sábado, diciembre 13, 2025

HÉROE ILIO CAPOZZI DE LAGUERRA DE ABRIL DEL1965.

 EL HÉROE ILIO CAPOZZI, EN UNA TUMBA OLVIDADA Y ESCONDIDA



 





“Los héroes no son siempre los que ganan. A veces, son los que pierden. Pero siguen luchando, y siguen aguantando. No se rinden. Eso es lo que los convierte en héroes.”
Donde estuvieran el presidente Caamaño o el coronel Montes Arache estaba él, audaz, valiente, estratégico, avizor, leal a los constitucionalistas, patriota como un dominicano más pese a ser italiano.
Para muchos era una novedad su entrega habiendo él formado parte de las tropas de Otto Skorzeni, oficial alemán nazi de las fuerzas especiales de Benito Mussolini, pertenecido a la Legión Extranjera francesa y llegado al país contratado por Trujillo para formar el Cuerpo de Hombres Rana que tomarían parte en el atentado contra Rómulo Betancourt, entre otras funciones.
Pero “el Maestro”, “el Profesor”, como le llamaban, prefirió morir defendiendo la soberanía de este país que había convertido en su Patria, en el que tuvo grandes amigos, mujer y supuestamente una hija.
Capocci participó en la formación del primer grupo de Hombres Rana, llamado también “Escuela de Comandos”, junto a otros seis italianos: “Marcos Sorssini, que era el jefe; Vittorio Tudesco, Enzo Lobato, Elio Bolpi, que era judoca; Alberto Cortelleza, Mario Cresta y Benito Pambianchi”.
El Hombre Rana, “es un soldado del mar que pelea en el agua con explosivos, participa en desembarcos, etc.”. Montes Arache tenía a su cargo “la logística: imponer disciplina, nombrar oficiales, proveer de raciones, ropa… Primero hacía esas funciones Miguel Jacobo y después Montes que se interesó por el adiestramiento y lo hizo”.
En la Revolución. Al empezar la revuelta, Montes Arache anunció: “Me voy para la revolución, no quiero que nadie me siga, yo me voy solo”, refieren los entrevistados. “Pero nos fuimos casi todos los Hombres Rana, éramos 107, de tres cursos, y nos unimos 99, quedaron ocho del otro lado”, significa Ureña, entonces sargento mayor encargado de ese Cuerpo y jefe de la escolta del coronel Caamaño. Eddyberto era segundo teniente de la Policía Nacional y había sido marino cuando se integró a los Rana. Estuvo con Montes Arache en todos los frentes de la Revolución y junto a ellos, Ilio Capozzi y André de la Riviere.
Capozzi se integró a la guerra, añade Ureña, “y estuvo todo el tiempo cerca de Caamaño y Montes Arache. Era un poco mayor, quizá tenía 60 años, alto, delgadito, blanco, no hablaba bien el español pero lo entendíamos”.
Dicen que demostró admirable determinación en el puente Duarte “con su fusil, muy aguerrido. Los guardias abandonaron el escenario, si hubiésemos querido tomábamos a San Isidro y los tumbábamos”, aseguran.
La muerte. Ilio Capozzi, “quiso seguir al coronel Rafael Fernández Domínguez en el asalto al Palacio y lo mataron agarrado a la verja para entrar, era el que más cerca estaba de la puerta. Está enterrado en el cementerio de la avenida Independencia”.

Tomado de la red.

a Anarquista, Feminista y Poeta Española Lucia Sánchez Saornil en el Aniversario de Su Nacimiento



