sábado, marzo 01, 2014

El caos que viene apoderándose de Ucrania en los últimos días extiende el temor a que la división étnica, política, económica y lingüística del país se traduzca en una escisión real de su territorio.

¿Cómo está dividida Ucrania?

Publicado: 28 feb 2014 | 8:10 GMT Última actualización: 28 feb 2014 | 8:36 GMT
El caos que viene apoderándose de Ucrania en los últimos días extiende el temor a que la división étnica, política, económica y lingüística del país se traduzca en una escisión real de su territorio.
Ucrania Oriental, que incluye las regiones de Donetsk, Dnepropetrovsk, Járkov, Lugansk y Zaporizhie, es la zona más industrializada y desarrollada económicamente, así como la parte más urbanizada del país. Aquí se encuentran los principales centros industriales de carbón, así como empresas de la industria aeronáutica, automotriz, militar y energética. Aquí vive la parte más significativa de la población ruso-parlante de Ucrania, cuyo porcentaje en algunas provincias supera el 80%.  

La región de Ucrania occidental abarca las provincias predominantemente de habla ucraniana de Lvov, Ivano-Frankovsk, Ternópol, Volyn y Rovnensk, no dispone de grandes entidades industriales y una parte significativa de los presupuestos locales se nutre de subsidios federales. 

Kiev, la capital del país, pertenece geográficamente a la zona central de Ucrania, que también está compuesta de las provincias de Poltava, Cherkasi, Chernigov, Sumi, Vinnitsa.  
 
Las diferencias entre el Este y el Oeste se hicieron más palpable tras la desintegración de la URSS y la independencia de Ucrania en 1991. Las elecciones presidenciales y parlamentarias que dividen por intención de voto al país en casi dos partes iguales, reflejan esta tendencia. Así, en las últimas elecciones presidenciales, celebradas en 2010, la candidatura de Víktor Yanukóvich fue votada mayoritariamente en las regiones orientales, mientras que su contrincante principal, la ex primera ministra Yulia Timoshenko, consiguió su máximo apoyo en la parte occidental.

 
 

División étnica y lingüística

Históricamente Ucrania siempre fue un país con nacionalidades muy diversas. Según el censo de 2001, la población ucraniana constituye el 77,8% de más de los 45 millones de los ciudadanos de Ucrania. Los rusos son la minoría étnica más numerosa del país, con un porcentaje del 17,3%. La mayor parte de la población étnicamente rusa reside en la ciudad de Sebastopol (71,7%), la República Autónoma de Crimea con capital en Simferópol (58%), así como en los centros industriales de Donetsk (38,2%), Járkov (25,6%) y Dnepropetrovsk (23,5%). 
 
Además de los ucranianos y los rusos, en el país residen bielorrusos (0,6%), moldavos (0,5%) y tártaros de Crimea (0,5%), entre otros. 

Dada la estructura étnica, cultural e histórica de Ucrania, el ruso es el idioma minoritario más importante y el segundo más común en Ucrania. El ruso y el ucraniano, dos idiomas de origen eslavo estrechamente vinculados, son hablados en proporciones casi iguales, aunque el ucraniano prevalece en las regiones occidentales del país, como las de Lvov, Iváno-Frankovsk y Cherkasy, entre otras. El amplio uso del idioma ruso suscitó una polémica sobre su estatus como segunda lengua oficial. En mayo de 2012 el Parlamento ucraniano, la Rada Suprema, tras una aparatosa pelea en el hemiciclo, aprobó una ley que otorgaba al ruso y a otros idiomas minoritarios la condición de idiomas regionales en zonas donde el 10% o más de la población habla esos idiomas. Dicha ley fue derogada el pasado 23 de febrero tras el cambio del poder.
 

 


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/121127-ucrania-lineas-desintegracion

viernes, febrero 28, 2014

Yo lo siento pero quien vive asumiendo posiciones contrarias al pueblo.

Yo lo siento pero quien vive asumiendo  posiciones contrarias al pueblo por convicción o beneficio propio de manera oportunista no merece ser mi amigo.
Domingo Acevedo.

