¿Conocías que los YAKUT, también llamados Sakha, son uno de los pueblos turco-siberianos más septentrionales y que su lengua guarda vestigios capaces de reconstruir el proto-túrquico?

Los Yakut, o Sakha como prefieren llamarse, habitan principalmente la República de Sakha (Yakutia), en el extremo noreste de Rusia. Su identidad se forjó a partir de migraciones provenientes del sur entre los siglos VI y X, fusionándose con culturas indígenas locales hasta conformar una etnia única, adaptada a uno de los climas más extremos del planeta.
Su economía tradicional gira en torno a la cría de ganado, caballos y renos, junto con la caza y la pesca como pilares de subsistencia. Entre sus expresiones culturales destaca el khomus, un arpa de boca de sonido hipnótico que acompaña celebraciones como el Yhyakh, el festival del solsticio de verano que simboliza el renacer de la vida.
La tradición oral de los Yakut es especialmente rica. Su épica, llamada Olonkho, es una de las más antiguas entre los pueblos túrquicos. Estos poemas heroicos, de decenas de miles de versos, se recitan con entonación melódica durante horas, combinando canto, narrativa y dramatización ritual.
En el ámbito artesanal, el cuchillo yakutiano es uno de sus símbolos más reconocibles. Con hoja asimétrica y empuñadura de madera de abedul, está diseñado para soportar temperaturas extremas y refleja una herencia que se transmite de generación en generación.
Hoy, los Yakut enfrentan el desafío de preservar sus tradiciones frente a la modernización y la explotación de recursos naturales en sus tierras. Sin embargo, su renacimiento cultural y el orgullo por su herencia mantienen viva una identidad que ha sabido resistir siglos de adversidad.