martes, abril 20, 2021

La Vía Láctea podría estar repleta de civilizaciones muertas


Un nuevo estudio plantea que es probable que otras civilizaciones hayan existido antes que nosotros en la galaxia, pero se autodestruyeron.

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Es una pregunta recurrente en nuestras mentes y que intentamos responder: ¿Hay otras formas de vida inteligentes en el universo -además de los humanos- capaces de fundar una civilización? Hay muchas teorías que intentan explicar la absoluta falta de señales alienígenas. Por ejemplo, un reciente estudio ha concluido que la vida inteligente podría haber aparecido varias veces en la Vía Láctea, pero la gran mayoría de estas civilizaciones se habrían extinguido. Es decir, la mayoría de civilizaciones que una vez salpicaron la galaxia probablemente habrían acabado autodestruyéndose.

 


¿Somos tan únicos y especiales?


La mayoría lo duda. Dado que hay innumerables estrellas en la Vía Láctea e innumerables galaxias en el universo, debe haber otras civilizaciones por ahí. Es bastante posible que no seamos los únicos a la deriva en la aterradora oscuridad del espacio exterior.

 


¿Civilizaciones muertas?

Para llegar a esta conclusión, un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de California, el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y la Escuela Secundaria de Santiago, utilizaron la astronomía y el modelado estadístico para tratar de calcular cuánta vida inteligente podría haber estado viviendo en nuestra galaxia. Aplicaron la ecuación de Drake de búsqueda de inteligencia extraterrestre, para descubrir cuándo y dónde era más probable que viviera vida inteligente antes de que acabaran autodestruyéndose en un plazo determinado por los últimos 8.000 millones de años. Esta famosa ecuación fue popularizada por el mítico divulgador científico Carl Sagan durante su serie “Cosmos”.

 

En el nuevo trabajo, los autores analizaron una serie de factores que se cree influyen en el desarrollo de la vida inteligente, como la prevalencia de estrellas similares al Sol que alberguen planetas similares a la Tierra; la frecuencia de supernovas mortales emitiendo radiación; la probabilidad y el tiempo necesarios para que la vida inteligente evolucione si las condiciones son óptimas; y la posible tendencia de las civilizaciones avanzadas a autodestruirse.

"Si bien ninguna evidencia sugiere explícitamente que la vida inteligente eventualmente se aniquilará a sí misma, no podemos excluir a priori la posibilidad de la autoaniquilación", exponen los científicos. "Ya en 1961, Hoerner (1961) sugiere que el progreso de la ciencia y la tecnología conducirá inevitablemente a la destrucción completa y la degeneración biológica, similar a la propuesta de Sagan y Shklovskii (1966). Esto está respaldado por muchos estudios previos que argumentan que la autoaniquilación de humanos es altamente posible a través de varios escenarios que incluyen, entre otros, la guerra, el cambio climático y el desarrollo de la biotecnología".

 


Los resultados

Los datos arrojaron que la probabilidad de que surgiera la vida alcanzó su punto máximo a unos 13.000 años luz del centro galáctico y 8.000 millones de años después de la formación de la Vía Láctea, por lo que podríamos asumir que la vida aparece con una frecuencia razonable y eventualmente se vuelve inteligente (nosotros estamos a unos 25.000 años luz del centro galáctico, y la civilización humana surgió en la superficie del planeta unos 13.500 millones de años después de la formación de la Vía Láctea).


Hay que tener en cuenta que nuestro Sol tampoco tiene nada especial: es joven, de tamaño mediano y similar a miles de millones de estrellas en nuestra galaxia. También se cree que hay entre 100 y 400.000 millones de planetas en la Vía Láctea y teniendo en cuenta que, al menos, ha aparecido vida inteligente en uno de ellos, la Tierra, es razonable considerar que debería haber otros tipos de vida inteligente en alguna otra parte del cosmos.

 

Así, según los investigadores, la mayoría de las civilizaciones que han aparecido antes que nosotros probablemente se hayan autoaniquilado. Otras civilizaciones que todavía están activas en la galaxia es posible que sean muy jóvenes, debido a la propensión de la vida inteligente a erradicarse.

“Como no podemos asumir una baja probabilidad de aniquilación, es posible que la vida inteligente en otras partes de la galaxia sea todavía demasiado inexperta para ser observada por nosotros. Por lo tanto, nuestros hallazgos pueden implicar que la vida inteligente puede ser común en la galaxia pero aún es joven, lo que respalda el aspecto optimista para la práctica de SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre) ”, concluyen.

Pero, ¿con qué frecuencia se autodestruyen las civilizaciones? Es la variable con más incertidumbre del trabajo y, posiblemente, la más importante para determinar cómo de extendidas están esas civilizaciones.

 

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