Feb/14

Quien lo diría

Quien lo diría es para sentir vergüenza y no volver a escuchar su música, para mi Ruben Blade ya no existe


jueves, febrero 27, 2014

A proposito del discurso de nuestro presidente Danilo Medina.

Danilo:
no hablaste de enfrentar el  problema de la corrupción y el narcotrafico, ni del aumento galopante de los precios de los productos de primera necesidad, ni de Loma Miranda, ni del crimen ecológico de la Barrick Gold en cotuí, ni de la modificación del código de trabajo que lesiona  sensiblemente a los trabajadores.
Danilo, para mí eres más de lo mismo, un gobierno que representa un partido de ladrones que se han enriquecido a costa de empobrecer a los más pobres, tú un encantador de serpientes, pretendes convencernos que eres diferente, pero tus acciones te delatan, pertenece a la misma claque política que pertenece Leonel Fernández Reina, con un discurso populista, nada más Danilo, los pobres seguimos comprando alimentos y medicamentos  cada día más caros, seguimos viviendo con más inseguridad, con el temor de una delincuencia que cada día es más osada y no respeta a nadie ni a nada.   

Domingo Acevedo.

Feb/14

en Chile quieren dar lecciones de democracia a Venezuela.


Calle 13 - "Sin Mapa" (Documental)

Ese extraño dictador llamado Chávez, por Eduardo Galeano

AN revela audio de Maria Corina Machado llamando a guarimberos a incendiar el país

Las protestas en Venezuela y Ucrania tienen mucho en común, ya que los extremistas que las agitan reciben el dinero y apoyo de las mismas fuentes, asegura el analista político Orlando Labrador.

"Los extremistas en Venezuela y en Ucrania reciben fondos de una misma fuente"

Publicado: 27 feb 2014 | 3:15 GMT Última actualización: 27 feb 2014 | 3:28 GMT
Las protestas en Venezuela y Ucrania tienen mucho en común, ya que los extremistas que las agitan reciben el dinero y apoyo de las mismas fuentes, asegura el analista político Orlando Labrador.
"En ambos casos, la minoría habla en nombre de la mayoría. ¿Por qué tienen éxito? Porque son generosamente financiados desde el extranjero. Los extremistas, tanto en Venezuela como en Ucrania, viven de las mismas fuentes. La única diferencia entre los dos países es hasta cuánto han sumergido al país en el caos. En Ucrania se puede hablar con seguridad de golpe de Estado, mientras que en Venezuela los manifestantes tratan de desestabilizar la situación", explica Labrador a la radio La Voz de Rusia.   
 

¿Quién está detrás? 

"Son la Unión Europea y EE.UU. Sus emisarios se han instalado, literalmente, en Ucrania. Es la misma vieja táctica: fuertes declaraciones sobre presuntas violaciones de los derechos humanos y presuntos ataques contra los opositores, amenazas de sanciones económicas, y ni una sola  palabra sobre los cócteles molotov que 'la gente oprimida' lanzaba contra las fuerzas de la seguridad", destacó el analista político.  
  Sin duda, la OTAN tiene planes de desplegar armas de defensa de misiles en Ucrania

"Su meta principal es llegar lo más cerca posible a la frontera con Rusia. Sin duda, la OTAN tiene planes de desplegar armas de defensa de misiles en Ucrania. Y mira el potencial agrícola de Ucrania. Es un país capaz de alimentar a toda Europa. Y hay una cosa más: el Mar Negro puede ser rico en petróleo y gas", afirma Labrador.  

 

Qué busca Rusia en Ucrania

"Rusia quiere estabilidad y seguridad, pero eso depende de cómo a su vez  se desarrollen los acontecimientos en Ucrania. Por ahora las cosas han tomado un giro muy negativo. Es sorprendente la cantidad de propaganda anti-rusa que hay ahora en Ucrania y cómo Occidente distorsiona los hechos. Uno podría pensar que han vuelto los tiempos de Guerra Fría. Por supuesto, esto es una venganza contra Rusia, una venganza por sus éxitos económicos y el temor a que, junto con China, Rusia, tarde o temprano, represente una fuerte competencia para los centros a nivel mundial, para EE.UU. y la UE", opinó el experto.


