacían crecer nuestras raíces

en noches de cánticos fúnebres  

hasta otros amaneceres 

donde la realidad no era más que un sendero

en donde nos encontrábamos

con nuestra soledad profética 

en la que quedábamos atrapados  por siempre 

pedidos en un mundo mágico 

de fantasmas y duendes  

que nos persiguen más allá del tiempo 

y  yo que he sobrevivido a la muerte 

soy el único que escribe con su voz 

en las paredes del tiempo 

un testamento al olvido 

 

  

 

 

LA TIA AGUSTINA

 

La tía Agustina todavía permanece 

recostada en la ventana del tiempo 

mirando hacia el sur 

hacia donde el mar Caribe 

se alarga hacia lo infinito de su  imaginación 

salpicando sus ojos de nubes fugaces 

y  remotos pájaros marinos 

petrificados en ámbar celular de su mirada antigua 

que todas las tardes se derrite en la distancia 

chorreando el horizonte 

de fosforescentes mariposas 

que vuelan sin pausa tratando de alcanzar el sol 

que navega en un espectral océano de colores 

hacia ninguna parte 

 

SEÑALES DE HUMO 

 

Era la abuela mamá Tita 

la que hilvanaba con los hilos del alma las noches 

la que todas las tardes se sentaba a orillas del camino real 

a mirar el horizonte 

intentando encontrar entre las rosas del crepúsculo 

señales de humo que los pieles rojas 

habitantes de más allá del mar 

envían al azar 

en las que dicen que ellos todavía luchan 

por recuperar las tierras sagradas 

que el hombre blanco hace tiempo les quitó 

que no descansarán hasta recuperar las colinas negras 

donde reposan  los espíritus de los guerreros 

que lucharon contra los caras pálidas 

cuya crueldad recién estrenaba con ellos el horror 

 

VERTIGO DE NOSTALGIA

 

Hermano

hace  tiempo que partiste

en el carrusel de la inocencia

hacia el inefable laberinto de la nada

te fuiste

a poblar de ángeles la ausencia

pero el llanto irrevocable

aún humedece los recuerdos

y en la memoria

la llovizna pertinaz de entonces

se mezcla con el humo de los fogones

donde la esperanza se consume

fúnebres banderas ondean

en las manos del viento

vértigo de nostalgia

huracán de cenizas

que viste la noche de luto

dagas clavadas en la garganta 

ay mis dedos siguen cavando fosas

donde no cabe la angustia

adiós

pero deja hermano mío

deja

que mis lágrimas

aten tu recuerdo a mi corazón

no te quedes callado

rompe tu silencio de abismo sideral

abre los ojos

abrázame con la mirada perenne

de la vida

y si te vas

si te vas llévame contigo

no me dejes

llévame contigo

dolor

llanto

lágrimas

ya no te encontraré

amasando con tus manos recién nacidas

la luz del crepúsculo

ay tu cuerpo horizontal y pálido

tu cuerpo de cristal quebrado

por un haz de luz carnívoro

tus ojos

helados promontorios de estrellas

en la cúspide del universo

tus manos dormidas entre mis manos

tus manos de témpanos morados

tus manos

tu risa

tu risa

tu risa enorme como el viento

cantan los árboles tu nombre

en donde podré esconderme

que la soledad no me atrape

 

A  Guaroita Acevedo

     Mi hermano

 

NACI FRENTE AL MAR 

 

Nací frente al mar

en una ciudad ilusoria

atestada de fantasmas

que corren y danzan alegres

por calles anegadas

de algas,  peces y corales

que florecen todo el año

Iluminando los rincones

de las casas invisibles

donde habitan las sirenas

que atraen con su canto

a viejos marineros

con sueños de piratas

que navegan perdidos

por lugares remotos

donde el olor estancado

de lunas florecidas

deja un rastro lumínico

de pétalos  dormidos

sobre los mares

del tiempo perdido

donde peces gigantescos

y monstruos marinos

devoran los barcos

con la tripulación adentro

esa ruta de naufragio

lleva a lejanos puertos

de babilónicas ciudades

donde hermosas sirenas

disfrazadas de doncellas

reciben a los viajeros

con guirnaldas de estrellas

música de ángeles

banquetes faraónicos

y amplios salones

decorados sin prisa

donde marineros decrépitos

y hermosas sirenas

disfrazadas de doncellas

bailan sin descanso

música triste de otros tiempos

 

RUISEÑOR DE LUZ

 

Pequeño ángel distraído junto al sendero

descalzo sobre la tierra mojada

semidesnudo en medio de la luz cenagosa 

de la tarde

amasando  con tus manos el barro fosforescente 

de la alborada

me miras y sonríes

y de tus manos se escapa un ruiseñor de luz

que atraviesa los salones en penumbra de la sangre

y se posa en el árbol más alto de la memoria

desde donde alumbra con su trino 

el lugar donde habitas desde entonces 

Miguel 

 

