sábado, octubre 04, 2014

Ya no nos asombra la muerte violenta y cotidiana de nuestros semejantes

Hemos sido tan indiferentes a nuestra propia realidad, que ya no nos asombra la muerte violenta y cotidiana de nuestros semejantes y ni siquiera tenemos tiempo para detenernos a pensar que si no actuamos hoy, mañana nos puede tocar a nosotros.
Domingo Acevedo.

Sept. / 14



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