miércoles, abril 04, 2018

No olvidemos que la patria en abril, se enaltece

No olvidemos que la patria en abril, se enaltece en los que en el 1965 se enfrentaron con heroísmo, primero a los malos Dominicanos que en el
1963 abortaron la democracia y luego contra el Yankee invasor que pagó con su sangre el haber mancillado con sus botas imperialista nuestra patria.
Domingo Acevedo.

Tomada de la red.

Facebook, la política y el poder

[alai-amlatina] Alainet.org Al Día - 04/04/18

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martes, abril 03, 2018

Hacemos un llamado al gobierno de Ecuador para que permita a Julian Assange su derecho a la libertad de expresión El aislamiento de Julian Assange debe terminar

[alai-amlatina] Carta abierta: El aislamiento de Julian Assange debe terminar

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2 abr. (hace 1 día)
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Hacemos un llamado al gobierno de Ecuador para que permita a Julian Assange su derecho a la libertad de expresión

El aislamiento de Julian Assange debe terminar

Si alguna vez fue claro que el caso de Julian Assange nunca ha sido solo un caso legal, sino una lucha por la protección de los derechos humanos básicos es ahora.

Citando unos mensajes de twitter críticos sobre la reciente detención del presidente catalán Carles Puidgemont en Alemania, y tras lo que sería la presión de los gobiernos de Estados Unidos, España y el Reino Unido, el gobierno ecuatoriano ha instalado un bloqueador electrónico para evitar que Julian Assange se comunique en absoluto con el mundo exterior a través de internet y teléfono.

Para garantizar su aislamiento total, el gobierno ecuatoriano también se niega a permitirle recibir visitas.

A pesar de dos contundentes fallos de la ONU, que describen su detención como ilegal y que ordenan su liberación inmediata, Julian Assange ha sido efectivamente encarcelado desde su primer aislamiento en la prisión de Wandsworth, en Londres, en diciembre de 2010.

Julian nunca ha sido acusado de ningún crimen. El caso sueco que había en su contra colapsó y fue retirado, mientras que los Estados Unidos han intensificado sus esfuerzos para procesarlo. Su único "crimen" es el de un verdadero periodista: decirle al mundo las verdades que el público tiene derecho a saber.

Bajo su anterior presidente, el gobierno ecuatoriano se mantuvo valientemente en contra del poder intimidatorio de los Estados Unidos y le otorgó asilo político a Assange como un refugiado político. El derecho internacional y la moralidad de los derechos humanos estaban del lado del Ecuador.

Hoy, bajo presión extrema de Washington y sus colaboradores, otro gobierno en Ecuador justifica la mordaza de Assange al afirmar que "el comportamiento de Assange, a través de sus mensajes en las redes sociales, pone en riesgo las buenas relaciones que este país tiene con el Reino Unido, el resto de la UE y otras naciones".

Este ataque de censura a la libertad de expresión no está sucediendo en Turquía, Arabia Saudita o China; sucede justo en el corazón de Londres. Si el gobierno ecuatoriano no cesa su acción impropia, también se convertirá en un agente de persecución, en lugar de la valiente nación que ha defendido la libertad y la libertad de expresión. Si la UE y el Reino Unido continúan participando en el escandaloso silenciamiento de un verdadero disidente entre ellos, significará que la libertad de expresión en efecto está muriendo en Europa.

Esto no es solo una cuestión de mostrar apoyo y solidaridad. Hacemos un llamamiento a todos los que se preocupan por los derechos humanos básicos para que pidan al gobierno de Ecuador que continúe defendiendo los derechos de un valiente activista de la libertad de expresión, periodista y denunciante.

Pedimos que se respeten sus derechos humanos básicos tanto como ciudadano ecuatoriano, así como persona internacionalmente protegida, y que no se lo silencie ni lo expulse.

Si Julian Assange no tiene libertad de expresión, no hay libertad de expresión para ninguno de nosotros, independientemente de las opiniones dispares que podamos tener.

Hacemos un llamamiento al presidente del Ecuador, Lenin Moreno, para que ponga fin al aislamiento de Julian Assange ahora.