A Miguel Ángel Acevedo 




EL AROMA DE TU SOMBRA 

 

Hoy nos llega tu recuerdo 

vestido de diamantes y rocío 

ya no hay estrellas en tus ojos 

ni la luna brilla en tu voz

sólo nos queda tu ausencia 

el aroma de tu sombra en cada rincón de la casa

el pley donde se forjaron todas tus ilusiones 

los guantes 

las pelotas 

el bate 

los niños que te veneran y te nombran 

el sonido de tus pasos que vienen y van

por las calles que cargaron por siempre 

todos tus sueños 

tu afán

tu cotidiano afán 

tu lucha permanente

tu sed de justicia 

toda tu ternura se resume 

en el irrevocable amor por tu madre 

en esos tres lirios que sembraste  

en el huerto  de la vida

y  al final

sólo nos queda  tu recuerdo 

la grandeza de tu obra 

que aplasta la voz agorera de los inicuos 

que archivaron en su vientre la maldad

hijos perversos de la mediocridad

que el día de tu muerte 

jubilosos alzaron sus copas 

y brindaron 

ellos tienen nombres y apellidos

y el fétido olor de los traidores

a pesar de su  ira 

tu creces todos los días 

en las tiernas sonrisas de los niños 

tu humanidad se multiplica 

entre los dedos alfareros del viento 

que nos trae tu nombre en su voz

Ay Miguel 

como nos duele tu ausencia 

como sangra este enero en la piel   

 

A Miguel Ángel Acevedo 

 

EL MAR

 

Del mar lejano e inalcanzable 

sólo tuvimos referencias absurdas 

que según la leyenda dejaron a los abuelos hace siglos 

extraños viajeros azules como el color líquido del mar 

que pasaron presurosos por nuestras tierras 

huyendo nuca supimos de quien ni de que 

dejando todo el camino un rastro indefinido y húmedo 

que salpicaba de rocío las mañanitas amarillas del otoño

cuyo encanto de luna nueva 

todavía nos endulza el alma de  una rara sensación 

que nunca pesar del tiempo hemos podido explicarnos 

aun cuando todavía sentimos la necesidad 

de hablar con alguien de ella

de buscar evidencias 

de querer compartir ese raro sentimiento con los demás

de seguir el rastro que dejaron esos viajeros en nuestros corazones 

que marca la ruta más lejana hacia la fantasía 

donde ellos no son más que un espejismo 

que tuvieron los abuelos 

que se murieron anhelando ver el mar 

sin saber que  lo tenían tan cerca 

que si querían con el alma lo podían tocar  

 

FUEGO INTERIOR 

 

A veces te huelo dentro de mí

te presento a mi lado 

trepando por las paredes de mis sueños 

y sigo tu rastro a través del invierno

voy marcando mis huellas sobre la nieve del olvido 

para que el viento gélido del olvido 

no apague el fuego que arde en nuestro interior 

a veces te imagino en las antiguas terrazas 

del templo Kyomizu

mirando los cerezos que florecen 

en las manos del viento

o disfrazada de geisha navegando a la deriva 

entre la multitud que naufraga 

tras los cristales de las tiendas 

que en la exclusiva zona de Ginza fosforecen

como lunas extraviadas en el fondo del mar 

o simplemente parada 

en la estación del tren hacia Tokio

Kobe me parece desde aquí

una ciudad fantástica

con luces y estrellas que en las noches 

se agrupan en tus ojos  

como veleros que navegan 

hacia los puertos babilónicos de la fantasía 

donde tú permaneces frente al mar  

acurrucada en mi pecho 

como una niña recién nacida

 

LA CIUDAD DE EDO

 

Te imagino 

navegando a la deriva 

entre la nebulosa marea de la antigua 

ciudad de Edo 

salpicada por las voces de los noctámbulos 

transeúntes  del barrio Roppongi

luminosos fantasmas que danzan sin fin 

alrededor  de las ultimas hogueras 

que iluminan el verano

en noviembre 

en lo más alto del monte Fuji el sol se crispa

y envejece  

y te imagino 

bajo las sombras congeladas  

de los rascacielos de la parte alta de Tokio

diluyéndote a través de las tibias vidrieras 

de las  tiendas

o mirando a través de los recuerdos 

sentada en un café en Shibuya

o simplemente contemplando 

a través de la ventana 

de tu apartamento en Osaka

como las sombras de la noche aletean 

en la distancia y mueren 

abril es un cerezo que florece en mi voz

cuando te nombro 

es la hora del té

las calles de Asakusha 

se perfuman con los colores rojo amarillo

de las Geishas que se eternizan 

en  el ambarino reflejo del neón  

y más allá de la pena 

el sol se revuelca en sus cenizas 

y resplandece en tu ojos  

mientras por el sendero de bambú 

el musgo y el olvido crecen 

en el estanque 

una flor de loto ilumina la noche

 