Hoy, 13 de diciembre, se conmemora el aniversario del nacimiento en 1895 de Lucia Sánchez Saornil, una figura seminal cuya vida y obra encarnaron la lucha integral contra el capitalismo, el patriarcado y el fascismo. Nacida en la clase obrera de Madrid en España, trabajó como operadora telefónica e inicialmente se comprometió con la vanguardia literaria como poeta. Obligada por la generalizada homofobia y sexismo de la época, publicó su primer verso bajo un seudónimo masculino. Su trayectoria artística, sin embargo, pasó de la experimentación puramente estética a una herramienta para la articulación social, reflejando su compromiso político cada vez más profundo.
Este compromiso encontró su expresión organizada dentro de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Como militante, periodista y editor de publicaciones de la CNT como Solidaridad Obrera, Sánchez Saornil desarrolló y propagó una doctrina revolucionaria centrada en la acción directa, el antifascismo y la necesidad de una revolución social total para desmantelar las estructuras interrelacionadas del estado, el capital y la autoridad religiosa. Su trabajo teórico dentro del movimiento fue riguroso, pero fue su intervención crítica sobre la cuestión de la liberación de la mujer lo que cimentó su contribución más duradera.
En 1936, junto a las camaradas Mercedes Comaposada y Amparo Poch y Gascon, Sánchez Saornil cofundó la organización anarquista Mujeres Libres. Esta iniciativa representó un descanso decisivo, tanto de los movimientos feministas burgueses que ignoraron la explotación de clases como del frecuente conservadurismo de género dentro de la izquierda revolucionaria dominada por los hombres. La práctica de Mujeres Libres fue fundacional. Funciona en el análisis de que la liberación de la clase trabajadora es imposible sin la liberación simultánea de la mujer, y a la inversa, que la emancipación de la mujer requiere una lucha inmediata y directa contra la ideología patriarcal. Rechazó explícitamente la noción de que tal liberación podría diferirse a un hipotético futuro post revolucionario.
Mujeres Libres se centran en una doble estrategia conocida como concientizacion y capacitacion Su objetivo era combatir lo que llamó la "triple esclavitud" de las mujeres a la ignorancia, como productoras bajo capital, y la subyugación de género. A través de redes autónomas de escuelas, colectivos de cuidado infantil, programas de salud y formación técnica, se buscó preparar a las mujeres de clase trabajadora para ser protagonistas de la revolución social y la construcción de una nueva sociedad. Esta insistencia en la autonomía organizativa, manteniendo alianzas con la CNT y la Federacion Anarquista Iberica (FAI), fue un punto de tensión de principios. Desafió a los modelos organizativos prevalecientes del movimiento anarquista más amplio afirmando que la opresión específica de las mujeres requiere una forma específica y autodirigida de lucha.
Durante la Guerra Civil y Revolución Española, Sánchez Saornil estuvo profundamente involucrado en la movilización, trabajando para la oficina de Prensa y Propaganda de la CNT y más tarde para la Oficina de Prensa Extranjera de la República. Su activismo persistió incluso cuando la guerra se volvió contra las fuerzas antifascistas. Tras la victoria de los fascistas de Franco, sufrió un difícil exilio en Francia con su pareja, América Barroso, viviendo en la pobreza mientras continuaba con el trabajo clandestino para la CNT en el exilio hasta su muerte de cáncer en 1970.
El legado de Lucia Sánchez Saornil es uno de síntesis esencial. Ejemplificó una práctica revolucionaria que se negó a compartimentar o jerarquizar la lucha contra la explotación de clases, la opresión de género y la homofobia. Su trabajo con Mujeres Libres proporcionó un modelo concreto, basado en masas de organización feminista proletaria, basado en la acción directa, la ayuda mutua y la construcción de contrapoder desde abajo. Su perspectiva crítica sigue siendo muy relevante: cualquier proyecto socialista o anarquista que no integre centralmente la opresión específica y la actividad autónoma de las mujeres es fundamentalmente incompleto. Se arriesga a reproducir las mismas jerarquías que busca derrocar. La vida de Sánchez Saornil es una prueba de la necesidad y el poder de una lucha revolucionaria integrada.