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/121042-experto-venezuela-ucrania-dinero-fuente

miércoles, febrero 26, 2014

¡Qué fallo! Respuesta de Silvio Rodriguez a Rubén Blades.por Guillermo Rodríguez Rivera


MARTES, 25 DE FEBRERO DE 2014

¡Qué fallo! Respuesta de Silvio Rodriguez a Rubén Blades.por Guillermo Rodríguez Rivera


Las verdaderas revoluciones son siempre difíciles. Che Guevara sabía algo de eso y decía que, en las verdaderas, se vence o se muere, porque una revolución no es una tranquila, pacífica obra de beneficencia, como cuando las encopetadas damas de la alta sociedad salen a hacerle caridad a los que no tienen justicia.

Una revolución es un vuelco, una ruptura, un abrupto cambio de perspectiva. Es cuando los oprimidos dejan de creer en que los que mandan –los que los oprimen– tienen la verdad de su lado, y piensan que el mundo puede ser diferente de como ha sido hasta entonces.

Pero claro que los opresores no se resignan a abandonar sus posiciones de dominio y luchan a vida o muerte por ellas, aunque aparentemente, los “otros” sean sus connacionales: enseguida se enajenan de la mayoría del pueblo, porque las revoluciones –no los golpes de estado– siempre son obra de la mayoría.

En un respetuoso diálogo con el presidente venezolano aunque no tanto con sí mismo, el cantautor Rubén Blades, hace años uno de los abanderados de la canción social en América Latina, expone su concepto de revolución:

            Para mí, la verdadera revolución social
            es la que entrega mejor calidad de vida a
            todos, la que satisface las necesidades
            de la especie humana, incluida la necesidad
            de ser reconocidos y de llegar al estadio
            de auto-realización, la que entrega oportunidad
            sin esperar servidumbre en cambio.
            Eso, desafortunadamente, no ha ocurrido
            todavía con ninguna revolución[1].

Ni va a ocurrir en ninguna revolución verdadera, Rubén. No era sino la voluntad de mejorar la calidad de vida de la gente lo que inspiró la Reforma Agraria cubana, que entregó parcelas a miles de campesinos sin tierra y, esencial para procurar mejor calidad de vida, fue la alfabetización cubana de 1961, porque no hay autorrealización sin saber leer– pero enseguida llegaron la invasión de Bahía de Cochinos y el bloqueo económico que es repudiado cada año en la ONU, aunque acaba de cumplir 52.

Me fascina esa idea de que una revolución social “satisface las necesidades de la especie humana”, y claro que eso solo lo hace una revolución cuando se la ve históricamente: no habría democracia ni derechos humanos sin la prédica de los iluministas: sin Voltaire, Montesquieu, Rousseau, pero los que llevaron adelante esas ideas en la práctica social, los que las impusieron como “necesidades de la especie humana” –Danton, Marat, Robespierre , porque las monarquías gobernaban por derecho divino– guillotinaron a la aristocracia francesa que se rebeló contra ellas, la aristocracia que ahogaba en sufrimientos, en miseria los derechos de lossans culottes, acaso los que Evita Perón llamó en su momento “los descamisados” y Martí “los pobres de la tierra”. 

El tiempo ha pasado, nos recuerda Blades, pero los derechistas venezolanos llaman “los tierrúos” a esos pobres sin zapatos que ellos explotan en el siglo XXI. Es imposible que una revolución haga felices a los dos grupos, porque la revolución va a dar justicia, y hacer justicia no es una fiesta de cumpleaños.

