viernes, agosto 19, 2016

Octavio Paz.

La mirada interior se despliega y un mundo de vértigo y llama nace bajo la frente del que sueña:
soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas,
tornasol solitario, ojo de oro girando en el centro de una explanada calcinada,
bosques de cristal de sonido, bosques de ecos y respuestas y ondas, diálogo de transparencias,
¡viento, galope de agua entre los muros interminables de una garganta de azabache,
caballo, cometa, cohete que se clava justo en el corazón de la noche, plumas, surtidores,
plumas, súbito florecer de las antorchas, velas, alas, invasión de lo blanco,
pájaros de las islas cantando bajo la frente del que sueña!

Abrí los ojos, los alcé hasta el cielo y vi cómo la noche se cubría de estrellas.
¡Islas vivas, brazaletes de islas llameantes, piedras ardiendo, respirando, racimos de piedras vivas,
cuánta fuente, qué claridades, qué cabelleras sobre una espalda oscura,
cuánto río allá arriba, y ese sonar remoto de agua junto al fuego, de luz contra la sombra!
Harpas, jardines de harpas.

Pero a mi lado no había nadie.
Sólo el llano: cactus, huizaches, piedras enormes que estallan bajo el sol.
No cantaba el grillo,
había un vago olor a cal y semillas quemadas,
las calles del poblado eran arroyos secos
y el aire se habría roto en mil pedazos si alguien hubiese gritado: ¿quién vive?
Cerros pelados, volcán frío, piedra y jadeo bajo tanto esplendor, sequía, sabor de polvo,
rumor de pies descalzos sobre el polvo, ¡y el pirú en medio del llano como un surtidor petrificado!

Dime, sequía, dime, tierra quemada, tierra de huesos remolidos, dime, luna agónica,
¿no hay agua,
hay sólo sangre, sólo hay polvo, sólo pisadas de pies desnudos sobre la espina,
sólo andrajos y comida de insectos y sopor bajo el mediodía impío como un cacique de oro?
¿No hay relinchos de caballos a la orilla del río, entre las grandes piedras redondas y relucientes,
en el remanso, bajo la luz verde de las hojas y los gritos de los hombres y las mujeres bahándose al alba?
El dios-maíz, el dios-flor, el dios-agua, el dios-sangre, la Virgen,
¿todos se han muerto, se han ido, cántaros rotos al borde de la fuente cegada?
¿Sólo está vivo el sapo,
sólo reluce y brilla en la noche de México el sapo verduzco,
sólo el cacique gordo de Cempoala es inmortal?

Tendido al pie del divino árbol de jade regado con sangre, mientras dos esclavos jóvenes lo abanican,
en los días de las grandes procesiones al frente del pueblo, apoyado en la cruz: arma y bastón,
en traje de batalla, el esculpido rostro de silex aspirando como un incienso precioso el humo de los fusilamientos,
los fines de semana en su casa blindada junto al mar, al lado de su querida cubierta de joyas de gas neón,
¿sólo el sapo es inmortal?

He aquí a la rabia verde y fría y a su cola de navajas y vidrio cortado,
he aqui al perro y a su aullido sarnoso,
al maguey taciturno, al nopal y al candelabro erizados, he aquí a la flor que sangra y hace sangrar,
la flor de inexorable y tajante geometría como un delicado instrumento de tortura,
he aquí a la noche de dientes largos y mirada filosa, la noche que desuella con un pedernal invisible,
oye a los dientes chocar uno contra otro,
oye a los huesos machacando a los huesos,
al tambor de piel humana golpeado por el fémur,
al tambor del pecho golpeado por el talón rabioso,
al tam-tam de los tímpanos golpeados por el sol delirante,
he aqui al polvo que se levanta como un rey amarillo y todo lo descuaja y danza solitario y se derrumba
como un árbol al que de pronto se le han secado las raíces, como una torre que cae de un solo tajo,
he aquí al hombre que cae y se levanta y come polvo y se arrastra,
al insecto humano que perfora la piedra y perfora los siglos y carcome la luz,
he aquí a la piedra rota, al hombre roto, a la luz rota.