Lista de signatarios:

Noam Chomsky, lingüista y teórico político
Oliver Stone, director de cine
Yanis Varoufakis, economista, ex Ministro de Economía de Grecia
Slavoj Žižek, filósofo, Instituto de Humanidades Birkbeck
Vivienne Westwood, diseñadora de modas y activista
Pamela Anderson, actriz y activista
John Pilger, periodista y cineasta
Brian Eno, músico
Alicia Castro, Embajadora de Argentina ante el Reino Unido 2012-16
Natalia Viana, periodista de investigación y co-directora of Agencia Publica, Brazil
John Kiriakou, ex oficial antiterrorista de la CIA y antiguo investigador principal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU.
Ray McGovern, ex analista de la CIA, asesor presidencial
Teresa Forcades, Religiosa Benedictina, Monasterio de Montserrat
Jacob Appelbaum, periodista freelance
Angela Richter, directora de teatro, Alemania
Sally Burch, periodista británico-ecuatoriana
Charles Glass, escritor americano-británico, periodista, radidifusor
Naomi Colvin, Courage Foundation
Chris Hedges, periodista
Srećko Horvat, filósofo, Movimiento Democracia en Europa (DiEM25)
Renata Avila, abogada de derechos humanos
Jean Michel Jarre, músico
Lauri Love, ciéntifica informática y activista
Saskia Sassen, socióloga, Columbia University
Vaughan Smith, periodista inglés
Joseph Farrell, embajador de WikiLeaks y miembro del directorio del Centro para Periodismo de Investigación
Ai Weiwei, artista
 


viernes, marzo 30, 2018

Los Palestinos resisten

Los Palestinos resisten,  no tienen otra opción sino la de morir acribillados por la metralla israelita,  tratando de defender sus territorios usurpados, mueren abrazando el sueño de recuperar sus territorios, mueren para dar ejemplo de dignidad,  a un  mundo que lo mira morir indiferente.

Tomada de la red.

Julian Assange, refugiado político

[alai-amlatina] Julian Assange, refugiado político

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12:19 (hace 26 minutos)
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Julian Assange, refugiado político

Silvia Arana

ALAI AMLATINA, 30/03/2018.- El 28 de marzo, el gobierno ecuatoriano confirmó que había incomunicado a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, en represalia por un tuit. En dicho tuit, Assange había equiparado el arresto del presidente de Cataluña Carles Puigdemont, en Alemania y a pedido del gobierno español, con el arresto en 1940 del presidente catalán Lluís Companys por la Gestapo. Companys fue deportado a España y ejecutado por el gobierno fascista de Franco.

Según el gobierno ecuatoriano, Assange había acordado no interferir en asuntos de política exterior mientras estuviera en la embajada ecuatoriana en Londres. ¿Pero bajo qué punto de vista el tuit de un periodista representa “injerencia” en política extranjera? Argumentar que un tuit de Assange es injerencia en asuntos extranjeros equivale a negarle la libertad de expresión a uno de los periodistas y editores más destacados de la última década. Recordemos que WikiLeaks publicó en los últimos diez años más información secreta que todos los demás medios de prensa combinados sobre tratados comerciales, vigilancia masiva, ataques contra civiles, torturas y asesinatos cometidos por los gobiernos de EE.UU. y otros países en Irak, Afganistán, Yemen, Siria… Gran parte de las revelaciones fueron proporcionadas por denunciantes de conciencia, como Chelsea Manning, quienes pusieron en riesgo su vida y su libertad en defensa del derecho de la gente a estar informada, a saber la verdad.

El gobierno de Ecuador al otorgarle protección en su embajada en Londres hace seis años demostró su apego y respeto a las leyes internacionales a favor de los refugiados, y resistió con integridad las presiones de Estados Unidos y del Reino Unido. 

Sin embargo, tanto el anterior como el actual gobierno ecuatoriano, manifestaron en diversas ocasiones su malestar por las opiniones políticas que Julian Assange emite desde el consulado ecuatoriano en Londres. En octubre de 2016 el gobierno de Rafael Correa le cortó la conexión a internet durante la última etapa de las elecciones estadounidenses, respondiendo quizás a presiones del Partido Demócrata que consideraba que su candidata Hillary Clinton había sido perjudicada por las revelaciones difundidas por WikiLeaks sobre diversos temas: desde favoritismo en el manejo de las primarias que perjudicaron al candidato Sanders hasta acuerdos secretos con Wall Street y el rol clave que tuvo como Secretaria de Estado en la sanguinaria invasión de Libia y el golpe de Estado en Honduras.