Today in History: Celebrating Spanish Anarchist, Feminist and Poet Lucia Sanchez Saornil on the Anniversary of Her Birth
Today, 13 December, marks the anniversary of the birth in 1895 of Lucia Sanchez Saornil, a seminal figure whose life and work embodied the integrated struggle against capitalism, patriarchy, and fascism. Born into the working class of Madrid in Spain, she laboured as a telephone operator and initially engaged with the literary avant garde as a poet. Compelled by the pervasive homophobia and sexism of the era, she published her early verse under a male pseudonym. Her artistic trajectory, however, shifted from purely aesthetic experimentation towards a tool for social articulation, mirroring her deepening political commitment.
That commitment found its organised expression within the anarcho-syndicalist Confederacion Nacional del Trabajo (CNT). As a militant, journalist, and editor for CNT publications such as Solidaridad Obrera, Sanchez Saornil developed and propagated a revolutionary doctrine centred on direct action, anti-fascism, and the necessity of a total social revolution to dismantle the interlinked structures of the state, capital, and religious authority. Her theoretical work within the movement was rigorous, yet it was her critical intervention on the question of women's liberation that cemented her most lasting contribution.
In 1936, alongside comrades Mercedes Comaposada and Amparo Poch y Gascon, Sanchez Saornil co-founded the anarchist women's organisation Mujeres Libres (Free Women). This initiative represented a decisive break, both from bourgeois feminist movements that ignored class exploitation and from the frequent gender conservatism within the male dominated revolutionary left itself. The praxis of Mujeres Libres was foundational. It operated on the analysis that the liberation of the working class was impossible without the concurrent liberation of women, and conversely, that women's emancipation required an immediate, direct struggle against patriarchal ideology. It explicitly rejected the notion that such liberation could be deferred to a hypothetical post revolutionary future.
Mujeres Libres focused on a dual strategy known as concientizacion (consciousness raising) and capacitacion (empowerment). It aimed to combat what it termed women's "triple enslavement" to ignorance, as producers under capital, and to gender subjugation. Through autonomous networks of schools, childcare collectives, health programmes, and technical training, it sought to prepare working class women to be full protagonists in the social revolution and the construction of a new society. This insistence on organisational autonomy, while maintaining alliance with the CNT and the Federacion Anarquista Iberica (FAI), was a point of principled tension. It challenged the prevailing organisational models of the broader anarchist movement by asserting that the specific oppression of women necessitated a specific, self-directed form of struggle.
During the Spanish Civil War and Revolution, Sanchez Saornil was deeply engaged in the mobilisation, working for the CNT's Press and Propaganda office and later for the Republic's foreign press bureau. Her activism persisted even as the war turned against the anti-fascist forces. Following the victory of Franco's fascists, she endured a difficult exile in France with her partner, America Barroso, living in poverty while continuing clandestine work for the CNT in exile until her death from cancer in 1970.
The legacy of Lucia Sanchez Saornil is one of essential synthesis. She exemplified a revolutionary practice that refused to compartmentalise or hierarchise the fight against class exploitation, gender oppression, and homophobia. Her work with Mujeres Libres provided a concrete, mass based model of proletarian feminist organisation, grounded in direct action, mutual aid, and the building of counter-power from below. Her critical perspective remains acutely relevant: any socialist or anarchist project that fails to centrally integrate the specific oppression and autonomous self activity of women is fundamentally incomplete. It risks reproducing the very hierarchies it seeks to overthrow. Sanchez Saornil's life stands as a proof of the necessity and power of an integrated revolutionary struggle.

