jueves, agosto 07, 2025

El “sudor del maíz

 





🌽 El “sudor del maíz”: cómo los campos cultivan no solo comida, sino también calor.
En medio de las olas de calor que castigan cada verano al cinturón agrícola de Estados Unidos, una sorprendente fuente de humedad está ganando atención científica: el propio maíz. Más allá de su papel como alimento básico y motor económico, los millones de hectáreas de maíz del Medio Oeste también son protagonistas de un fenómeno climático conocido como evapotranspiración, un proceso natural que podría estar intensificando las condiciones de calor extremo en la región.
La evapotranspiración es el mecanismo por el cual las plantas liberan vapor de agua a la atmósfera a través de sus hojas. En el caso del maíz, esta “transpiración vegetal” se convierte en un flujo masivo de humedad que afecta directamente al clima local. Durante los picos del verano, Iowa puede liberar hasta 56 mil millones de galones de agua al día desde sus campos de maíz, mientras que Illinois, con sus 12 millones de acres cultivados, aporta otros 48 mil millones. Esta cantidad es tan colosal que equivale a vaciar más de 73.000 piscinas olímpicas... cada día.
Lo que comienza como un proceso vital para el crecimiento de las plantas se transforma en un modificador atmosférico. A medida que se incrementa la humedad del aire, también lo hace el punto de rocío, un indicador clave que refleja cuán pesada y húmeda se siente la atmósfera. Estudios meteorológicos señalan que este incremento puede elevar la sensación térmica en hasta 5 a 10 grados Fahrenheit, exacerbando la percepción de calor durante las olas térmicas más severas.
Aunque la mayor parte del calor y la humedad provienen de patrones meteorológicos a gran escala, el llamado “corn sweat” o “sudor del maíz” introduce una variable regional que modifica microclimas locales, especialmente en áreas rurales densamente cultivadas. Lejos de ser solo una curiosidad agrícola, este fenómeno representa un intercambio complejo entre productividad alimentaria y bienestar humano, en el que la eficiencia de los cultivos tiene como contrapartida un entorno más sofocante para quienes viven cerca de ellos.
Este fenómeno, documentado recientemente por David Rice en USA Today (2025), destaca la necesidad de incluir factores agrícolas en los modelos climáticos regionales. A medida que el cambio climático agrava las condiciones meteorológicas extremas, comprender la interacción entre los sistemas naturales y los agrícolas será fundamental para prever escenarios de adaptación, tanto para las personas como para los cultivos.
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Fuente científica:
Rice, D. (2025). El “sudor del maíz” añadirá humedad a castigar el calor y la humedad en el medio oeste esta semana. USA Today. Validado por pares en estudios de climatología agrícola y meteorología del U.S. Midwest.

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