¿Abrir los ojos o cerrarlos, todo es igual?
Castillos interiores que incendia el pensamiento porque otro más puro se levante, sólo fulgor y llama,
semilla de la imagen que crece hasta ser árbol y hace estallar el cráneo,
palabra que busca unos labios que la digan,
sobre la antigua fuente humana cayeron grandes piedras,
hay siglos de piedras, años de losas, minutos espesores sobre la fuente humana.

Dime, sequía, piedra pulida por el tiempo sin dientes, por el hambre sin dientes,
polvo molido por dientes que son siglos, por siglos que son hambres,
dime, cántaro roto caído en el polvo, dime,
¿la luz nace frotando hueso contra hueso, hombre contra hombre, hambre contra hambre,
hasta que surja al fin la chispa, el grito, la palabra,
hasta que brote al fin el agua y crezca el árbol de anchas hojas de turquesa?

Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos,
soñemos sueños activos de río buscando su cauce, sueños de sol soñando sus mundos,
hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche raíces, tronco, ramas, pájaros, astros,
cantar hasta que el sueño engendre y brote del costado del dormido la espiga roja de la resurrección,
el agua de la mujer, el manantial para beber y mirarse y reconocerse y recobrarse,
el manantial para saberse hombre, el agua que habla a solas en la noche y nos llama con nuestro nombre,
el manantial de las palabras para decir yo, tú, él, nosotros, bajo el gran árbol viviente estatua de la lluvia,
para decir los pronombres hermosos y reconocernos y ser fieles a nuestros nombres
hay que soñar hacia atrás, hacia la fuente, hay que remar siglos arriba,
más allá de la infancia, más allá del comienzo, más allá de las aguas del bautismo,
echar abajo las paredes entre el hombre y el hombre, juntar de nuevo lo que fue separado,
vida y muerte no son mundos contrarios, somos un solo tallo con dos flores gemelas,
hay que desenterrar la palabra perdida, soñar hacia dentro y también hacia afuera,
descifrar el tatuaje de la noche y mirar cara a cara al mediodía y arrancarle su máscara,
bañarse en luz solar y comer los frutos nocturnos, deletrear la escritura del astro y la del río,
recordar lo que dicen la sangre y la marea, la tierra y el cuerpo, volver al punto de partida,
ni adentro ni afuera, ni arriba ni abajo, al cruce de caminos, adonde empiezan los caminos,
porque la luz canta con un rumor de agua, con un rumor de follaje canta el agua
y el alba está cargada de frutos, el día y la noche reconciliados fluyen como un río manso,
el día y la noche se acarician largamente como un hombre y una mujer enamorados,
como un solo río interminable bajo arcos de siglos fluyen las estaciones y los hombres,
hacia allá, al centro vivo del origen, más allá de fin y comienzo.
El cántaro roto 

Chayanne - Dejaría todo (con letra)

tan enamorados ricardo montaner letra

martes, agosto 16, 2016

IV Encuentro Binacional de Solidaridad y confraternidad entre Haití y República Dominicana. Dajabón 2016