OCEANO PURPURA

 

Los días finales da abril 

se fueron navegando en un océano púrpura 

hasta naufragar en el supremo instante de la muerte 

 

 

SOL DE VERANO 

 

Atardece

el sol del verano se denuda y danza

seduce a las sombras y huye

por la ciudad perdida en la memoria del tiempo 

un niño con hambre se aleja

 

BRUMAS DE INSOMNIO

 

Brumas de insomnio

sobre los campos verdes

gotas de rocío

 

EL SOL BOSTEZA

 

El sol bosteza

amenaza con llover 

un arco iris

 

FLOR DE LOTO

 

En el estanque 

ilumina la noche 

una flor de loto

 

UN COLOBRI

 

todas las tardes

un colibrí reaparece

de dónde viene

 

SOL TAN DISTANTE

 

Sol tan distante

brisa de primavera

flores de abril

 

VA TRAS LA TARDE

 

Prisionero de la brisa

un caballito del diablo 

va tras la tarde

 

EN EL VACIO 

 

Duele  en la ausencia 

la mirada del tiempo 

en el vacío envejece

 

LUNA CRECIENTE

 

Manchas de pecas 

en el rostro de la noche 

una sonrisa

 

COLOR DEL OTOÑO

 

La noche es un árbol que florece en el mar

sus ramas repentinamente concéntricas

humedecen con sus sombras  

todos los confines del universo 

sus hojas 

pájaros color del otoño

picotean las paredes de la ciudad 

que la quimera forró 

de fosforescentes mariposas 

 

EL TEMPLO DE JADE

 

Alados peces  persiguen barcos remotos

calamares azules

manta rayas luminosas

ballenas suicidas 

delfines de colores 

tiburones perdidos en un banco de coral 

un océano de sueños 

ofrezco a la mujer que tiene su trono 

en el templo de jade

 

NOCHE POSTUMA

 

Tronco de árbol perezoso

que crece en el bosque de la nostalgia 

raíz de agua luminosa 

enredaderas de sombras 

noche póstuma

hoguera celestial 

enluta la primavera 

la sangre de la luna herida por los siglos  

 

FLOTA LA LUZ

 

Flota la luz sobre la tenue oscuridad del amanecer

cantan los gallos 

aúllan los perros

se disipan las sombras

despierta el día 

sonríe el sol

los pájaros salen de sus nidos y bostezan 

en el arado 

los hombres reivindican la vida

 

MUDA DE SANGRE

 

Tan parecido a mí

un niño llora en mi conciencia 

sus lágrimas  

cuchillos de sal  hieren mi voz

mudas de sangre 

mis palabras pululan por la ciudad 

iluminan de esperanza 

los escondrijos de la muerte

 

HOGUERAS DE SANGRE

 

Largos caminos de viento y de sal

naos repletas de voces

que se ahogan en la noche

rastro infinito de cadáveres en el mar

raíces sembradas en el viento

miradas aplastadas

bajo los escombros rojizos de la tarde

huellas congeladas en la memoria

hogueras de sangre iluminan en el cielo

pasos que se pierden en un siglo 

de luces y sombras

trapiches olvidados junto al sendero

de un trópico lejano

tamboras

maracas

danza

sudor

rotas las cadenas

no puede el látigo

huérfano de toda humanidad

acallar el canto

que brota del cañaveral.

DE ÁFRICA

 

De África a los trapiches 

de los trapiches a los manieles 

de los manieles a la aurora

venturoso es el camino

que lleva negro a la gloria




ÁFRICA

 

         I

África

te llevamos dentro de nosotros

donde corres impetuosa

como un río que infla

nuestras venas de orgullo

 

         II

lates en nuestros corazones

como un tambor

que enciende nuestra sangre

de ritmo y pasión

 

         III

África

tan lejos y tan cerca

como el horizonte

de una primavera tropical

 

         IV

oscura y dulce como el azúcar crema

 

         V

liviana y simple como una mariposa

 

         VI

alegre y tierna como una doncella 

enamorada por primera vez

 

         VII

África

aquí en nosotros

tú vives en América

 

TROPICO DE FUEGO

 

Trópico de fuego

cañaveral de sangre

ingenios oxidados por el dolor

senderos perdidos en la memoria

hombres tendidos al sol

con el alma encadenada

a los sueños

y más allá de la angustia púrpura

del látigo en la espalda

la libertad es un canto

 

