Alguna vez se desmayó de hambre. En serio. En una buhardilla helada de París, Marie Curie cayó redonda al piso con un libro en la mano y el estómago vacío. Y se levantó. Porque no nació para quejarse, nació para
encender el mundo.
Polaca y mujer. Tres razones para que la ciencia la escupa. Pero no. En 1891 cruzó Europa para estudiar en la Sorbona. Sin plata. Sin abrigo. Sin idioma. Rodeada de 700 hombres, pero con una sola obsesión: comprender.
Se casó con Pierre Curie sin vestido ni fiesta. Usó el guardapolvo del laboratorio. Y juntos descubrieron el polonio, el radio y la radiactividad. En un cuartito húmedo donde se les pelaban los dedos y se les caía el cuerpo, Pero no paraban.
En 1903, el Nobel se lo querían dar solo a él. Pierre dijo:
"Si no la premian a ella, yo paso."
Marie fue la primera mujer en ganar un Nobel. En 1911 ganó otro. La primera persona en el mundo con dos Nobel. Y sin un laboratorio propio.
Después la insultaron. Por ser extranjera,Por ser viuda y Por amar otra vez. La llamaron concubina, judía y usurpadora. Mientras tanto, diseñaba ambulancias con rayos X para la guerra y salvó a más de un millón de soldados.
Murió en 1934, envenenada por su propio descubrimiento. La enterraron con plomo porque aún su cuerpo brillaba.
Marie Curie no pidió permiso, No pidió aplausos, solo pidió que el mundo entendiera. Y cuando ya no pudo más, dejó la lámpara encendida .
Tomado de facebook.