Con la participación de diversas organizaciones de Haití y República Dominicana se celebró de manera exitosa los días 13 y 14 de agosto del 2016, el IV Encuentro Binacional de Solidaridad y confraternidad entre Haití y República Dominicana en Dajabón Rep. Dominicana, este encuentro estuvo dedicado a Ramón Almanzar, Aniana Vargas y Berta Cáceres de Honduras.
Dentro de las actividades que se realizaron en este encuentro, el sábado 13 una delegación dominico haitiana realizó una visita a la laguna de Saladillo, en donde pescadores de la zonas nos explicaron detalladamente la problemática por la que atraviesa dicha laguna, también estuvimos en la playa los Coquitos, la playa estero Balsa y en la noche un compartir con las personas de Cañongo.
El 14 se realizó un encuentro en el centro Juan Carlos de los Miches de Dajabón, en donde Domingo Abreu Collado realizó una conferencia magistral sobre la mega minería en la isla de Santo Domingo, Domingo Acevedo sobre el impacto del cambio climático en la Republica Dominicana y por Haití el dirigente campesino y popular Josephat Antoneus G. expuso sobre los problemas que enfrenta en la hermana república de Haití con la minería.
Estos encuentros buscan estrechar las relaciones entre las organizaciones ecológicas, sociales y populares haitianas y dominicanas para enfrentar los problemas comunes que lafectan desde hace siglos a las dos naciones, somos una isla en donde existen dos naciones muy distintas una de otra pero con un destino común.
Este importante evento se realizó gracias al trabajo persistente de Antonio Rodríguez, Julio Ovalle y a la colaboración de amigos y de las organizaciones participantes en el encuentro.
Organizaciones participantes:
Asamblea Nacional Ambienta ANA.
-Asamblea Nacional Ambiental, filial de Dajabon.
Federación de Productores del Norte de Haití.
Juntas de Vecinos Rosa Saint-Hilare del Guanal Santiago Rodríguez.
Sociedad Ecológica de Restauración.
Agron.Pedro Rodríguez Suero ganadero, Dajabon.
Asoc. Pablo Vargas del Anicetal Santiago Rodríguez.
Consejo para el Desarrollo de los Miches, Dajabon.
Men,.Haití.
Asoc.Agroforestal Cerro Juan Calvo,Dajabon.
Asoc. Pescadores de Dajabon.
Sociedad Ecológica de Loma de Cabrera.
Coalición Ambiental de Santiago Rodriguez.
Unión de Organizaciones Rurales del Noroeste, Henry Segarra.
Coalición ecológica del Noroeste.
Sociedad Ecológica de Partido Dajabón.
Justicia Climática Rep. Dominicana.
Domingo Acevedo.
Justica climática R.D.









Salvemos la laguna de Saladillo

IV Encuentro de Solidaridad y Confraternidad Dominico haitiano
Dajabón 2016
La laguna de Saladillo.
Dentro de las actividades del Cuarto Encuentro Binacional Dominico Haitiano: el sábado 13 de agosto, estuvimos en la laguna de Saladillo, compartiendo con algunos pescadores que además de darnos un paseo en bote por la laguna nos explicaron las precarias condiciones en que se encuentra dicha laguna, ya que ganaderos y agricultores se empecinan en disminuir su caudal para usar sus tierra para agricultura y actividades ganaderas, también es urgente detener la deforestación y construir el muro de contención para que las aguas de la laguna no vuelvan al mar y conserve su cauce.
Antes la laguna tenía 15 kms cuadrado aproximadamente y hoy debido a la acción depredadora del hombre sólo cuenta con cinco kms cuadrados, esta se encuentra ubicada en el municipio de Manzanillo provincia de Monte Cristi, es parte de la reserva natural de Manzanillo.
Dentro de sus bondades equilibra el clima de la zona disminuyendo los efectos del cambio climático, sirve de habitad a muchas especies animales, sirve para irrigar las plantaciones de arroz y de ella viven cientos de pescadores de la zona, especialmente los de Carbonera, es además un lugar de esparcimiento y de turismo ecológico.
Es por eso que es urgente que tanto las personas y las organizaciones sociales y ecológicas de Monte Cristo y Dajabón entiendan que hay que detener su destrucción e iniciar iniciativas para restaurar ese importante ecosistema de la isla.
Ante la indiferencia y la complicidad de las autoridades de Medio Ambiente en la zona lo que se impone es que las organizaciones de la zona se unifiquen y con la movilización detengan la destrucción de ese importante santuario ecológico.
Domingo Acevedo.
Agosto/16










Delirio - Sergio Vargas

ANTONY SANTOS ANOCHE SOÑE CONTIGO

CHARLES AZNAVOUR - QUIEN (Espanol)