Los protagonistas de las campañas de exterminio contra las Primeras Naciones




LA ASESINA QUE NO FUE. ____

12 de diciembre de 2025 -
Los protagonistas de las campañas de exterminio contra las Primeras Naciones tenían constantemente justificaciones lamentables. Una de ellas era que por pequeña que fuera una tribu, desde que siguiera reunida, conservaba y guardaba sus tradiciones y su lengua.
Fueron muchos los opinólogos a favor de Roca como Manuel Olascoaga, que escribió sobre el reparto de gente como “la transformación patente de la barbarie en civilización; el momento visible de la dignificación de la humanidad; el hecho palpable de convertirse el elemento de destrucción en elemento de progreso”.
Llegaban de todas nuestras latitudes una multitud de prisioneros de todas las edades para ser repartidas entre las familias porteñas. El 9 de noviembre de 1885, el oficial Manuel Silveira pidió a la Sociedad de Beneficencia que se le entregara una mujer chaqueña llamada Tadesgná. Quizás se vio atraído por la mujer de unos cuarenta años con tatuajes en la cara, algo sumamente exótico. Una comisión de señoras de la institución se encargaba de ir periódicamente a las viviendas de los apropiadores a ver las condiciones en que vivía la servidumbre. En el caso de Silveira y su esposa, domiciliados en la calle Uruguay 684, les dijeron que estaban muy contentos con la chaqueña pero que a veces estaba afligida por no tener a su hija y que una noche había intentado escaparse por la azotea para ir a buscarla. La Comisión logró en pocos días ubicar la casa donde había ido a parar la niña y los Silveira prometieron llevarla a Tadesgná para que se reencontrasen. A primera vista, todos felices.
Tal como lo cuenta el historiador Pablo Arias en su libro Oíd el ruido de forjar cadenas, el oficial Silveira en 1878 ya se había apropiado también de María Ankafilú (Víbora partida), de unos sesenta años, de su hija Petrona de veinticinco y de la hija de Petrona, Gerónima, de dos años de edad. Según las actas de bautismo, procedían de la tribu de Catriel.
No tardó mucho en apropiarse de otra mujer, Manuela, y su hijo de seis meses. En mayo de 1880, Silveira bautizó al bebé y lo nombró Alejandro, porque en el acta decía solamente: “Indio. Hijo de Manuela, natural de las Pampas”. No había un límite para la entrega de personas, los vecinos podían ir todas las veces que quisieran, si no estaban conformes, las tenían un tiempo y las entregaban a otra familia o las cautivas terminaban escapándose.
El 27 de febrero, los Silveira fue noticia. Los diarios titularon “Una india criminal”. Su esclava Tadesgná lo había herido a puñaladas. Él la denunció primero como NN, porque ignoraba su nombre. Ella fue detenida y debía someterse a un interrogatorio en la comisaría 5°, pero no hablaba castellano. El Juez de Paz Ciriaco Arrechea debía tomarle declaración a Silveira y a la acusada y tuvo que salir a buscar una intérprete. Gracias a que el jefe del Regimiento 6° de Caballería se había apropiado de otra chaqueña de mediana edad, a la que anotaron como Manuela Tiburcia, Tadesgná pudo dar su testimonio.
En la primera declaración, Tadesgná dijo que había apuñalado a su patrón en respuesta a la agresión de él. Silveira tuvo que admitir que “viendo que las palabras eran insuficientes para hacerse obedecer, le dio unos latigazos y después ella lo respetó”. Hay que recordar que Silveira, a pesar de que iba a buscar esclavas de distintas naciones, no era un políglota y se comunicaba habitualmente por medio de señas. Probablemente así, a los latigazos actuaba con todas las personas que se había apropiado, de las que no se sabe si aún vivían en la casa cuando ocurrió este episodio.
Contrariando a Silveira, Tiburcia dijo que según la acusada, los latigazos eran diarios, que no era porque ella desobedecía. Muchas veces la dejaban sin comer y además la señora le arrancaba los pelos de la cabeza acusándola de que se le hubieran muerto dos hijos. Descargaba toda su bronca con ella por unos hijos que Tadesgná nunca había visto. Que no usaba un látigo sino un rebenque, de los que tienen mango. Al momento de declarar, todavía tenía toda la espalda lastimada y se podían ver las marcas hinchadas. Y eso de que la llevarían a ver a su hija, fue una mentira, jamás lo hicieron. La intérprete dijo que, por toda la violencia recibida, había germinado en su mente la idea de vengarse del patrón y por eso lo apuñaló.
Después de la segunda declaración asentada el 10 de marzo, no se pudo volver a interrogarla por falta de traductores. Misteriosamente desapareció Tiburcia; nunca más se supo de ella. El Juez necesitaba interrogar a Tadesgná una vez más. Fue él a la cárcel en el mes de julio, agosto y octubre, sin embargo, fue imposible entenderle, y hasta que consiguieran otra intérprete permanecería detenida.
Silveira declaró unos días después admitiendo que sabía su nombre y que se llamaba “Taganá” pero que él le había puesto de nombre: Martina. Finalmente, el juez acudió al Hogar de Huérfanos y Colegio de la Merced, dependientes de la Sociedad de Beneficencia, que era otro depósito de indígenas listos a ser entregados y entre el montón, encontró a otra chaqueña joven a la que autorizaron para oficiar de traductora. Por supuesto que las señoras de la Sociedad no la dejaron sola ni un minuto y fueron a presenciar la declaración. Luego, le enviaron al juez una carta contando que ni bien habían entregado a la acusada a la familia Silveira, ellas mismas habían constatado que el trato para con la indígena era correcto y afectuoso. Acompañaron a la nueva intérprete a interrogar a Tadesgná y cuando le preguntaron por qué había agredido al patrón, la acusada manifestó que no había sido ella quien lo atacó, sino que él la embistió a la madrugada con un fierro largo.
No era la única mujer juntando bronca, eran muchas madres reclamando que les devolvieran a sus hijos. Muchos habían sido arrebatados en el vapor, o se los habían quitado en el cuartel del Retiro. Todo caía en saco roto. Las reglas de los blancos eran distintas.
La declaración de Tadesgná fue una y la que dejaron escrito las señoras Ana Perdriel y Dolores Lavalle fue otra. Que la esposa de Silveira era muy buena y que la querían mucho. Para la época decir que una señora de la clase alta se comportaba violentamente no convenía, mejor cuidar las apariencias. La acusada estuvo detenida en la comisaría 15° de la Capital, luego la trasladaron a la cárcel correccional. En marzo de 1886 hubo que internarla en el Hospital de Mujeres por su delicado estado de salud. Como todo lo que le ocurría a la “india criminal” era publicado en los periódicos, se decía que Tadesgná tenía desequilibradas sus facultades mentales. En el hospital de mujeres enseguida encendieron la alarma y la tuvieron solo un día por el peligro que significaba para el resto de las pacientes, esa mujer con la cara tatuada vaya a saber qué intenciones tendría. De nuevo en la cárcel se negó a comer. Ya era el mes de abril cuando su salud desmejoró nuevamente. El doctor Julián Aguirre propuso trasladarla al hospital o al manicomio. No la recibieron en el hospital.
Los informes médicos dicen que Tadesgná se mostraba reacia, “no permite que nadie se le aproxime y dirige a todos lados miradas recelosas, cruzando los brazos sobre el cuerpo cuando alguien se le acerca, como para proteger el pecho”. El doctor Julián Fernández dejó escrito que “Esta desgraciada se encuentra oprimida por un gran terror, a tal punto que huye temblando a la vista de cualquier hombre. A pesar de esto logré examinarle su cuerpo sembrado del mismo tatuaje que se nota en la cara, como un distintivo de su raza”.
Ya no tenía ni siquiera una intérprete. Dos meses después la cosa no había cambiado, los informes médicos eran similares “profundo terror y desconfianza la domina sobre todo en presencia de personas del sexo masculino. Induce a sospechar que sea víctima esta infeliz de un delirio de las persecuciones”. Aprovechando que la podían examinar por la fuerza, el doctor Fernández calculó que tenía entre cuarenta y cuarenta y cinco años. Que ya no menstruaba porque “la raza a la que pertenece explica la rápida desaparición de este fenómeno pues en las indígenas es prematura”.
El 16 de noviembre de 1886 fue puesta en libertad, se le notificó la sentencia pero no supo cómo firmarla. No pudo ni siquiera reencontrarse con su hija porque ya se la habían matado. Afuera, nadie la esperaba.

