
Este 21 de marzo se celebra el Día Internacional de la Poesía aprobado por la UNESCO en 1999. Un día para conmemorar uno de los formatos literarios de reconocida tradición mundial. Para celebrar la fecha y con el fin de poner en valor la poesía, des de los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC, hemos querido elaborar una lista con poetas internacionales que todo el mundo debería conocer.
Por supuesto, la gran cantidad de poetas internacionales es inabarcable, por este motivo hemos escogido 10, aquellos/as que consideramos su obra imprescindible por cualquier persona amante de las letras. Posiblemente algunos ya los conoceréis, quizás otros os suene el nombre pero no habéis leído su obra, y otros puede que no sepáis quién era. Tanto si tu nivel de conocimiento poético es elevado, o bien desconoces el terreno de la poesía, esta publicación sobre 10 poetas internacionales que deberías conocer, te invita a seguir profundizando en este ámbito de las letras.
¡Feliz Día Internacional de la Poesía!
Safo de Mitilene, también conocida como Safo de Lesbos o Safo (650/610 a. C. –580 a. C.), fue una poetisa griega considerada posteriormente una de los «nueve poetas líricos». Comúnmente se conoce que el filósofo Platón la nombro como «la décima Musa«. No hay casi constancia de datos biográficos sobre ella. La mayoría de la información sobre su vida se dedujo a través de sus poemas. Su obra estaba escrita en dialecto eólico y en un sentido estilístico se caracterizaba por ser la primera vez que en este terreno literario se pronunciaba en primera persona. Sus poesías abordaban sentimientos personales.
¿Por qué debo buscarlo? Soy el mismo, soy como él.
Su esencia habla a través de mí.
¡Me he estado buscando!
Su poesía tuvo influencia de Petrarca, del platonismo y del formalismo clásico con su vitalismo humanista. De sus múltiples obras, figuran como destacadas: Odas (1550), Amores (1552), Himnos (1555-56), La franciada (1572) y Sonetos para Helena (1578).
Emily Dickinson (1830 – 1886) fue una poeta estadounidense, reconocida por su poesía apasionada e intensa, que la convirtió en una de las poetas fundamentales estadounidenses junto con Edgar Allan Poe y Walt Whitman. Emily Dickinson tuvo una vida particular y muy cerrada a su comunidad. Poco a poco fue recluyéndose en su casa, hasta el punto que en su intimidad constante manifestaba sus dotes de poeta. No se llegó a publicar ni una docena de sus casi 1800 poemas. Fue tras su muerte que se encontraron cuadernos con una gran cantidad de versos y material poético para editar.
Su poesía se caracteriza por líneas cortas, sin título, las rimas son consonantes imperfectas. Los temas que a menudo escribía giraban en torno a la muerte y a la inmortalidad, también presentes en la correspondencia con sus amistades.
Rainer Maria Rilke (1875 – 1926) Nacido en Praga, Bohemia, en aquella época considerado el Imperio austrohúngares, es reconocido como uno de los poetas austríacos más importantes en alemán y de la literatura universal del siglo XX. El contenido de sus poemas tiende a centrarse en conflictos sobre valores, cristianismo y solitud, totalmente relacionado con el contexto social de su época.
Sus obras más reconocidas son las Elegías de Duino y los Sonetos a Orfeo, en prosa destacan las Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. Es autor también de varias obras en francés.
Alejandra Pizarnik (1936 – 1972) fue una poeta y traductora argentina. Su poesía era una continua introspección en su interior, caracterizada por su constante diálogo personal que brotaba en versos. La muerte, la infancia, la culpa, el sufrimiento, la enajenación, el éxito… eran temas recurrentes. Su particular estilo lo caracterizaba por su voz narrativa de Pizarnik que estaba subyacente detrás de ella misma. El concepto de reconocimiento literario fue una gran preocupación para la autora, que se autocuestionaba, hasta tal punto, que su comportamiento estaba dirigido a ese éxito literario del cual se sentía predestinada. Una poesía fundamentada por una tendencia contructivo-destructiva, que transitaba entre la posibilidad de la visibilidad de su persona, y a su vez, el canal de desahogo expresivo de su sensibilidad comunicativa.
Anna A. Ajmátova (1889 – 1966) fue una reconocida poetisa rusa. Junto con Nikolái Gumiliov y Ósip Mandelshtam, fue una de las figuras más representativas de la poesía acmeísta de la Edad de Plata de la literatura rusa. Los temas recurrentes de su poesía son universales: la muerte, el amor, el tiempo, la patria… Su lenguaje poético poseía una fuerza y expresividad que se forjaban des de la sobriedad y la simplicidad, con ritmos ágiles y dinámicos. Precisamente por estas características son difíciles de traducir. A pesar que su trayectoria poética fue evolucionando, mantuvo un sello estilístico, tanto en su etapa más temprana de inocencia y romanticismo, como a la más tardía, que poseía una madurez marcada por el contexto político-social.
Su poemario más importante fue Réquiem, donde expresaba la situación de la Unión Soviética y su visión, como por ejemplo, que los únicos que estaban en paz eran los difuntos y que los vivos vivían trasladándose de un campo de concentración a otro. El libro fue publicado sin su consentimiento y conocimiento en 1963 en Múnich.
De todos sus poemas, estos son los que se han traducido al español: Poemas escogidos 1981, Doce poemas. Twelve songs, El mar y el espejo (The Sea and the Mirror) 1996, Un poema no escrito (Dichtung und Wahrheit)1996, Gracias, niebla (Thank You, Fog) 1996, Otro tiempo (Another Time) 2002, Canción de cuna y otros poemas (Recopilación); Lumen 2006, Carta de Año Nuevo 2006, Los señores del límite (Recopilación) 2007.
El tipo de poesía que desarrolla es con un lenguaje coloquial y de contenido filosófico. Su caracterizada claridad lingüística, reflejan el odio, el terror, la tortura, la visión de un mundo engendrado desde el horror y el sufrimiento. Su tonalidad expresiva también muestran una ironía.
ARTES Y HUMANIDADES.