lunes, agosto 15, 2016

Guerra de la Restauración

Guerra de la Restauración

«Este artículo trata sobre la tercera independencia de la parte oriental de La Española (hoy República Dominicana) ocurrida en 1863».
Guerra de la Restauración
Fecha16 de agosto de 1863-15 de julio de1865
LugarRepública Dominicana
Casus belliAnexión de la República Dominicana a España
ResultadoRestauración de la soberanía dominicana
Consecuencias
  • Victoria liberal
  • Establecimiento de la Segunda República
Beligerantes
Flag of the Dominican Republic (up to 1844).svgSingle Color Flag - 0434B1.svg1 Liberales dominicanosFlag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Reino de España
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svgSingle Color Flag - BF0000.svg1 Conservadores dominicanos
Comandantes
Flag of the Dominican Republic (up to 1844).svg Gregorio Luperón
Flag of the Dominican Republic (up to 1844).svg Santiago Rodríguez
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Isabel II
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svgSingle Color Flag - BF0000.svg Pedro Santana
Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg José de la Gándara
Fuerzas en combate
15.000-17.000 guerrilleros251.824 soldados (29.824 peninsulares3
, 10.000 cubanos y puertorriqueños, 12.000 dominicanos)
27 buques de guerra4
Bajas
6.000 muertos y 4.000 heridos518.000 peninsulares y 5.000 cubanos, puertorriqueños y dominicanos muertos (la mayoría por fiebre amarilla), heridos, o desaparecidos6
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La Guerra de la Restauración fue una guerra llevada a cabo en Santo Domingo desde 1863 hasta 1865 entre los dominicanos y España, que el conservadurismo dominicano había invitado de nuevo a tomar posesión del país 17 años después de la Guerra de Independencia contra la República Haitiana y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España. El conflicto terminó con la victoria dominicana y la retirada de las fuerzas españolas del país

Antecedentes[editar]

El terrateniente y caudillo Pedro Santanafue el promotor de laanexión del país a España en 1861.
En 1861, el general Pedro Santana había arrebatado la presidencia aBuenaventura Báez, quien había quebrado la Tesorería de la Nación con grandes ganancias para sí mismo. Frente a una crisis económica, así como la posibilidad de un nuevo ataque de Haití, Santana pidió a España que retomara el control de su antigua posesión bajo la categoría de provincia, con tan solo 17 años de independencia. Al principio, la monarquía española estaba preocupada, pero con los Estados Unidos ocupados con su propia guerra civil e incapaces de imponer laDoctrina Monroe, consideraba que había una oportunidad para reafirmar el control en América Latina. El 18 de marzo de 1861, se anunció la anexión, y Santana se convirtió en gobernador general de la recién creada jurisdicción.
Sin embargo, este acto no fue bien recibido por todos. El 2 de mayo, el generalJosé Contreras lideró una fallida rebelión, y Francisco del Rosario Sánchezencabezó una invasión desde Haití (cuyo gobierno aunque oficialmente neutral, le preocupaba que España afianzase su poder en la zona), pero fue capturado y ejecutado el 4 de julio de 1861. Eventualmente Santana renunciaría a su cargo en enero de 1862 tras sostener diferencias con las autoridades españolas en Cuba que limitaron su poder y que destituyeron a sus amistades para colocar a peninsulares en los cargos de poder; la reina Isabel II le confirió el marquesado de las Carreras como compensación por sus servicios al Reino.
Las autoridades españolas comenzaron a alienar a la población en general mediante el establecimiento de una política conocida como “bagajes”, que requería que los ciudadanos entregaran cualquier animal de trabajo a los militares españoles sin ningún tipo de garantía de indemnización. Esto fue especialmente problemático en la región del Cibao en el norte, donde los agricultores dependían de sus animales para su sustento. Un segundo factor fue cultural: el nuevo arzobispo de España se horrorizó al descubrir que un gran número de parejas dominicanas no estaban casados ​​bajo la Iglesia Católica Romana. Esta situación se produjo debido al pequeño número de sacerdotes en el país, así como la pobreza y la falta de caminos y transporte para llegar a una iglesia para casarse. Con las mejores intenciones, el Arzobispo Bienvenido Monzón quería poner remedio a esta situación en un corto tiempo, pero sus demandas sólo irritaba a la población local que habían llegado a aceptar el estado actual de los nacimientos "ilegítimos" de forma normal. Económicamente, el nuevo gobierno también impuso aranceles más altos para los productos no españoles y los buques y trató de establecer un monopolio sobre el tabaco, contrariando a las clases comerciantes también. A finales de 1862, los funcionarios españoles estaban empezando a temer la posibilidad de una rebelión en la región del Cibao (el sentimiento anti-español no era tan fuerte en el sur). Por último, había rumores de que España volvería a imponer la esclavitud y enviar a los dominicanos negros a Cuba y Puerto Rico.
Mientras tanto, España había emitido una orden real en enero de 1862 declarando su intención de recuperar los territorios que Toussaint Louverture había tomado por Haití en 1794. En un intento de sofocar los disturbios en Dominicana, las tropas españolas habían desalojado a los haitianos que vivían en estas áreas a lo largo de la frontera haitiano-dominicana. El presidente haitiano, Fabre Geffrard renunció a su posición de neutralidad y empezó a ayudar a los rebeldes dominicanos.

