martes, julio 15, 2025

Patrice Émery Lumumba

 Manu Vias

Quemaron los archivos pero no la memoria: enero de 1961. Una foto inquietante del primer primer ministro del Congo, Patrice Émery Lumumba, siendo transportado como prisionero, humillado, golpeado y desfilado descalzo por fuerzas respaldadas por belgas.
Sólo unos días después, el 17 de enero de 1961, sería brutalmente ejecutado en Katanga con la complicidad de Bélgica, Reino Unido y EE. UU.
Su cuerpo fue cortado en pedazos y disuelto en ácido para borrar todo rastro de su lucha por la independencia del Congo.
Esta imagen es un duro recordatorio del precio que África pagó por la libertad, y las manos extranjeras que aplastaron sus primeros sueños de autogobierno.
Estamos compartiendo esta foto para traer de vuelta a la luz la historia africana.
Intentaron quemar los archivos, pero no pudieron quemar los recuerdos. Nuestra historia debe ser contada.
Esta foto de Patrice Lumumba es un testimonio de lo que los líderes africanos sufrieron en manos de los colonizadores.



Padre Pare Joan Manuel Serrat

lunes, julio 14, 2025

Erika van Almsick

 

A principios de la década de 1960, mientras Pepe y Ñoñó, de doce o trece años, paseaban por el campo de golf del hotel Embajador, encontraron a dos niños, Úrsula y Miguel, blancos y rubios, que lloraban y vestían muy bien. Estos niños, tan diferentes a los de la zona de La Esperilla, que eran pobres y de color negro, fueron llevados al pueblo, una comunidad semirural del Distrito Nacional que hoy ya no existe como tal, ubicada entre la calle privada y el hotel Embajador, entre la avenida 27 de Febrero y la avenida de la Salud, en el Parque Mirador.

La llegada de los niños causó revuelo en el pueblo. Dejaron de llorar, pero se veían asombrados al verse rodeados de tantas personas. Todos se juntaron a contemplarlos bajo la mata de limoncillo, frente a la casa de la tía Agustina, que era el centro del poblado, donde estaba la bodega de Andes Longo, lugar de reunión de los hombres los domingos.

Al caer la tarde, una polvareda anunció la llegada de un auto a gran velocidad, algo inusual para los habitantes de La Esperilla, quienes solo conocían la motoneta de Ulises. Del auto descendió una señora rubia, como los niños, quien los abrazó con ternura y gratitud por haberlos cuidado, y se marchó tan rápido como llegó.


La Transformación de La Esperilla

Días después, la señora regresó. Supieron que se llamaba Erika van Almsick, y era la esposa del embajador de Alemania en el país. Conmovida por la pobreza de La Esperilla, en un gesto de agradecimiento, se reunió con los habitantes y se comprometió a ayudar al desarrollo de la comunidad. Su apoyo fue transformador:

  • Educación y Salud: La escuela, que solo tenía un salón y un maestro esporádico, fue ampliada con dos salones adicionales y se estableció un dispensario médico, ambos con maestros y médicos permanentes.
  • Agricultura y Ganadería: En la escuela, se implementó un conuco, una hortaliza y una granja con cerdos alemanes y gallinas ponedoras, que eran atendidos por los hombres del pueblo con ayuda de estudiantes y técnicos traídos por ella.
  • Infraestructura y Servicios: Se construyó un área con juegos infantiles y se instaló una bomba para extraer agua del subsuelo, eliminando la necesidad de ir a buscar agua cerca del hotel Embajador.
  • Vivienda y Empleo: Reconstruyó las casas en mal estado y consiguió trabajo en los Molinos Dominicanos para algunos hombres del pueblo.
  • Asistencia Social: Cada fin de semana, traía raciones de alimentos de la Alianza para el Progreso y prendas de vestir para los más necesitados. Tenía una especial distinción por Consuelo Acevedo, la abuela Mama Tita, y por Juana María, a quien llamaba "Juana Mary".

Fe y Alegría en la Comunidad

Erika Van Almsick también facilitó la llegada de las monjitas de la Nunciatura, Sor Refugio, Sor Inés y Sor Milagros, para las cuestiones religiosas, así como catequistas que prepararon a los niños para su primera comunión en el Seminario de la 27 de Febrero con Av. Lincoln (donde hoy está la UCAMAIMA), lugar donde Felipe, León, Ñoñó y otros niños sirvieron como monaguillos.