Tomado de la red.

KIM JONG UN AFIRMA QUE COREA DEL NORTE “LIBERÓ” LA REGIÓN RUSA DE KURSK



Durante una reunión plenaria ampliada del Comité Central, Kim Jong Un incluyó entre los “logros del año” la supuesta liberación de la región rusa de Kursk, una afirmación que, por sí sola, sacude el tablero geopolítico.
Según KCNA, Kim celebró que “en menos de un año nuestras unidades, de distintas ramas del ejército, lograron brillantes éxitos militares en una operación en el extranjero” y que estas acciones demostraron que Corea del Norte es “un ejército invencible y un verdadero defensor de la justicia internacional”.
Esta retórica no aparece en el vacío. Pyongyang y Moscú han estrechado una alianza que ya es militar, tecnológica y estratégica. Corea del Norte ha enviado armamento a Rusia; Rusia, a cambio, parece estar otorgando legitimidad internacional y apoyo técnico al régimen norcoreano.
Que Kim se atribuya públicamente éxitos en suelo ruso sugiere que la colaboración militar es más profunda de lo que se ha reconocido.
Importancia:
Si Corea del Norte busca proyectarse como una potencia que participa en operaciones “internacionales”, entonces estamos viendo un salto ideológico: del aislamiento a un rol militar activo fuera de su territorio.
Es un mensaje directo a Washington, Seúl y Tokio: Pyongyang no solo desafía, sino que se alinea con una potencia nuclear dispuesta a respaldarlo.
Riesgos:
Este discurso alimenta la narrativa de un eje emergente Moscú–Pyongyang–Teherán. La implicación: conflictos regionales podrían empezar a conectarse entre sí, elevando el nivel de riesgo sistémico.
Además, le da a Kim una excusa para acelerar aún más el programa nuclear y misilístico bajo el argumento de que “su ejército opera globalmente”.
La afirmación de Kim no es propaganda aislada: es una declaración estratégica. Corea del Norte quiere mostrarse como actor militar extraterritorial, protegido por Rusia y legitimado por una narrativa de “justicia internacional”.
El mundo multipolar no solo se consolida: se militariza. Y los actores más impredecibles están ganando protagonismo.