Guerra[editar]

Revueltas preliminares de 1863[editar]

Neiba[editar]

El malestar general que existía en la ahora colonia de Santo Domingo “ya era evidente en los meses de noviembre y diciembre de 1862 cuando los oficiales españoles presentían el estallido de una rebelión en breve plazo”7 . El Cibao, según los informes, era la región más inclinada a una rebelión. 
Pese a esto, donde iba a escenificarse la primera muestra de repudio a la anexión no sería en el Cibao sino en el sur, Neiba para ser exactos, por ese entonces parte de la provincia Azua.
El comandante Cayetano Velázquez al mando de un grupo de 150 hombres asalto el pueblo de Neiba y tomaron cautivo al Jefe militar del mismo, General Domingo Lázala, tomando municiones y armamento. Este movimiento estaba falto de preparación lo que fue causa de su fracaso. El alcalde ordinario mando a arrestar al comandante Velázquez y sus hombres se rindieron sin poner resistencia alguna. 
Este hecho provocó que el Capitán General Felipe Ribero y Lemoine, gobernador de la colonia, movilizara a la caballería hacia Neiba, recuperada cuando los españoles marchaban sobre la plaza, por obra del Alcalde del pueblo, quien pudo debelar la revuelta de Velásquez.
Todos los hechos indican que esta revuelta se encontraba desconectada de la conspiración de proporciones faraónicas que se tramaba en el Cibao, sobre todo en la Línea Noroeste. 

Gesta restauradora [editar]

El entonces joven generalGregorio Luperón encabezó a los rebeldes en la lucha por restablecer la soberanía dominicana.
El 16 de agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo de Gregorio Luperón y Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en el cerro de Capotillo (Dajabón) e izaron el pabellón dominicano. Esta acción, conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra.
Una ciudad tras otra en el Cibao se unieron a la rebelión, y el 13 de septiembre, un ejército de 6,000 dominicanos se atrincheró en la Fortaleza San Luis, en Santiago. Los rebeldes establecieron un nuevo gobierno al día siguiente, con José Antonio 'Pepillo' Salcedo como presidente, e inmediatamente calificó a Santana, que ahora era líder de las fuerzas españolas, como traidor. Salcedo intentó pedir ayuda a los Estados Unidos, pero fue rechazada.
España tuvo un momento difícil luchando contra los rebeldes. En el transcurso de la guerra, perderían más de 33 millones de pesos y sufrirían más de 10,000 víctimas (en gran parte debido a la fiebre amarilla). Santana, quien había sido venerado como un excelente estratega militar, se vio incapaz de romper la resistencia dominicana. En marzo de 1864, desobedeció deliberadamente las órdenes de concentrar sus fuerzas en torno a Santo Domingo y fue reprendido y relevado de su cargo por el Gobernador General José de la Gándara quien mandó a Santana a Cuba para hacer frente a una corte marcial. Sin embargo, Santana murió repentinamente antes de que esto ocurriera.
De la Gándara trató de negociar un alto el fuego con los rebeldes. Él y Salcedo aceptaron discutir los términos de paz, pero en medio de las negociaciones, Salcedo fue derrocado y asesinado por un grupo de descontentos encabezado por Gaspar Polanco. La facción de Polanco estaba preocupada de que Salcedo tuviera la intención de retornar al ex presidenteBuenaventura Báez, a quien los rebeldes odiaban tanto como odiaban a los españoles por sus acciones antes del golpe de Estado a Santana en julio de 1857. A pesar de que Báez se había opuesto inicialmente a la anexión española, una vez vivió en España con un subsidio del gobierno y tuvo el grado honorario de mariscal de campo en el ejército español. No fue sino hasta el final de la guerra que él volvió a la República Dominicana.
En España, la guerra estaba demostrando ser extremadamente impopular. En combinación con otras crisis políticas que estaban ocurriendo, que llevaron a la caída del primer ministro español, Leopoldo O'Donnell. El Ministro de Guerra de España ordenó el cese de las operaciones militares en la isla, mientras que el nuevo primer ministro Ramón María Narváez llevó el asunto ante las Cortes Generales.
El gobierno de Polanco fue de corta duración. Después de un nefasto ataque sobre la posición española en Montecristi y los esfuerzos para establecer un monopolio del tabaco en nombre de sus amigos, él mismo fue derrocado por Benigno Filomeno de Rojas y Gregorio Luperón, en enero de 1865. Dándole tregua a la lucha, la junta provisional organizó una nueva constitución, y cuando se aprobó, el general Pedro Antonio Pimentel se convirtió en el nuevo presidente el 25 de marzo 1865.
En el otro lado del Atlántico, las Cortes decidieron que no querían financiar una guerra por un territorio que en realidad no necesitaban, y el 3 de marzo de 1865, la reina Isabel II firmó la anulación de la anexión. El 15 de julio, las tropas españolas abandonaron la isla.