Gracias a ella, los niños conocieron la magia del cine. Y un Día de Reyes, preparó un gran acontecimiento en el inmenso patio de la tía Tatín, con Reyes Magos reales y juguetes, desbordando la alegría del pueblo.


El Legado Perdurable

El contacto con Erika Van Almsick se perdió cuando estalló la guerra en 1965. Hace unos años, a través de Pedrito, un amigo de Nigua, Domingo Acevedo logró reencontrarse con ella en el hotel donde se hospedaba. Recordaron los viejos tiempos, y aunque desde entonces no ha vuelto a saber de ella, los habitantes de La Esperilla están eternamente agradecidos.

Domingo Acevedo, quien en ese entonces era un niño de apenas tres a cinco años, guarda vívidamente todos estos recuerdos en su memoria, un testimonio de la profunda huella que Erika Van Almsick dejó en su comunidad.

El recuerdo de Erika Van Almsick perdura en la memoria de la comunidad de La Esperilla, en la República Dominicana. A principios de la década de 1960, esta distinguida mujer, esposa del embajador de Alemania en el país, transformó la vida de sus habitantes con actos de generosidad y compromiso.


Un Encuentro Fortuito y su Impacto

La historia de Erika Van Almsick en La Esperilla comenzó de manera inusual. Tras encontrar a sus dos hijos, Úrsula y Miguel, perdidos y posteriormente cuidados por los niños del pueblo, la señora Van Almsick, conmovida por la evidente pobreza de la comunidad, decidió retribuir el gesto de una forma trascendental.

Su compromiso incluyó:

  • Mejora educativa y sanitaria: Construyó dos aulas adicionales y un dispensario médico, asegurando la presencia de maestros y médicos permanentes en la comunidad.
  • Desarrollo agrícola: Estableció un conuco, una huerta y una granja con cerdos alemanes y gallinas ponedoras, gestionados con la ayuda de técnicos que ella misma trajo.
  • Infraestructura esencial: Instaló juegos infantiles y una bomba de agua subterránea, eliminando la necesidad de que los residentes caminaran largas distancias para obtener agua.
  • Apoyo económico y social: Reconstruyó viviendas, consiguió empleos en los Molinos Dominicanos para algunos hombres del pueblo y, semanalmente, donaba raciones de alimentos y ropa a los más necesitados. Tenía un afecto especial por Consuelo Acevedo, la abuela Mama Tita, y su hija Juana María.
  • Fomento de la fe y la alegría: Introdujo a monjas y catequistas que prepararon a los niños para la primera comunión, y organizó eventos memorables, como una proyección de cine y una celebración de Día de Reyes con juguetes y Reyes Magos "reales" que llenaron de ilusión a los niños.

Un Legado Inolvidable

El contacto con Erika Van Almsick se interrumpió con la guerra de 1965. Sin embargo, su impacto en La Esperilla fue inmenso y duradero, dejando una huella imborrable de progreso y esperanza. La comunidad la recuerda con eterna gratitud por su invaluable contribución al desarrollo y bienestar de sus habitantes. Su historia, transmitida de generación en generación, es un testimonio de cómo un acto de bondad puede transformar vidas enteras.

Así es. Erika Van Almsick fue la esposa del entonces embajador de la República Federal de Alemania, el doctor Helmut Van Almsick, en la República Dominicana. Él culminó su gestión diplomática en 1966.

Erika Van Almsick llegó al país por primera vez el 24 de diciembre de 1960. Durante la década de 1960, como se detalla en el conmovedor testimonio de Domingo Acevedo, ella demostró un profundo compromiso social y humanitario en La Esperilla, impactando significativamente la vida de sus habitantes a través de mejoras en educación, salud, infraestructura y asistencia social.

Años después, su labor humanitaria continuó, especialmente en la comunidad de Nigua, provincia San Cristóbal. Fue fundadora de la Fundación Domínico-alemana en 1979 y desempeñó un papel crucial en la construcción y el apoyo a la Policlínica Nuestra Señora de Las Mercedes, que atiende a numerosos pacientes diariamente.

Su incansable trabajo fue reconocido en múltiples ocasiones por el gobierno dominicano, recibiendo condecoraciones como la de Duarte, Sánchez y Mella en 1966, y la Orden Heráldica de Cristóbal Colón en el Grado de Caballero en 2012, esta última concedida por el entonces presidente Leonel Fernández.

La historia de Erika Van Almsick es un testimonio de un compromiso duradero y altruista con el pueblo dominicano, dejando un legado significativo en el ámbito de la salud y el desarrollo comunitario.