ORESHNIK

MICAELA BASTIDAS PUYOCAGUA UNA VERDADERA HEROÍNA....!!!



Es la heroína peruana por excelencia. Figura de nivel continental. Madre, esposa, compañera. Preciosa mestiza, zamba chola, ágrafa, monolingue quechua.
Hipólito, dos años antes de la gran rebelión usó la Mascaypacha en una procesión de Corpus Chirsti, para asombro de las autoridades españolas; fue asistente de su padre en el sitio del Cusco; lo asesinaron el 18 de mayo de 1781.
Mariano, combatió entre los Kollaguas, bajo la dirección de su tío Diego Cristóba; murió en Río de Janeiro, por una peste, en un barco que transportaba prisioneros a España.
Y Fernando, que padeció años de carcelería en Cádiz; murió en el mayor desamparo, en un parque de Madrid, a los 28 años, en 1798.
Micaela casó con José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru, el 25 de mayo de 1758. José Gabriel era mayor que ella, más o menos en diez años. Esta pareja simboliza el amor leal, la entrega absoluta entre marido y mujer.
Jefe de logística y estratega de primera línea. Mandó a fundir, entre otros, un cañón al que llamaba La Capitana, y a quien también consideraba su hijo, fue despeñado por sus propias órdenes, antes que cayera en manos de los españoles, al fracaso de la toma del Cusco, los primeros días de enero de 1781.
Combatió sin nunca dar un paso atrás. Su muerte es una de las más dolorosas, entre los mártires de la independencia, tenía un cuello extremadamente fino, la correa que ajusta el torno no podía ahorcarla. Nunca se había usado el torno, hasta aquel 18 de mayo de 1781, innovación tecnológica de la tortura y la muerte, que Areche trajo de allende los mares. Su muerte fue extremadamente cruel.
Los escolares deberían estudiarla, con devoción.

Tomado de la red.

NANCY CUNARD se enamoró de un músico de jazz negro, y su familia la desheredó.

 



NANCY CUNARD.....

