Si eres un ciudadano de Internet que se mantiene informado, es posible que hayas visto una y otra vez cómo los ciudadanos norteamericanos han estado haciendo campaña para el mantenimiento de la neutralidad de Internet, que garantiza un servicio libre para todos sus usuarios. Pues bien, a partir de hoy puede que las cosas comiencen a cambiar un poco, pues la FCC, el ente regulador de las telecomunicaciones en ese país, acaba de aprobar el rechazo de la ley de neutralidad en la web.
La regulación requería a proveedores de servicios de Internet como Verizon y Comcast a distribuir el acceso a Internet de manera justa e igual para todos, sin importar cuánto paguen o dónde estén ubicados. Las implicaciones de la derogación son vastas y complicadas, y, si no se cuestionan, es casi seguro que cambiará fundamentalmente la forma en que las personas acceden y usan Internet no sólo en los Estados Unidos, sino en el resto del mundo.
Si bien es cierto que podría pasar mucho tiempo antes de que comencemos a ver los efectos completos del voto de la FCC, aún existe una remota posibilidad de que la derogación sea revocada por el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos: de hecho, ya hay varios estados de la unión americana que piensan demandar a la FCC por la eliminación de este derecho.

¿Qué sucederá ahora?

El principio del fin. Gif: VOXEL PRINCIPIO DEL FIN. GIF: VOX
Con la neutralidad de la red se obligaba a los proveedores de servicio de Internet a mostrar todos los sitios web, a la misma velocidad, a todas las fuentes de tráfico de Internet. Sin neutralidad, se abre un libre mercado, y los ISP tendrán la libertad de controlar a qué se accede en Internet, lo que significa que podrán bloquear el acceso a sitios web específicos y software que interactúe con Internet.
Es posible que se cobren más o menos dinero para acceder a “paquetes” específicos de ciertos sitios web, al igual que lo hacen los proveedores de televisión por cable, pero en lugar de “cable básico”, es posible que la gente deba pagar por acceder a más de un número “básico” de sitios web. Los ISP también podrán controlar la rapidez con la que se cargan las páginas web, la rapidez con la que se puede descargar y cargar, y en qué contextos se puede acceder a algunos sitios web, según la cantidad de dinero que se les pague.
Incluso podrían impedir el acceso a a información sobre ciertos temas, eventos noticiosos o problemas que no desean que se conozcan. Muchas compañías ya están manejando cómo podrían funcionar estos escenarios, porque antes de la neutralidad de la red, los ISP intentaban bloquearlo todo con tarifas elevadas, redireccionamientos forzados, bloqueo de contenido, bloqueo de software, bloqueo de sitios web, bloqueo de la competencia, de aplicaciones, límites de datos y censura de temas controvertidos. Ya ha habido reacciones de parte de gigantes como Google, Netflix y Twitter:
Tomado de Morbo.