Sobre los hombros de los senseis de Karate y/o artes marciales descansa una gran responsabilidad y es la de guiar a sus alumnos través de los conocimientos adquiridos de sus maestros, por el sendero correcto que traza la filosofía del karate.
Entendiendo que no todo el que va a los dojos a practicar karate y/o artes marciales lo hace buscando la parte positiva de aprender, más que a pelear, a domesticar sus malos instintos, para convertirse en personas de bien, útiles a las sociedades donde viven, sino que hay quienes buscan en las artes marciales la destreza que da esta, en el arte de pelear, para abusar, hacer daño, incluso llegar a cometer otras fechorías y hasta matar.
En ese sentido los senseis debe tener la habilidad, la sabiduría, el ojo crítico, para determinar los motivos y los objetivos que buscan cada uno de sus estudiantes en el aprendizaje de las artes marciales, para de esta manera con las prácticas y las orientaciones correctas, hacerlos entender que las artes marciales no son un camino hacia el desorden, la maldad y la violencia, sino un camino hacia la humildad, la paz y el respeto a la vida ajena, por lo que en ellas no caben aquellos resentidos que buscan el odio y la violencia.
En las artes marciales y muy especialmente en karate buscamos crear en el mundo una cultura de paz, amor y solidaridad.
Domingo Acevedo.
Mayo/2025.