Secuelas[editar]

Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante la guerra, la Guerra de Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República Dominicana. La victoria dominicana también le demostró a los cubanos y puertorriqueños que España podía ser derrotada. Por otro lado, en la política local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos de pocos caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las regiones. Este sistema de poder político se mantuvo hasta finales del siglo XX.
La política dominicana se mantuvo inestable durante los próximos años. Pimentel fue presidente durante sólo cinco meses antes de ser reemplazado por José María Cabral. Cabral, a su vez fue derrocado por Buenaventura Báez en diciembre de 1865, pero retomó la presidencia en mayo de 1866. Sus negociaciones con los Estados Unidos sobre la posible venta de la tierra alrededor de la Bahía de Samaná resultaron ser tan impopulares que Báez fue capaz de recuperar la presidencia una vez más en 1868.
En las relaciones dentro de la isla, la guerra marcó un nuevo nivel de cooperación entre Haití y la República Dominicana. Hasta entonces, Haití había considerado la isla de La Española como "indivisible" y había intentado, sin éxito, conquistar la mitad oriental varias veces en el pasado. La guerra obligó a Haití a darse cuenta de que este objetivo era esencialmente inalcanzable, y fue sustituido por años de disputas fronterizas entre los dos países.
El 16 de agosto se conmemora un día de fiesta nacional en la República Dominicana, así como el día que el presidente dominicano es juramentado en su cargo cada cuatro años.

Referencias[editar]

  1. ↑ Saltar a:a b Sang Ben, 1997: 347. Los colores políticos de los conservadores y liberales dominicanos eran el rojo y azul respectivamente.
  2. Volver arriba Cordero Michel, 2002: 70
  3. Volver arriba Álvarez-López, 2012: 180
  4. Volver arriba Álvarez-López, 2012: 180; Cordero Michel, 2002: 70
  5. Volver arriba Cordero Michel, 2002: 70; Pérez Memén, 2008: 108
  6. Volver arriba Cordero Michel, 2002: 70
  7. Volver arriba Moya Pons, Frank (1977). Manual de Historia Dominicana. Santiago, República Dominicana.: Universidad Católica Madre y Maestra.

Bibliografía[editar]

  • Álvarez-López, Luis (2012). Cinco ensayos sobre el Caribe hispano en el siglo XIX: República Dominicana, Cuba y Puerto Rico, 1861-1898. Santo Domingo: Editorial Búho. ISBN 978-9945-074-67-3.
  • Cordero Michel, Emilio. "Características de la Guerra Restauradora, 1863-1865". Clío 70 (164): Jun-dic, 2002, p. 39-78.
  • Moya Pons, Frank (2007). Markus Wiener Publishers, ed. History of the Caribbean: plantations, trade, and war in the Atlantic world (en inglés) (Ilustrada edición). p. 370. ISBN 1558764151.
  • Pérez Memén, Fernando (2008). Anexión y restauración de la República: (ideas, mentalidades e instituciones). Amigo del Hogar. ISBN 9789945427332.
  • Sang Ben, Mu-Kien Adriana (1997). Una utopía inconclusa: Expaillat y el liberalismo dominicano del siglo XIX. Santo Domingo: Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). ISBN 9788489525542.

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