martes, noviembre 09, 2021

El pueblo dominicano no es racista.

 

No se no sé porque algunos dominicanos se empeñan en hacerle el juego a ONGs criollas e  internacionales queriendo hacernos ver ante el mundo que somos un país racista frente a los haitianos, cuando eso no es cierto, aquí no se persigue a nadie por el color de su piel y menos a los haitianos que andan libremente por todos los rincones de nuestra geografía nacional, los tenemos hasta en la sopa, y que me diga alguno que aquí se maltrata, se apresa o se asesina algún haitiano porque es negro.

Teniendo en cuenta que nosotros también somos una sociedad de negros y mulatos, con cierto complejo eurocéntrico, pero ese mismo complejo se da en muchos países del continente con  el indígena y el criollo  que en lo más profundo de su ADN, muchos quieren ser europeos, blancos, pero de allá, no de aquí.

Además, debemos ver la problemática dominico haitiana desde el  punto de vista histórico de las relaciones entre los dos países y como una buena parte de ellos, nos ven a nosotros.

Y vista también desde el 1801 cuando Toussaint,  invadió esta parte de la isla por orden de Francia para unificarla dando cumplimiento al tratado de Basilea, la posterior invasión en el 1805 y el degollamiento de Moca y la invasión  del 1822, que dio como resultado después de 22 años, nuestra independencia, que algunos plantean que fue una separación y si, realmente nos separamos de los haitianos independizándonos y es ahí cuando nacemos como republica libre e independiente, con un nombre: Republica Dominicana, un escudo,  una bandera y un himno.

El país está compelido a regular a todos los inmigrantes ilegales y muy especialmente a los haitianos ya que han sobrepasado la cifra tope de tolerancia  creándonos graves problemas en lo económico y lo social, ya que una gran parte del presupuesto nacional debe dedicarse a satisfacer  las necesidades de ellos y muy especialmente en el área de la salud.

Nosotros como país pobre, subdesarrollado, tercermundista, no podemos cargar con la pobreza de esa empobrecida nación, la comunidad internacional debe ir en auxilio de ellos y darnos un respiro.

Sí nosotros como país, hoy,  responsablemente no tomamos los correctivos de lugar para detener la entrada masiva y sin ningún control de ilegales haitianos al país no está muy lejano el día en que tendremos que ponernos las manos en la cabeza, cuando la situación se salga de control y se torne explosiva, cuando ellos comiencen a disputarles los espacios a los dominicanos, como ya está pasando en algunos lugares del este y el sur del país y eso genere estallidos de violencia.

Somos dos naciones distintas con roces históricos que ha generado más de un conflicto  grave, cuando aún no éramos república, como es el caso de la invasión del 1801, la del 1805 cuando en su retirada  por el Cibao Dessaline y Christophe llevaron a cabo una series   de atropellos entre ellos el degüello de Moca y el secuestro de cientos de habitantes de esa región del país, la invasión del 1822 y la usurpación de este territorio por 22 años que dio como resultado como dije antes, con nuestra independencia y las consiguientes agresiones a la naciente republica que fueron rechazadas por el ejército y el pueblo dominicano de entonces, hasta el establecimiento y el fortalecimiento de lo que es hoy Republica Dominicana.

Otro acontecimiento dramático y desafortunado fue la masacre del 1937, realizada por el sátrapa, Rafael Leónidas Trujillo, contra nacionales haitianos que queda como un lastre de inhumanidad en la historia de la Republica Dominicana.

Teniendo en cuenta todos esos aspectos, es mejor `poner las cosas claras, regular a todos los inmigrantes y darle a cada cual el estatus que se merece por ley, sabiendo que eso también es beneficioso para ellos porque a partir de esa regularización los empleadores no  podrán abusar de ellos por ser ilegales y tendrán que darles todos los beneficios que manda la ley.

Es hora de que este gobierno y los que vengan actúen de manera responsables y acaben con la corrupción en las aduanas fronterizas lo que permite el contrabando y el tráfico clandestino de todo,  incluyendo el tráfico de humanos, ya que no solo pasan haitianos ilegales sino también árabes y chinos y quien sabes de que otra nacionalidades.

Es hora de poner la casa en orden para evitar en  un futuro no muy lejanos conflictos mayores que pongan en peligro la vida de los habitantes de las dos naciones, nuestro territorio y nuestra nacionalidad.

Domingo Acevedo.

Nov/2021

 


 

 

 

 

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