Recientemente, el presidente Moreno le advirtió públicamente a Assange que no intervenga en asuntos políticos, poco después de que este difundiera información favorable al independentismo catalán. Moreno, quien se precia de ser una persona abierta al diálogo y moderada, no tuvo reparos en calificar a Julian Assange como una “piedra en el zapato”.

Expresiones como esta distorsionan la realidad. La piedra en el zapato sería en todo caso el gobierno del Reino Unido que persiste en desconocer el mandato de Naciones Unidas de febrero de 2016 recomendando la “libertad inmediata” de Julian Assange. El grupo de trabajo de Naciones Unidas equiparó el confinamiento de Assange en la embajada a una “detención arbitraria” y conminó al gobierno británico y al sueco a poner fin a la persecución contra el editor de WikiLeaks. Sin embargo, dos años después, el gobierno británico continúa negándose a aceptar la recomendación de Naciones Unidas y continúa poniendo en riesgo la seguridad y la vida de Julian Assange al igual que su derecho humano a estar con su familia y en libertad.

Calificar a Assange como “el problema” no es la única distorsión de la realidad. Políticos y periodistas persisten en definir como “hacker” a Assange, y a confundir el rol de un denunciante de conciencia con el trabajo de WikiLeaks. Ni WikiLeaks ni Julian Assange son denunciantes de conciencia (whistleblowers). Assange es el fundador de una editorial online que difunde las revelaciones de los denunciantes, quienes respondiendo a sus deberes como ciudadanos, exponen ilegalidades cometidas por el gobierno. Si bien tanto denunciante como editor comparten el mismo objetivo de exponer acciones ilegales cometidas por el gobierno y/o corporaciones aliadas del gobierno, según la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos -por citar el país cuyo gobierno ha abierto un juicio secreto contra WikiLeaks y Assange-, un editor y un medio de prensa comprometidos con revelar la verdad deben ser protegidos, y no perseguidos.

Sin embargo, Julian Assange y WikiLeaks no solo han sido atacados por sucesivos funcionarios, desde presidentes a senadores y políticos de los dos partidos mayoritarios estadounidenses (y de la Unión Europea y de la derecha mundial), sino que también han sido atacados por la misma prensa, que en las últimas décadas ha evitado toda confrontación con el poder.

Si el gobierno ecuatoriano le quitara la protección a Assange, de inmediato Gran Bretaña entregaría a Assange a Estados Unidos. Así lo han afirmado expertos en el tema, como los periodistas Glenn Greenwald y John Pilger, al igual que reconocidos denunciantes de conciencia como Daniel Ellsberg y Edward Snowden. Esperemos que Ecuador no abandone la defensa de Julian Assange, periodista y editor perseguido por difundir crímenes de guerra cometidos por el país más poderoso del planeta. Porque si Ecuador diera marcha atrás, no solo estaría abandonando a Assange sino también al casi 10% de la población ecuatoriana que vive en el exterior, y que necesita de la protección de las mismas leyes internacionales que hoy amparan a Assange. Ecuador es un país de emigrantes, de un total de 17 millones de habitantes, más de un millón residen en Estados Unidos, España y otros países. Que su gobierno sea un adalid de los derechos humanos, crea para todos ellos un espacio de respeto en el mundo.

Todos podemos ser emigrantes, todos podemos ser refugiados en una época signada por las migraciones masivas. Y Julian Assange -a pesar de la trascendencia inmensurable de su trabajo como periodista y editor de WikiLeaks, que ha sacudido las estructuras más poderosas del mundo- es un refugiado más, un perseguido confinado en una embajada desde hace seis años, a pesar de que su detención haya sido calificada como arbitraria e injusta por Naciones Unidas. Julian Assange quizás sea como decía John Berger “el ejemplo de aquellos reducidos a escombros por resistir”. Pero que aún reducidos a escombros tienen más integridad que nadie.


Ver también: Alerta por la Integridad y Vida de Julian Assange



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