Es decir que nunca ha habido una revolución social como entiende Blades que debe ser. ¿Será que él no sabe lo que es una revolución social? Según se deduce de lo que escribe, no lo la sido ni la inglesa, ni la francesa, ni la rusa, ni la mexicana, ni mucho menos la cubana que lideró Fidel Castro. Presumo que tampoco la venezolana de hace doscientos años, pese a que Blades escribe de esa Venezuela que ama como “el pueblo de Bolívar”. Y ¿qué hizo el Libertador? ¿Una tranquila y plácida obra de bienestar social? No gritó Patria o Muerte, sino que firmó un decreto de guerra a muerte para los enemigos de la patria, que eran los de la revolución.

Blades no sólo lo proclama ahora en esa respuesta a Maduro, sino que lo cantaba en sus canciones latinoamericanistas: “de una raza unida, la que Bolívar soñó”. Entonces, ¿el intento de realizar el sueño de Bolívar no es el proceso integrador que emprendió Chávez, y que enfrenta a un imperio que nos quiere divididos, sino que únicamente servirá para mover el culo bailando salsa? Y cantar a voz en cuello: “A to’a la gente allá en los Cerritos que hay en Caracas protégela”. A “to’a esa gente” la protegen, además de María Lionza, los médicos de Barrio Adentro, porque esos que gritan y agreden en las calles no se ocuparon jamás de la salud de los venezolanos humildes.

Tal vez fue María Lionza la que los mandó a bajar de los Cerritos, cuando el golpe de estado de abril de 2002, para sitiar el ocupado palacio de Miraflores y exigir el regreso del presidente que habían elegido.  No te dejes confundir, Blades, “busca el fondo y su razón”, y trata de entender las revoluciones de la historia, no las que soñamos para tranquilizarnos.

Para Blades, el programa político del chavismo “obviamente no es aceptado por la mayoría de la población”. Lo que quiere decir que la mayoría que eligió a Maduro, no lo es.  Blades ignora las 18 elecciones ganadas por el chavismo y el casi 60% de votantes que el PSUV obtuvo en las elecciones de diciembre que la derecha dijo que sería un plebiscito– y declara mayoría a los representantes de la vieja derecha derrocada por Pablo Pueblo, porque ese hombre –nos recordó Neruda  despierta cada doscientos años, con Bolívar.

Me recuerdo a mí mismo, en los años setenta, en el antiguo apartamento de Silvio Rodríguez, con su puerta negra en la que había golpeado el mundo, descubriendo los primeros trabajos de Rubén Blades con la orquesta de Willy Colón. Nos encantábamos de encontrar una salsa patriótica, “La maleta”, aunque sabíamos que no eran ideas unánimes entre los latinoamericanos. Ninguna idea hondamente renovadora consigue apoyo unánime, al menos cuando aparece: el poder establecido –eso que los norteamericanos llaman stablishmenttiene muchos resortes, muchas maneras de “convencer”, de imponer sus intereses, y sabe que son pocos los que no ceden ante ellos.

Una cosa es cantar y otra vivir lo que se canta, y cantarlo en todas partes. Tengo vivo el recuerdo de ese extraordinario salsero que es Oscar D’Leòn, cantándole, en los años ochenta, a un público cubano que lo adoraba, que llenaba un coliseo de 15 mil localidades para escucharlo y cantar con él. Lo recuerdo feliz, arrojándose al suelo del aeropuerto de La Habana para besar la tierra de la isla al partir y, a las semanas, lo vi abjurando de su viaje a Cuba, cuando los magnates del disco en el Miami contrarrevolucionario, lo acusaron de comunista por cantar en La Habana, y amenazaron con cerrarle todas sus puertas, que eran también las más lucrativas de su realización como artista.

Oscar sabía que esa derecha, esa burguesía –y mucho menos el poder imperial que tenían detrás– no bromeaban: a Benny Moré, que era el mejor cantante de América Latina, la RCA Víctor no le grabó un disco más cuando decidió quedarse a vivir y a cantar en la Cuba revolucionaria.

Todo me lo explico, pero tengo la tristeza de que ya no podré escuchar a Rubén Blades como ese cantor de nuestra América que quiso ser. 

FUENTES:http://segundacita.blogspot.com.arhttps://www.blogger.com/profile/12001682148445545662 http://www.zurrondelaprendiz.com

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