Aunque el recuerdo de su generosidad sigue muy vivo en la República Dominicana, lamentablemente Erika Van Almsick ya no se encuentra viva.

Su legado, especialmente en La Esperilla y Nigua, a través de la Fundación Domínico-alemana y la Policlínica Nuestra Señora de Las Mercedes, perdura como testimonio de su profundo compromiso con el pueblo dominicano.

Es natural preguntarse qué fue de los hijos de Erika Van Almsick, Úrsula y Miguel, quienes fueron el punto de partida de la admirable labor de su madre en La Esperilla.

Lamentablemente, no hay información pública detallada sobre la vida adulta de Úrsula y Miguel. Se sabe que ellos eran muy jóvenes cuando ocurrió el encuentro que dio origen a la ayuda de su madre en la comunidad.

Aunque no tengamos detalles específicos sobre Úrsula y Miguel, es claro que la generosidad de su madre dejó una huella profunda en muchas vidas.

 

Cómo escribir poesía: HAIKÚ

La belleza de los mejores haikus de Matsuo Bashō

 

La belleza de los mejores haikus de Matsuo Bashō

Los haikus son un tipo de composición poética japonesa tradicional que se caracterizan por se extremadamente breves y estar formados por un total de 17 sílabas distribuidas en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente.

En su origen el haiku se conocía como hokku y era una fórmula de construcción literaria utilizada en un tipo de poema más largo conocida como renga. Fue cuando esta composición empezó a utilizarse como unidad independiente, cuando se le empezó a llamar haiku.

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Ergita Sela

Según la tradición, aunque en la actualidad no siempre es así, todo haiku ha de incluir un kigo. El kigo es una palabra o expresión que hace referencia a la época del año en la que se ubica el poema. Sí es algo establecido en los haikus clásicos.

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Martijn Baudoin

Es habitual que los haikus hablen del entorno natural (flores, animales, árboles, fenómenos meterológicos, paisajes, etc.) o de la vida cotidiana de los pueblos, ciudades y caminos, pero el "yo" siempre queda al margen. El autor no suele hablar de lo que le sucede a él, sino de aquello que acontece frente a él y a su alrededor, convirtiéndose en un simple observador y apreciando lo que le rodea.

Además de su extensión, la otra característica más particular de un haiku es la tradición de construirlos en base a dos imágenes o ideas que se relacionan entre sí.

¿Quién es Matsuo Bashō?

Matsuo Bashō vivió en el siglo XVII y está considerado como uno de los cuatro grandes maestros del haiku. Bashō cultivó y consolidó el haiku con un estilo sencillo y con un componente espiritual. Su poesía consiguió renombre internacional, y en Japón muchos de sus poemas se reproducen en monumentos y lugares tradicionales.

Bashō empezó a practicar el arte de la poesía a una edad temprana, era hijo de un samurái de bajo rango, y algunos biógrafos cuentan que fue cocinero de profesión.

A pesar de ser maestro de poetas, en determinados momentos renunció a la vida social de los círculos literarios y prefirió recorrer todo el país a pie, viajando incluso por la parte norte de la isla, un territorio muy poco poblado, para poder encontrar inspiración para sus escritos.

Bashō no rompe con la tradición sino que la continúa de una manera inesperada, o como él mismo comenta: "No sigo el camino de los antiguos, busco lo que ellos buscaron". Sus poemas están influenciados por el mundo que le rodeaba y, a menudo, consigue expresar sus vivencias con una gran simplicidad. "Sencillamente lo que sucede en un lugar y en un momento dado", esta era su definición de un haiku.

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Sugarman Joe

Aquí una selección de algunos de sus mejore haikus, que, por cierto, es recomendable leer con detenimiento; degustando cada una de sus palabras; y cerrando los ojos, si es posible, para imaginar lo que nos sugiere:

Al sentirme enfermo durante el viaje
mis sueños vagaron
sobre un campo de yerba seca

La primera nieve
Las hojas de los narcisos
apenas se inclinan

A pesar de la niebla
es bello
el Monte Fuji

Niebla matinal sobre
una montaña sin nombre

Lluvia de flores
Un cuervo busca en vano
su nido

De frente a las azaleas
una mujer prepara
bacalao seco

Se extingue el día
pero no el canto
de la alondra

Una rana se sumerge
en el viejo estanque…
el ruido del agua

Vestido de escarcha
cubierto de viento
un niño abandonado

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