Algo completamente inesperado ha sido detectado a 3.000 años luz de la Tierra... y podría cambiar la física tal como la conocemos.
Astrónomos han encontrado un objeto extraño que desafía toda clasificación: no es un agujero negro, pero se comporta como uno.
No tiene horizonte de sucesos. No emite radiación. Y, sin embargo, su gravedad es tan intensa que distorsiona el espacio a su alrededor.
Demasiado pesado para ser una estrella de neutrones… pero no lo suficiente para ser un agujero negro tradicional. ¿Entonces, qué es?
Algunas teorías apuntan a entidades que hasta ahora solo existían en simulaciones: una estrella de bosones, o incluso una singularidad desnuda, fenómenos que cuestionan los límites de la relatividad.

Si se confirma, no solo cambiaría lo que sabemos sobre el universo… sino cómo funciona la realidad misma.
Esto no es ciencia ficción. Es ciencia real. Está pasando ahora.