Conocido como el traje de ballenero de Groenlandia, esta increíble pieza fue creada hace casi 200 años por los inuit, un pueblo que aprendió a sobrevivir y cazar en uno de los entornos más hostiles del planeta: el Ártico.
Hecho completamente de piel de foca, no era solo ropa… era una barrera contra la muerte.
El traje tenía una única abertura central: el cazador se introducía por allí, y luego el orificio se sellaba herméticamente. Un aislamiento casi perfecto contra el agua gélida, viento helado y las olas que salpicaban constantemente durante la peligrosa caza de ballenas.
En plena lucha contra el hielo, el frío extremo y la furia del océano, este traje era lo único que separaba al cazador de una hipotermia segura.
Una auténtica cápsula de vida hecha a mano, sin tecnología moderna, solo con conocimiento ancestral y respeto por la naturaleza.
Hoy, este traje se conserva como un tesoro en el Museo Nacional de Dinamarca.
Tomado de la red