En aquel entonces, las casas estaban construidas con madera sólida y llenas de materiales naturales como algodón, lana y cuero auténtico. Los incendios en esas viviendas se propagaban lentamente, dándote un tiempo precioso para despertar, reaccionar y salir.
Pero hoy en día, casi todo en nuestros hogares —desde sofás y alfombras hasta colchones, cortinas e incluso mesas de café— está hecho de materiales sintéticos derivados del petróleo. Estos se encienden más rápido, arden con mayor intensidad y liberan gases mucho más tóxicos. Lo que antes tardaba más de 15 minutos en convertirse en mortal ahora puede envolver una habitación en menos de tres.
En una prueba dramática realizada por Underwriters Laboratories, dos habitaciones fueron prendidas fuego una al lado de la otra: una amueblada al estilo de la década de 1970 y otra con diseño moderno. La habitación vintage se quemó lentamente, tardando más de 30 minutos en ser completamente consumida. ¿La moderna? Sólo tres minutos. Ese es todo el tiempo que tendrías para darte cuenta de lo que está pasando, alertar a los demás y escapar.
Y no se trata solo de la velocidad. Se trata también de qué es lo que se está quemando. Los incendios modernos generan un humo mucho más venenoso —incluyendo monóxido de carbono y cianuro de hidrógeno— que puede incapacitarte antes de que las llamas se acerquen. De hecho, la inhalación de humo, y no las quemaduras, es la principal causa de muerte en incendios domésticos.
Por eso, contar con alarmas de humo funcionales y un plan de escape bien practicado es más crucial que nunca. Instala alarmas en todos los niveles de tu hogar y dentro de cada dormitorio. Pruébalas mensualmente, cambia las baterías con regularidad y reemplaza las alarmas cada 10 años. Asegúrate de que todos en tu hogar conozcan dos formas de salir de cada habitación, dónde reunirse afuera y qué hacer cuando suene la alarma. Y practícalo: no solo hables de ello.
Puede que no podamos cambiar los materiales en nuestras casas. Pero sí podemos cambiar cómo nos preparamos. Y cuando cada segundo cuenta, la preparación es lo que te da una oportunidad de luchar.
Fuente: “New homes and furniture burn faster, giving you less time to escape” por Jeff Rossen y Josh Davis.