TRIBUTO DE SANGRE

 

El silencio  rinde su tributo de sangre a mi voz

a mi voz

a mi voz Caribeña 

a mi voz antillana y mulata

a mi voz infatigable de tamborero 

a mi voz de ingenio 

donde los hombres salpicados  de caña y azúcar 

se levantan con los primeros fulgores  a dejar en un canto 

la vida en el cañaveral

a mi voz repartida en el viento 

grito de guerra que reivindica en las noches 

bajo las palmeras en una danza su origen 

su origen perdido entre las olas y el salitre  del tiempo

su origen de cadenas 

y espanto exilio de muerte 

rastros de agua y sal  

en la memoria una multitud de cadáveres azorados 

se amotinan

y de cada latigazo en la espalda del negro

nace este canto 

nace esta danza 

nace mi voz




SEBASTIÁN  LEMBA

 

Ven aquí negra mía

y deja que la luna

de seda y ternura

te vista la piel

vamos

que en los manieles

repican las tamboras

anuncian que Sebastián Lemba

las cadenas rompió

y los negros en América

libres ya son




PIEDRA DE SACRIFICIO

 

Esta herida que tengo en el costado izquierdo 

de la memoria 

no deja de sangrar mariposas amarillas 

en mi voz

mi voz que llegó de África a este continente 

desnuda y con grilletes 

en una carabela que iba vomitando cadáveres 

por los mares sin retornos del tiempo perdido

dejando en los salones memorables de la noche 

un cementerio de muertos innombrables

que permanecen intactos en las urnas funerarias

del viento

esta herida que tengo  en el costado izquierdo 

de la memoria 

no deja de  sangrar mariposas amarillas 

en mi voz

en mi voz de tambor ancestral 

que ilumina con su canto 

los azules rincones del agua 

eco luminoso 

manantial de luz que brota 

de las heridas del tiempo

piedra de sacrificio 

raíz de árbol sagrado

hoja petrificada tras el ambarino cristal 

del otoño

cuchillo de sal que hiere la eternidad

canto de guerra

alarido de muerte 

mi voz 

llanto de sirena en un océano envenenado 

de cadáveres fosforescentes

lluvia de caracoles dormidos en el alma

ala de guaraguao

nido de aves fantásticas

sonido de selva tropical

mi voz de cañaveral y trapiche

de guarapo y melaza 

de algodón ensangrentado de sudor 

y espanto 

mi voz 

por el sendero  que une a los dos continentes 

un sonido de cadenas rotas ilumina la historia



TU HISTORIA

 

Es la tambora

la única que sabe tu historia

no es el látigo

que en tu espalda

levanta surtidores de sangre

en tu piel

no es el sol que derrite

tus sueños

ni es el amo

ay negro

es la tambora

la que en cada sonido

cuenta tu historia




EL LATIGO

 

Del látigo al salario

tu historia

siempre ha sido la misma 

negro

la vida por nada 

en el trabajo dejas

NEGRO 

 

Negro

no olvides que vienes de África

que tu jornada es la gloria

que con tu sangre en América

también se escribe la historia




NEGRA

 

         I

 

Negra

ven a los brazos del negro

que la noche es breve

 

         II

 

Ven

que el amo duerme

 

         III

 

Ven

que el amor te libera





LA REINA

 

Negra

que habitas en el ritmo

de los atabales

que gritan tu procedencia

cuando en las noches

bajo las ceibas florecidas

de estrellas

las manos sudorosas de los hombres

despedazan a ritmo

los cueros de las tamboras

para que tú

coronada de ilusiones

seas la reina del batey





UN SENDERO DE SANGRE

 

Ay negro

cuando quisiste ser libre

nadie pudo detenerte

por un sendero de sangre

tus huellas van tras

la alborada



TROPICO Y SANGRE

 

Sol de trópico y sangre

noche de luna y danza

bajo el sol del medio día 

un negro suda y canta

 

ESTRUENDO DE ARCABUCES

 

Estruendo de arcabuces 

perforan las paredes del tiempo 

Anochece

el mar salpica de cadáveres 

los azules rincones de  la distancia 

arde  la noche 

en la memoria

pasos desnudos huyen 

y un  galope desenfrenado  de caballos 

acorrala en la oscuridad 

los gritos y las voces de los guerreros 

que con su sangre iluminan el camino 

de la esperanza

piedra de dolor 

inerte la carne 

mudas las tamboras

una hilera de hombres y mujeres vencidos 

miran azorados a sus verdugos 

y al compás de la muerte 

el látigo y las cadenas danzan 

amanece

por un océano de sangre 

una embarcación se aleja



DOMINGO ACEVEDO





















 









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