Era heredera de una fortuna naviera. Luego se enamoró de un músico de jazz negro, y su familia la desheredó. Así que gastó su fortuna publicando las voces que querían silenciar.
Esta es la historia de la heredera que eligió la justicia por encima de las joyas.
En 1928, Nancy Cunard entró en un club de jazz de Venecia y escuchó a Henry Crowder tocar el piano. Tenía 32 años, era una poeta aristocrática británica, heredera de la línea naviera Cunard, rodeada de la élite artística europea. Él era un músico negro autodidacta de Georgia, que tocaba con los Alabamians de Eddie South.
Al final de la noche, el mundo privilegiado de Nancy se había resquebrajado.
Su relación no solo era escandalosa, sino que se consideraba una traición biológica. Las parejas interraciales eran expulsadas de los hoteles. Los periódicos publicaban caricaturas racistas que representaban a Crowder con rasgos grotescamente exagerados y a Nancy como una traidora a su raza. Su madre, Lady Maud Cunard, estaba horrorizada.
«¿Es cierto que mi hija conoce a un negro?», preguntó su madre, con la pregunta rebosante de asco.
La respuesta de Nancy fue desafiante: publicar un folleto titulado Hombre negro y dama blanca, enviarlo a todas las amigas de la alta sociedad de su madre y defender públicamente su relación como una reprimenda a la Gran Bretaña racista.
La consecuencia fue inmediata: la desheredación total. La fortuna Cunard, perdida. Su lugar en la sociedad británica, revocado. Su familia, la repudió.
Nancy lo aceptó sin dudarlo. Porque Henry Crowder le había dado algo más valioso que el dinero: le había mostrado las realidades del racismo de una manera que su educación privilegiada nunca podría haberle enseñado.
Y Nancy Cunard decidió usar lo que le quedaba de su riqueza e influencia para contraatacar.
Ya había fundado Hours Press en 1928, una pequeña editorial que operaba desde una granja reformada en Normandía. Usando una imprenta manual belga de 200 años de antigüedad, Nancy componía los textos, entintaba las planchas e imprimía obras de escritores modernistas; la primera obra publicada de Samuel Beckett salió de Hours Press.
Pero después de conocer a Crowder, su enfoque cambió. Visitó Harlem, sumergiéndose en el Renacimiento que allí se estaba produciendo: la explosión del arte, la literatura, la música y el pensamiento intelectual negro que la América blanca ignoraba en gran medida o reprimía activamente.
Conoció a Langston Hughes. A Zora Neale Hurston. W.E.B. Du Bois. Escuchó sus historias de segregación, linchamientos y opresión sistémica. Se enteró del caso de los Scottsboro Boys: nueve jóvenes negros condenados a muerte en Alabama por falsas acusaciones de violación.
Y Nancy decidió hacer algo sin precedentes: crear una antología que documentara la cultura, la historia y la lucha de la comunidad negra de una manera que ninguna otra publicación lo había hecho antes.
Negro: An Anthology tardó tres años en compilarse (1931-1934). Nancy trabajó hasta la extenuación, buscando colaboradores en diferentes continentes, traduciendo obras y componiendo a mano 855 páginas. El libro pesaba casi cuatro kilos. Contenía 250 artículos de 150 colaboradores, tanto negros como blancos, de África, el Caribe, Estados Unidos y Europa.
Langston Hughes contribuyó con poesía. Zora Neale Hurston aportó análisis culturales. W.E.B. Du Bois escribió sobre derechos civiles. Arthur Schomburg documentó la historia de la comunidad negra. La antología incluía partituras de Henry Crowder, fotografías que documentaban el racismo, ensayos sobre el colonialismo e informes sobre el caso Scottsboro.
Fue revolucionaria, no solo en contenido sino también en concepto. Una mujer británica blanca y adinerada que usó su plataforma y sus recursos para amplificar las voces de la comunidad negra en un momento en que la mayor parte del mundo quería silenciarlas.
El libro estaba dedicado a "Henry Crowder, mi primer amigo negro".
Publicarlo casi la llevó a la bancarrota. Ninguna editorial quiso arriesgarse, así que Nancy pagó todo ella misma, con el poco dinero que le quedaba después de ser desheredada y con las ganancias de las demandas por difamación contra la prensa racista.
Cuando Negro se publicó en febrero de 1934, fue prohibido inmediatamente en las colonias británicas de África y las Indias Occidentales. Las autoridades coloniales comprendieron perfectamente lo peligroso que era este libro: les daba a los pueblos colonizados una visión de su propio valor, su propio poder y su propio derecho a resistir.
Las ventas fueron pésimas en Gran Bretaña y Estados Unidos. El libro era demasiado caro, demasiado controvertido, demasiado adelantado a su tiempo. Muchas copias fueron destruidas posteriormente durante los bombardeos de Londres.
Pero en los círculos intelectuales negros, fue recibido como una obra innovadora. Alain Locke lo calificó como "la mejor antología, en todos los sentidos de la palabra, jamás realizada sobre los negros". Mary McLeod Bethune agradeció a Nancy por destacar las contribuciones de las mujeres negras. Nancy había creado algo que no sería plenamente apreciado hasta décadas después: la primera documentación exhaustiva del Atlántico Negro, un retrato transnacional de la cultura de la diáspora africana que celebraba los logros al mismo tiempo que documentaba sin tapujos la opresión.
Pero Nancy no se detuvo ahí.
En 1935, cuando Mussolini invadió Etiopía, Nancy se convirtió en una de las primeras y más fervientes críticas. Escribió artículos que denunciaban la brutalidad de la ocupación italiana, el uso de armas químicas y la destrucción sistemática de la cultura etíope. Predijo —con acierto— que la expansión del fascismo en África era el preludio de una guerra europea de mayor envergadura.
Cuando estalló la Guerra Civil Española en 1936, Nancy se volcó en la ayuda a los refugiados. Caminó treinta kilómetros bajo la lluvia para llegar a los campamentos. Organizó eventos para recaudar fondos: fiestas, bailes, proyecciones de películas. Escribió historias sobre el sufrimiento de los refugiados para el Manchester Guardian, utilizando el periodismo para movilizar el apoyo.
Trabajó hasta que el agotamiento físico la obligó a regresar a París, donde se colocaba en las esquinas de las calles para recolectar fondos.
Durante todo este tiempo, bebía en exceso. Tenía amantes sin distinción. Destruyó amistades. Henry Crowder la había abandonado en 1935, harto de sus infidelidades y su temperamento volátil. El comportamiento de Nancy se volvió cada vez más errático y autodestructivo.
Pero su compromiso con la lucha contra el fascismo nunca flaqueó.
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, Nancy trabajó como traductora en Londres para la Resistencia Francesa. Trabajó hasta el agotamiento, traduciendo comunicaciones interceptadas y apoyando la lucha clandestina contra la ocupación nazi.
Había pasado de heredera a marginada, de activista a miembro de la resistencia, y cada transformación le arrebataba más privilegios, más comodidades, más de la vida en la que había nacido.
Cuando Nancy Cunard murió en 1965, a los 69 años, estaba en la indigencia, era alcohólica y pesaba solo 26 kilos. Murió sola en un hospital de París, con la salud destrozada por décadas de activismo incansable y autodestrucción.
La historia la olvidó en gran medida. Los hombres que había publicado —Beckett, Pound— se hicieron famosos. Las causas que había defendido finalmente ganaron terreno. Pero la propia Nancy se desvaneció de la memoria, reducida a notas a pie de página en las biografías de otros o cosificada en fotografías como una "musa" para artistas famosos.
Pero esto es lo que Nancy Cunard fue en realidad: una mujer que miró el mundo racista, colonialista y fascista de la década de 1930 y se negó a ser cómplice. Que usó su privilegio no para aislarse, sino como un arma contra la injusticia. Que renunció a la riqueza, la familia, la reputación y, finalmente, a su salud por causas que importaban más que la comodidad.
Publicó a escritores negros cuando nadie más lo hacía. Documentó la brutalidad del colonialismo cuando Europa quería mirar hacia otro lado. Luchó contra el fascismo antes de que la mayoría de la gente reconociera la amenaza. Trabajó para la Resistencia cuando los nazis ocuparon Francia. Nancy Cunard demostró que el privilegio no es el destino, sino una elección. Puedes usarlo para protegerte a ti misma, o puedes sacrificarlo luchando por las personas que el mundo ha decidido que no importan.
Ella eligió sacrificarlo.

Tomado de la red.

EL GRAN PLANTÓN DE OSLO: 4 Presidentes arrastrados.



​Hay días gloriosos, y luego está el día de hoy.
​Imaginen la escena: Oslo, Noruega. Un frío que congela hasta los pensamientos. Y allí, en la alfombra roja, cuatro mandatarios latinoamericanos (de esos que mueven la colita cuando Washington silba) bajándose de sus aviones, con sus mejores trajes, sus discursos ensayados y sus sonrisas de "foto histórica".
​Iban a coronar a su reina. Iban a aplaudir a la señora María Corina Machado en su (muy cuestionado y ridículo) Premio Nobel de la "Paz".
​Pero, ¡sorpresa! La doña los dejó guindando.
🤡
​Sí, mis amores. Se quedaron, literal y metafóricamente, como novias de pueblo: vestidos y alborotados.
​La excusa oficial es "razones de seguridad". La realidad es que casi un centenar de personas decentes se plantaron allí a gritarle al mundo que no se puede premiar con "Paz" a quien ha pedido invasiones, bloqueos y asfixia para su propio pueblo. La presión fue tal, la vergüenza fue tanta, que prefirió no dar la cara.
​Pero lo más delicioso de todo este sainete es ver la cara de los cuatro jinetes del apocalipsis diplomático que viajaron miles de kilómetros para nada.
​Me los imagino en el hotel, con el champán caliente, mirándose las caras.
"¿Y ahora qué hacemos?", preguntará uno.
"¿A quién aplaudimos?", dirá el otro.
"¿Me devuelven las millas del viaje?", pensará el más tacaño.
​Hicieron el ridículo mundial. Fueron a validar una mentira y terminaron validados como lo que son: unos extras en una película mal producida. Son los "groupies" de la injerencia, los fans enamorados que esperan en la puerta del concierto y el artista sale por la puerta de atrás.
​¡Qué pena ajena! Tanta sumisión, tanto viaje, tanto protocolo, para terminar haciéndole la corte a una silla vacía.
😅😅😅😅
​Mientras ellos pasan frío y vergüenza en Noruega, nosotros desde aquí vemos como ​¡Se les cayó el show!.
🇻🇪💅❄️
Andrea Arias Moro

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